8 de marzo - Día Internacional de las Mujeres Trabajadoras: paremos por el aborto legal, contra los femicidios y el ajuste
Escribe Malena Zetnik
A casi un mes del próximo 8M, el movimiento feminista se prepara en todo el mundo. Tenemos que lograr un gran paro internacional de mujeres (PIM) con jornadas de lucha para conquistar nuestros derechos y derrotar al capitalismo patriarcal.
En México, en el Estado Español, en Chile, en Turquía, en la Argentina y en muchos otros países del mundo las mujeres estamos preparándonos en asambleas, encuentros y reuniones para realizar una nueva jornada de lucha internacional. El reclamo es claro desde hace tiempo: el fin de los femicidios, las violencias y los abusos sexuales, el derecho al aborto legal, seguro y gratuito y el fin de la discriminación económica, que recrudeció con los planes de los gobiernos ajustadores.
Desde el llamado al primer paro internacional de mujeres en 2017 impulsado por las feministas norteamericanas ante la asunción del gobierno misógino, racista y capitalista de Donald Trump, la nueva oleada del movimiento, iniciada en 2015 con el #NiUnaMenos, cobró un nuevo impulso. Hoy el llamado a un 8 de marzo antipatriarcal, internacionalista y anticapitalista tiene que ser la bandera que levantemos para unificar la lucha de las oprimidas y todos los explotados en este sistema. Porque la lucha por la liberación de las mujeres, así como las de diversidad sexual, no se lograrán si no unificamos nuestras fuerzas con la clase trabajadora para derrotar a los gobiernos capitalistas y patriarcales de todo el mundo que se sirven de nuestra subordinación para extraer sus superganancias.
Argentina: llamamos a seguir levantando nuestras banderas
El año 2018 nos mostró la fuerza impresionante del movimiento feminista en las calles, que logró no solo instalar como nunca antes el debate por el derecho al aborto, sino también forjar una marea verde desnudando el rol real de los partidos patronales (Cambiemos, PJ, FpV, etcétera) que votaron en el Congreso según sus acuerdos con las iglesias y en desmedro de los derechos de las mujeres. El año pasado se instaló también la campaña por la separación de la Iglesia y el Estado y se realizaron apostasías colectivas (renuncias masivas a la pertenencia a la Iglesia Católica). Además, frente a los ajustes y despidos del gobierno de Macri y los gobiernos provinciales, el ejemplo de las mujeres en las calles y en asamblea permanente fue una referencia para impulsar la lucha de las trabajadoras y los trabajadores.
Sin embargo, en este año electoral lamentablemente ya son varias las organizaciones que quieren guardar el pañuelo verde y el método del paro y la movilización para dedicarse exclusivamente a las elecciones. Ya lo dijo la propia Cristina Fernández de Kirchner en diciembre cuando llamó a bajar las banderas del aborto para conciliar con el Vaticano en un “movimiento anti-Macri”. Frente a estos planteos, este 8M tenemos que ser contundentes: la única manera de lograr el aborto legal es enfrentando a la Iglesia y a los gobiernos cómplices. Y la única forma de derrotar el ajuste y los despidos, de lograr plata para la prevención de las violencias de género, de terminar con las redes de trata y con la impunidad de la justicia patriarcal es enfrentando al gobierno de Macri y a los gobernadores en las calles, dejando de pagar la deuda externa y construyendo una alternativa independiente de los partidos patronales que gobernaron y gobiernan contra las mujeres y el pueblo. Para eso también tenemos que exigir a la CGT y a las CTA que rompan la tregua y que llamen de verdad a un paro en el Día Internacional de las Mujeres Trabajadoras para llevar adelante todas estas batallas.