Cristina se une a los peronistas amigos de Macri
Editorial
Todas las semanas se conoce algún dato de terror. En la que pasó se supo que aumentó la desocupación. En la que transcurre se anunciará que la pobreza también volvió a crecer. Es la cruda realidad del ajuste del gobierno de Macri, que sigue al pie de la letra los dictados del FMI. Un Macri que, a su vez, se dedica a recibir a los reyes de España, herederos del franquismo y represores del pueblo catalán. Por eso se prepara para una nueva “gira” europea tratando de salir del clima asfixiante fruto de la bronca creciente contra su gobierno.
Una de las discusiones es si la “unidad del peronismo” puede ser una salida favorable para el pueblo trabajador. Desde la izquierda venimos diciendo que no. Veamos adónde lleva esta política que se terminó de corroborar esta semana en Córdoba. El candidato de Cristina Kirchner para las elecciones provinciales del próximo 12 de mayo levantó su lista a una hora de la presentación. La orden vino de Cristina y se dio a través de un llamado de Máximo Kirchner. Esto fue confirmado por los propios medios kirchneristas. “Un gesto fuerte en pos de la unidad del peronismo. Bajó la lista de Unidad Ciudadana en Córdoba en una señal de apoyo a la reelección de Juan Schiaretti convertido en algo así como el jefe del espacio Alternativa Federal”, publicó Página12 en su edición de este martes 26 de marzo.
O sea que el mismo kirchnerismo que en las marchas grita “Fuera Macri” o que ha realizado actos públicos contra el FMI y en todos estos años vino despotricando contra los Pichetto y Urtubey catalogándolos como la “derecha” peronista, ahora se une a ellos. Un doble discurso total.
Con este “gesto”, Cristina se une a Schiaretti, el gobernador que aplica el ajuste de Macri en Córdoba. El mismo Schiaretti que, junto a Pichetto, Urtubey, Massa y Lavagna vienen apoyando las políticas fundamentales del gobierno nacional en un claro pacto de “gobernabilidad”, entre ellas el presupuesto 2019 del FMI. En el caso de Córdoba, además, no hacía falta que el kirchnerismo apoyara a Schiaretti ante la amenaza de un posible triunfo de Cambiemos, ya que los candidatos de Macri y la UCR se acaban de dividir y ninguna encuesta les da que podrían ganar las elecciones.
Lo mismo hizo el kirchnerismo en Tierra del Fuego. La Cámpora acaba de sellar un pacto con la gobernadora Bertone para las elecciones del próximo 16 de junio. ¿Quién es Roxana Bertone? La candidata que en 2015 ganó el apoyo de Scioli y lo primero que hizo fue imponer un feroz ajuste y la quita del 82% móvil, entre otros atropellos, desalojando y quemando las carpas de protesta de jubilados, docentes y estatales con policías que reprimieron al mejor estilo de Patricia Bullrich. Bertone, después de acordar con el kirchnerismo, fue a visitar a la ajustadora Alicia Kirchner y con Sergio Massa estuvieron en la asunción del nuevo obispo de Santa Cruz.
Otro tanto ya se había dado en provincias como San Juan (donde los K fueron con el representante de la Barrick Gold, Sergio Uñac, socio de Gioja), La Pampa y Entre Ríos.
Mientras los políticos kirchneristas hablan “contra el ajuste” y que “hay que ganarle a la derecha” de Macri, la ex presidenta acaba de pactar con los sectores peronistas más cómplices de Macri. Esto ha provocado una enorme crisis entre los honestos luchadores, trabajadores y jóvenes que, aunque sin gran confianza y muchos como “mal menor”, ven a Cristina como alternativa ante Macri. Pero Cristina está dando claras señales de que, en caso de ganar con la “unidad” del peronismo, no va a haber ninguna “redistribución de la riqueza”, ni siquiera parcial, algo utópico de la mano del FMI, porque Cristina, Kicillof y La Cámpora han dicho que no van a romper con el Fondo y van a seguir pagando la deuda.
El resto del peronismo, agrupado bajo el sello de Alternativa Federal, tampoco ofrece una salida favorable para los trabajadores. Ahora ha empezado a despuntar Lavagna, quien se va perfilando como el candidato “potable” de los empresarios y la burocracia sindical. Pero él mismo, tal como los otros precandidatos de este espacio, se entrevistó con el FMI para garantizarle que seguirá firme con el ajuste y los pagos de la deuda.
Lavagna es parte de otro frente patronal entre sectores peronistas no kirchneristas junto a Stolbizer y los “socialistas” de Santa Fe, con apoyo del impresentable Luis Barrionuevo y un amplio abanico de burócratas sindicales.
Llamamos a los trabajadores, a los jóvenes y a las mujeres que pueden creer que con Cristina y el peronismo, en cualquiera de sus variantes, podría haber algún cambio favorable, a sacar conclusiones. Nada de esto sucederá. Lo que se necesita es una alternativa distinta, de los que nunca gobernaron, los trabajadores y la izquierda. Los mismos que están en todas las luchas, los únicos que apoyan sin ninguna fisura la legalización del aborto. Los que le siguen reclamando a la CGT y a las CTA que rompan el pacto con el gobierno y llamen al paro nacional y un plan de lucha. Solo la izquierda tiene de verdad un programa alternativo, obrero y popular, que comienza por romper con el FMI y suspender inmediatamente los pagos de deuda externa, para desde ahí implementar las medidas de emergencia y de fondo necesarias para resolver las más urgentes necesidades populares de trabajo, salario, salud, educación y vivienda.