La burocracia sindical con los candidatos peronistas
Escribe Gabriel Massa
No es casualidad. Los candidatos peronistas, incluidos Cristina y Lavagna que ya se han comprometido a mantener los acuerdos con el FMI, cuentan con el aval de los burócratas sindicales millonarios que traicionan a los trabajadores.
El jueves 22 de marzo por la noche se dio un nuevo encuentro de Roberto Lavagna con dirigentes sindicales en la sede de la Unión Ferroviaria en Buenos Aires. La reunión fue organizada por el secretario general de Luz y Fuerza, Guillermo Moser, y participaron los secretarios generales Antonio Caló (UOM), Sergio Sasia (Unión Ferroviaria), Juan Carlos Schmid (Dragado y Balizamiento), Marcos Castro (Capitanes de Ultramar), Osvaldo Iadarola (Foetra – Telecomunicaciones), Luis Pandolfi (Tintoreros), Raúl Quiñones (Tabacaleros), Juan Palacios (Aatrac – Comunicaciones), Juan Speroni (SAON – Obreros Navales) y José Laucheri (Pecifa – Personal Civil de las Fuerzas Armadas). Lavagna ya había recibido el apoyo del gastronómico Barrionuevo, mientras que los jefes de la CGT, Daer y Acuña, siguen deshojando la margarita entre él y Massa.
Estos dirigentes han sido una apoyatura clave para el gobierno de Macri y su brutal ajuste frenando y traicionando las luchas de los trabajadores, como se vio frente a la reforma de las jubilaciones y ahora en su negativa a convocar el paro nacional contra el tarifazo. Y los diputados de origen sindical han votado las leyes de ajuste del gobierno igual que la mayoría de los parlamentarios peronistas. Así que está claro por qué apoyan a candidatos que ya se han comprometido a mantener los acuerdos con el FMI.
No es mejor el rol de los dirigentes que apoyan la candidatura de Cristina Kirchner, como Moyano de Camioneros, Yasky, de la CTA, y Palazzo, de bancarios. Posan de combativos, llaman a marchas como la del 4 de abril. Pero se niegan a impulsar el plan de lucha y el paro que necesitamos para derrotar al gobierno y las patronales. El propio Yasky no dudó en decir que este no es momento de paros sino de impulsar la candidatura de Cristina para las elecciones. Ellos también supeditan la lucha de los trabajadores a las idas y venidas de las candidaturas del peronismo, detrás del kirchnerismo en este caso.
En la vereda de enfrente están los dirigentes del sindicalismo combativo, como el Pollo Sobrero, que acaba de encabezar el paro de los ferroviarios del Sarmiento ante la muerte de un trabajador por falta de seguridad; la conducción del sindicato del neumático que impulsa la lucha contra los despidos masivos en FATE; los dirigentes de las seccionales docentes rebeldes que enfrentan la destrucción de la educación pública; los médicos y enfermeros de la CICOP que defienden la salud pública y los hospitales y tantos más.
Los dirigentes del sindicalismo combativo pelean por una nueva dirección para el movimiento obrero. Muchos de ellos, además, extienden esta pelea a la necesidad de construir una alternativa política para los trabajadores independiente de los partidos patronales. Por eso es que apoyan a la izquierda y su llamado a luchar por el no pago de la fraudulenta deuda externa y la ruptura con el Fondo y por un plan de emergencia obrero y popular contra todas las variantes de los partidos patronales.