El FMI con Macri y Fernández
Escribe José Castillo
Otra vez el FMI está de visita en la Argentina. Se reunió primero con el equipo económico del gobierno. Nada excepcional salió de ese encuentro: el ministro Hernán Lacunza aseguró que cumplirá estrictamente con las metas de ajuste pactadas en el acuerdo del año pasado y se mostró confiado en que el FMI desembolsará la próxima cuota del préstamo, que muchos analistas sostienen que está “en duda”.
Pero la “perla” era, sin duda, la reunión con el equipo económico del Frente de Todos, que fue presidida por el propio Alberto Fernández. Tras la misma, el Frente de Todos emitió un comunicado donde parece criticar tanto al gobierno de Macri como al Fondo: “Quienes han generado esta crisis, el Gobierno y el FMI, tienen la responsabilidad de poner fin y revertir la catástrofe social que hoy atraviesa a una porción cada vez mayor de la sociedad argentina. Para ello deberían arbitrar todos y cada uno de los medios y las políticas necesarias”.
Quizás algunos compañeros puedan pensar que “por fin” Alberto Fernández se ha decidido a enfrentar al FMI. Nada más alejado de la realidad. El propio comunicado sostiene que “coincide con los cuatro objetivos principales del acuerdo con el FMI: recuperar el crecimiento de la economía, generar empleo para combatir la pobreza, reducir la inflación, y lograr una trayectoria decreciente de la deuda pública”, escondiendo que “coincidir” con los objetivos del Fondo es una lavada de cara para avalar el plan de ajuste del organismo.
Lo que sucedió es que la misión del FMI trató de que Alberto Fernández se hiciera corresponsable de los números del ajuste que debe presentar el gobierno para que se dé el visto bueno a la nueva cuota que debe enviar el organismo. Fernández, que ya le ha dado garantías de “gobernabilidad” a Macri no puede “firmar” como presidente antes de las elecciones y por lo tanto, deslinda esa responsabilidad ante el Fondo hasta que asuma. Donde sí continuará el acuerdo con el FMI, planteando una renegociación en los términos establecidos por el organismo (que incluye las reformas laboral y previsional). El FMI sigue cumpliendo su rol de “virrey” de la economía argentina. Una prueba más de que la única salida es romper con este organismo y dejar de pagar la deuda para resolver las más urgentes necesidades populares, como lo planteamos desde el FIT-Unidad.