Debates en la izquierda y en el FIT-Unidad: Por la más amplia unidad para derrotar el ajuste

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Por la más amplia unidad para derrotar el ajusteLa enorme derrota electoral que sufrieron Macri y Cambiemos generó un terremoto político en el gobierno con el fracaso de su reelección. Sectores de luchadores y de izquierda, incluso en partidos del FIT-Unidad, impactados por esta derrota, plantean equivocadamente que la gran tarea de los revolucionarios y la izquierda, sería “que se vaya Macri ya” y, como dicen el MST y la Tendencia de Altamira, “se convoque a una Asamblea Constituyente”.

Escribe Guillermo Sánchez Porta

En el día a día, la brutal devaluación, el aumento de los precios, dándonos un nuevo golpe a nuestro salario y aumentando la pobreza, genera en todas las familias trabajadoras la pregunta de cómo llegar a fin de mes.

Después de las PASO hay certeza que el futuro gobierno será encabezado por Alberto Fernández y Cristina Kirchner. Por eso, ya al día siguiente, diferentes grupos empresariales y hasta la delegación del FMI buscaron entrevistarse con Alberto Fernández. Lo mismo hicieron los burócratas de la CGT y las CTA quienes, en acuerdo con Fernández, dijeron que “no van a hacer ningún paro general” para evitar la “desestabilización en la transición al nuevo gobierno” y que se llegue a las elecciones en octubre. O sea, que van a seguir dejando pasar este nuevo ajuste anti popular.

Sectores de izquierda, impactados por la gran derrota de Macri y las declaraciones del FMI (que dijo y luego desmintió que hay “vacío político”) consideran que hay que poner el centro de la política en “Que se vaya Macri”, como si estuviéramos en diciembre de 2001. La situación es muy distinta. El movimiento de masas y los trabajadores no hemos ganado aún las calles en repudio al ajuste y al gobierno de Macri, como sí lo hicimos masivamente en el Argentinazo que tiró a De la Rúa al grito de “que se vayan todos”. Además, el resultado de las PASO si bien liquidó a Macri, fortaleció una nueva alternativa de poder patronal, una nueva alianza del peronismo unificado, con Alberto, el kirchnerismo, Massa, los gobernadores, los intendentes del conurbano, los movimientos sociales “San Cayetano”, las burocracias de la CGT y CTA y la Iglesia de Francisco.

Por eso hay una alternativa clara de gobierno si se va Macri: Alberto Fernández y el Frente de Todos. El “vacío político” a que se refiere el FMI es la incapacidad y debilidad política de Macri para tomar las medidas de ajuste necesarias en esta coyuntura, la inutilidad de hacer hoy algún acuerdo con su gobierno y la necesidad de esperar hasta que Fernández asuma.

¿“Que se vaya Macri” para que asuma Alberto Fernández?
Entre los luchadores, la izquierda y muchísimos trabajadores, la idea de que Macri se vaya cuanto antes genera entusiasmo. Desde Izquierda Socialista y el Frente de Izquierda queremos derrotar su ajuste y que se vaya, para aplicar otro plan económico, con medidas alternativas, que ajusten a los de arriba. Pero para cualquier trabajador hoy decir “que se vaya Macri” no tiene otra lectura que decir “que asuma Alberto ya”. Esta es la realidad.

Por eso la principal tarea que tenemos los revolucionarios es buscar la más amplia movilización obrera y popular para enfrentar este nuevo ajuste. Como lo están haciendo los trabajadores de Chubut. Ese es el camino para derrotar al FMI.
Si lográramos arrancar un nuevo paro nacional de la CGT-CTA, con una fuerte movilización nacional y derrotar este nuevo ajuste, ahí el gobierno de Macri quedaría posiblemente en el aire. En ese momento la gran discusión sería “¿quién debe reemplazar a este gobierno?”. Y la izquierda debería impulsar un gobierno de los trabajadores y el pueblo, no una salida patronal dentro del régimen democrático burgués, como lo plantean el MST y la Tendencia de Altamira, al proponer una “Asamblea Constituyente”. También poner hoy como centro del llamado a un paro de 36 horas “para que se vaya Macri”, es un error que lleva al oportunismo político.

El MST dice que con la derrota electoral “el macrismo está deslegitimado”. Por eso plantea “que se adelanten las elecciones presidenciales” y que las mismas sean “para que se convoque a una Asamblea Constituyente”, donde el pueblo resuelva con sus diputados constituyentes electos las medidas para salir de la crisis. La realidad es que el adelantamiento de las elecciones sería para que Alberto asuma antes. Y una Asamblea Constituyente daría una mayoría abrumadora del Frente de Todos, seguidos por Cambiemos. ¿Alguna de esas dos salidas puede servir para superar la crisis económica de los trabajadores y derrotar el ajuste del FMI? ¿Una Constituyente controlada por los partidos patronales pueden aprobar las medidas de emergencia que proponemos como FIT-Unidad, el no pago de la deuda, la nacionalización de la banca, la reestatización de las privatizadas y un aumento general de salarios y jubilaciones? De ninguna manera. El camino que propone el MST lleva a los trabajadores y al pueblo a un callejón sin salida y los desvía de la tarea central, la movilización.

Plantear, como propone Altamira y diferentes agrupaciones, que el paro general debería ser “para echar a Macri”, no ayuda a masificar la movilización contra el ajuste del FMI.

Las salidas que propone el MST terminan siendo desmovilizadoras y electoralistas y, de implementarse, llevarían a variantes patronales. Sólo un gobierno de los trabajadores y de la izquierda podrá tomar las medidas de fondo que necesitamos para salir de la crisis, rompiendo definitivamente con el imperialismo y el FMI. Y para ello es indispensable profundizar la movilización obrera y popular que derrote al gobierno y su ajuste.

Estos y otros debates se han dado tanto en la Mesa Nacional del FIT-Unidad, como en diferentes encuentros, asambleas sindicales y el Plenario del Sindicalismo Combativo. Las declaraciones del FIT-Unidad y del Plenario del Sindicalismo Combativo y las acciones que estamos convocando unificadamente, se han dado en el marco correcto de salir a enfrentar el ajuste exigiendo un paro general CGT-CTA y a pelear por el no pago de la deuda y un plan económico alternativo obrero y popular, contra Macri y denunciando al Frente de Todos. Sin generar expectativas en ninguna salida electoral dentro del régimen. Ese es el camino a profundizar.


El PTS reivindica al parlamento burgués

Apenas asumió el nuevo ministro de economía Hernán Lacunza, propuso a todos los candidatos presidenciales reunirse para discutir medidas para salir de la crisis. Nuestro candidato presidencial Nicolás del Caño, del PTS, rechazó la invitación, declarando que “no tenemos nada que consensuar con Lacunza”. Los principales referentes del PTS coincidieron en expresar que “convocan para compartir el ajuste. A eso llaman diálogo. Respondemos que hay que romper con el Fondo, invertir las prioridades y tomar medidas de emergencia a favor de las mayorías populares. Para discutir está el Congreso, nada de espaldas al pueblo”, “El Congreso Nacional no puede seguir de vacaciones. Proponemos convocar en forma inmediata a sesión, desde la oposición hay que hacer un llamado urgente”, dijo Miriam Bregman. “Que se haga un debate allí, televisado”, insistieron Del Caño y Cristian Castillo. (laizquierdadiario.com)

Para Izquierda Socialista es correcto no buscar ningún consenso con el gobierno de Macri. Efectivamente, tenemos un programa de gobierno opuesto, no pagar la deuda y tomar medidas para que la crisis la paguen las multinacionales, no los trabajadores y el pueblo. Pero no coincidimos con el PTS en reivindicar o embellecer el rol del parlamento burgués, televisado o no. Para nosotros el Congreso es “una cueva bandidos”, de representantes de las multinacionales y los empresarios, la iglesia y los terratenientes. Nada bueno para los trabajadores puede salir de allí. La única manera que el parlamento adopte alguna medida a favor de los trabajadores es si está acosado por una fuerte movilización social que se la imponga. La política de la izquierda revolucionaria es discutir y debatir con los trabajadores y sus organismos las propuestas para salir de la crisis. Y que sean acompañadas por la lucha y la movilización para imponérselas a los gobiernos patronales, desenmascarando el rol de agentes de la burguesía y de las multinacionales de los parlamentarios, mientras fortalecemos una alternativa de izquierda y de los trabajadores como opción de gobierno. Rechazamos este criterio “parlamentarista burgués” que equivocadamente plantean los compañeros de PTS.