El Frente de Todos le dará más privilegios a Vaca Muerta
Escribe Guido Poletti
Es la gran coincidencia entre macristas y el Frente de Todos: ambos compiten por quién le promete más privilegios a los pulpos transnacionales del gas y el petróleo para la explotación de Vaca Muerta. Sólo se pelean por quién fue el verdadero “fundador” de esa explotación no convencional. Cristina en su libro Sinceramente afirma que, tras la estatización parcial de YPF, el pacto secreto firmado con Chevrón fue el puntapié inicial que dio lugar a que comenzara el negocio. Los macristas retrucan que “el verdadero comienzo” de Vaca Muerta fue con los nuevos privilegios y subsidios que ellos le otorgaron durante su gobierno.
Pero más allá de esta pelea “de cartel”, la realidad es que cuando se les pregunta a los dirigentes del Frente de Todos por cuáles serán los ejes privilegiados de su gobierno, Vaca Muerta aparece como el número uno. Así lo explicó Guillermo Nielsen en innumerables foros, donde incluso promovió que todo el negocio tomara la forma de una off-shore: prácticamente no pagará impuestos y tendrá una extraterritorialidad tal que parecerá que la zona ya no pertenece a la Argentina.
La explotación de Vaca Muerta, por medio del fracking, mecanismo denominado “no convencional”, está duramente cuestionada por todas las organizaciones ambientalistas. Su potencialidad destructiva del ambiente es pavorosa. A ello se le agrega que la explotación se realiza prácticamente pasando “por arriba” a las comunidades locales, entre ellas varias de pueblos originarios que tienen allí sus tierras ancestrales. Y, por si todo esto fuera poco, Vaca Muerta está produciendo con trabajadores sometidos a la más feroz superexplotación, producto de un convenio colectivo de trabajo ultra-flexibilizado, que ya ha causado varias muertes de obreros por violar las más elementales medidas de seguridad. Todo al servicio de que un puñado de transnacionales del sector se lleve nuestro gas y petróleo.
Este es el “modelo productivo” que prioriza el programa económico del Frente de Todos. El nuestro, una vez más, es el opuesto: pasa por aumentar los salarios, prohibir las suspensiones y despidos, reestatizar las privatizadas (entre ellas constituir una gran YPF y una gran Gas del Estado que concentren todo el negocio gasífero-petrolero), en definitiva, en vez de un modelo de saqueo, otro de desarrollo al servicio del pueblo trabajador.