Reunión con la Mesa de Enlace: Alberto Fernández coquetea con la oligarquía terrateniente
Escribe Guido Poletti
El candidato presidencial del Frente de Todos se reunió con la entidad que agrupa a las distintas expresiones patronales del campo: Sociedad Rural Argentina (SRA), Confederaciones Rurales Argentina (CRA), Coninagro y Federación Agraria. Lo primero que pidió fue olvidar el conflicto de 2008: “fue historia, ya fue”, afirmó Fernández, para dejar en claro que en su gobierno no habrá ningún conflicto con esas entidades y se le garantizará a los grandes terratenientes, a los pooles de siembra y a los monopolios agroexportadores la continuidad de todos sus privilegios.
“No piensen que van a haber mecanismos distorsivos ni prohibiciones a las exportaciones. Las exportaciones son el camino necesario para las divisas”, recalcó el candidato presidencial, alejándose de cualquier tipo de control sobre el comercio exterior. Incluso se deslindó de lo que había insinuado Felipe Solá, acerca de la reimplantación de la Junta Nacional de Granos. Recordemos que esta entidad, que existió entre 1933 y fue cerrada por Menem en 1991, apenas si garantizaba tenuemente que los precios de los granos no se dispararan demasiado hacia arriba (repercutiendo de esta manera en el precio de la harina y el pan, en el caso del trigo) o hacia abajo (perjudicando al pequeño productor que no alcanzaba a cubrir sus costos). Pero el Frente de Todos, tal como por otra parte hizo el kirchnerismo, no piensa dar marcha atrás en esta liberación absoluta del sector.
La realidad es que Alberto Fernández ni siquiera piensa hacer uso a fondo de las retenciones, que hoy están apenas en 4 pesos por dólar exportado, y reduciéndose rápidamente con el avance de la devaluación.
Los representantes de las patronales agrarias salieron exultantes de la reunión. “Se acabaron los desencuentros”, afirmaron.
Ciertamente, un futuro gobierno del Frente de Todos le seguirá garantizando sus negocios a los dueños de miles hectáreas en lo mejor de la Pampa Húmeda y a los monopolios transnacionales exportadores como Nidera, Dreyfuss, Cargill o Cofco.
La inmensa potencialidad de nuestro campo, la fertilidad de una de las tierras más rentables del mundo y la capacidad de producir alimentos para diez veces nuestra población, será una vez más regalada a las patronales del agronegocio. Desde el Frente de Izquierda somos claros: hay que hacer exactamente lo contrario que lo que pregona Alberto Fernández. Es necesario nacionalizar el comercio exterior y realizar una profunda reforma agraria para que toda esa inmensa riqueza sea un puntal para el desarrollo de un programa económico alternativo, obrero y popular, que aporte recursos para resolver las reales necesidades pendientes de salario, trabajo, vivienda, educación y salud.