Nacionalizar la banca y el comercio exterior
Escribe Guido Poletti
Ninguna de las medidas de Lacunza frenarán la corrida cambiaria. Es que ni el viejo “cepo” del kirchnerismo ni el actual del macrismo sirven para esto. Así vamos camino a quedarnos sin reservas. Muchos trabajadores, con justa razón, temen por sus ahorros, ya más de una vez confiscados por los bancos en las últimas décadas. Las patronales, los grandes exportadores y los ricos en general, encuentran fácilmente la forma de pasarse, de una manera u otra al dólar, con la complicidad de los propios bancos, de quienes son sus clientes privilegiados.
Por eso decimos que la verdadera salida para terminar con la especulación y la fuga de capitales, y la única garantía para el pueblo trabajador de que sus ahorros estarán a salvo es con la nacionalización de la banca y el comercio exterior.
Una banca nacionalizada garantizará que los pequeños ahorristas, puedan dormir tranquilos. Porque esos ahorros ya no estarán a merced del uso que decidan darle los banqueros privados, que lo juegan a la ruleta de la bicicleta financiera para al final fugarlo y robarle la plata a sus clientes. Una banca nacionalizada tendrá como prioridad cuidar esos ahorros y otorgar créditos hipotecarios a tasa baja o para el consumo popular.
Al mismo tiempo, hay que nacionalizar el comercio exterior, para terminar con el negociado de los monopolios agroexportadores. Que, como ya han hecho otras veces, burlarán los controles que ahora se le ponen subfacturando exportaciones (para declarar menos dólares que los que cobran realmente) o sobrefacturarán importaciones (para que el estado les venda más dólares que los que necesitan y con eso alimentar el mercado del blue). Los dólares seguirán saliendo por mil y un agujeros que crean todos los días los grandes especuladores hasta que se corte de raíz y haya un solo organismo del estado que monopolice su compra y su venta.