Apoyemos la rebelión de Chubut: exijamos Paro de 36 horas y plan de lucha
Hace varias semanas la provincia de Chubut está literalmente paralizada por una inmensa lucha encabezada por los trabajadores estatales y docentes. Los hospitales, las escuelas, vialidad y hasta el sector petrolero están afectados por las huelgas. Porque la provincia que más petróleo produce no le paga en término a sus trabajadores. El gobernador peronista Arcioni, alineado con Alberto Fernández, es quien administra una provincia que sigue las mismas políticas de Macri y el FMI con una deuda galopante que tiene a los estatales como rehenes a la hora de cobrar sus sueldos.
En ese marco de lucha, el pasado 30 de agosto el sindicalismo combativo y la izquierda se movilizaron hasta la secretaria de Trabajo donde se reunía el Consejo del Salario Mínimo. Una delegación llegó desde Chubut y participó de la marcha para comunicar y visibilizar el conflicto que atraviesa toda la provincia. Mientras el gobierno, los empresarios y la burocracia sindical peronista de la CGT buscaban acordar a espaldas de los trabajadores, el gobierno decretó un aumento miserable y en cuotas del salario mínimo. Afuera los ferroviarios del Sarmiento, el Sutna, los docentes de Ademys y los Suteba multicolor, la Cicop, entre otros, postulando un modelo sindical alternativo, combativo y de lucha denunciaba ese acuerdo y exigía discutir los salarios, las jubilaciones y un plan de emergencia que termine con el ajuste. Jorge Adaro, de Ademys remarcó que la docencia de la Ciudad de Buenos Aires se encontraba de paro lo que mostraba la intención de pelear como también lo vienen haciendo los docentes y estatales de Chubut, tomando esa lucha como ejemplo y modelo a seguir. A su turno, Rubén Pollo Sobrero, denunció la capitulación de los dirigentes de la CGT que dejan pasar un salario mínimo insuficiente y al mismo tiempo piden paciencia a los trabajadores o jubilados que cobran menos que la canasta de indigencia.
Esta movilización fue la continuidad de la anterior convocatoria del 22 de agosto. Así, el sindicalismo combativo y la izquierda mantienen la iniciativa de ocupar las calles, ante la tregua de la burocracia sindical, denunciando el ajuste del gobierno y exigiendo un plan de lucha a las centrales sindicales para frenar el ajuste de Macri y los gobernadores.