Nuestra diputada Schlotthauer de izquierda socialista se abstuvo: Una “ley migaja” que no combate la pobreza

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Una ley migaja que no combate la pobreza 1Escribe Juan Carlos Giordano, diputado nacional electo Izquierda Socialista/FIT

Nuestra diputada Mónica Schlotthauer se abstuvo de votar una ley miserable pactada entre Macri y el peronismo con el aval de la CGT y la Iglesia Católica. Aumentarán 15 pesos las partidas para comedores y merenderos diciendo que están combatiendo el hambre. Una mentira total. Esta ley, además, es parte de la política de “paz social” y “gobernabilidad” entre el oficialismo y la oposición patronal para aquietar los reclamos populares mientras sigue la pobreza y el ajuste. El Frente de Izquierda propuso verdaderas medidas para combatir de raíz este mal capitalista.

Miles creyeron que la denominada “emergencia alimentaria” que se votó iba a calmar aunque sea en parte la pobreza y la miseria de millones. Esto es lo que vendía el peronismo, la CGT y los movimientos sociales ligados a la iglesia previo a la sesión. Pero el Frente de Izquierda desnudó semejante mentira. 

A medida que nuestra diputada Mónica Schlotthauer develó la miseria que se destinaría para comedores y merenderos comparado con lo que se va para la deuda externa, empezó a quedar al desnudo la maniobra. Miles y miles empezaron a ver que esta farsa parlamentaria no solucionaba nada. Muchos periodistas incluso compartieron las críticas de Schlotthauer sobre que la ley no combate los problemas acuciantes ni siquiera en la emergencia. Con 15 pesos más, ¿qué se puede mejorar en alimentación? Es un tercio de lo que vale un litro de leche. 45 pesos para una comida representan 0,80 centavos de dólar. Se van a destinar 10.000 millones de pesos para esta ley, cuando se van 70.000 millones de pesos cada mes para pagar los intereses de una deuda ilegítima y usurera. Encima se va a solventar reasignando algunas partidas presupuestarias, pero sin tocar los pagos de la deuda. No se trató entonces de una ley que, aunque insuficiente, aliviana el hambre de millones.

Esta maniobra se venía cocinando hacía semanas. El peronismo pidió una sesión especial para tratar distintas iniciativas de prórroga de la emergencia alimentaria para provecho electoralista. Una emergencia que se viene dando hace 17 años (desde el 2002), confirmando que ningún gobierno capitalista solucionó este flagelo, ni el actual, ni el anterior kirchnerista.
Son tan insignificantes las partidas a repartir que el gobierno de Macri dio quórum y apoyó la ley acordando con el peronismo para, entre ambos, lavarse la cara y llamar a la “calma y tranquilidad” justo cuando el día anterior habían reprimido y metido presos a manifestantes en el acampe de los desocupados.

Nuestra diputada también denunció a las multinacionales que exportan miles de toneladas de carne, leche y cereales haciendo grandes fortunas con los alimentos básicos, y a los grandes empresarios y supermercadistas que venden los alimentos en el país a precio dólar, mientras millones no tienen acceso a los productos básicos. Llegándose al extremo de que en Argentina crece la pobreza cuando produce alimentos para dar de comer a 400 millones de habitantes.

“Con esta ley no comenzó el combate contra el hambre y la pobreza, sino que empezó la campaña electoral del peronismo y de Macri”, denunció Schlotthauer.

Desde Izquierda Socialista en el Frente de Izquierda Unidad nos abstuvimos para no ser cómplices de esta mentira y de este circo electoralista acordado entre el macrismo y toda la oposición patronal peronista. Nos abstuvimos y propusimos medidas para combatir de verdad el hambre y la pobreza. Queremos más plata para comida, no para la deuda. Y que se declare la emergencia social, alimentaria, salarial, jubilatoria y laboral.

Propusimos que se aumenten los salarios, jubilaciones y planes sociales al valor de la canasta familiar, la prohibición de los despidos y suspensiones, un seguro de desempleo para quienes no tienen trabajo, anular los tarifazos, nacionalizar la banca y el comercio exterior (para evitar la fuga de capitales y el negocio alimentario), y que la plata que va para la deuda y el FMI se destine a combatir la pobreza, aumentar las partidas para alimentos en la emergencia, en camino a implementar un plan económico alternativo para combatir de raíz los males capitalistas.

Para todo esto hay que seguir luchando. Repudiamos el rol de Alberto Fernández y el de sus diputados llamando a que hay que “abandonar las calles”. Llamamos a seguir apoyando la lucha del movimiento de desocupados junto al movimiento obrero, para enfrentar juntos este plan de hambre, miseria, pobreza y entrega de Macri, el FMI y los gobernadores. Por eso exigimos que la CGT abandone la tregua y llame a un paro general y a un plan de lucha para imponer verdaderas medidas de emergencia y de fondo.


PLATA HAY

Acá demostramos lo que se podría hacer con lo que se destina para la deuda fraudulenta, bancos y la fuga de capitales.

• 70.000 millones de pesos por mes (lo que se paga por intereses de deuda externa): Se podrían multiplicar por 7 veces los 10.000 millones de pesos destinados por la ley alimentaria, u otorgar 10 millones de nuevos planes sociales de 7.500 pesos o aumentar varias veces los actuales. Con ese monto también se podría aumentar el 100% del salario mínimo vital y móvil a 4 millones de trabajadores.

• 60.000 millones de pesos (pago mensual a los bancos por la tasa de interés): Se podría otorgar un aumento del 100% en las jubilaciones mínimas (hoy en 11.500 pesos) a cinco millones y medio de jubilados.

• 30.000 millones de dólares (fuga de capitales anual): Se podrían construir 600 mil viviendas populares al valor de 50.000 dólares cada una. Esto reactivaría la economía y generaría trabajo genuino.