Todo aumenta: ¡Aumento salarial y jubilatorio ya!
Los precios de los alimentos, medicamentos y combustibles siguen en ascenso. Hace falta un aumento salarial y jubilatorio de emergencia para combatir, aunque sea en parte, el tremendo robo inflacionario.
Escribe Juan Carlos Giordano, Diputado nacional electo Izquierda Socialista/FIT
La pobreza y la miseria crecen. ¿A qué se debe? A que todos los días los precios de los productos básicos y tarifas suben y los salarios, jubilaciones y planes sociales están súper retrasados, lo que implica que millones no llegan a cubrir la canasta para dejar de ser pobres. Los jubilados, pensionados y beneficiarios de planes sociales directamente viven en la indigencia (ingreso menor a 17.430 pesos), sin poder acceder a los productos básicos para subsistir.
La inflación se incrementó 284% desde noviembre de 2015 a octubre de 2019, mientras los salarios del sector registrado solo el 211%. El salario real cayó 20% en estos últimos 4 años y la pérdida en estatales supera el 30%, ni qué hablar de los trabajadores en negro.
Se necesitan 35.436 pesos para dejar de ser pobre. Hay millones de trabajadores que no tienen esos ingresos. Desde que asumió Macri, la leche y demás productos lácteos subieron un 303%, los aceites un 422%, los útiles escolares un 264%, el gas 1.002%, electricidad 1.925%, el agua 818% y el transporte público 401%. (Dirección Estadísticas y Censos CABA, Página12 23/11/2019).
Por todo esto es que el Frente de Izquierda viene luchando por un aumento de emergencia y hasta lo propuso en el Congreso, donde los diputados del gobierno y del peronismo ni siquiera habilitaron para tratar el tema (ver recuadro), usando al Congreso para votar medidas cosméticas simulando que combaten la inflación (como la ley de góndolas, ver columna en esta página).
Daer y la UIA contra los trabajadores
Las paritarias firmadas durante este año han quedado muy por debajo del 55% inflacionario que se proyecta. Los dirigentes sindicales traidores son cómplices de esta situación. Rodolfo Daer, titular de la CGT, acaba de decir que está en contra de un bono de fin de año para todos los trabajadores y en todo caso que se pida por gremio. Una forma elegante de darle la espalda a un reclamo desesperado de millones por tener aunque sea algún paliativo ante los tremendos aumentazos y de dividir el reclamo por sector. En esto coincide con el jefe de las patronales alimenticias, Funes de Rioja (titular de la Copal), diciendo que los bonos son nocivos y que hasta el otorgado por 5.000 pesos no se viene pagando. El mismo que afirmó que las alimenticias están perdiendo plata. Daer y Funes de Rioja son los convocados por Alberto Fernández para impulsar el pacto social contra los trabajadores.
Se dice que Alberto Fernández va a “sorprender” con algún anuncio de suma fija, el cual sería a cuenta de futuros aumentos. O sea, nos adelantarían plata que es nuestra.
El salario y las jubilaciones no pueden esperar. La clase trabajadora es la única que produce y los jubilados dejaron los mejores años de su vida para los patrones y empleadores. Basta de que millones sigan en la pobreza mientras los remarcadores de precios aumentan todo.
Hace falta un aumento inmediato de emergencia en los salarios y jubilaciones hasta cubrir de la canasta familiar (en septiembre superó los 55.000 pesos según ATE Indec). Se tienen que reabrir ya las paritarias. Medidas que tienen que ir unidas a la prohibición de los despidos, el 82 % móvil, la anulación de los tarifazos, entre otras urgentes.
Llamamos a los trabajadores a luchar por ellas y a exigirles a los dirigentes sindicales que abandonen la complicidad con el gobierno y llamen a alguna medida de acción.