1) Porque los demás ya gobernaron, y lo hicieron ajustando al pueblo trabajador
Peronistas de todos los colores, radicales, macristas, todos, absolutamente todos son responsables del desastre de las últimas décadas. Incluso Milei y Espert, que se quieren mostrar como “lo nuevo”, pero reinvindican a Menem y Cavallo. Todos estos gobiernos ajustaron al pueblo y saquearon nuestras riquezas, provocando un incremento histórico de la miseria y la desocupación. En un acto de campaña, la vicepresidenta Cristina Fernández afirmó: “todos somos responsables, porque todos, en un momento u otro gobernamos”. Corregimos a Cristina: nosotros, la izquierda, no. Somos los que nunca gobernamos, los que nos opusimos sistemáticamente a todas y cada una de las medidas de entrega y ajuste. Por eso decimos que es hora de jugarse por el Frente de Izquierda Unidad, para fortalecer una nueva alternativa política. La que postula que, de una vez por todas, gobiernen los trabajadores, las mujeres y la juventud, en vez de los candidatos de los partidos patronales de siempre.
2) Porque somos los únicos que siempre, en las calles y en el Congreso, llevamos la voz de los reclamos populares
Desde las bancas del FIT Unidad nos hemos expresando, oponiéndonos y denunciando, la mayoría de las veces en soledad, a todos y cada uno de los negociados de los gobiernos, las entregas del patrimonio nacional y los ajustes contra el pueblo trabajador. Somos los que denunciamos las represiones que llevan adelante los gobiernos nacionales y provinciales contra trabajadores, mujeres, jóvenes, disidencias, militantes ambientalistas y pueblos originarios. No sólo lo hacemos en el recinto del Congreso, también llevamos nuestro grito a las calles, poniéndonos a la cabeza de innumerables movilizaciones por cada una de estas temáticas.
3) Porque estamos presentes y apoyamos todas las luchas
No hay lucha, conflicto o reivindicación, nacional o local que no cuente con el apoyo incondicional de las diputadas y diputados del Frente de Izquierda Unidad. Nos solidarizamos, nos hacemos presentes, vamos a las marchas, cortes y movilizaciones, aportamos a los fondos de lucha y nos ponemos a disposición para lo que se necesite a fin de que las luchas triunfen. Ahí estuvimos, apoyando a los trabajadores en sus peleas salariales y contra los despidos; al movimiento de mujeres en cada movilización por sus derechos; a los jóvenes; a las disidencias sexo-genéricas; a los que pelean contra el saqueo ambiental; a los que pelean por la vivienda; a los pueblos originarios.
4) Porque tenemos un programa alternativo
Somos los únicos que vamos a votar contra el inminente plan de ajuste que el gobierno acordará con el FMI, y que será refrendado con el voto del Frente de Todos, Juntos por el Cambio y la bancada que conformen Milei y Espert. Porque partiendo de allí, de la inmediata suspensión de los pagos de la deuda externa y de una verdadero impuesto a las grandes riquezas, proponemos un programa alternativo que resuelva las más urgentes necesidades del pueblo trabajador. Que otorgue un inmediato aumento de salarios, para que nadie gane menos de 112.243 pesos (el valor de la canasta familiar calculado por los trabajadores de ATE-Indec), ajustable por la inflación y seguido por la reapertura de las paritarias. Que dé un incremento de urgencia a los jubilados, para llevar la mínima a 75.500 pesos (valor de la canasta de la Tercera Edad, calculada por la Defensoría del mismo nombre), aplicando a partir de allí el 82% móvil. Que instaure un IFE de emergencia de 40.000 pesos para todo el que lo necesite. Y que ponga en marcha un plan de construcción de 500.000 viviendas populares, creando así dos millones de puestos de trabajo inmediatos para atacar el problema de la desocupación, a la vez que el déficit habitacional.
Escribe Mercedes Trimarchi, candidata a legisladora porteña, por Izquierda Socialista/FIT Unidad
Las mujeres y disidencias somos las más afectadas por la crisis económica y social capitalista que se profundizó con la pandemia del Covid-19. Los datos aparecen hasta en el texto que presentó el Poder Ejecutivo al Congreso que acompaña el presupuesto 2022. Allí reconocen que: “Antes de la pandemia, 5 de cada 10 mujeres participaban en el mercado de trabajo. Ese número descendió a 4 de cada 10 en el segundo trimestre de 2020”. Y luego agregan que: “Durante la pandemia las mujeres perdieron más de 1.230.000 puestos de trabajo, de los cuales al menos la cuarta parte no se ha recuperado hasta el momento”. Este dato sólo incluye al trabajo registrado, es decir que el número de desempleadas es aún mayor. Sobre todo teniendo en cuenta que las mujeres y disidencias somos la mayoría de quienes realizamos los trabajos informales o no registrados. Lo cierto es que más allá del diagnóstico, el gobierno no da respuesta frente a esta terrible situación. De hecho, el presupuesto 2022 es un mayor ajuste a la clase trabajadora y en particular, a las mujeres y disidencias. Por eso, en las próximas elecciones, no da lo mismo si la izquierda está o no en el Congreso y las Legislaturas. Porque las bancas del Frente de Izquierda están al servicio de los reclamos populares y las luchas. Y también son las únicas que denuncian el acuerdo entre oficialistas del Frente de Todos y la oposición patromal del macrismo de Juntos, Milei, Espert y otros, que a la hora de votar en el Congreso apoyan por igual las leyes de ajuste que nos afectan profundamente a las mujeres y disidencias.
Al mismo tiempo, es importante señalar que en los últimos años el movimiento feminista viene dando importantes pasos en la movilización callejera. El #NiUnaMenos contra la violencia machista y la #MareaVerde, que conquistó el derecho al aborto legal, seguro y gratuito en diciembre del año pasado son parte de ese fenómeno. Que Alberto Fernández haya anunciado el fin del patriarcado en febrero de este año mientras crecen los femicidios y trans-travesticidios fue, como mínimo, poco felíz. Lo mismo con la designación de Mnzur como jefe de gabinete, un reconocido antiderechos que en la provincia de Tucumán, metió presa a “Belén” (2014) por un aborto espontáneo y obligó a “Lucía” (2019), una niña de once años violada, a parir. Una verdadera provocación.
Por eso, quienes nos reivindicamos y somos parte de la lucha de las mujeres y disidencias, no podemos dejar en manos de los antiderechos el futuro de nuestras conquistas. Debemos estar más alertas que nunca frente a cualquier intento de oscurantismo y retroceso. Para fortalecer la lucha feminista e independiente de los gobiernos te invitamos a votar por el Frente de Izquierda Unidad en las próximas elecciones del 14 de noviembre. Con tu voto podremos lograr que la voz de la izquierda siga estando en el Congreso para fortalecer la única alternativa feminista y socialista que siempre acompaña tus reclamos en las calles.
Escribe Liliana Olivero, candidata a diputada nacional Córdoba por Izquierda Socialista/FIT Unidad
La campaña electoral rumbo al 14 de noviembre está demostrando la fragilidad de los partidos patronales que nos gobiernan desde hace décadas. El descontento y la desconfianza demostrada en las PASO los deja a la defensiva, limitándolos a falsas promesas. Los candidatos de Juntos por el Cambio de Macri/Juez, de Hacemos por Córdoba de Schiaretti y del Frente de Todos de los Fernández, principal derrotado en septiembre, no tienen propuestas de fondo para resolver la grave crisis que afecta a los trabajadores y sectores populares.
Por esa razón se han negado sistemáticamente a participar de debates públicos, algo que venimos exigiendo desde el FIT Unidad. Recientemente, el Consejo Profesional de Ciencias Económicas convocó a un debate como tradicionalmente lo hace frente a cada elección. Lamentablemente las sillas de Rodrigo de Loredo de Cambiando Juntos, de Natalia de la Sota (la candidata de Schiaretti), y de Martín Gill del Frente de Todos permanecieron vacías, demostrando que los candidatos de los partidos tradicionales no tienen nada para decirle al electorado cordobés más necesitado.
Por eso vienen limitando sus propuestas a slogans vacíos, planteando generalidades en millonarias campañas publicitarias con promesas que nunca cumplieron cuando fueron gobierno. Se pelean para ver quien se posiciona más a la derecha. Hacemos por Córdoba y Juntos por el Cambio defienden al agronegocio y a los grandes empresarios, pidiendo la liberación del cupo de la carne y de las retenciones, mientras el Frente de Todos insiste con la reglamentación de la ley de Hidrocarburos que favorece a sectores patronales cordobeses.
No es casual que compañeras que tradicionalmente votaban al peronismo kirchnerista nos han manifestado que esta vez no lo harán. Son expresiones fundamentalmente de compañeras ligadas a la lucha por los derechos de la mujer, que se niegan a apoyar una fuerza que coloca en el comando del gabinete nacional a un anti-derechos como el empresario Juan Manzur. Además hay una bronca creciente de sectores populares por la suba permanente de los precios que se devoran los miserables salarios. Y no han hecho nada para impedir el cierre de la Volkswagen por cincuenta días, lo que genera incertidumbres entre los compañeros del Smata y es una amenaza para los trabajadores metalúrgicos por el rebote de esta medida entre las autopartistas.
Desde el Frente de Izquierda Unidad continuamos desarrollando una intensa campaña militante, llevando nuestras propuestas a los trabajadores, los jóvenes y las mujeres con muy buena receptividad. Recorremos ciudades y barrios dialogando con las vecinas y vecinos, vamos a la puerta de empresas como EPEC, de fábricas y colegios denunciando las políticas de los partidos patronales que defienden los intereses empresariales mientras quieren acabar con derechos laborales como la indemnización, una medida de la que Luis Juez es uno de sus abanderados.
Ellos se unen a favor de un acuerdo con el FMI que traerá más ajustes, que afectará el salario, la educación y la salud pública y provocará más miseria y desocupación. No hay salida con esos partidos patronales. Llamamos a los trabajadores, las mujeres y los jóvenes cordobeses a unirse en la lucha contra esas políticas y a sumarse a la campaña del FIT-Unidad. Para ampliar la excelente votación que hicimos en las PASO y fortalecer un polo capaz de impedir que se continúe pagando una deuda externa ilegal y fraudulenta. Para que se destinen esos fondos a resolver las acuciantes necesidades de las mayorías populares. Para ello, votá al FIT Unidad.
Escribe Laura Eggers, candidata a concejala por Izquierda Socialista/FIT Unidad
El domingo 24 de octubre se realizaron las elecciones para el Concejo Deliberante de Neuquén, donde el FIT Unidad se jugaba a renovar una banca obtenida en 2017. Se eligieron nueve concejales. Nuestra lista obtuvo un 8,87% de los votos y pudimos retener el Concejal que asumirá en diciembre de este año. Es un gran logro porque era una elección compleja ya que se presentaron trece listas, y desde el Frente de Izquierda reafirmamos el mismo porcentaje de votos de las PASO. Conquistamos casi 14.000 votos sobre 150.000 votantes. Dado la ley vigente, confirmada por ordenanza municipal, cuando un concejal deja su cargo deber ser reemplazo por otro del mismo género; eso significa que en esta elección y por el acuerdo de rotación que practicamos en el FIT Unidad ejercerán esta banca César Parra (PO), Esteban Martine (PTS), José Benegas (Izquierda Socialista) y Juan Bari (MST).
Una elección muy peleada
La elección de concejales despertó interés porque se renovó la mitad del Consejo Deliberante. Por eso el intendente del MPN, Mariano Gaido, desplegó su enorme capacidad clientelar poniendo mesas en cada esquina de la ciudad y unos 200 vehículos para llevar gente a votar. Consiguió el 29% retrocediendo un 10% respecto a la elección de Intendente de 2019, aunque salió fortalecido dentro del total de concejales porque obtuvo cuatro concejales, siendo que sólo tres terminaron su mandato. Pero la caída en el porcentaje de votos muestra una vez más que existe un descontento en gran parte de la población contra los gobiernos que no solucionan los problemas de las y los trabajadores, como la vivienda que aún falta para 40.000 familias solo en la Capital, los altos índices de desempleo y pobreza que supera el 40% en la ciudad capital donde se asientan las oficinas de las multinacionales que administran Vaca Muerta. Por otro lado, se le garantizan a los ricos y poderosos millonarios proyectos inmobiliarios a lo largo de la ribera de los hermosos ríos Limay y Neuquén.
La oposición patronal también sufrió un revés. Cambiemos quedó en segundo lugar, pero con un 20% de votos, muy bajo si recordamos que son quienes gobernaron la capital de la provincia durante dieciocho de los últimos veinte años. El Frente de Todos apenas superó el 10% de los votos, sufriendo la crisis que les dejó la paliza de las PASO en todo el país. Esto lo reconoció su propio candidato quien al finalizar los comicios declaró que “esperaban más votos”.
Libres del Sur que desarrolló una muy costosa campaña con spots televisivos estuvo muy lejos de ingresar al concejo, y el Nuevo MAS, que nunca quiso ingresar al FIT Unidad, solo superó el 1% de los votos.
Se fortalece el Frente de Izquierda
Los votantes del FIT Unidad reafirman su apoyo a nuestros candidatos apostando a que sigamos acompañando y participando de los reclamos de los trabajadores y los sectores populares. En mi caso además de candidata soy parte de la Comisión Directiva electa en el gremio docente, en Aten Capital. Y en el caso de nuestro compañero de Izquierda Socialista que ejercerá a su turno la banca de concejal, “Pepe” Benegas, es un luchador barrial que lleva adelante una gran pelea junto a jóvenes y vecinos de los barrios Confluencia y Confluencia Rural que lograron frenar el desmonte del bosque ribereño conocido como Península Iroki, un lugar natural con senderos, vegetación y costa del río que utilizan cotidianamente para esparcirse las y los vecinos de la zona. Una lucha que va contra los negocios inmobiliarios del intendente Gaido del MPN. Y al igual que el resto de los concejales del FIT Unidad llevará adelante la campaña por la municipalización del transporte público; impulsarán un plan de viviendas populares y loteos sociales; exigirán un plan de obras y servicios públicos; mayor presupuesto para combatir la violencia de género y todo el apoyo a las gestiones obreras de Zanón y Cerámica Neuquén y a los trabajadores de la salud y la educación que en la provincia de Vaca Muerta tienen salarios miserables.
Escribe Graciela Calderón, candidata a diputada provincial Buenos Aires por Izquierda Socialista/FIT Unidad
Las dos últimas semanas se produjeron los debates de candidatas a diputadas y diputados nacionales de CABA y provincia de Buenos Aires en la señal de noticias de TN. Las conclusiones fueron contundentes: sólo Myriam Bregman, en el debate CABA, y Nicolás Del Caño, en provincia de Buenos Aires, plantearon la salida que necesitan el pueblo trabajador, las mujeres, la juventud, las y los jubilados y quienes defienden el ambiente contra el saqueo y la destrucción ambiental. Por eso es tan necesario que la izquierda siga en el Congreso, y fortaleciéndose como alternativa política.
Quedó claro en el debate que, sin la izquierda, hubiera sido otra cosa. ¿Quién planteaba que hace falta un inmediato aumento de salario y jubilaciones sino el Frente de Izquierda? Que hay que terminar con la precarización laboral y levantar la guardia contra la reforma laboral. Que el problema del hambre y la pobreza es la deuda externa y el FMI y que solo el FIT Unidad propone dejar de pagar ¿Quién hubiese dicho claramente no a la megaminería ,y postulado la defensa de los humedales sino el FIT Unidad?
Tolosa Paz dijo en un momento “todos ven que estamos saliendo”. Salvo los cinco millones de votantes que le dieron la espalda en las PASO, podríamos agregar nosotros. Ella, y Leandro Santoro en CABA, tuvieron la misión imposible de demostrar que el gobierno no está ajustando. Por contraposición, tanto Vidal como Santilli hablaron como si no fueran parte del macrismo que gobernó con tarifazos, endeudamiento serial y que lo sigue haciendo en CABA, donde crece el negocio inmobiliario y la gente en situación de calle. Tanto el Frente de Todos como el macrismo de Juntos se la pasaron acusándose mutuamente, pero la realidad es que son los que vienen gobernando hace años y son los responsables del crecimiento del hambre y la pobreza.
Tanto Bregman como Del Caño fueron los únicos que salieron a enfrentar y desenmascarar los discursos ultrarreaccionarios de Milei y Espert. Ambos “libertarios”, acostumbrados a ir a la televisión a que los entrevisten sus periodistas amigos, fueron claramente derrotados ante las denuncias y refutaciones que les hacían los candidatos del FIT Unidad.
En el mano a mano, Del Caño polemizó con Espert y terminó igual que Milei contra Bregman. Ambos libertarios mostraron que su “libertad” es solo para defender a los de arriba. Milei, desubicado y autoritario, mostró su imagen habitual. Espert hizo méritos para parecérsele cuando llegó al planteo cavernícola de eliminar la ESI.
El debate pasó. Los analistas hacen referencia a “lo mejor y peor” de cada candidato. Nosotros nos fuimos con una convicción, que “ganó el Frente de Izquierda Unidad” al ser los únicos que repudiamos al FMI, decimos que la plata tiene que ir a salario y trabajo, defendemos la salud y educación públicas, a los pibes flexibilizados. Somos quienes decimos ni un paso atrás en el derecho al aborto legal, y tantos otros temas. Solo la izquierda tiene una propuesta de fondo para combatir los graves problemas del pueblo trabajador, que no es más que un gobierno de las y los trabajadores y el socialismo.