Charla con Laura Marrone, integrante del Comité de Solidaridad con el Pueblo Palestino
ALTO AL GENOCIDIO EN PALESTINA
Domingo 27 15.30 hs
Plaza de los artilleros. Carlos Pellegrini e Hipólito Irigoyen, Ciudadela
Organiza: Asamblea de vecinos de Ciudadela
Escribe CST, sección de la UIT-CI de Brasil
09/10/2024. La primera vuelta de las elecciones estuvo marcada por la despolitización, sin debate sobre propuestas o proyectos. El gran vencedor fue el «centrão». La política de traición de clase del PT y los pactos conservadores de Lula con estos partidos ayudaron al «centrão» a crecer. En este contexto, las fuerzas a la izquierda del Frente Amplio tenían pocos votos. Lo que se necesitaba era un polo o frente unitario de la izquierda independiente.
El gran ganador fue el centrismo
El gran vencedor de la disputa, como en 2020, fue el «centrão». Una aglomeración de partidos burgueses que defienden agendas reaccionarias y ataques a la clase trabajadora, que apoyaron a Bolsonaro y actualmente están en el gobierno Lula/Alckmin. El PSD, MDB, PP y União Brasil ganaron juntos más de la mitad de las alcaldías. El PSD de Kassab, que tiene 3 ministros en el gobierno de Lula/Alckmin, creció un 35%. El MDB, que tiene 3 ministros en el gobierno Lula, va a la segunda vuelta en São Paulo, la ciudad más importante del país. Los Republicanos, el partido de Tarcísio, que tiene 1 ministro en el gobierno federal, duplicó su tamaño. Y el PP de Arthur Lira, que tiene un ministro, creció un 8%.
La conciliación de clases de Lula favorece a la derecha
La política de traición de clase del PT y los pactos conservadores de Lula con estos partidos ayudaron al «centrão» a crecer. No es desdeñable el papel de los fondos ministeriales en el gobierno federal, así como en algunos casos el apoyo derechista de Lula, como al PSD en Río. Del mismo modo, en gobiernos anteriores, los mandatos del PT (2003-2016) fortalecieron a conservadores como Crivela, Michel Temer y Eduardo Cunha del MDB, la Iglesia Universal del Partido Republicano, el PP y el propio PSD de Kassab, que conformaron el gobierno de Dilma. Claramente, la política de alianzas del PT y de Lula está preparando retrocesos para la clase trabajadora. Con esta política, Lula y el PT aplican el marco fiscal, recortan fondos de las áreas sociales de salud y educación, atacan los salarios y destinan miles de millones al agronegocio y a las multinacionales responsables de las catástrofes ambientales. En este contexto, la derecha crece y el centro-izquierda se fortalece. Este retroceso es el resultado de toda la confusión generada por el gobierno de conciliación de clases y las mentirosas promesas de Lula, Dilma y el PT de que así mejoraría la vida del pueblo trabajador.
El PT pierde protagonismo político
Es cierto que el PT ganó unas elecciones con más votos que en las anteriores. Invirtió el declive de 8 años en las alcaldías. Esta vez, el PT creció un 39%, eligiendo 252 alcaldes. Pero esta cifra no oculta la falta de protagonismo, y que los mejores resultados del PT están fuera de los mayores centros urbanos. En el caso del ABC, el PT sigue retrocediendo. Hoy, en los mayores centros, el PT está por detrás del PSD de Paes en Río, João Campos del PSB o en coalición con el PSOL-REDE en São Paulo y nombrando a Marta como su vicepresidenta (alguien que no estaba en el PT y votó a favor del impeachment de Dilma). En las capitales, los mejores resultados del PT pasan a la segunda vuelta en Fortaleza y Porto Alegre. Dos ciudades donde el PT solía gobernar y era una potencia electoral. Esto demuestra que amplios sectores de la clase trabajadora y de sectores populares ya no creen en el PT y, lamentablemente, votan por error a la derecha.
El PL de Bolsonaro ha crecido
En este contexto, la extrema derecha vuelve a crecer electoralmente. El PL de Bolsonaro eligió 510 alcaldes. En 2020 fueron 340. Un aumento de casi el 50%, incluso después de perder el gobierno federal. El PL es ahora la quinta fuerza política en alcaldías. Y están en segunda vuelta en 23 ciudades. Se preparan para 2026 con buenos votos también en las alcaldías, con campeones de votos como Carlos Bolsonaro en RJ, Lucas Pavanato en SP y Pablo Almeida en BH. Uno de sus problemas es la aparición de Marçal, que dividió a la extrema derecha en São Paulo.
Faltaba un frente electoral a la izquierda del frente amplio
La CST, como organización socialista revolucionaria independiente, ha trabajado para construir un polo a la izquierda del Frente Amplio, de partidos que no formen parte del gobierno Lula/Alckmin y que no estén en coalición con los partidos patronales. Hemos hecho estas propuestas innumerables veces desde diciembre de 2023. Nos entrevistamos y nos reunimos con los líderes de varias organizaciones como UP y PSTU, pero esta propuesta no fue aceptada por ellos. Así que en São Paulo, Río de Janeiro y Belo Horizonte, surgieron dos listas por fuera del Frente Amplio, sin alianzas patronales: la UP y el PSTU, priorizando la dispersión y la autoconstrucción en estas ciudades. Esto es un error en el actual contexto electoral.
Ha surgido una unidad electoral de la izquierda independiente
A pesar de este escenario, afortunadamente surgió en la campaña electoral una unidad electoral bajo la bandera democrática cedida por el PSTU a fuerzas como el MRT, SoB y Emancipación Socialista, de la que formamos parte en la CST. Fue una campaña que expresó la independencia de clase. Consideramos positivo que el PCBR también participara de esta unidad en São Paulo. Por supuesto, habríamos sido más fuertes si hubiera habido un comité o bloque electoral unificado, cosa que los compañeros del PSTU se negaron a hacer. Ahora, en la segunda vuelta en São Paulo, promovemos la convocatoria de una reunión de estas fuerzas para coordinar acciones en la segunda vuelta contra la extrema derecha de Nunes, Tarcisio y Bolsonaro.
La CST realizó una campaña socialista revolucionaria
La CST, sección brasileña de la UIT-CI, presentó a nuestras compañeras feministas socialistas Barbara Sinedino, Lorena Fernandes, Andressa Rocha y Jeane Carla. Pusimos nuestras campañas al servicio de las huelgas y luchas y llevamos a cabo una solidaridad activa con la resistencia palestina. Nuestros panfletos defendían el fin del ajuste fiscal y del plan de recortes, la reestatización de Sabesp, Cedae y el Metro de BH, el no pago de la deuda y la fijación de impuestos a los multimillonarios, la legalización del aborto, el fin de la PM, la emergencia climática mediante la expropiación de las multinacionales contaminantes y el castigo a los golpistas de extrema derecha. Hablamos con trabajadores y jóvenes que son votantes del Frente Amplio, pero que escucharon nuestras críticas a la política de Lula y oyeron la idea de una izquierda independiente. Algunos de ellos estuvieron de acuerdo con nuestras propuestas, aunque siguieron votando al Frente Amplio. Este diálogo continuará en la segunda vuelta y en las luchas venideras. Nuestros candidatos explicaron que, mientras estemos gobernados por la patronal, no hay salida para la clase obrera. Sembraron la semilla de una izquierda independiente y unida que lucha por un gobierno de la clase trabajadora, sin patrones, y por un Brasil socialista. Por eso agradecemos a cada trabajador y joven que votó por nuestra propuesta y los invitamos a unirse a la CST. Participen de nuestras reuniones, hagan circular nuestro periódico y ayuden a financiar nuestra organización.
Editorial del periódico Combate Socialista de la CST.
La Fundación por la Libertad de Expresión y Democracia (FLED) denunció que la periodista feminista nicaragüense Fabiola Tercero Castro cumple 85 días de «desaparición forzada» y denunció el silencio que guarda al respecto el Gobierno de Daniel Ortega en Nicaragua.
Fabiola Tercero es reconocida por su trabajo en plataformas digitales y por un proyecto literario que incentivaba la lectura. La periodista feminista creó en 2017 ‘El Rincón de Fabi’, una plataforma de promoción de la lectura para atraer nuevos lectores en la era digital en Nicaragua por medio de la dinámica de regalar libros con el trueque o rifa, es una comunicadora feminista que fue reportada como desaparecida desde el 12 de julio pasado.
Las “desapariciones forzadas” es un mecanismo represivo que utiliza la dictadura de Daniel Ortega para reprimir las voces críticas en Nicaragua.
En todos estos casos, los familiares no han podido ver a sus seres queridos durante meses y no han podido verificar ni su paradero ni su estado de salud. Existen otros casos de personas de “desaparición forzada”, entre ellas el exdiputado indígena Brooklyn Rivera y el opositor Jaime Navarrete Blandón.
Desde la UIT-CI llamamos a los sectores que, en el mundo, se reclaman democráticos, como intelectuales, periodistas, artistas, personalidades políticas, sindicales, estudiantiles, de la lucha socio-ambiental a reclamar por la aparición y liberación inmediata de la periodista feminista Fabiola Tercero y demás personas en la misma situación en Nicaragua.
Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores-Cuarta Internacional (UIT-CI)
12 de octubre de 2024
Escribe Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores – Cuarta Internacional
¡Viva la lucha del pueblo palestino!
Un año después del 7 de octubre, Israel sigue con el genocidio en Gaza, con más de 42.000 muertos y cerca de 100.000 heridos, más miles de desaparecidos bajo los escombros. Endurece la ofensiva en Cisjordania con cientos de muertos y miles de detenidos/as. Ahora ataca a Líbano con cerca de 2000 muertos (más que en la invasión del 2006) y 10.000 heridos. Ha bombardeado Siria y amenaza con extender la guerra a Irán. En una huida hacia adelante Netanyahu pretende una mayor implicación de EE.UU. y de otros imperialismos europeos, que son imprescindibles para su ofensiva global en la región.
En Líbano, los bombardeos efectuados con aviones F-35 facilitados por EE.UU, fueron precedidos por los ataques terroristas cuando cientos de “buscapersonas” y al día siguiente “walkie-talkies”, se hicieron estallar simultáneamente en diferentes zonas del Líbano, matando a 46 personas e hiriendo a más de 3.000.
Israel bombardea Beirut asesinando al secretario general de Hezbollah, Hasán Nasrallah, junto a un comandante iraní, y a otros miembros de la resistencia en Líbano. Previamente había asesinado en Teherán, capital de Irán, al dirigente de Hamas, Ismail Haniyeh, y a parte de su familia.
Netanyahu tenía necesidad de presentar un “éxito” ante el hecho de no poder ocultar el fracaso de la operación en Gaza respecto a los tres objetivos fijados: no han liberado a los rehenes, ni controlan a Gaza, y no se ha eliminado a Hamás y la resistencia palestina.
Sabe que continuar el genocidio y extender el conflicto es sinónimo de seguir en el gobierno de la extrema derecha sionista. A su vez los tambores de guerra le permiten prohibir nuevas manifestaciones y acallar las voces que exigen su dimisión y un acuerdo para el alto el fuego que permitiera liberar a los rehenes. A la crisis política cabe añadir que más de medio millón de israelíes han abandonado el país, además de sufrir una grave crisis económica. La política es seguir desangrando a Gaza, donde ha lanzado más bombas que EE.UU. en la invasión de Irak, y acelerar en Cisjordania la expulsión de palestinos de sus tierras y casas para darlas a los colonos. Bombardearon con sus aviones un campo de refugiados en Tulkarem, asesinando a 18 personas. Un crimen atroz. El estado sionista arma y da carta blanca a los colonos para cometer violencia y asesinatos de palestinos. La expansión, ocupando más territorio, y la limpieza étnica se profundizan, impulsando su proyecto del Gran Israel.
El ministro de Educación de Israel lo decía claro: “no hay diferencia entre Hezbollah y Líbano. Líbano será aniquilado. Dejará de existir”. La destrucción en el sur del Líbano es brutal, siguiendo el patrón de Gaza. Cientos de miles de personas han tenido que huir hacia el norte, mientras los sirios (más de 1,5 millones) que tuvieron que huir y ya vivían en condiciones durísimas en Líbano, están presionados para que regresen a Siria.
Pero al igual que –pese a su absoluta superioridad tecnológica y militar- no ha logrado el control de Gaza, la resistencia en Líbano también está provocando muertes en las tropas invasoras. Mientras, las tropas de la ONU, que por los acuerdos de 2006 deberían impedir acciones militares en el sur del Líbano, se esconden en sus cuarteles para dejar operar al ejército sionista. Y, por último, el gobierno israelí declara persona non grata al secretario general de Naciones Unidas. Todo ello deja en evidencia el carácter agresivo y fascista del sionismo, y el gobierno de Netanyahu.
¿Cómo es posible tanta prepotencia e impunidad del estado de Israel? Israel no es sólo el proyecto racista del sionismo, es un proyecto estratégico del imperialismo mundial. Un enclave imperialista en un sitio vital para el control de una zona de grandes recursos energéticos. Un portaaviones imperialista contra los pueblos de Oriente Medio. Como decía Biden «si no existiera debería inventarse». Israel se sabe imprescindible. Y son estas potencias las que han subordinado a los regímenes árabes, como Egipto, Jordania, Marruecos, Qatar, Arabia Saudita, Emiratos Árabes, al proyecto imperialista, y al estado de Israel. Regímenes que han dejado sola a la resistencia palestina, y llevan décadas dejando actuar impunemente al sionismo criminal y genocida. Mientras que en Cisjordania cuentan con el rol colaboracionista de la Autoridad Palestina. Sin esa complicidad imperialista y los recursos que le destinan el estado de Israel sería inviable.
Caen todas las caretas. EE.UU. deja de lado las falsas palabras de paz, para anunciar que apoya el ataque de Israel al Líbano y una eventual respuesta conjunta (posiblemente con algún otro estado europeo) contra Irán. Biden, cínicamemnte “solicita” que no bombardeen los pozos petrolíferos. Aprueban una nueva ayuda militar en Israel de 8.700 millones de dólares, incrementan las tropas en la región, los buques de guerra y aviones de combate. La Unión Europea, con Alemania a la cabeza (que vende el 30% del armamento que importa Israel) son cómplices del genocidio sionista. Y en Alemania, Francia o Reino Unido se reprimen las masivas manifestaciones de solidaridad con el pueblo palestino.
No hay otro camino que fortalecer la solidaridad. Todo el apoyo a la resistencia del pueblo palestino y ahora libanés. Las movilizaciones han llenado las calles de todo el mundo. También en EE.UU. con las importantes movilizaciones de la juventud estudiantil, también de judíos no sionistas, con concentraciones de protesta en las convenciones demócratas. Recientemente se llevó a cabo en el Estado español una huelga general en apoyo al púeblo palestino, convocada por algunas centrales sindicales, que fue acompañada de importantes movilizaciones. Los pueblos se identifican con el pueblo palestino como símbolo de lucha contra la opresión imperialista. Hay que hacer tambalear el entramado de complicidad imperialista, y profundizar el aislamiento al régimen sionista.
Fuera Israel de Gaza, de Cisjordania y del Líbano.
Libertad inmediata de los encarcelados/as.
Entrada urgente de ayuda humanitaria.
Exigimos a los gobiernos del mundo que rompan relaciones diplomáticas, políticas, económicas, militares, académicas y culturales con Israel. ¡No al envío de armas!
Basta de represión al movimiento de solidaridad con Palestina.
¡Por una Palestina única, laica, democrática y no racista!
¡Viva Palestina libre del río hasta el mar!
Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores-Cuarta Internacional (UIT-CI)
5 de octubre de 2024
Escribe José Castillo
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) es el máximo organismo internacional, creado al final de la Segunda Guerra Mundial. Si bien todos los países reconocidos tienen un voto en la Asamblea General, las decisiones que toma dicho organismo se tornan meramente declarativas, ya que las políticas verdaderamente estratégicas (por ejemplo todas las que tienen que ver con conflictos bélicos) se deciden en el Consejo de Seguridad, organismo en el que los países imperialistas más importantes (Estados Unidos, China, Rusia, Gran Bretaña y Francia) tienen poder de veto.
Esto le ha permitido a la ONU transformarse en uno de los principales instrumentos políticos del imperialismo.
Milei en su discurso, dividió en dos partes su caracterización de las Naciones Unidas. Por un lado, la embelleció, afirmando que gracias a su existencia “se habían garantizado setenta años de paz”. ¿Dónde quedaron las sangrientas guerras que llevaron adelante Francia, Gran Bretaña y los Estados Unidos contra sus colonias y semicolonias? ¿Puede llamarse “paz” a las guerras de Argelia, Corea, Vietnam, a la constante masacre en Palestina, a las invasiones y bombardeos en Irak, Afganistán, y un larguísimo etcétera, que nos incluye con la guerra de Malvinas?
Luego, por otro lado, Milei acusó a la ONU de llevar adelante una agenda “socialista”. Se refería a que, muchas veces, la Asamblea General había votado declaraciones a favor de los pueblos, por el peso abrumador de los países semicoloniales y dependientes en su seno. Por citar dos casos: las ya tradicionales declaraciones a favor de la Argentina por Malvinas y las constantes condenas al Estado sionista de Israel por su genocidio contra el pueblo palestino.
No nos confundamos: la ONU es un organismo del imperialismo, y por eso no se puede confiar en sus resoluciones, sobre todo en las que dependen del Consejo de Seguridad. Más allá de la utilización del foro de la Asamblea General como caja de resonancia de causas justas y denuncias, que por supuesto hay que seguir usando. Exactamente al revés de lo que plantea Javier Milei.