Jul 16, 2024 Last Updated 9:12 PM, Jul 15, 2024

Charla debate Situación Internacional con Miguel Sorans, dirigente de Izquierda Socialista y de la UIT-CI Unidad internacional de las y los trabajadores - Cuarta Internacional

Sábado 6 de julio 16hs
en Bouchard e Independencia, Moreno centro

Invita: Izquierda Socialista Moreno

Kenia: estallido social contra el ajuste fiscal para pagarle al FMI

Desde hace años, Kenia es ahorcada por el FMI. El parlamento aprobó el presupuesto fiscal con el que, el gobierno de William Ruto, busca aumentar impuestos a alimentos y combustibles para pagar los vencimientos de deuda externa al FMI. Kenia tiene más de 54 millones de habitantes, de los cuales, 31 millones viven en la pobreza y el 73% sufre graves dificultades financieras o no consigue llegar a fin de mes.

Ante los aumentos de impuestos y alimentos miles salieron a las calles a oponerse. La policía en su represión, asesina a 17 manifestantes, Ruto envía a 600 policías a Haití para comenzar la intervención militar. ¡Abajo el presupuesto de Ruto y el FMI! ¡Basta de reprimir! ¡Fuera la policía keniana de Haití!

Leé también esta nota sobre Kenia https://bit.ly/3RJno5G


Ecuador: movilización de protesta nacional contra paquetazo hambreador

Miles de personas están saliendo a las calles en Ecuador, y se convocó a una gran movilización nacional en más de 20 ciudades, por el Frente Unidos de Trabajadores, el Frente Popular, la Unión Nacional de Educadores y otras organizaciones, para rechazar las medidas del gobierno neoliberal de Noboa, de los aumentos del IVA, la imposición de impuestos a sectores populares, el alza de combustibles y el endeudamiento con el FMI que pretenden que pague el pueblo.

La organización revolucionaria F.R.L.P. convoca también a esta movilización y denuncia que las medidas del gobierno son para beneficiar a “politiqueros, empresarios y banqueros, farsantes, rateros y corruptos contumaces, a las transnacionales”.

Julian Assange recupera su libertad

El fundador de la agencia informativa WikiLeaks, Julian Assange, se declaró culpable de un delito de espionaje como parte de un acuerdo con el gobierno de Estados Unidos que le permitirá recuperar la libertad tras una batalla judicial de más de una década para evitar ser extraditado a ese país, permaneciendo preso en una cárcel británica. En Estados Unidos se hablaba de una condena de 175 años.
Assange, cuando dirigía WikiLeaks, reveló miles de secretos militares yanquis de los crímenes de guerra en Irak y Vietnam, cuando estaban invadidos por Estados Unidos. Por eso hubo una campaña mundial por su libertad y esto es en gran medida lo que lo logró. Desde la UIT-CI e Izquierda Socialista saludamos este triunfo contra el imperialismo genocida.

Leé más aquí: https://bit.ly/3XDWjV6

 

 

Escribe Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores – Cuarta Internacional

28/06/2024. Junio no es el mes del orgullo capitalista, lo que se conmemora es la primera revuelta por parte de personas sexo y género disidentes registrada en la historia moderna, ocurrida el 28 de Junio de 1969 en el bar Stonewall Inn en Nueva York.

Más de medio siglo pasó de aquella revuelta emblemática que marcó el camino de la lucha y emprendimientos de las disidencias sexoafectivas y de género en el mundo. Si bien hubo protestas y movimientos de las disidencias que realizaban acciones por la liberación sexual e identitaria por la dignidad, aquellas noches de enfrentamientos con la policía contra la represión y la persecución marcaron un antes y después para el movimiento de las disidencias, por su violencia.

Hoy en día seguimos peleando por el pleno reconocimiento de nuestros derechos. En decenas de países las disidencias seguimos siendo condenadas a muerte, perseguidas, marcadas, encarceladas, apedreadas, reprimidas, desterradas. En muchos otros seguimos dando la pelea por el reconocimiento de nuestras identidades, e incluso por el derecho a poder casarnos con nuestras parejas sin importar su género o sexo biológico. Seguimos luchando por el acceso a salud, educación, vivienda y a un trabajo digno, como así también a la pelea por una compensación de reparación histórica para quienes sufren hace años la marginación del Estado. Tenemos el desafío de defender nuestros derechos ya conquistados de los embates reaccionarios de los gobiernos de derecha como los de Milei en Argentina o Meloni en Italia. Incluso estar a la ofensiva contra los retrocesos reaccionarios como en Perú, donde se declaró recientemente con el gobierno golpista de Dina Boluarte que las personas trans eran consideradas enfermas mentales y ante el repudio internacional tuvieron que dar marcha atrás.

Damos la pelea cotidiana contra los ataques de odio que nos dejan cicatrices en los cuerpos y en nuestras psiquis, o peor aún, que nos matan. Ataques envalentonados por discursos de odio que se moldean e instalan al calor de las crisis políticas y económicas de los países capitalistas, y son levantados por los sectores más reaccionarios como Vox en el Estado español, Putin en Rusia con sus campos de conversión; en la dictadura capitalista China, que de socialista tiene nada, donde se persigue y condena a las disidencias, al igual que en los países más reaccionarios de Medio Oriente.

Pero además nos toca desenmascarar, año a año, las pomposas campañas de las multinacionales y gobiernos progresistas con su “pinkwashing” y el “capitalismo arcoíris”. Donde empresas multimillonarias, como así también algunos gobiernos progresistas, se montan en un arcoíris falso que desaparece luego del mes del Orgullo para lograr empalmar a favor de sus ganancias y rédito político con el colectivo de las disidencias. Constantemente repudiamos y denunciamos estas campañas de la doble moral, donde mientras niegan derechos y ajustan con sus políticas, las disidencias junto a las mujeres somos las más golpeadas y marginadas. Un claro ejemplo de esto son los mega eventos y campañas publicitarias virales oportunas de empresas de ropa deportiva como Nike, Calvin Klein, entre otras, u organismos deportivos que nada hacen contra la discriminación y la violencia de género en el deporte como la FIFA. Incluso corporaciones cómplices de los ajustes de decenas de países como BlackRock y la lavada de cara arcoíris en el mes del orgullo. Se suman las banderas de arcoíris de cartón que levantan los gobiernos como el de Israel que se regodea de ser el país más “gayfriendly” de la región, mientras persigue y ataca las gays y lesbianas palestinas en Israel y masacra a miles de palestinas y palestinos en Gaza y avanza violentamente con sus colonos sobre territorio palestino en Cisjordania.

Por eso, en este nuevo aniversario, no vamos a parar de denunciar a este sistema capitalista y patriarcal que nos explota y oprime con las políticas de ajuste y miseria de sus gobiernos, más a la derecha o más a la izquierda. Desde las disidencias de la UIT-CI queremos llamar a organizarse a todes con nosotres, para profundizar la pelea contra el estado sionista de Israel y por una Palestina libre, como lo hacen miles de jóvenes en el mundo con las acampadas estudiantiles; para dar batalla contra los discursos de odio que se materializan en ataques hacia nuestras identidades; enfrentar el ajuste de los gobiernos e impulsar las movilizaciones de la clase trabajadora, las juventudes, mujeres y disidencias por un mundo socialista, donde vivamos plenamente en una real libertad.

Escribe Ezequiel Peressini (*)

28/06/2024. A 5 meses de las elecciones generales, el muy anciano Joe Biden trató de esconder su complicidad con el genocidio que Netanyahu ejecuta sobre palestina y responsabilidad en que el pueblo trabajador de los Estados Unidos viva cada vez peor. El brabucón ultraderechista, racista y misógino Donald Trump insiste en su plan reaccionario para restaurar la hegemonía imperialista de los Estados Unidos. Trump y Biden solo son expresiones seniles de la crisis de dominación del imperialismo norteamericano.

El debate organizado por la cadena internacional CNN fue un papelón mundial. A cinco meses de las elecciones generales la crisis de dominación del régimen imperialista demostró ante los ojos del mundo un nivel de descomposición sin precedentes.

Mientras se desarrolló el debate presidencial, se acumulan cerca de 40.000 palestinos asesinados por las armas yanquis en manos del Estado de Israel y el Gobierno de Netanyahu desde el comienzo de la guerra. 820 millones de personas (el 10% de la población mundial) pasan hambre y 600 millones viven en regiones del mundo que se encuentran fuera del “nicho ecológico” saludable y en condiciones climáticas preocupantes producto de la destrucción y el saqueo capitalista. Pero, los candidatos a jefes del imperialismo norteamericano hacían el ridículo televisado al invitarse mutuamente a competir una partida de golf y ver quien tiene el mejor hándicap, para resolver así, cuál de los dos estaba en mejores condiciones físicas y cognitivas para gobernar el país.

Los más de 334 millones de personas que habitan los Estados Unidos, vieron como los candidatos momificados del Partido Demócrata y el Partido Republicano, se tiraron la pelota uno con otro para esconder sus responsabilidades por el grave costo social que el imperialismo le está haciendo pagar a los trabajadores, a la juventud, a las mujeres y en particular a la comunidad negra, hispana y migrante.

El “debate económico” mucho circo y poco pan

Desde la crisis del 2008 y el fracaso de la políticas de rescates empresariales impulsadas por Barack Obama, quien dilapidó 5 billones de dólares para darle liquidez a grandes empresas y bancos, los Estados Unidos vive una grave crisis económica de la que –a pesar de mejorar relativamente algunos indicadores- aun no puede salir. Pasaron los dos gobiernos demócratas de Obama, cuatro años del republicano Trump y cuatro años de Biden y el pueblo trabajador paga la fiesta de los capitalistas y multimillonarios con una mayor desigualdad económica y social por la que, según Human Rights Watch, el 10 % de los que más ganan acapara casi la mitad de todos los ingresos y el 50 por ciento inferior obtiene solo el 13 por ciento.

Hoy, a pesar de que la desocupación se ubicó cerca de en un 4%, los bajos salarios y la precarización laboral característica de los 800.000 nuevos puestos de trabajo que Biden se adjudicó, provocan que 41 millones de personas (el 12,4% de la población) gane menos de 26.000 dólares al año y caiga en la pobreza o este muy cerca de hacerlo. La crisis de vivienda no para de crecer y cada vez más personas viven en las calles, en casas precarias o bajo los puentes de las grandes ciudades. Solo en el Estado de California, 172.000 personas viven en la calle por el altísimo costo de la vivienda. La crisis social se agrava un país donde 28 millones de trabajadores estadounidenses se encuentran sin seguro médico.

Las momias-candidatos debatían entre ellos cuál de los dos había sido el peor gobierno de la historia. Para el pueblo trabajador la respuesta es clara: ¡Ambos son el peor gobierno de la historia de los Estados Unidos! Y hacen mucho circo para esconder la falta del pan.

Ucrania y Palestina. Putin y Netanyahu. ¡Todos contra el pueblo palestino!

Biden defendió su política de buscar un fortalecimiento de la OTAN bajó la recurrente mentira imperialista de la defensa de los derechos humanos en Ucrania, Polonia y Bielorrusia; países “bajo riesgo de la política expansionista de Putin”. Trump, se mostró amistoso con Putin diciendo que había conversado con él y que él había invadido Ucrania por la vergonzante retirada de Biden de Afganistán que transformó a los Estados Unidos en “un país tercermundista” al que nadie respeta.

Más allá de que Putin aprovechó las grietas abiertas por la crisis militar y de dominación yanqui, y que Biden busca fortalecer a la OTAN, y que ambos dijeron estar contra de la avanzada Rusa, tanto Biden como Trump esconden que, al comienzo de la guerra, buscaron la rendición de Ucrania junto a la Unión Europea y la Iglesia Católica. Solo la resistencia del pueblo ucraniano paró la invasión Rusa. Biden y Trump quieren aprovechar ese triunfo relativo de las masas para paralizar la movilización y la independencia de Ucrania. Su objetivo es disputar una mayor cuota de semicolonización con Rusia en medio de la crisis abierta por la guerra en Europa. Para esto, cuentan con el apoyo de Zelenzky que busca refugio en la UE y bajo las barras de la bandera norteamericana.

Los acampes en las universidades, las movilizaciones en apoyo al pueblo palestino y el creciente repudio popular al genocidio Israelí en Gaza, provocaron un mayor aislamiento de Netanyahu, que tras 9 meses de masacre constante no logra aun derrotar a la heroica resistencia. Esto ha golpeado fuertemente al gobierno de Biden. Según las encuestas (ver Gallup), desde noviembre de 2023 a marzo de 2024, quienes aprueban la guerra son cada vez menos, pasando del 50% al 36%, y quienes rechazan la guerra son cada vez más, pasando desde el 45% al 55% de la población.

Ante esta situación, Biden busca desmarcarse de Netanyahu para parar la perdida de simpatizantes, presentó una hipócrita propuesta de tregua y retacea él envió de bombas de alto tonelaje. En el debate insistió con la mentira de que Israel la aceptó su propuesta de alto el fuego y esconde que su gendarme en medio oriente todavía bombardea campos de refugiados. Biden se puso la camiseta de Israel y afirmó que hay que “eliminar a Hamas como hicieron con Bin Laden con cuidado de no matar inocentes”. Trump aprovechó la tibieza para denunciar que “Biden se está trasformando en palestino” y nunca respondió ante la pregunta sobre si reconocería el estado palestino demostrando que Trump apoya la política colonialista de Netanyahu, y el exterminio de todo el pueblo palestino. La utópica y reaccionaria política de los dos Estados impulsada ha fracasado y ha quedado olvidada en los cajones del olvido del imperialismo senil mientras todos juegan en contra del heroico pueblo palestino.

¡A fortalecer las luchas obreras y juveniles para construir una alternativa de izquierda por fuera del partido demócrata!

El debate desnudó que ni Trump, ni Biden son alternativa para el pueblo trabajador. Sus candidaturas no son más que las marionetas con las que el decadente capitalismo imperialista busca tratar de resolver la crisis capitalista, con ese objetivo ambos candidatos seguirán golpeando al pueblo trabajador dentro y fuera de los Estados Unidos.

Seguramente millones de luchadoras y luchadores jóvenes y trabajadores vieron el debate y se preguntaran ¿Podemos enfrentar al peligroso ultraderechista Donald Trump votando y acompañado a Joe Biden? La respuesta es la misma que a la pregunta: ¿Podemos ayudar al pueblo palestino y su resistencia apoyando a Biden? La respuesta vuelve a ser negativa.

Desde la Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores – Cuarta Internacional llamamos a las trabajadoras y trabajadores que se juegan en las luchas obreras y sindicales la búsqueda de una salida a la crisis social y a la juventud que lucha en defensa del pueblo palestino a no votar a ninguno de los dos candidatos que en este debate demostraron ser nuestros enemigos. Llamamos a las organizaciones políticas de izquierda, a las nuevas direcciones sindicales en lucha, que desde hace años buscan hacerse lugar en medio de un régimen opresor y reaccionario, a construir una alternativa de izquierda independiente por fuera del Partido Demócrata que de manera senil es y será garante de más guerras, hambre y miseria capitalista en todo mundo.

 

(*) Ezequiel Peressini, dirigente de Izquierda Socialista, sección argentina de la UIT-CI. Fue legislador del Frente de Izquierda y los Trabajadores-Unidad (FIT-U) en la provincia de Córdoba en el periodo 2015 a 2019.

Escriben Lucha Internacionalista (Estado español), Movimiento Alternativa Socialista (Portugal), Partido de la Democracia Obrera – IDP (Turquía), Movimiento Liga Marxista Revolucionaria (Italia), secciones de la Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores – Cuarta Internacional.

26/06/2024. Las elecciones al Parlamento europeo han dejado algunas reflexiones: el aumento de la abstención como consecuencia de un alejamiento creciente de trabajadores y jóvenes de las instituciones y de los partidos en los que se ven representados/as, mientras se deterioran seriamente las condiciones de vida: caída de los salarios y las pensiones, precariedad en el empleo, recortes en los servicios públicos, dificultades de acceso a la vivienda.

Una abstención que castiga más los partidos de la izquierda parlamentaria y permite un avance la derecha (el PP europeo) y especialmente la extrema derecha (tanto el CRE de Meloni o ID de Le Pen), que capitaliza parte del descontento de sectores de clases medias empobrecidas y un sector de la clase obrera, como ya ocurrió en las movilizaciones agrarias. La extrema derecha se ha visto beneficiada del militarismo que han abrazo los gobiernos europeos y el endurecimiento de la política migratoria que hacía suyo sus postulados reaccionarios.

Se ha votado también contra los gobiernos, que son los que han aplicado los planes de ajuste contra trabajadores y sectores populares. Los grupos parlamentarios socialistas y de La Izquierda se mantienen, en general pierden cuando están en el gobierno y crecen desde la oposición.  Los grandes damnificados han sido los liberales y los verdes que habían tenido un alza importante en el 2019.

Esta combinación de factores ha tenido su máxima expresión en la crisis en los gobiernos en el corazón la Unión europea: Alemania y Francia, también en Bélgica, donde cae el primer ministro.

Macron, que cae 10 escaños, convocó a elecciones generales para el próximo 30 de junio y 7 de julio en segunda vuelta. Las grandes movilizaciones de los chalecos amarillos, la lucha contra su reforma de pensiones y finalmente las movilizaciones del campo, habían hecho caer su popularidad. Ante el genocidio palestino Macron se situó al lado del estado sionista y reprimió las manifestaciones de solidaridad con el pueblo palestino. El Reagrupamiento Nacional (RN) de Le Pen sube 12 como primera fuerza política, también remonta el PS y sube La France Insoumise.

En Alemania la crisis de Gobierno es fuerte. Los dos principales partidos el Socialdemócratas y los Verdes pasan a tercera y cuarta fuerza política tras de la derecha del CDU y la extrema derecha de AFD, que fue primera fuerza en los 5 estados del este alemán. La socialdemocracia del canciller Olaf Scholz obtiene un nuevo mínimo histórico 13’9% de los votos. Con la economía en recesión, con huelgas en defensa de salarios y con una política completamente alineada con el Estado sionista, el Gobierno ha reprimido duramente las protestas propalestinas, esencialmente en universidades.

Los resultados electorales no hacen peligrar los acuerdos entre grupos que regían para el reparto de cargos en las instituciones europeas, pero la crisis que se abre en los dos países centrales atraviesa toda la UE, y es también el reflejo de la que está atravesando los imperialismos de la UE que van perdiendo terreno ante las otras grandes potencias.

¿Cómo parar la extrema derecha?

La extrema derecha, aunque no crece tanto como preveían las encuestas, ha obtenido el 24’3% de los votos. Retroceden donde han gobernado como Polonia. En Francia, la misma noche electoral se producía una manifestación contra la extrema derecha. Aunque no estamos ante el fascismo como en los años 30, no hay que minimizar la amenaza que la extrema derecha supone contra salarios y pensiones, contra los y las trabajadoras migrantes, contra los derechos democráticos de la mujer o de colectivos LGBTI, contra la educación y la sanidad pública, contra las medidas obtenidas para frenar la destrucción ambiental capitalista… Lo estamos viendo en forma de motosierra con Milei o con otras formas de Meloni.

A los gobiernos de extrema derecha se los enfrenta con la movilización como se está haciendo en Argentina con dos huelgas generales, o contra la Ley de Bases y la represión. Y construyendo una alternativa anticapitalista y de ruptura como hacen nuestros compañeros de Izquierda Socialista con el Frente de la Izquierda y los Trabajadores Unidad.

¿Pero cómo parar el avance de la extrema derecha? En Francia, la izquierda parlamentaria firmó un acuerdo de Nuevo Frente Popular (NFP): La France Insoumise, El Partido Comunista Francés, el Partido Socialista, Plaza Pública, Generación-s, Izquierda republicana y la Izquierda Ecosocialista. A ese acuerdo adhirió el Nuevo Partido Anticapitalista (NPA-A). Contaría con el apoyo de organizaciones sindicales y de ONG.

La presencia entre los candidatos del NFP de François  Hollande quien fuera presidente de Francia entre 2012 y 2017, es toda una declaración de intenciones. Las medidas que votaron esos gobierno esos supuestos gobiernos de izquierdas supeditan los intereses obreras a los de la gran patronal, han aplicado políticas racistas y represivas contra los y las trabajadoras migrantes y abierto la puerta a la extrema derecha. El programa no pasa de reformas que figuraron en otros programas y que no se aplican cuando se estuvo en el gobierno Ya anunciaron que se preparan para la cohabitación con Macron caso de ganar las elecciones. Sin medidas de ruptura con los intereses de la gran patronal no hay cambio real. Por ello, son parte del problema, no de la solución. Y es ese callejón sin salida a la que conducen las políticas de los supuestos gobiernos progresistas de la Unión Europea (como Alemania, el Estado español, antes Portugal o Syriza en Grecia quienes abrieron la puerta al ascenso de la extrema derecha.  Por ello es aun más nefasto que el NPA-A, partido que se reclama del trotskismo, avale el NFP. Y su principal figura pública Philippe Poutou esté de candidato.

Es precisa la unidad, pero para la movilización contra los gobiernos –sean del color que sean- que aplican la austeridad contra los y las trabajadores y pensionistas, las políticas contra la inmigración o que son cómplices con el genocidio palestino. Sólo abriendo una perspectiva para la solución efectiva de las justas demandas de la clase obrera y los sectores populares, bloquearemos la penetración de la extrema derecha en los barrios.

También es necesaria la unidad, pero para construir una alternativa anticapitalista al servicio de las luchas, comprometida con la construcción de un sindicalismo combativo, que levante un plan económico obrero de urgencia ante la crisis, por gobiernos de los y las trabajadoras. Un paso en ese sentido en Francia hubiera sido la formación de un frente a partir de las organizaciones que se reclaman del trotskismo.

Nuestro semanario. En el que te acercamos el reflejo de las luchas del movimiento obrero, las mujeres y la juventud, además un análisis de los principales hechos de la realidad nacional e internacional.

Es una herramienta fundamental para fortalecer a Izquierda Socialista y al Frente de Izquierda.

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