Escribe Miguel Lamas, dirigente de la UIT-CI
La movilización mundial en solidaridad con el pueblo palestino y contra el genocidio en Gaza es inmensa. Desde el inicio de este último genocidio en Gaza, se han registrado alrededor de 4 mil marchas en 92 países del mundo, sumando millones en las calles. Con las pancartas y banderas se expresó el repudio al Estado de Israel y a los gobiernos, yanqui y europeos, que le envían armas.
No ocurre algo de tal dimensión desde las grandes marchas de los años setenta contra la invasión y el genocidio yanqui en Vietnam, que generaron una crisis política al gobierno de Estados Unidos y lo obligaron a la retirada.
Como reacción al apoyo popular a la resistencia palestina, partidos de derecha, auspiciados por varios gobiernos imperialistas, organizaron marchas a favor de Israel, pero fueron muchísimo menos concurridas.
En Estados Unidos hubo más de 1.400 acciones contra el apoyo norteamericano a Israel. Entre las más importantes, centenares de miles de personas en Nueva York y Washington.
En Europa, el sábado 12, 800 mil personas se manifestaron en Londres y hubo acciones en casi todas las ciudades del Reino Unido. También en París, con 100 mil manifestantes, y en Barcelona con 30 mil. A las que se sumaron marchas en Suecia, Noruega, Dinamarca, Italia, Portugal, Suiza, Irlanda, Alemania, Países Bajos, Luxemburgo, Austria, Bélgica, Polonia, Grecia, Chipre, Rumanía, Eslovenia, Bosnia y Herzegovina.
Además, hay resoluciones de sindicatos portuarios de Barcelona, Gran Bretaña, aeroportuarios de Bélgica, portuarios de Italia, Grecia y Turquía, señalando que van a impedir la salida de armamento para Israel.
El apoyo al pueblo palestino es masivo en la mayoría de los países árabes: Egipto, Túnez, Argelia, Marruecos, Irak, Jordania, Yemen, Líbano. En países de tradición islámica como Turquía, Paquistán y en Indonesia se habla de dos millones de personas movilizadas, también en la India y en Australia.
También hubo importantes expresiones en Latinoamérica. Las más grandes en Chile, junto a las de Argentina, Brasil, México, Bolivia, Venezuela, Colombia, Perú y Bolivia, donde se rompió relaciones diplomáticas con Israel, una de las principales medidas que reclamamos desde la UIT-CI.
Escribe Adolfo Santos
“El estado de Israel es la institucionalización del hecho colonial […] Es el instrumento (armado hasta los dientes por el imperialismo) que tiene como fin mantener esa situación colonial y retribuir servicios al imperialismo actuando como gendarme contra los movimientos revolucionarios o simplemente nacionalistas del mundo árabe”*
A 75 años de la instauración del estado de Israel, solo restan jirones de lo que fue Palestina. Ni siquiera la Franja de Gaza o Cisjordania pueden ser considerados territorios libres destinados a los palestinos. Rodeados por muros y alambres de púas, esos espacios son verdaderos campos de concentración controlados por el ejército sionista donde viven en condiciones inhumanas millones de palestinos, prisioneros en su propia tierra. La voracidad sionista, con la complicidad de los gobiernos capitalistas del mundo, ha ido avanzando en la ocupación a costa de un verdadero genocidio.
En estos días los ojos están puestos en la pequeña Franja de Gaza. Sin embargo, Cisjordania, situada entre las márgenes del Río Jordán y el Mar Muerto, aunque formalmente es administrada por la Autoridad Nacional Palestina (ANP), está ocupada y bajo control militar de Israel desde 1967, después de la “guerra de los seis días”. Con un siniestro plan de anexión total, el gobierno de Netanyahu dividió los 5.800 kilómetros cuadrados en tres áreas sometiendo a los casi tres millones de palestinos que ahí habitan a un régimen de completa opresión. Un tercio de ellos viven en los diecinueve campamentos de refugiados organizados por Naciones Unidas.
Un apartheid del siglo XXI
En 2020, un grupo de cincuenta expertos sobre derechos humanos consultados por la ONU, llegaron a la conclusión que la iniciativa sionista configuraba “una visión del apartheid en el siglo XXI”. No es para menos. El 60% del territorio cisjordano está bajo ocupación israelí, un área minoritaria distribuida en pequeñas parcelas o ghettos dispersos a lo largo del territorio, está bajo control de la Autoridad Palestina y la parte restante es de administración mixta, (ver mapa). Sobre ese diseño ideado por el sionismo para un mejor control, se ha ido avanzando en la colonización. De unas pocas centenas de habitantes judíos en 1967, hoy ya son más de 500 mil colonos organizados en 150 asentamientos.
Esta anexión, que ha sido condenada varias veces por la ONU, no para y se hace con una violencia creciente. Encerrados por un muro que recorre varios cientos de kilómetros separando Cisjordania de Israel, la población civil palestina sufre sistemáticos ataques y agresiones humillantes. El ejército sionista desarrolla una represión permanente con controles y detenciones que muchas veces terminan en muertes. Además, para avanzar en la colonización y facilitar los asentamientos, demuelen las casas de los palestinos con topadoras bajo la excusa de que no han solicitado permisos de construcción. Un pretexto siniestro, ya que a quienes los solicitan se los niegan.
Y los “colonos” judíos, fuertemente armados por el gobierno de Israel, constituyen verdaderas milicias parapoliciales que se encargan de amenazar, quemar vehículos y propiedades y asesinar palestinos indefensos. Hasta los primeros días del mes de octubre de este año, además de los daños materiales, entre el ejército y las milicias asesinaron 190 civiles como parte de un plan de extender el terror y expulsar más palestinos de sus tierras, según denuncia la organización de derechos humanos israelí Yesh Din.
En este marco de opresión, los palestinos organizan su resistencia. Una resistencia permanente que ha tenido sus principales picos con las Intifadas, iniciadas en 1987 y repetidas en 2000 y 2005 y que apoyamos incondicionalmente. En enero de 1937, más de diez años antes de la existencia de Israel, respondiendo a una pregunta de la Agencia Telegráfica Judía, León Trotsky afirmaba: “Los hechos de cada día demuestran que el sionismo es incapaz de resolver la cuestión judía. El conflicto entre judíos y árabes en Palestina, adquiere un carácter cada vez más trágico y amenazador”, Trotsky tenía razón. No hay salida con el estado de apartheid sionista. La salida es una Palestina única para palestinos y judíos, democrática, laica y no racista.
*Del libro Palestina, historia de una colonización. Ediciones El Socialista
Escribe Miguel Lamas, dirigente de la UIT-CI
En artículo para Palestine Chronicle*, el académico israelí exiliado en Gran Bretaña y profesor de la Universidad de Exeter, Ilan Pappé, denuncia la postura pro genocida de la izquierda israelí que, especialmente desde el diario “progresista” Haaretz, respalda con argumentos “liberales” la masacre. Ilan Pappé señala: “No hay forma de apoyar al ocupante “liberal”, al limpiador étnico “progresista” y al genocida de izquierda”. Reitera su posición solidaria con la resistencia palestina y termina diciendo: “De hecho, este es un tiempo para gente con coraje moral, ya que la lucha por la libertad y la liberación será larga y necesita aliados que la apoyen”.
* Ver nota completa en finlandiaestacion.com
Escribe Javier Leonforte
El músico británico, fundador de la legendaria banda Pink Floyd, está realizando una gira y brindará conciertos en nuestro país, en el estadio de River Plate, el 21 y 22 de noviembre. Roger Waters en sus conciertos en Latinoamérica viene denunciando el genocidio sionista en Gaza y Cisjordania con grandes carteles luminosos y banderas palestinas, denuncia al Estado de Israel y llama al boicot mundial para aislar al sionismo. Un artista valiente y comprometido.
Varias empresas hoteleras le prohibieron alojarse en sus habitaciones y ahora la entidad sionista DAIA presentó un recurso de amparo en la justicia para suspender sus shows en Buenos Aires, mostrando su verdadero carácter fascista que busca censurar la obra de uno de los principales músicos del mundo que tiene una trayectoria de décadas en defensa de los derechos humanos.
Escribe Javier Leonforte
La banda punk del estado español también de gira por Latinoamérica se destacó por una de sus canciones más épicas “Intifada” donde junto a sus miles de seguidores despliegan banderas palestinas y llaman a derrotar a la bestia sionista, apoyando a la heroica resistencia. En Chile, donde habita una gran comunidad exiliada y tienen su característico club de futbol “Palestino” las imágenes del concierto solidario recorrieron el mundo y llegaron hasta medio oriente como ejemplo de solidaridad internacionalista.