Jul 27, 2024 Last Updated 6:34 PM, Jul 26, 2024

Escribe Josep Lluís del Alcázar, Dirigente de Lucha Internacionalista (LI), Estado Español e integrante de Secretariado de la UIT-CI

Segunda vuelta de las legislativas. Voto crítico al Nuevo Frente Popular

4/07/2024. Reagrupamiento Nacional (RN) de Marine Le Pen ganó la primera vuelta de las elecciones legislativas en Francia, con el 33% de los votos: más de 10 millones de votos, con una alta participación (67%). La extrema derecha canaliza gran parte del descontento popular por el deterioro de las condiciones de vida. La izquierda institucional del Nuevo Frente Popular (NFP) -con La Francia Insumisa, los Verdes, el Partido Socialista, el Partido Comunista y un sector del trotskismo- subió hasta el 28%. Mientras que la coalición del presidente Emmanuel Macron se hundía hasta el tercer lugar con el 20%, pagando así la política antiobrera, antipopular y represiva de sus gobiernos que fue ampliamente enfrentada (Chalecos Amarillos, reforma de las pensiones, violencia policial, movilizaciones del campo, apoyo a Israel). Los Republicanos, la derecha tradicional del expresidente Nicolas Sarzoky alcanzaban el 10%. 

Ante el ascenso de la extrema derecha la izquierda parlamentaria había levantado el Nuevo Frente Popular (NFP). Este Frente Popular no da respuesta a las reivindicaciones obreras y populares y al ascenso de la extrema derecha, pero no hubo un reagrupamiento a su izquierda. Se presentaron algunas candidaturas de organizaciones de la izquierda revolucionaria: Lutte Ouvrière obtuvo 350.000 votos, también hubo candidatos de Parti de Travailleurs y de Revolution Permanent.   

¿Macron un aliado frente a Le Pen?

El 7 de julio tendrá lugar la segunda vuelta. Para la segunda vuelta se ha planteado el llamado Frente Republicano, para “parar a la extrema derecha”, con los partidos de la coalición de Macron y el del Nuevo Frente Popular. Pretende justificarse como continuación del cordón sanitario para bloquear el paso a la extrema derecha, aunque el cordón ya se rompió con la crisis de Los Republicano, en el que un sector con su presidente Éric Cioitti a la cabeza ya se ha pasado al bloque con la extrema derecha.

Los partidos de Macron y el NFP se comprometieron en la segunda vuelta a retirar a sus candidatos que quedaron en tercer lugar en las circunscripciones en las que ganó RN, con el objetivo de concentrar el voto anti-Le Pen. El NFP retiró a 127 candidatos y la coalición de Macron a 82. Algunos candidatos presidenciales se han negado a retirarse para llamar a votar al frente popular si el candidato en su circunscripción era de La Francia Insumisa, porque dicen que no comparten los valores “republicanos”.

El Nuevo Frente Popular ya era un acuerdo de colaboración de clases que subordinaba los intereses de la clase obrera, pero el Frente Republicano da un paso más, es directamente la rehabilitación de Macron desde la izquierda parlamentaria, porque presenta a Macron como mal menor, como un aliado frente a la extrema derecha, cuando es quien le ha abierto la puerta con sus políticas. 

Hay ejemplos que hablan por sí solos. En Calvados el candidato de LFI/NFP se retira en favor Elisabeth Borne, ex primera ministra de Macron que impulsó la reforma de pensiones. Lo mismo ocurre en favor de Gérald Darmanin, Ministro del Interior desde el 2020. Es bajo este ministro que la policía asesinó a Nahel en junio del 2023 y después reprimió brutalmente las protestas. Darmarin también es quien presentó  la racista Ley de Inmigración aprobada en diciembre, que fue parcialmente recortada por el Tribunal Constitucional porque contenía medidas discriminatorias como negar prestaciones sociales a los migrantes. Esos son hoy responsables del ascenso de la extrema derecha. 

Este acuerdo implícito de la izquierda parlamentaria con la derecha de Macron traiciona las movilizaciones obreras y populares y deja a la extrema derecha como único referente del rechazo popular a las políticas de los gobiernos Macron. Lamentamos que un sector que se reclama del trotskismo como el Nouveau Parti Anticapitaliste-L’A o el Parti Ouvriere Independant que ya integraron o apoyaron el NFP en la primera vuelta, ahora cedan ante el acuerdo republicano que les subordina a Macron. 

No hay posibilidad de abrir un camino para enfrentar un futuro gobierno de la extrema derecha si no cuestionamos la política de Macron. No puede haber ningún voto obrero o popular no sólo para la extrema derecha de Le Pen, tampoco para los candidatos macronistas. En las circunscripciones en las que la elección sea entre Macron y Le Pen estamos por el voto nulo o la abstención. 

Entendemos las esperanzas que muchos trabajadores/as y jóvenes han puesto en la unidad de la izquierda parlamentaria del NFP para detener la extrema derecha de Le Pen, que amenaza derechos y libertades. Ha habido importantes movilizaciones. Por eso, en esta segunda vuelta, desde la Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores-Cuarta Internacional (UIT-CI), damos apoyo a un voto crítico a los y las candidatas del NFP para debilitar la fuerza de la extrema derecha en el próximo parlamento. Hablamos de voto crítico, porque el NFP no es parte de la solución sino del problema, porque cuando miembros que hoy figuran en sus listas han estado en el Gobierno o incluso han sido presidentes como François Hollande, han aplicado políticas al servicio del capital, como hoy lo hacen otros supuestos gobiernos de izquierda como en el estado español de Pedro Sánchez o el alemán de Olaf Scholz. Por ello, a la vez que luchamos codo con codo con esos compañeros y compañeras que han salido a las movilizaciones contra la extrema derecha, se precisa un diálogo para convencerles que hay que construir una alternativa a la izquierda que cierre el paso a Le Pen. Una alternativa de ruptura, anticapitalista, que verdaderamente dé respuesta a las necesidades obreras y populares.

Tanto si la extrema derecha consigue la mayoría absoluta y hay un gobierno de cohabitación con Macron, como si obtiene sólo una mayoría que no le permita formar gobierno, estas elecciones no cerrarán la crisis en Francia. Será imprescindible volver a las movilizaciones en defensa de salarios y pensiones, contra las leyes de migración, en defensa de los sectores públicos, en defensa del pueblo palestino. Y –como señala la última declaración de los partidos europeos de la UIT-CI (Estado Español, Portugal, Italia y Turquía)-avanzar hacia la conformación de un reagrupamiento de fuerzas para “construir una alternativa anticapitalista al servicio de las luchas, comprometida con la construcción de un sindicalismo combativo, que levante un plan económico obrero de urgencia ante la crisis y por gobiernos de los y las trabajadoras”.   

 


Escribe Miguel Lamas, dirigente de la UIT- CI

La ultraderecha de Marine Le Pen logró un triunfo electoral en la primera vuelta de las elecciones legislativas: es un resultado inédito para Francia. Por primera vez el partido de Marine Le Pen obtuvo el 33%, mostrando la confusión política de amplios sectores obreros y populares que repudian a los partidos tradicionales, como ocurrió en Argentina con Milei. Las urnas han castigado duramente al presidente centroderechista Macron, por su política contra el pueblo trabajador.

Reagrupamiento Nacional (RN), de Le Pen obtuvo el 33% de los votos. La izquierda reformista del Nuevo Frente Popular (NFP) logró el 28%, aumentando sus votos, capitalizando el rechazo de importantes sectores populares a la extrema derecha. El Partido Renacimiento del presidente Macron y su alianza Ensemble ha quedado en tercer lugar con el 20% de los votos y el Partido Republicano de derecha, el 10%. En la segunda vuelta, del domingo 7 de julio, se eligen diputados en la mayoría de los distritos que ninguno consiguió mayoría absoluta. La votación es un diputado por distrito electoral. Por eso, los porcentajes de diputados no coinciden con los porcentajes de votos. Posteriormente, el presidente Macron deberá designar un primer ministro en base a la mayoría legislativa.
Para la segunda vuelta, el presidente Emmanuel Macron y varios líderes de la izquierda reformista del recién formado Nuevo Frente Popular y del centro, hicieron llamamientos a la unidad para evitar que Le Pen consiga la mayoría absoluta. Es decir, aspiran a un gobierno de coalición entre ellos; lo que llaman un gobierno de “cohabitación”.

Pero también puede lograr, en la segunda vuelta, mayoría absoluta el partido de la extrema derecha de Le Pen, que podría ir aliado al Partido Republicano. En ese caso, el primer ministro sería del partido de extrema derecha.  

En Francia se repite el fenómeno político del avance electoral de la ultraderecha, como ha pasado con Meloni y Milei. La bronca y la decepción de millones con los gobiernos liberales o de centroizquierda, que aplican planes de ajuste, y la falta de una alternativa socialista revolucionaria fuerte, deriva en estas confusiones de una franja de masas.  Le Pen capitaliza parte del descontento de sectores de clases medias empobrecidas, y un sector de la clase obrera que durante el 2023 protagonizó huelgas y movilizaciones masivas contra la reforma jubilatoria de Macron.

Antes, fueron las grandes movilizaciones de los chalecos amarillos,  y luego las movilizaciones del campo, hicieron caer la popularidad de Macron. Por otro lado, Le Pen se ha ido “aggiornando”, levantando un falso discurso de apoyo a los reclamos sociales y, a diferencia del caso Milei, reivindicando el rol del Estado.

Consecuencias del triunfo de la extrema derecha

Aunque todavía no se sabe si va a gobernar la extrema derecha con un primer ministro y la presidencia de Macron, o si se logrará imponer la alianza de Macron y el NFP Nuevo Frente Popular, este avance de la extrema derecha tendrá consecuencias contra el pueblo trabajador.

Aunque no vamos a estar ante una dictadura fascista como en los años ‘30, no hay que minimizar la amenaza que la extrema derecha supone contra salarios y pensiones, contra los y las trabajadoras migrantes, contra los derechos democráticos de la mujer o de colectivos LGBTI, contra la educación y la sanidad pública, contra las medidas obtenidas para frenar la destrucción ambiental capitalista; lo que estamos viendo en Argentina con Milei o en Italia con Meloni.

¿Es alternativa progresiva el NFP?

El Nuevo Frente Popular (NFP) está formado por: La France Insoumise, El Partido Comunista Francés, el Partido Socialista, Plaza Pública, Generación-s, Izquierda republicana y la Izquierda Ecosocialista. A ese acuerdo adhirió el Nuevo Partido Anticapitalista (NPA-A), proveniente del trotskismo que fundara Ernest Mandel. Contaría con el apoyo de organizaciones sindicales y de ONGs.

La presencia entre los candidatos del NFP de François Hollande quien fuera presidente de Francia entre 2012 y 2017, es toda una declaración de intenciones. Las medidas que votaron esos supuestos gobiernos de izquierdas fueron antiobreras, y siempre supeditan los intereses obreros a los de la gran patronal. Han aplicado políticas racistas y represivas contra los y las trabajadoras migrantes y han abierto la puerta a la extrema derecha; a ese callejón sin salida al que conducen las políticas de los supuestos gobiernos progresistas de la Unión Europea, como el PSOE-Podemos en el Estado Español, el PS en Portugal o Syriza en Grecia.

Algunas agrupaciones trotskistas fueron críticas al NFP, pero la principal de ellas, Lutte Ouvrière, se negó a una unidad electoral con los otros grupos que no apoyaron al NFP, como primer paso para formar una alternativa unitaria anticapitalista y socialista independiente.

Cómo enfrentar lo que viene

Sea quien sea el futuro primer ministro francés, está claro que en acuerdo con el presidente Macron intentarán profundizar los planes económicos antiobreros y antipopulares, como lo que ocurre con Milei en Argentina.

Por eso, como lo señala la última declaración de los partidos europeos de la UIT-CI (Estado Español, Portugal, Italia y Turquía), anterior a las elecciones en Francia y ante el crecimiento de la extrema derecha en Europa: “Es precisa la unidad, pero para la movilización contra los gobiernos (sean del color que sean) que aplican la austeridad contra las y los trabajadores y pensionistas, las políticas contra la inmigración o que son cómplices con el genocidio palestino. Sólo abriendo una perspectiva para la solución efectiva de las justas demandas de la clase obrera y los sectores populares, bloquearemos la penetración de la extrema derecha en los barrios.”

“También es necesaria la unidad, pero para construir una alternativa anticapitalista al servicio de las luchas, comprometida con la construcción de un sindicalismo combativo, que levante un plan económico obrero de urgencia ante la crisis, por gobiernos de los y las trabajadoras”.

Escribe Miguel Lamas, dirigente de ARPT y la UIT-CI

28/06/2024. La frustrada asonada militar del miércoles 26 de junio se da en un contexto de grave crisis económica, ambiental y política, con el MAS dividido en dos fracciones entre Evo Morales y el presidente Arce, y sin claridad sobre una salida económica ni de las candidaturas en las elecciones del próximo año, mientras aumenta el descontento popular.

El 26 de junio fuerzas militares, con soldados encapuchados y con tanques, ocuparon durante casi 3 horas en la tarde la Plaza Murillo, plaza principal en La Paz frente al Palacio Quemado (la antigua casa de gobierno), encabezados por el comandante del ejército Juan José Zúñiga, acompañado del jefe de la Armada. Zúñiga había sido destituido recientemente como jefe del Ejército tras declaraciones en las que amenazó con encarcelar a Evo Morales si era candidato.

Después de derribar una puerta del Palacio Quemado y de un diálogo de 15 minutos con el presidente Luis Arce, Zúñiga se retiró a la plaza. Rato después fue detenido junto a otros 6 militares. Según informaciones estaba esperando a otras unidades militares que supuestamente se habían comprometido con él, pero nunca llegaron.

Mientras Zúñiga esperaba en la plaza, el presidente Luis Arce posesionó a nuevos comandantes del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea.

Zùñiga dijo a la prensa en la Plaza Murillo que se iba a cambiar “el gabinete de gobierno” para “establecer una verdadera democracia” y que se “liberará a los presos políticos, la ex presidente interina Jeanine Añez (del 2019-2020) y el gobernador cruceño Fernando Camacho”, que también fue parte de la toma del poder del 2019. Y dijo que “por ahora” reconocía como presidente a Luis Arce.

El gobierno calificó al hecho de “intento de golpe”. No tuvo evidentemente el apoyo del conjunto de las Fuerzas Armadas, ni de ningún sector político importante. Todos los sectores repudiaron el hecho. Pero fue interpretado por muchos sectores, incluyendo la corriente opositora del MAS que responde a Evo Morales como un “autogolpe” un show político de Luis Arce para victimizarse.

Zúñiga ya detenido y tratando de justificar lo sucedido dijo que fue Arce el que le dijo que llevara los tanques a la plaza principal, que quería un “autogolpe” para “levantar su popularidad”. Por supuesto que es indemostrable que hubiera un acuerdo con Arce para ocupar la Plaza.

La crisis política

El hecho sucedió en medio de una profunda crisis económica, ambiental y política que está afectando a Bolivia, al igual que a muchos países del mundo.

En medio de un caos político que para muchos parece no tener salida, el ahora encarcelado, y por ahora fracasado, Zúñiga intentó dar desde las Fuerzas Armadas una opción política encabezada por él, es decir una opción golpista de gobierno militar, aunque no fuera inmediata, y él hablara de “verdadera democracia”. Esto es una total falsedad reaccionaria y repudiamos cualquier alternativa militar golpista.

El MAS está profundamente dividido entre dos fracciones encabezadas por el presidente Arce y Evo Morales, ambos pretenden ser candidatos presidenciales en futuros comicios a realizarse entre agosto y octubre del 2025. Mientras que la derecha opositora, que tomó el poder en el 2019, está dividida en múltiples fracciones.

Hoy es imposible con la actual ley electoral legalizar nuevos partidos para lo que se exige más de 100.000 afiliados y múltiples condiciones. Pero, además, el propio MAS gobernante dividido no logra realizar su Congreso y el presidente Arce dijo que podría “perder la legalidad” (tratando de impedir la candidatura de Evo Morales que por ahora controla al MAS). También hay interpretaciones constitucionales que ilegalizan la candidatura de Evo Morales, que ya fue presidente por tres períodos.

Es decir, por ahora, aunque hay muchos que se proclaman candidatos a presidente, no se sabe quienes podrían serlo.

La crisis económica y ambiental

Toda esta pugna política ocurre en un momento económicamente muy complejo para Bolivia. Bolivia durante el primer gobierno del MAS, de Evo Morales desde el 2006, prosperó con importantes ingresos de la exportación de gas, que aunque nunca fue nacionalizado como se reclamó popularmente en la insurrección de octubre del 2003 (la llamada Agenda de Octubre), si se aumentaron los impuestos a las transnacionales que lo producen como Petrobrás, Repsol y otras. Pero estas transnacionales no invirtieron en nuevas exploraciones y bajó fuertemente la producción de gas a menos de la mitad, esto bajó mucho el nivel de dólares que ingresan al país.

Es decir, Evo Morales, con su ministro de economía que era el actual presidente Luis Arce, traicionaron la Agenda de octubre y terminaron acordando con las multinacionales y después también con la oligarquía terrateniente del oriente del país. Esto llevó a la crisis actual pues las riquezas naturales siguieron siendo saqueadas.

Pero además Bolivia fue aumentando sus importaciones de diesel y gasolina, que son subsidiadas por el Estado, en más del 50% de su valor, y que superan ampliamente en dólares al gas que se exporta. Además, otras exportaciones como las de soya y carne de la agroindustria casi no pagan impuestos y reciben un enorme subsidio estatal (se calcula en 1000 millones de dólares al año) en díesel para sus maquinarias, y además se llevan los dólares que ganan con la exportación. De igual forma ocurre con la minería, en especial con la minería del oro, supuestamente en manos de “cooperativas” que no pagan impuestos (exportan 3000 millones en oro y pagan impuestos por 60 millones) y son en realidad empresas privadas asociadas a transnacionales chinas y de otros países. Por otro lado, esta minería del oro está contaminando los ríos con mercurio.

Junto con esto hay un grave deterioro ambiental por los incendios de bosques que organiza la agroindustria del oriente y cada vez hay menos lluvias en todo el país. Las regiones agrícolas tradicionales con tierras que desde la revolución agraria de 1952 están cultivadas por campesinos indígenas, cada vez producen menos y muchos campesinos migran a las ciudades. Esto está produciendo un aumento de los precios de productos de alimentos básicos.

Hoy en Bolivia faltan dólares (ya hay precio de dólar oficial que es difícil o imposible conseguir y un dólar paralelo que vale 30% más), escasea la gasolina (se dice que mucha gasolina importada que se entrega con subsidio estatal a menos de 50 centavos de dólar el litro, sale de vuelta de contrabando para revenderse en más de un dólar en países vecinos).

Esto produjo inflación y una gran disminución de las reservas estatales en dólares. Según los informes del Banco Central, estas pasaron de US$15.122 millones en 2014 a US$1.796 millones en abril de 2024.

Por toda esta situación el gobierno está atacando conquistas obreras, como es el caso de las jubilaciones que se ven rebajadas y otras, y abandonando a su suerte a los campesinos pobres, sin obras de riego, con impuestos a los pequeños comerciantes, y sin resolver la escasez y aumento de alimentos y productos de primera necesidad.

La necesidad de una alternativa del pueblo trabajador

Ninguna de las corrientes políticas que se aprestan a una disputa electoral está planteando soluciones de fondo al servicio de las mayorías trabajadores urbanas y rurales, que más de un 70% viven de economía informal, pequeños campesinos, vendedores ambulantes o trabajos temporales sin derechos laborales.

Si se elimina el subsidio a la gasolina, que el Estado cada vez tiene menos para pagar, se triplicaría el precio interno y se dispararía la inflación. Esto hasta ahora no lo ha hecho el gobierno de Arce y trata de llegar hasta las elecciones sin hacerlo, porque causaría un estallido popular.

Por eso hacen falta soluciones de fondo a favor del pueblo trabajador, que ninguno de los bandos del MAS (de Arce o Evo Morales), ni menos la derecha opositora jamás llevarán a cabo, ni tampoco obviamente ningún golpista militar. Todos ellos al servicio de multinacionales y oligarcas.

Para eso se fundó el Partido de los Trabajadores en el 2013, impulsado por sectores de base mineros y de otros sindicatos, para romper con la traición del MAS y cumplir la Agenda de octubre expropiando a multinacionales y oligarcas. Pero la dirección de la COB lo traicionó y pactó burocráticamente con el MAS. Por eso el PT no pudo legalizarse.

Hoy la Central Obrera Boliviana está totalmente burocratizada y controlada por el gobierno, se niegan sus dirigentes desde hace muchos años a hacer ningún Congreso. Y por eso, pese al descontento de sus bases, no se toma ninguna medida de lucha.

Pero desde Alternativa Revolucionaria del Pueblo Trabajador (ARPT), de la UIT-CI, fuimos parte fundadora del PT y junto a otros grupos. Y hoy, con compañeros y compañeras dirigentes regionales, entre ellos Gualberto Arenas, electo en el II Congreso fundacional del 2013 como representante nacional campesino y Humberto Balderrama, también electo como representante nacional estudiantil, mantuvimos el PT y hoy planteamos su reconstrucción, como una gran necesidad popular, siendo parte de la unidad con grupos de trabajadores urbanos y campesinos, y de estudiantes, que están buscando una alternativa política independiente de las fracciones del MAS y de los grupos de derecha.

Esta alternativa tiene también que luchar por recuperar la COB y los sindicatos de manos de burócratas corruptos, para una lucha por un cambio de fondo en el país, por un verdadero socialismo que significa en primer lugar cumplir la Agenda de Otubre y por un gobierno del pueblo trabajador de la ciudad y el campo.

Charla debate Situación Internacional con Miguel Sorans, dirigente de Izquierda Socialista y de la UIT-CI Unidad internacional de las y los trabajadores - Cuarta Internacional

Sábado 6 de julio 16hs
en Bouchard e Independencia, Moreno centro

Invita: Izquierda Socialista Moreno

Kenia: estallido social contra el ajuste fiscal para pagarle al FMI

Desde hace años, Kenia es ahorcada por el FMI. El parlamento aprobó el presupuesto fiscal con el que, el gobierno de William Ruto, busca aumentar impuestos a alimentos y combustibles para pagar los vencimientos de deuda externa al FMI. Kenia tiene más de 54 millones de habitantes, de los cuales, 31 millones viven en la pobreza y el 73% sufre graves dificultades financieras o no consigue llegar a fin de mes.

Ante los aumentos de impuestos y alimentos miles salieron a las calles a oponerse. La policía en su represión, asesina a 17 manifestantes, Ruto envía a 600 policías a Haití para comenzar la intervención militar. ¡Abajo el presupuesto de Ruto y el FMI! ¡Basta de reprimir! ¡Fuera la policía keniana de Haití!

Leé también esta nota sobre Kenia https://bit.ly/3RJno5G


Ecuador: movilización de protesta nacional contra paquetazo hambreador

Miles de personas están saliendo a las calles en Ecuador, y se convocó a una gran movilización nacional en más de 20 ciudades, por el Frente Unidos de Trabajadores, el Frente Popular, la Unión Nacional de Educadores y otras organizaciones, para rechazar las medidas del gobierno neoliberal de Noboa, de los aumentos del IVA, la imposición de impuestos a sectores populares, el alza de combustibles y el endeudamiento con el FMI que pretenden que pague el pueblo.

La organización revolucionaria F.R.L.P. convoca también a esta movilización y denuncia que las medidas del gobierno son para beneficiar a “politiqueros, empresarios y banqueros, farsantes, rateros y corruptos contumaces, a las transnacionales”.

Julian Assange recupera su libertad

El fundador de la agencia informativa WikiLeaks, Julian Assange, se declaró culpable de un delito de espionaje como parte de un acuerdo con el gobierno de Estados Unidos que le permitirá recuperar la libertad tras una batalla judicial de más de una década para evitar ser extraditado a ese país, permaneciendo preso en una cárcel británica. En Estados Unidos se hablaba de una condena de 175 años.
Assange, cuando dirigía WikiLeaks, reveló miles de secretos militares yanquis de los crímenes de guerra en Irak y Vietnam, cuando estaban invadidos por Estados Unidos. Por eso hubo una campaña mundial por su libertad y esto es en gran medida lo que lo logró. Desde la UIT-CI e Izquierda Socialista saludamos este triunfo contra el imperialismo genocida.

Leé más aquí: https://bit.ly/3XDWjV6

 

 

Nuestro semanario. En el que te acercamos el reflejo de las luchas del movimiento obrero, las mujeres y la juventud, además un análisis de los principales hechos de la realidad nacional e internacional.

Es una herramienta fundamental para fortalecer a Izquierda Socialista y al Frente de Izquierda.

La suscripción del periódico impreso nos permite también seguir editándolo, ya que nos financiamos con nuestros propios aportes y del de los suscriptos.

 

Suscribite a la versión Impresa

Más Leídos

A Luchar / Nuestro modelo de sindicalismo combativo y democrático es distinto

A Luchar / Nuestro modelo de sindic…

17 Jul 2024 El Socialista N° 586

¿Unidad del peronismo o unidad de la izquierda?

¿Unidad del peronismo o unidad de …

17 Jul 2024 El Socialista N° 586

Vení al Plenario de lanzamiento de A Luchar

Vení al Plenario de lanzamiento de…

17 Jul 2024 El Socialista N° 586

¡No a la tregua de la CGT!

¡No a la tregua de la CGT!

17 Jul 2024 El Socialista N° 586

Francia / De la derrota de Le Pen a la inédita crisis de gobierno

Francia / De la derrota de Le Pen a…

17 Jul 2024 El Socialista N° 586