Jul 21, 2024 Last Updated 5:23 PM, Jul 20, 2024

Escribe Claudio Funes

Al cierre de esta edición, el juez Rizzo de Cañuelas postergó el desalojo con el que se venía amenazando a los pobladores de la toma de tierras de Guernica. Un importante avance parcial, producto de la fuerza de la lucha, la movilización y la solidaridad que rodeó a la toma.

Pero se trata apenas de una postergación. Y no debemos confundirnos: tenemos que seguir organizados y movilizados en estos días. Para entender la magnitud de lo que estamos hablando: las tierras tomadas en Guernica, Presidente Perón, provincia de Buenos Aires, han constituido uno de los asentamientos más importantes del país, que reúne a más de 2.500 familias.

Más de quinientos efectivos de la policía bonaerense, la misma que acaba de protagonizar una protesta por reclamos salariales, están aprestados para participar del operativo, que ahora se postergó por apenas unos días. Para los integrantes de esta fuerza  la pobreza del otro es delito.

A cambio de resolver las dificultades que tienen el pueblo trabajador y los sectores populares para acceder a una vivienda, el gobierno peronista responde con la mano dura de Berni a la cabeza de un impresionante operativo represivo. Los gobiernos del Frente de Todos de Alberto Fernández y Axel Kicillof no ofrecen soluciones de fondo.

Según el registro del Ministerio de Seguridad, en Buenos Aires hay cinco intentos de tomas de tierras cada semana.

Si bien el fenómeno es histórico en la provincia gobernada por Kicillof, tomó una nueva dimensión en la cuarentena por un mayor incremento de la pobreza.

Las imágenes de la ocupación de tierras en Guernica son desgarradoras. Hombres, mujeres y niños viven en carpas y chozas construidas con desechos en medio de la nada.

¿Cómo se explica esto? Según la Secretaría de Vivienda de la Nación, el déficit habitacional del país alcanza a casi 4 millones de familias, casi un tercio de la población argentina. Esta cifra incluye tanto al déficit cuantitativo (nueva vivienda), como al cualitativo (viviendas que no cuentan con requisitos básicos, como falta de servicios, calidad de materiales, hacinamiento, etcétera). Desglosando esta cifra, se estima que se necesitan construir 1,5 millones de viviendas.

Los gobiernos patronales agravaron el problema habitacional

Surge de estos datos que los distintos gobiernos patronales, radicales, peronistas o de PRO, han dejado de lado la decisión de resolver este gravísimo déficit.

El proyecto de presupuesto del gobierno del Frente de  Todos para el año 2021 es un claro ejemplo de lo que manifestamos. Destina a vivienda 151.525 millones de pesos, mientras que a pagos de vencimiento  de deuda van 665 mil millones: ¡más de cuatro veces más!

Se calcula que desde 2000 en adelante se vienen construyendo 210.000 hogares por año, de los cuales 35.000 tienen graves problemas habitacionales. Estamos hablando de cientos de miles de personas que deben resolver su problema de vivienda.

A este fenómeno debemos agregar que muchos trabajadores, del interior o de países vecinos, llegan al AMBA en busca de trabajo, y si bien es posible que lo consigan, será en condiciones de precariedad, informalidad y con sueldos magros. Con salarios por debajo de la línea de pobreza es imposible acceder a una vivienda digna.

En el AMBA, que posee una superficie de 13.285 kilómetros cuadrados (menos del 0,5% de la superficie del territorio nacional), reside el 37% de la población total del país, más de quince millones de personas. Esta megalópolis, una de las más extensas del mundo, es la segunda región más pobre de la Argentina después del Noroeste, aunque genera el 48% del PBI nacional. No es una paradoja, es la expresión del capitalismo en un país semicolonial. Esta es la verdadera grieta.

Son estas condiciones materiales existentes, promovidas por los distintos gobiernos patronales de turno que, potenciadas por la pandemia, desembocaron en la desesperada  toma de tierras en Guernica.

Guernica pone al desnudo la profunda crisis económica y social, y la habitacional en particular, que padecen los trabajadores y los sectores populares empobrecidos que ya no pueden pagar un alquiler o que huyen del hacinamiento para no ser víctimas del coronavirus.

El gobierno del Frente de Todos no da soluciones

No hay internas en el gobierno peronista respecto de la política hacia la ocupación, por eso Sergio Berni y Sabrina Frederic, ministra de Seguridad nacional, coinciden en este punto con la oposición patronal y los grandes medios como La Nación, Clarín, Crónica e Infobae, que llevan adelante una furibunda campaña por el desalojo.

Pero detrás de la repudiable expulsión de albañiles, costureras, peones, changarines, trabajadores de la salud, de maestranza, personal de seguridad privada, obreras y obreros que trabajan en precarios establecimientos en negro hay poderosos intereses económicos. El principal instigador es el grupo inversor El Bellaco (la denominación no es coincidencia), que proyecta expandir el Club & Country San Cirano, un lujoso emprendimiento inmobiliario que se desarrolla en 365 hectáreas y que contempla la construcción de cinco barrios privados en tierras abandonadas por décadas y sobre las que nadie puede acreditar un título de dominio.

En todos sus niveles, el gobierno que levanta la bandera de los derechos humanos está por la defensa del negocio inmobiliario. Blanca Cantero, intendenta peronista de General Perón, y esposa de Carlos Acuña, el burócrata de la CGT, cierra filas y manifiesta con cinismo: “No hay nada que negociar porque hay una orden de desalojo” […] “Es un drama complejo y hay que decirlo con todas las letras: las tomas son ilegales, sea un lote del Estado o de un privado” […] "Hay que trabajar con la falta de vivienda pero, para eso, hay que darle tiempo al Estado". ¡Caradura, hace veintisiete años que el peronismo gobierna la provincia!

Alberto Fernández y Axel Kicillof son más de lo mismo. No ofrecen solución alguna a los reclamos del pueblo trabajador, solo amedrentan y meten miedo. Y Sergio Massa va en esa línea cuando propone quitarles el IFE y la AUH a los que tomen terrenos. El gobierno peronista no va a hacer otra cosa, solo tiene como prioridad el pago a los bonistas y al FMI.

Desde Izquierda Socialista repudiamos cualquier intento de desalojo y la represión a los ocupantes de los terrenos. Exigimos una solución inmediata al problema habitacional en un país donde más del 90% de su población se concentra en zonas urbanas. Es necesario implementar un plan de emergencia utilizando espacios que garanticen techo y cobijo a las miles de personas que están en situación de calle o habitan en casillas. Hay que confiscar viviendas y tierras ociosas de millonarios y entregar subsidios a los trabajadores y los sectores populares para que puedan construir. Y, como salida de fondo, proponemos un plan nacional de construcción de viviendas para terminar con el desamparo de millones de familias, financiado con el cobro de un impuesto a la riqueza de los grandes capitalistas, los bancos y las multinacionales y con el no pago de la deuda externa, tal como lo planteamos desde el FIT Unidad.

 

 

 

 

 

 

Este martes se llevó a cabo en el Obelisco una conferencia de prensa con representantes de las organizaciones que actúan en Guernica, el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, personalidades como Norman Briski y referentes de la izquierda, entre ellos nuestro compañero Juan Carlos Giordano. El doctor Soares, de la Gremial de Abogados que actúa en la defensa de los vecinos de Guernica, señaló: “Nosotros apelamos el desalojo porque en el expediente judicial no hay dueños de esas tierras, no hay titulares de dominio que ejerzan la propiedad de ese inmueble, estamos hablando de predios vacíos durante décadas. Los que se presentaron fueron dos o tres vecinos y, por supuesto, la principal empresa inmobiliaria del lugar, sin ninguna documentación que acredite no sólo la titularidad (que sería imposible), sino tampoco algún tipo de dominio sobre el inmueble, que podría tener animales, sembrados, depósitos, nada. Era un terreno vacío ocupado sin despojar a nadie, sin echar a nadie y sin ejercer ningún tipo de violencia sobre ese inmueble. Y con esa truchada de un tipo que dice “me lo dio la Iglesia para cuidarlo y como pasaron treinta años es mío”, otro que dice “el dueño de esto era mi patrón, yo me quedé y soy el dueño porque el patrón me dijo que cuando se vaya iba a ser el dueño”, pretenden el desalojo. El Bellaco S.A., la principal empresa, lo único que acompañó fue un plano por internet que hasta lo hace un nenito de cinco años. Con esos elementos armaron la causa entre las grandes inmobiliarias y la intendencia de la zona. Y cuando se dio la primera mesa de diálogo, la intendenta dijo: “La prioridad son los dieciocho countries que rodean a este predio”. No lo podíamos creer. Lo segundo que dijo fue: “Cuando llegué a la intendencia de Guernica eché a todos los fiscales porque respondían a la administración anterior y puse a los míos”. La usurpación se configura solo si yo despojo a alguien de un bien o me meto en un bien del cual una persona reclama que es suyo, no es este el caso.

 

Escribe Gastón Godoy

La empresa Glovo, una multinacional catalana dedicada al delivery, dejará de operar en la Argentina. Los trabajadores de la app se enteraron por un mensaje que les envió la empresa algunas horas antes de que la noticia estuviera en los medios, lo que generó mucha bronca e indignación. Glovo le vendió sus operaciones de América latina a otra multinacional, la alemana Delivery Hero, dueña de Pedidos Ya, por un monto que alcanza los 272 millones de dólares. 

La empresa, con ganancias multimillonarias, se va del país y deja a más de tres mil repartidores y setenta administrativos sin trabajo. La “solución” que brinda Glovo a sus repartidores es que tendrán “preferencia” a la hora de anotarse para pasar a Pedidos Ya. Una burla total.

Glovo aumentó tres veces el costo del servicio durante la cuarentena, pero eso no se trasladó al monto que perciben los repartidores. Inclusive, con el incremento de la cantidad de pedidos llegaron a cobrar menos. 

Y ahora vende sus operaciones de Latinoamérica (Argentina, Perú, Ecuador, Panamá, Guatemala, Costa Rica y República Dominicana) porque en estos países no es líder del mercado, aunque sus ganancias fueran monstruosas producto de la miseria que pagan a sus trabajadores. La Argentina se ubica en el top 5 de países de Glovo a nivel mundial, y Buenos Aires era la sede de operaciones para esta región.

Para El Socialista, entrevistamos a Fernando, trabajador de Glovo y Pedidos Ya.

–¿Cuál es tu situación actual siendo trabajador de Glovo? ¿Qué les dijo la empresa?

Nos dice que Glovo Latinoamérica fue vendida a Pedidos Ya. El comunicado no es claro, porque dice que “en las próximas semanas” dejarán de operar, pero no da precisión. En los medios dicen que Glovo se va en octubre. La empresa dice que, si querés, podés inscribirte y pasar a trabajar a Pedidos Ya, pero no hay ningún resarcimiento. En teoría, tendríamos prioridad para ingresar a Pedidos Ya (quienes ya no son parte), pero el único “beneficio” es un ítem del formulario que pregunta si estabas en Glovo. Al final del mensaje confirman que no hay ningún vínculo laboral.

–¿Cómo eran las condiciones laborales?

Malas. Tenías que comprar tu mochila, te obligan a hacerlo. La empresa te da un cargador externo y un portacelular, que me duró dos semanas. Si querés campera, casco y demás accesorios tenés que comprarlos, accesorios que valen casi 2.000 pesos. Aun así, Glovo pagaba más que las otras aplicaciones, sobre todo porque abonaba el tiempo de espera (algo que Pedidos Ya y Rappi no pagan). El valor del viaje, además de la espera, depende de la distancia, se rigen por multiplicadores. Si te roban la bicicleta, como me pasó a mí, ninguna empresa te reconoce nada, ni siquiera una pinchadura de rueda.  

–Por lo que decís, no tienen seguridad de mantener el trabajo y las condiciones son peores.

Primero, porque no hay garantías de que te vayan a contratar de inmediato. Otra cuestión es que las comisiones de Pedidos Ya son bastante inferiores, los turnos son más restrictivos y hay zonas de logueo específicas, a veces te obligan a ir a trabajar a lugares muy lejanos de donde vivís. A mí me pasó tener que ir de San Telmo, donde vivo, hasta Núñez. Eso implica un viaje largo, tiempo extenso y el cansancio grande, que obviamente no se contempla. En Pedidos Ya, calculo que voy a ganar el 30% menos de lo que ganaba en Glovo, al menos por un par de meses, hasta que pueda estar “bien considerado” nuevamente por los algoritmos de la aplicación. Pero mis gastos no bajan 30 por ciento.

Además, para trabajar utilizás paquetes de datos del celular, que no van a bajar de precio, y que la empresa no se hace cargo. O sea que nuestros costos van a ser más difíciles de afrontar.

 –¿Cómo se están organizando?

En las redes sociales se dice que va a haber un nuevo paro internacional, pero todavía está trabado. Los compañeros están preocupados porque quieren saber cuánto va a tardar en hacerse ese supuesto traspaso, esa es la mayor incertidumbre. Y aunque sean incorporados, no saben si van a cobrar lo mismo. 

Si no fuera una actividad lucrativa no se vendería por 272 millones de dólares, y eso que aquí la empresa no es líder. Nos estamos organizando para seguir luchando y reclamando por nuestros derechos.

 

Comunicado unitario de convocatoria nacional (fragmentos)

“En Argentina, la Huelga Mundial por el Clima se desplegará con acciones presenciales en diferentes puntos del país. En el caso de Buenos Aires, con una marcha desde el Congreso (a las 15) a Plaza de Mayo (a las 17). Esta reunirá el activismo de lxs convocantes de la acción del 25A, que protestamos en contra del acuerdo porcino, del agronegocio y de la quema de humedales, más nuevas agrupaciones y ciudadanxs autonconvocadxs que se fueron sumando a este colectivo nacional luego de la pasada acción.

En un innegable contexto de crisis climática y ecológica, la causa ambiental es prioridad entre las diversas luchas que libra la humanidad para su propia supervivencia y la de millones de seres con los que cohabita.

El extractivismo, entendido como el saqueo de los bienes comunes naturales, práctica predatoria imperante del capitalismo, mata. El reclamo de cientos de miles de personas informadas en toda la Argentina es ante este accionar ecocida impulsado por megacorporaciones, en general de capital extranjero, en convivencia y conveniencia con el actual gobierno y los anteriores.

Organizaciones, agrupaciones, campesinxs, pueblos originarios, partidos de izquierda y ciudadanxs autoconvocadxs decimos no al extractivismo, encarnado en el agronegocio, y el Plan 2020-2030 del Consejo Agroindustrial Argentino, en el Acuerdo Porcino con China, en la quema de humedales, en los desmontes, en la megaminería, en el fracking y Vaca Muerta, en las represas que dañan y alteran nuestros ríos y en diversas actividades criminales que no se han tomado licencia en esta cuarentena y devastan nuestro presente y futuro, violando los derechos humanos, animales y de la naturaleza entera.

La crisis climática global afecta más crudamente a quienes menos tienen. Es por eso que rechazamos la orden de desalojo en Guernica y nos solidarizamos con las familias que pelean por tierra para vivir en todas las regiones del país donde haya tomas en el marco de la crisis social. La vivienda es un derecho, no un delito. Demandamos que los fondos se destinen a viviendas y no a represión. No puede haber habitantes sin agua limpia, alimento sano, techo y abrigo ni oportunidades iguales para todos. Además, exigimos que el acceso a las tierras para el campesinado se efectivice de manera inmediata y la producción agroecológica sea la base de todo proyecto que signifique producir alimentos.

El pago de la deuda externa ilegítima sigue asfixiando nuestro presente, y por tal, inaceptable. Mecanismo de sometimiento de las grandes potencias para con regiones en vías de desarrollo. La deuda es con el pueblo, con su salud, educación y con el ambiente.

Exigimos participación ciudadana, donde las organizaciones de la sociedad civil que abogan por el cuidado del ambiente y de la vida misma, lxs trabajadorxs y lxs sectores populares, sean el eje en la toma de decisiones”.

En CABA marchamos a las 15 de Congreso a Plaza de Mayo

Escribe Noelia Agüero, legisladora electa de Córdoba

Las y los vecinos de Casa Bamba, La Calera, llevan más de veinte días de acampe en el ingreso al paraje sobre la ruta E 55 y están dispuestos a sostenerlo hasta lograr una solución definitiva.

Allí, la minera Camarassa colocó, hace casi dos años, un portón que bloquea el único acceso al lugar. A través de una guardia permanente, con métodos intimidatorios, se impide a los habitantes desplazarse libremente por el camino público. 

Se siguen vulnerando los derechos de la población para beneficiar los intereses y negociados de la empresa minera Camarassa. Sin lugar a dudas, la prioridad para los gobiernos no son los derechos de los habitantes sino los negocios de los ricos empresarios.

Las familias de Casa Bamba reclaman la libertad de paso por el camino público tanto como el cese de la explotación minera desde hace tiempo. Tras innumerables denuncias, pedidos, presentaciones y reclamos ante la Municipalidad de La Calera, el gobierno de la provincia de Córdoba y la Justicia, las soluciones no llegan.

Hace pocos días, el municipio local colocó el puente pasarela, parte de los reclamos de los vecinos de Bamba. Pero, de ninguna manera se puede admitir la reducción de la problemática de esta comunidad a la colocación del puente, como quiere plantearlo Rodrigo Rufeil, intendente de La Calera, mientras el camino sigue sin ser liberado.

Las y los vecinos, la asamblea que han conformado para defender Bamba y la asamblea por la reserva no darán un solo paso atrás y sostendrán el acampe y las acciones públicas de reclamo hasta lograr que se respete el derecho al libre tránsito a través del camino público, vía la eliminación del portón y su custodia, como también el cese de la actividad minera y la protección de la reserva.

Desde Izquierda Socialista seguimos apoyando estos reclamos y denunciamos, junto con las y los vecinos, la responsabilidad de los gobiernos de Rufeil y Schiaretti. ¡Casa Bamba sin portón y sin cantera! ¡Fuera Camarassa!

Nuestro semanario. En el que te acercamos el reflejo de las luchas del movimiento obrero, las mujeres y la juventud, además un análisis de los principales hechos de la realidad nacional e internacional.

Es una herramienta fundamental para fortalecer a Izquierda Socialista y al Frente de Izquierda.

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