May 10, 2024 Last Updated 10:23 PM, May 9, 2024

Editorial

La palabra crisis es la más citada en diarios, portales y canales. También es la que más surge en los lugares de trabajo o en cada mesa familiar. Crisis económica, crisis política, crisis social. Se vuelven a recordar viejos nombres que parecían olvidados, como default, riesgo país, cepo… O se inventan nuevos, como “reperfilar”, para graficar la vieja receta para países como el nuestro que se endeudan, pagan hasta desangrarnos y después cuando llega un cuello de botella dicen que hay que renegociar… ¡para seguir pagando! Todo mezclado con nuevas postales, como las largas colas en los bancos ante el miedo a que se repita el corralito, las que se suman a las desoladoras imágenes de empresas cerradas, comedores populares abarrotados o la de los docentes y estatales de Chubut que, en el medio de tanta desolación, con su enorme dignidad paran, ocupan edificios y cortan rutas porque no cobran sus salarios.

A todo esto que los medios describen pero no le ponen nombre, para los socialistas son las terribles consecuencias del ajuste capitalista que aplican Macri y el FMI con la complicidad de los gobernadores.

Macri salió ampliamente derrotado de las PASO, pero sigue el ajuste, el hambre y la pobreza. Mientras desde el gobierno le dicen al pueblo trabajador “está todo controlado, hay que tener paciencia y esperar”, la descarga de la crisis es brutal. A tal punto que anunciaron un salario mínimo de 16.500 pesos a cobrar recién en tres meses, que representa la mitad de la canasta de pobreza. Lo mismo pasa con la mínima para los jubilados de 11.500 pesos que ni llega a cubrir la canasta de indigencia. ¿No hay plata para un aumento digno? Claro que hay. Pero esa plata que generan millones con su trabajo cotidiano se la siguen llevando los bancos, los usureros internacionales y los grandes empresarios.

Este gobierno nos endeudó en más de 150.000 millones de dólares diciendo que nos íbamos a salvar. Pero ya se han patinado gran parte de ello (por ejemplo los 46.000 millones del FMI) y sigue la recesión, se duplicó la inflación, la desocupación y la pobreza. Precisamente porque esa plata se está yendo para cubrir el hueco de la fuga de capitales y pagar vencimientos de una deuda que en una bola de nieve imparable y sin fin. Lo mismo pasa con las reservas del Banco Central, las que se están usando para “controlar el dólar” -es decir para los especuladores, bancos y multinacionales que de la mano de Donald Trump y el FMI trafican con el billete verde-, no para un plan de viviendas que reactive la economía, o para aumentar salarios, jubilaciones o invertir en escuelas y hospitales públicos como decimos desde la izquierda.

Alberto Fernández, por su parte, viajó una semana a España. Y Cristina volvió de su viaje a Cuba tras visitar a su hija. Es tal el desastre nacional que al Frente de Todos le basta poner el “piloto automático” para ni siquiera opinar sobre las medidas del gobierno porque ya cuenta con un seguro triunfo electoral en octubre. Pero lo que corresponde debatir con los votantes de los Fernández es a quién le sirve esa conducta adoptada por su candidato en quien depositan importantes expectativas, precisamente ante un inusitado ataque al nivel de vida contra el movimiento obrero y popular.

Compartimos el deseo de terminar cuanto antes con el ajuste de Macri y sabemos que millones tienen esperanzas en el Frente de Todos. Pero señalamos que fue el propio Fernández quien aconsejó un dólar a sesenta pesos (avalando la devaluación) y reclamó que el gobierno abra una renegociación de la deuda. Lejos está Alberto Fernández de mostrar su programa de gobierno para “terminar con la catástrofe de Macri”, como está diciendo. No habla de aumento de salario ni de jubilaciones, tampoco dice que hay que prohibir los despidos, convalidó los tarifazos de las privatizadas, y jura y perjura que va a seguir bajo las órdenes del FMI pagando una deuda que a todas luces se demostró ilegítima y fraudulenta. A tal punto que el propio Fernández denunció que la plata del FMI fue para financiar la fuga de capitales y a renglón seguido dijo que igual la iba a pagar. Como lo hizo el gobierno anterior, Alberto Fernández sigue los pasos del kirchnerismo, reafirmándose como pagador serial hasta de una deuda que viene de la dictadura. Y por supuesto, no dice que hay que nacionalizar la banca para frenar la fuga de 30.000 millones por año. Si a esto le agregamos el rol cómplice de los dirigentes sindicales que le responden, como Daer o Hugo Moyano, quienes se niegan a fijar una medida nacional de protesta ante todo lo que está sucediendo, el silencio de Fernández es más complicidad que otra cosa.

Si Macri ya fue, y con Alberto Fernández va a seguir el FMI, el Frente de Izquierda Unidad le vuelve a decir a millones de trabajadores, mujeres y a la juventud que la salida viene por izquierda.

Primero, porque junto al sindicalismo combativo ya nos movilizamos dos veces después de las PASO llamando a no “tener paciencia” ante el ajuste como reclama el gobierno, el peronismo, la burocracia sindical y la Iglesia Católica. Es la izquierda la que llama a apoyar a las valientes trabajadoras y trabajadores de Chubut en lucha contra el gobernador Arcioni que responde a Fernández, exigiendo a la CGT y CTA el paro de 36 horas y plan de lucha nacional.

Segundo, desde el Frente de Izquierda Unidad volvemos a insistir en que no hay salida si se sigue bajo los condicionamientos económicos y políticos del FMI y del imperialismo. Renegociar, reperfilar o reprogramar el acuerdo con el Fondo Monetario y seguir con los pagos de la deuda significará más hambre, miseria y entrega. La salida es la que propuso nuestra diputada Mónica Schlotthauer con su proyecto de ley en el Congreso, desconocer el acuerdo con el FMI y suspender en forma inmediata los pagos para volcar esos fondos a combatir los males sociales. Medida que, junto a la nacionalización de la banca y el comercio exterior, un fuerte impuesto a los de arriba y la reestatización de las privatizadas, son indispensables para planificar un plan económico alternativo, obrero y popular, que dé trabajo, salario y reactive la economía.

Para todo esto hay que luchar y votar al Frente de Izquierda Unidad. El FIT Unidad se prepara con la fórmula Del Caño-Del Plá a la pelea electoral que se avecina. Votar al Frente de Izquierda Unidad va a servir para fortalecer una alternativa política de los trabajadores y de la unidad de la izquierda que pelee por esta salida de fondo, por un gobierno de los trabajadores y la izquierda.

Mientras la carestía se come nuestros salarios y jubilaciones, el único “programa del gobierno de Macri es continuar con el ajuste y el sometimiento al FMI. Alberto Fernández, Cristina y el conjunto del peronismo llaman a la “gobernabilidad” y tampoco plantean ninguna salida ante la crisis. La burocracia sindical, en todas sus alas, sigue en el inmovilismo. El Frente de Izquierda propone un auténtico programa de emergencia, y, junto al sindicalismo combativo, le exige a la CGT y las CTAs que llamen a un paro de 36 horas y un plan de lucha para imponerlo.

Escribe Guido Poletti

Aumento salarial de emergencia
Que nadie gane menos que el valor de la canasta familiar, calculada por los trabajadores de ATE-Indec en 48.000 pesos. Actualización mensual automática de los salarios de acuerdo al incremento del costo de vida. Reapertura inmediata de todas las paritarias. Eliminación del impuesto al salario.

Aumento de jubilaciones
Que la jubilación mínima quede fijada en el valor de la canasta que calcula la Defensoría de la Tercera Edad. La última medición (abril de 2019) dio 30.524 pesos, por lo que actualizada por la inflación llega a 33.973. Implantación inmediata del 82% móvil del salario en actividad, actualizado mensualmente.

Prohibición de despidos y suspensiones
Tal como ya fue presentado el proyecto de ley por parte de la bancada del Frente de Izquierda, esta prohibición, que incluye el cierre de empresas, implica que si la disposición es violada la firma sea expropiada y entregada para su puesta en funcionamiento a sus propios trabajadores.

Precios máximos a los productos de la canasta familiar
Eliminación real del IVA a todos los productos de la canasta familiar. Precios máximos a esas mercaderías y estricto control de precios, con aplicación de la ley de abastecimiento, que permite multar, clausurar e incluso expropiar al que viole la disposición.

Ruptura con el FMI
Ninguna política económica puede llevarse adelante si nuestro país queda sometido a los dictados del Fondo. Esto nos transforma virtualmente en una colonia. Los planteos de que es posible una “renegociación” del acuerdo que permitiría al país desarrollar una política “progresista” o de “redistribución de la riqueza” no se sostienen en la realidad. Lo único que avalaría el FMI es cambiar el actual acuerdo stand by por uno “de facilidades extendidas”, donde a cambio de una ampliación de los plazos para devolver la deuda con el Fondo se nos exigirá un mayor ajuste al actual, incluyendo las reformas laboral y previsional. Por eso la única opción para que sea viable cualquier programa de emergencia que apunte a resolver las necesidades populares requiere como prerrequisito romper el pacto con el FMI.

Suspensión inmediata de los pagos de deuda externa
La deuda externa argentina es absolutamente impagable. Ya debemos más que un PBI y la deuda total (incluyendo provincias y Banco Central) supera largamente los 400.000 millones de dólares. Se trata de una deuda inmoral, ilegal e impagable, cuyo origen está en la época de la dictadura militar y que luego fue refrendada y agrandada por todos los gobiernos posteriores sin excepción. En el próximo período de gobierno vencen 150.000 millones de dólares, lo que hace absolutamente imposible pagarla y, a la vez, no llevar adelante un feroz ajuste. Se impone dejar de pagarla de inmediato y volcar todos esos recursos a resolver las más urgentes necesidades de salario, trabajo, educación, vivienda y salud.

Nacionalización de la banca y el comercio exterior
Para terminar con la especulación y la fuga de capitales. Para proteger realmente los ahorros del pueblo trabajador. Con el objetivo de dar créditos para el consumo popular e hipotecarios realmente accesibles. Para dar de baja la actualización de los créditos UVA y congelar las cuotas.
Para que el comercio exterior deje de estar en manos de un puñado de grupos monopólicos extranjeros, que ni siquiera tienen la obligación de reingresar al país los dólares que obtienen. Para discutir racionalmente nuestras reales necesidades de importaciones y que cantidad de bienes exportamos en contraposición a lo que se necesita para el mercado interno (los casos de la leche, la carne o el trigo).

Retrotraer los tarifazos y reestatización de las privatizadas
Hay que dar marcha atrás inmediatamente con los astronómicos tarifazos y su dolarización. Pero a la vez que terminar con el negociado de los subsidios. Tenemos que poner fin a una estafa que ya lleva un cuarto de siglo, con empresas que brindan servicios pésimos y maltratan a sus clientes. Por eso planteamos la inmediata reestatización de las empresas y su puesta en funcionamiento bajo gestión de sus trabajadores y usuarios

Escribe Juan Carlos Giordano, Diputado nacional electo Izquierda Socialista/FIT

“Tenemos que hacer un enorme acuerdo donde participen empresarios, sindicatos y gobierno. Ya lo tengo hablado”. Lo dijo Alberto Fernández en el Seminario Democracia y Desarrollo impulsado por el Grupo Clarín.

Alberto vende ese pacto “para combatir la inflación”, pero ya sabemos en qué termina. En pedirle a los trabajadores una “tregua” para que no luchen y “no apurar” a un próximo gobierno ante el desastre de la famosa herencia recibida. Mientras tanto, el robo salarial y jubilatorio ya se produjo y los grandes empresarios siguen remarcando los precios e impulsando paritarias a la baja.

Gran parte de los empresarios presentes en dicho seminario (patronales de la energía, supermercados, bancos) ya se vienen reuniendo reservadamente con funcionarios del equipo económico de Alberto y ven bien esta propuesta. Por algo será.

También ya hubo una reunión entre Fernández y el CEO de Mercado Libre, Marcos Galperin, quien ya le dijo al candidato: “Para que empresas como la mía funcionen tiene que haber una lógica laboral en nuestro mercado”. Es decir, precarización y más explotación laboral.
“Alberto se habría comprometido a cumplir con ese pedido”, dice la fuente (Clarín, 25/08). Esto es significativo, porque tanto el camionero Hugo Moyano como Palazzo de la Bancaria buscan afiliar a trabajadores de esa compañía a sus sindicatos. “Ninguno criticó a Alberto por esa reunión”, se señaló.

Está claro, sea con ley o no, la flexibilización será un hecho con Alberto Fernández. Seguramente habrá luchas contra ello. Para fortalecer esa pelea es que pedimos el voto al FIT Unidad.

El candidato del peronismo sigue en campaña diciendo que hay que “reconstruir el desastre” que nos deja Macri. Pero a renglón seguido volvió a reconocer el acuerdo con el FMI, sus asesores se volvieron a reunir con el Fondo Monetario y dijo que va a pagar toda la deuda contraída por Macri, sin ninguna quita. Somos categóricos: de esa forma no habrá solución para las urgentes necesidades del pueblo trabajador.

Escribe Juan Carlos Giordano, Diputado nacional electo Izquierda Socialista/FIT

Millones votaron contra Macri con alguna esperanza de que algo va a cambiar. El voto castigo lo canalizó el Frente de Todos, con Alberto Fernández a la cabeza. Pero la actitud del candidato de Cristina en estos días, sumada a la de los gobernadores y los dirigentes de la CGT que lo apoyan, distan mucho de las expectativas que tienen millones.

Ya escuchamos al propio Fernández decir que el dólar debía estar a 60 pesos, avalando con ello la devaluación que llevó a otro robo salarial y jubilatorio. O Daer de la CGT diciendo que no hay que hablar de paro a pesar del nuevo mazazo al bolsillo popular. Y los gobernadores que apoyan a Fernández fueron a la justicia porque están en contra de que se congele por unos meses el aumento de los combustibles, de la rebaja al impuesto al salario y que se reduzca parcialmente el IVA de algunos alimentos. Cuestionan hasta estos paliativos a los que estuvo obligado a aplicar Macri, poniéndose del lado de las petroleras y los monopolios formadores de precios.

Ni siquiera una quita

“Nadie puede plantear una quita porque es una deuda tomada hace dos años por un gobierno democrático”, señaló Alberto Fernández en el simposio convocado por Clarín (ver columna). Y volvió a ratificar que en su gobierno “no hay ninguna posibilidad de default”. Estas definiciones implican darle el aval al pacto firmado por Macri con el FMI a espaldas del pueblo trabajador en perjuicio de millones.

El propio Fernández reconoció que la plata que ya entró del FMI como parte de los 57.100 millones de dólares acordados, fue a financiar la fuga de capitales. Argentina va a tener que pagar en 2022 y 2023 la friolera de 46.000 millones de dólares por ese concepto. Nos preguntamos: ¿por qué se tiene que pagar una supuesta “deuda” si esa plata no fue para salario, trabajo o a reactivar la economía? ¿Cómo se va a obligar al pueblo argentino a seguir haciendo enormes sacrificios para seguir engordando los bolsillos de los usureros de la deuda?

No es cierto que hay que aceptar lo que hace un “gobierno democrático” si eso va en perjuicio de millones. El Argentinazo de 2001 se sublevó contra el ajuste de un gobierno corrupto y ajustador como el de de la Rúa y desconoció los pagos de la deuda. También se anularon las leyes de Obediencia Debida y Punto final que beneficiaron a los genocidas. Estados Unidos, el padre del imperialismo, dejó de pagar sus deudas externas argumentando que no habían sido contraídas en beneficio de su pueblo. Inglaterra, después de la Segunda Guerra Mundial, no le pagó una deuda legítima a Argentina por la venta de carne. Si ellos desconocen hasta las deudas legítimas, ¿por qué nosotros no podemos desconocer las deudas ilegítimas? Claro que se puede.

Si sigue el FMI se viene un nuevo ajuste

Fernández miente cuando dice que se va a pagar la deuda externa y a la vez va a combatir los males sociales. No hay posibilidad de que haya un verdadero aumento de salarios y jubilaciones al valor de la canasta familiar o un plan de viviendas populares para reactivar la economía si siguen los dictados del Fondo Monetario y Argentina se sigue desangrando para pagar una deuda ilegítima y fraudulenta.
El Frente de Todos pasó de proponer una “renegociación” con el FMI a la ahora denominada “reperfilación” de la deuda (pagar todo, sin ninguna quita).

Pedir el voto para “terminar con la tierra arrasada” de Macri, como pregona Fernández, y reconocer el acuerdo con el FMI y pagar una deuda que el pueblo no vio, es parte del doble discurso al que nos tuvo acostumbrado el kirchnerismo durante sus doce años de gobierno.
Muchos trabajadores podrán seguir creyendo que hay que votar por el Frente de Todos para sacarse de encima a Macri. Pero les decimos que hay que sacarse de encima a Macri y también al FMI.

El kirchnerismo se la pasó haciendo actos contra el FMI en fechas patrias, y ahora se propone nuevamente como pagador serial de una deuda que el pueblo no contrajo. Desde la izquierda, en cambio, proponemos luchar y votar contra el FMI y para que la plata vaya a salario y a trabajo, no para la deuda. Para eso pedimos el voto al Frente de Izquierda Unidad.


Deuda de la dictadura

“En 2003 discutíamos una deuda que empezó en la dictadura, no tiene nada que ver con la actual”. Así justificó Alberto Fernández la renegociación con quita de Néstor Kirchner en 2005 sobre la deuda. Con esa frase develó que el kirchnerismo, lejos de ser “nacional y popular”, pagó deuda que venía de la dictadura, es decir, bajo un genocidio donde fueron asesinados nuestros queridos 30.000 compañeras y compañeros detenidos-desaparecidos.

Cuando el peronismo se vanagloria diciendo que hasta pagan deudas contraídas por gobiernos anteriores, incluyen a la contraída con sangre y fuego por Videla y Martínez de Hoz.


Alberto y los pobres K

“Lo único que produjo Macri son 5 millones de pobres”, señaló Alberto Fernández la semana pasada. Repudiamos la nueva pobreza de Macri y tenemos un programa de fondo para combatirla. Pero el Alberto en modo campaña se volvió a deschavar. Al reconocer esa cifra dejó al descubierto que de los 14 millones de pobres actuales, descontando los 5 millones que provocó Macri, 9 millones venían del gobierno anterior. Está claro. La pobreza creció bajo todos los gobiernos capitalistas, incluido el kirchnerismo.


La flexibilización del Frente de Todos

El candidato presidencial de Cristina Kirchner se la pasa diciendo que no impulsará ninguna ley de reforma laboral como exige el FMI. ¿Alberto está en contra de la flexibilización? No.

Una cosa es que Fernández diga hoy que no hace falta “una ley” de reforma laboral por temor a una nueva rebelión como la que se dio contra el robo jubilatorio a fines de 2017. Y otra muy distinta es que no avale ninguna flexibilización.
Sobre la que ya se aplica en Vaca Muerta ocasionando varias muertes obreras por el cambio de convenio a la baja Alberto dijo: “En este caso los trabajadores lo aceptaron, por qué voy a decir lo contrario”. ¡Pero quién la aceptó fue el repudiable burócrata Guillermo Pereyra, no los trabajadores!

También hay otros convenios flexibilizadores firmados en varios gremios. ¿Alberto levantó la voz contra alguno de ellos? Nunca. Es más, su economista Guillermo Nielsen se la pasa hablando contra los viejos convenios que hay que cambiar, al mejor estilo Macri. Y ya el mismo Daer de la CGT había firmado una solicitada en apoyo a una reforma laboral, el mismo que apoya a Alberto.
No te dejes engañar. Para enfrentar a la reforma laboral que se viene hay que votar al FIT-Unidad que lleva en sus listas al sindicalismo combativo que la combate todos los días en los lugares de trabajo.

Escribe Mónica Schlotthauer, diputada nacional de Izquierda Socialista/FIT y miembro del cuerpo de delegados del Sarmiento

La Cámara Federal porteña decidió dejar sin efecto la resolución del juez Martínez De Giorgi en la que procesaba al ex ministro de Planificación Julio De Vido, Roberto Baratta, Ricardo Jaime, Juan Pablo Schiavi y José López, entre otros, por “negociaciones incompatibles, incumplimiento de deberes de funcionario público y dádivas” en relación a las obras de soterramiento del ferrocarril Sarmiento.

La “justicia” patronal, avizorando el futuro cambio de gobierno luego de la aplastante derrota de Macri en las PASO, recalcula y se da vuelta como un panqueque. Una costumbre que se extiende a todos los ámbitos.

La nulidad alcanza a la falta de mérito que se había dictado para el primo del presidente, Ángelo Calcaterra y Corcho Rodríguez, entre otros empresarios, “por no haberse corroborado el circuito de coimas”. De rebote, ahora Calcaterra queda “enganchado”, no porque se quiera realmente condenar a los culpables, sino como efecto contrario a la absolución de los funcionarios K.

A raíz del escándalo desatado en Brasil, conocido como Lava Jato, se supo que los dueños de Odebrecht admitieron haber pagado coimas por 35 millones de dólares a funcionarios argentinos por las obras del Soterramiento entre 2007 y 2014. Obra donde hubo direccionamiento de la licitación a favor del consorcio. A pesar de lo evidente, Macri, que condenaba de palabra la corrupción kirchnerista, le dio continuidad a la obra, hasta que el ajuste pactado con el FMI le impidió continuarla para seguir beneficiando a los otros integrantes Iecsa (Calcaterra ), Ghella (Franco Macri).

El cuerpo de delegados del ferrocarril Sarmiento viene denunciando, desde 2006, este gran monumento a la corrupción que es el soterramiento. Manifestando que los corruptos, tanto peronistas kirchneristas como macristas deben ir a la cárcel. Los ferroviarios tenemos claro qué obras de infraestructura son necesarias para mejorar el servicio, hacerlo más seguro, eficiente y con tarifas populares. Por ello decimos que es necesaria la reestatización de todo el sistema ferroviario, carga y pasajeros, bajo gestión de sus trabajadores y usuarios.

El sindicalismo combativo y la izquierda, somos los únicos que levantamos esta propuesta de fondo a favor del pueblo trabajador, que es el que utiliza el sistema ferroviario diariamente. También somos los únicos que exigimos cárcel a De Vido, Calcaterra y demás corruptos, sean políticos o empresarios; porque la coima necesita de los dos. Por todo esto, estimado lector, le proponemos que en octubre vote por el Frente de Izquierda-Unidad.

Nuestro semanario. En el que te acercamos el reflejo de las luchas del movimiento obrero, las mujeres y la juventud, además un análisis de los principales hechos de la realidad nacional e internacional.

Es una herramienta fundamental para fortalecer a Izquierda Socialista y al Frente de Izquierda.

La suscripción del periódico impreso nos permite también seguir editándolo, ya que nos financiamos con nuestros propios aportes y del de los suscriptos.

 

Suscribite a la versión Impresa

Más Leídos

Milei y la mentira de “la casta”

Milei y la mentira de “la casta…

24 Abr 2024 El Socialista N° 581

Plan de lucha hasta conseguir el presupuesto / La Marcha Educativa marcó el camino

Plan de lucha hasta conseguir el pr…

24 Abr 2024 El Socialista N° 581

Los orígenes del Primero de Mayo

Los orígenes del Primero de Mayo

24 Abr 2024 El Socialista N° 581

El 1° de Mayo, para reclamar la continuidad del plan de lucha / Todos al acto de la CGT

El 1° de Mayo, para reclamar la co…

24 Abr 2024 El Socialista N° 581