Jul 19, 2024 Last Updated 10:06 PM, Jul 19, 2024

Pacto social

Escribe José Castillo, candidato a Diputado Nacional por la Ciudad de Buenos Aires


Quién gana y quién pierde

Es el caballito de batalla de Alberto Fernández. Mientras se avanza con el “reperfilamiento” de la deuda, trabajadores y empresarios deberán firmar un “pacto social” donde, teóricamente, se congelarían precios y salarios por un período de tiempo no determinado (se habla de seis meses como mínimo).

De movida este planteo encierra una primera trampa para la clase trabajadora: nadie le va a devolver lo que perdieron en estos cuatro años (que se calcula en un 25% como mínimo para los trabajadores en blanco bajo convenio y mucho más para los tercerizados y en negro).

Pero el pacto social encierra nuevas trampas. Las patronales ya empiezan a cubrirse, con aumentos de precios anticipados. Lo mismo sucederá cuando se levante, a mediados de noviembre, el congelamiento parcial a los combustibles. Y todavía está pendiente la posibilidad de otro “zarpazo” al dólar, como el que sucedió en agosto tras las PASO. En concreto, se trata de un “pacto social” que, como todos los anteriores en la historia, tiene las cartas marcadas: va a significar congelamiento de salarios para los trabajadores, con burócratas que se comprometerán a no salir a pelear por nada durante su vigencia, y patronales que antes, durante y después de su firma, seguirán aumentando precios por derecha o por izquierda, reventando aún más los salarios y las jubilaciones.


La UIA plantea la reforma laboral

La Unión Industrial Argentina aparece como la pata patronal fundamental del pacto social que propone Alberto Fernández. Sus máximos dirigentes estuvieron en la “foto” con que se lanzó formalmente la propuesta en Tucumán. A partir de entonces, viene insistiendo en lo que es su principal caballito de batalla: que hay que “reducir los costos del trabajo” por medio de una reforma laboral. Su principal vocero en este sentido es Daniel Funes de Rioja, el eterno abogado de las patronales, uno de los más recalcitrantes abogados laboralistas al servicio de las patronales, hoy representante en la UIA de la Copal.

La reforma laboral que plantea la UIA, y que pondrá arriba de la mesa en el futuro pacto social, consiste en liquidar décadas de conquistas de la clase trabajadora. En que el trabajo en la Argentina pase a funcionar de conjunto como en una gigantesca “Vaca Muerta”, (y que ya, en poco tiempo de implementación, generó ocho muertes por accidentes evitables). O, en un ejemplo más cercano a las grandes ciudades, con trabajadores que se transforman en superexplotados sin ningún derecho, como lo vemos en los repartidores de Glovo o Rappi. La UIA va por la reforma laboral, junto a todas las otras entidades patronales, y en consonancia con los reclamos del FMI. Y usará el pacto social para negociarlo. También por esto tenemos que oponernos.

Editorial

Macri sigue su gira de campaña detrás de su slogan “sí, se puede”. En actos donde llega hasta el ridículo como cuando hizo la fantochada de besarle los pies a una mujer en el escenario. Pero la realidad se cuela en la difusión de los índices de pobreza, que puso blanco sobre negro el avance de la miseria y la marginación social producto del feroz ajuste llevado adelante durante todos estos años por Macri, los gobernadores y el FMI. El pueblo trabajador tiene claro que ya nada puede esperar del gobierno de Juntos por el Cambio. Sin embargo, siempre pueden sorprendernos con alguna nueva expresión más reaccionaria que la anterior. Así esta vez el candidato a vicepresidente Miguel Ángel Pichetto batió todos los récords al proponer “volar las villas”, echándole la culpa de todos los males a los inmigrantes (paraguayos y otros). Hace méritos como buen alumno de Bolsonaro.

Del lado del Frente de Todos también se tuvo que salir a hablar sobre cómo solucionar la pobreza. Lo aprovecharon para hacer una nueva presentación electoral, bajo el formato del programa “Argentina contra el hambre”. Para resolver la pobreza y el hambre se propone como primera tarea…crear un consejo en el que estén los burócratas sindicales, los empresarios, la Iglesia y los movimientos sociales más amigos. Nos hace acordar a una vieja frase de Perón, que solía decir pícaramente: “si queremos que sobre algún tema no se haga nada, lo mejor es crear una comisión”. Ese es el futuro de este “consejo”. El programa se completa con la “ley de góndolas” (sitios en los supermercados para productos regionales o cooperativos), una promesa de “donación” del 1% de su producción de la multinacional Sygenta, algún préstamo a tasa baja para las pymes productoras de alimentos y la propuesta de crear una tarjeta con la que los sectores de menores ingresos puedan acceder a descuentos. ¡Se quiere resolver la pobreza por medio de una “promo”! Son puras promesas electorales, que no resolverán nada y lo más probable es que ni siquiera se pongan en práctica.

Sabemos que muchos trabajadores tienen expectativas en Alberto Fernández y Cristina. Desde el Frente de Izquierda Unidad tenemos otra propuesta: para resolver el flagelo de una pobreza que ya va rumbo a alcanzar al 40% del total de la población (con más de la mitad de los niños del país en esa condición) lo que hay que hacer es aumentar los salarios y jubilaciones para que nadie gane menos que la canasta familiar, poner en marcha un gran plan de obras públicas que se base en la construcción de viviendas populares, matando así dos pájaros de un tiro (crear trabajo genuino para los millones de desempleados y resolver un déficit habitacional que ya alcanza a cinco millones de familias), y mejorar sustancialmente los salarios e infraestructura dedicadas a la salud y la educación públicas. ¿Con qué plata hacer todo esto? Con la que surgiría de romper con el FMI y suspender inmediatamente los pagos de deuda externa. Esta es la única manera de resolver de raíz los males que nos aquejan. De otra forma, efectivamente Macri se irá, pero quedará el FMI y sus políticas de ajuste, ahora gestionadas, tal vez con otro discurso, por un nuevo gobierno de Alberto Fernández.

El FIT Unidad es la única fuerza que señala todo esto. Lo venimos de plantear en el acto multitudinario que hicimos el sábado 5 en la 9 de Julio de la Ciudad de Buenos Aires (y que replicamos con otros actos en diferentes ciudades del país). Ahí demostramos que la fuerza de la unidad de la izquierda crece y se planta dándole pelea a los partidos patronales. Pero necesitamos mucho más. Tenemos que lograr fortalecer más aún a la única alternativa que ofrece una salida para la clase trabajadora y los sectores populares. Los únicos que planteamos que tienen que gobernar los trabajadores. Porque precisamos estar más fuertes para las peleas que se vienen. Con más diputados y legisladores que estén presentes en todas las luchas y que sean una voz que se oponga incondicionalmente a toda política de ajuste.

El Frente de Izquierda es, además, la única lista 100% “verde”, donde todos sus candidatos, del primero al último, están a favor del aborto legal, seguro y gratuito. Por eso nuestras compañeras se preparan para dar una durísima pelea en el 34° Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans y No Binaries. Para exigir un plan de lucha que imponga todos los reclamos, entre ellos la aprobación del proyecto de ley por la interrupción voluntaria del embarazo.

Quedan pocos días para las elecciones. Tenemos que salir con todo a explicar todo esto, peleando el voto para el Frente de Izquierda Unidad. Conversando, y convenciendo, a nuestras compañeras y compañeros de trabajo, estudio, vecinos, familiares y amigos. Para que nos voten y, a la vez, nos ayuden a convencer a otros. Invitándolos a que se sumen a las actividades de campañas, en las esquinas, en las plazas, en las charlas y reuniones de locales. Ayudando para que nuestras propuestas se multipliquen miles de veces en las redes sociales. Sumándose como fiscales para defender nuestros votos el domingo 27. ¡Vení a Izquierda Socialista y ayudanos a fortalecer al FIT Unidad!

El Tribunal Oral Federal N°3 que venía rechazando los reclamos de excarcelación de Daniel Ruiz, fue obligado por la cámara de Casación a rever su fallo, y hacer lugar al reclamo de la defensa. En estas horas, Daniel va a poder salir de Marcos Paz y recuperar su libertad, de la que fue privado hace más de un año.

Recordemos que Daniel es un obrero petrolero, militante del PSTU, encarcelado por haber sido parte de la rebelión popular contra el saqueo a los jubilados de diciembre de 2017. Juntos a otros compañeros deberá el próximo 18 de octubre afrontar un juicio con el que intentan ejemplificar y amedrentar a los luchadores de nuestro país.

La libertad conquistada para Daniel es un triunfo de la movilización, fortalece la pelea por su desprocesamiento y el de todos los luchadores. Algo clave porque sabemos que deberemos como en 2017 salir a luchar contra la reforma laboral y jubilatoria que impulsará el próximo gobierno a pedido del FMI.

En el primer semestre de este año el número de argentinos por debajo de la línea de pobreza creció al 35,4%, lo que representa 15,9 millones de personas. Para fin de año se anticipa que el número ascenderá al 39%. En el conurbano bonaerense el porcentaje de pobres ya es del 39,8%. Mientras sigamos sometidos a la usura del FMI y los banqueros y al saqueo de las multinacionales y sus socios locales, continuaremos hundiéndonos en la miseria.

Escribe Gabriel Massa

Son números aterradores. Más aún si consideramos que vivimos en uno de los países con mayor potencial económico. Familias enteras pierden sus empleos o ven sus salarios consumidos por una inflación voraz que les impide cubrir las necesidades básicas, cuando no son empujadas a la marginalidad y colocadas en situación de calle donde sobreviven de la mendicidad.

Pero la pobreza no se refleja solo en el hambre que sufren importantes sectores. Es parte de nuestra vida cotidiana, la vemos en los ínfimos recursos que se destinan a la educación o a la salud pública, cada vez más abandonadas, con escuelas y hospitales cayéndose a los pedazos y con docentes y profesionales de la salud recibiendo salarios miserables. La pobreza se respira por todos los poros de la sociedad.

No es un problema nuevo. Es el resultado de las políticas económicas aplicadas en nuestro país en las últimas décadas. La principal causa de la pobreza, del atraso y la falta de perspectiva que vivimos los argentinos es producto de la decisión de todos los gobiernos de obedecer a las exigencias del FMI pagando los vencimientos de la fraudulenta deuda externa.

Con Macri, la crisis ha dado un salto impresionante. Que el conurbano bonaerense bajo el gobierno de María Eugenia Vidal esté peor que el resto del país no es ninguna casualidad: ahí se concentra el cierre de fábricas, aumentando el desempleo, al mismo tiempo que los precios de la canasta básica subieron en un año un 58,8 %. Y hay que sumar los brutales aumentos de las tarifas de luz, gas, agua y transporte.

Si Juntos por el Cambio siguiera gobernando todo esto continuará agravándose. ¿Pero qué pasa con los Fernández y sus propuestas para sacarnos de la crisis y superar la pobreza? Han dicho con toda claridad que van a seguir pagando la deuda externa y negociando con el FMI. Que van a seguir impulsando la explotación del petróleo y el gas con las petroleras internacionales en Vaca Muerta y demás yacimientos y de la minería con la Barrick Gold. Reafirmaron que el gran negocio exportador va a seguir siendo el de las sojeras y las aceiteras. Y que para que todo “funcione”, habrá un pacto social entre la CGT-CTA y las empresas, con seis meses sin paritarias.

Con esas propuestas, Alberto y Cristina repiten la misma fórmula de los gobiernos anteriores: seguir pagando la fraudulenta deuda y continuar con el saqueo del país por los banqueros y las multinacionales, lo que terminó en todos los casos aumentando la pobreza y la desigualdad social. En la misma medida que crece la pobreza, aumentan las fortunas acumuladas por unas pocas familias ligadas al sistema financiero, a las multinacionales y a los empresarios amigos del poder. Son ellas las que se apropian y disfrutan de las riquezas producidas por la clase trabajadora.

La única propuesta que puede cambiar la historia es la del Frente de Izquierda Unidad: desconocer y dejar de pagar la deuda externa, romper con el FMI y los usureros; estatizar el sistema financiero y el comercio exterior, los recursos naturales y las principales industrias, bajo control de los trabajadores y usuarios. Con esos recursos, aumentar los salarios y jubilaciones, proveer de alimentos a los comedores populares, aumentar los montos de los planes sociales y desarrollar un gran plan de obras públicas que genere empleo y salarios dignos. Para fortalecer esta propuesta, el 27 de octubre es fundamental el voto al FIT-Unidad.

 

Escribe Anisa Favoretti

En nuestra provincia hablar de cifras récord de pobreza no es novedad. Años tras año Santiago del Estero se encuentra entre las tres primeras que abarcan los conglomerados más pobres, siendo el 44,8% de los santiagueños los que no llegan a obtener los ingresos para superar la línea de la pobreza. Casi uno de cada dos santiagueños es pobre.

Según voceros oficiales del gobierno de Zamora, como el director de estadísticas y censos de la provincia, Federico Scrimini, en 2019 el mantenimiento de los porcentajes en comparación de las estadísticas del mismo periodo del 2018, reflejarían una “buena noticia” y una administración “ejemplar” del gobierno local. Porque la pobreza, teóricamente, no habría crecido más.

Lo cierto es que en Santiago, a la mitad de los trabajadores no les ha hecho falta “caer” en la pobreza porque ya la pobreza es una realidad desde hace décadas para más de 400.000 santiagueños, que además engrosan las cifras de pobreza estructural, es decir que lideran las poblaciones con necesidades básicas insatisfechas que son de carácter intergeneracional y que profundizan una fractura social en donde miles son excluidos.
Algunos ejemplos: el 17,6% de la población vive en hacinamiento, el 16% vive en ranchos, el 35% no accede al agua ni por dentro ni por fuera de la red pública y es alarmante el número de trabajo precario y desempleo disfrazado. Según el Indec ya en 2015 Santiago cubría la tasa de desempleo más alta del NOA y sólo el 46% de las personas mayores de 16 años tiene un trabajo si tomamos en cuenta la población ocupada respecto a la población local.

Entonces: ¿en Santiago se frenó la pobreza mientras el país se cae, como afirman desde la gobernación? ¿o todo el país comienza a parecerse a Santiago, histórico en miseria y pobreza? Nosotros decimos que efectivamente la Argentina camina hacia los tremendos datos económicos y sociales de Santiago del Estero. Una realidad que durante sucesivos gobiernos no se ha solucionado y que ha sido garantizada por décadas del gobierno radical k del entonces mimado de los Kirchner Gerardo Zamora. Y que ahora se plasma como la realidad de todo un país producto del brutal ajuste del FMI.

Nuestro semanario. En el que te acercamos el reflejo de las luchas del movimiento obrero, las mujeres y la juventud, además un análisis de los principales hechos de la realidad nacional e internacional.

Es una herramienta fundamental para fortalecer a Izquierda Socialista y al Frente de Izquierda.

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