Podríamos escribir páginas de frases de Massa despotricando contra Cristina y denunciando al kirchnerismo, como que “nunca más me juntaría, es una etapa terminada”. Ni hablar de los dichos de Cristina y los kirchneristas contra Massa, acusándolo de cómplice de Macri y Cambiemos. Ahora, unidos, no serán solución para los trabajadores.
Escribe Guillermo Sánchez Porta
Otra novedad del cierre de las alianzas fue el acuerdo de Massa con el kirchnerismo. Finalmente, todo lo dicho sobre “grietas”, “tercera vía”, “corrupción K” quedó borrado y sellaron un nuevo acuerdo, el “Frente de Todos”. ¿Todo vale con el argumento de ganarle a Macri? ¿Es el Frente de Todos una solución para los grandes problemas del país, los trabajadores y los sectores populares?
Primero Alberto y los gobernadores
El kirchnerismo se presenta como “la izquierda peronista”. Les gusta hablar “contra el FMI”, “la oligarquía”, “la dependencia”, “el neoliberalismo”. Así tratan de ganar a honestos luchadores, trabajadores, jóvenes y mujeres que repudian el brutal ajuste y entrega de Macri y el FMI. Las ganas de terminar con el macrismo llevan a que, incluso, se olviden muchos de los padecimientos que vivimos con Cristina y hasta justifican o niegan la enorme corrupción de sus gobiernos.
Pero Cristina y su alianza van a contramano de estos deseos. Ella explica que deberá renegociar para seguir pagando al FMI y que será necesario “un contrato social” de todos los sectores políticos, sindicales y empresariales para sostener el ajuste que deberán aplicar.
En las elecciones provinciales, abandonando a quienes enfrentaban los ajustes de los gobernadores, Cristina llamó a apoyarlos. Así hizo campaña por Manzur en Tucumán, Bertone en Tierra del Fuego, Uñac en Entre Ríos y hasta por Schiaretti en Córdoba. Luego sumó a Alberto Fernández, que tiene buen “diálogo” con los grandes empresarios y con el tan “demonizado” Grupo Clarín. Lo ubicó de candidato a presidente al servicio de empezar a pactar desde ahora y “ampliar” la coalición electoral “uniendo al peronismo”. Ahora se sumaron a la alianza Sergio Massa y su Frente Renovador, uno de sus principales “enemigos” electorales.
Massa, sostén de Macri y Vidal
La historia de Massa tiene una única “coherencia”. Empezó en la juventud liberal, fue dirigente de la UCD (del gorila Álvaro Alsogaray) donde sembró excelentes relaciones con la embajada yanqui y el Partido Demócrata. Se sumó a los gobiernos de Menem, Duhalde y Néstor Kirchner, quien lo nombró director de la Anses. Con Cristina fue jefe de Gabinete en 2008 y rompió en 2009 denunciando la corrupción K. La enfrentó electoralmente junto con De Narváez y armó el Frente Renovador (FR), logrando diputados nacionales y bonaerenses.
Massa fue denunciado como sostén de las principales medidas de ajuste de Macri y Vidal. Con los votos del FR aprobaron el acuerdo con los fondos buitres, la reforma jubilatoria, el endeudamiento con el FMI, los presupuestos nacionales y provinciales y demás medidas antipopulares.
Ahora Massa vuelve a pactar con el kirchnerismo. ¿Es que Alberto Fernández, Massa y los gobernadores se convirtieron en “antiimperialistas”, “nacionales y populares”? Claro que no.
Aquí también se junta “el club de los traidores”: Daer, Pignanelli, Moyano, Baradel, Yasky, Caló y todos los burócratas que dejaron pasar el ajuste de Macri. Un verdadero “Frente de Todos”.
El “Frente de Todos” no es solución para los trabajadores
Alberto Fernández, Cristina y Massa nos plantean que lo único importante es “ganarle a Macri” y que, para eso, “todo suma”. Es el ya famoso y fracasado “voto útil” a una variante patronal. Así se votó a Menem, a De la Rúa, a Kirchner y hasta a Macri contra los gobiernos anteriores. “Peor no podemos estar”, nos decían, y la realidad demostró que siempre pudimos estar peor, como ahora con Macri.
El problema no es solo derrotar al gobierno. Sino derrotar su plan de ajuste y al FMI e implementar otra política económica opuesta. El Frente de Izquierda dice con claridad que si se sigue pagando la deuda externa se profundizarán la miseria social y la crisis del país y propone romper al acuerdo con el FMI, suspender los pagos y utilizar todo ese dinero para invertir en obras públicas, trabajo, educación, salud, salarios y jubilaciones.
La alianza del kirchnerismo con Alberto Fernández, Massa, los gobernadores y las distintas variantes de la burocracia sindical no traerá ninguna solución para el pueblo trabajador. Llamamos a los honestos luchadores a no caer en esta nueva trampa y sumarse a la campaña del Frente de Izquierda.