Jul 17, 2024 Last Updated 6:38 PM, Jul 16, 2024

Los problemas de la clase trabajadora ya no crecen mes a mes, sino día a día. Termina febrero, y otra vez la inflación estará por las nubes. Y se viene marzo, con una serie infinita de aumentos: la canasta de artículos escolares, tarifazos del gas y el agua, suba del transporte, cuotas de prepagas, además, por supuesto, de lo más terrible; los alimentos, bebidas y artículos de limpieza. Los salarios, que ya llevan cinco años perdiendo sistemáticamente frente a la inflación, van camino a seguir reduciéndose este año. Por eso no sorprende que la pobreza alcance el 38,9% y con una proyección que dice que, si no existieran los planes sociales, ese número hoy subiría al 70%.

Pero todo esto sucede en un año electoral y los políticos patronales se muestran cada vez más alejados de las necesidades urgentes de los sectores populares. Así, vimos esta semana a Rodríguez Larreta largando su campaña desde el “kilómetro cero” de la Ruta 3, en Santa Cruz. Para no ser menos, Alberto Fernández lo retrucó con una foto desde la Antártida. Por no hablar de las idas y venidas alrededor de la candidatura de Cristina. Parecería un espectáculo cómico si no fuera porque quien sufre todo esto es el pueblo trabajador.

Por eso tenemos que hacer una reflexión más profunda. Después de la dictadura cívico militar, que provocó un genocidio para imponer un plan de hambre y nos dejó una deuda externa inmoral, ilegítima y fraudulenta, ya pasaron cuarenta años de gobiernos patronales de partidos de distinto signo. Veintiocho años de gobiernos peronistas (Menem, Duhalde, Néstor Kirchner, Cristina Fernández y ahora Alberto Fernández), ocho de gobiernos radicales (Alfonsín y De la Rúa) y cuatro de PRO (Macri). Se profundizó el ajuste, la dependencia, los pagos de deuda y el sometimiento al FMI. Las y los trabajadores están cada vez peor, mientras, en el otro extremo, crecen las ganancias concentradas de los empresarios, la fuga de capitales y la bicicleta financiera.  

Nadie puede hacerse el distraído. El peronismo, que ahora le echa la culpa a la herencia de Macri, tuvo a su cargo el gobierno nacional el 70% de todos estos años. Los radicales, ahora parte de Juntos por el Cambio, fueron  responsables, tanto de la hiperinflación de 1989 como del desastre en que dejaron el país en el 2001. De Macri está fresco el recuerdo de su gobierno de hambre y entrega que terminó hace menos de cuatro años. Todos son corresponsables del actual desastre.

Ahora apareció Milei, presentándose como “lo nuevo”. ¡Mentira! Miremos sus propuestas y en quién se referencia. Es un negacionista de los crímenes de la dictadura militar, en sus discursos y en sus aliados políticos, empezando por los genocidas de la familia Bussi en Tucumán. Reivindica como “el mejor ministro de Economía” a Domingo Cavallo, el mismo que debutó como funcionario de la dictadura estatizando la deuda externa a las grandes patronales, siguió llevando adelante el ajuste y las privatizaciones menemistas y terminó robándole a los jubilados, a los empleados públicos y a los ahorristas con De la Rúa. ¿Qué propone Milei? Como él mismo lo dice, un plan “motosierra” contra todos los derechos de las y los trabajadores. Nada nuevo, lo que en nuestro país llevó adelante el menemismo y lo que en el mundo intentaron desarrollar los gobernantes más nefastos de la ultraderecha, como Bolsonaro o Trump.

El peronismo del Frente de Todos, la oposición de Juntos por el Cambio y los liberfachos de Milei y Espert van a continuar con el sometimiento al FMI y los pagos de deuda. Gobierne quien gobierne, con ellos el futuro es más sometimiento, ajuste y entrega.

Por eso decimos que hay que sacar conclusiones. Tienen que gobernar los que nunca lo hicieron, los únicos que no tienen responsabilidades en este desastre. Es hora de que gobierne la izquierda, junto con las y los trabajadores. Ese es el planteo central que queremos hacer desde el Frente de Izquierda Unidad.

Hay que poner en marcha otro programa económico, opuesto por el vértice al actual. Porque no hay salida si no dejamos de pagar la deuda externa y no rompemos el sometimiento al FMI. Un plan económico obrero y popular, que complemente esas medidas básicas con la nacionalización de la banca y el comercio exterior, con la reestatización de las privatizadas y con impuestos de verdad, para que lo paguen los ricos y los grandes empresarios, no el pueblo trabajador. Un plan que ponga todos estos recursos al servicio de resolver las más urgentes necesidades de nuestro pueblo: salarios y jubilaciones dignas, trabajo genuino, salud, educación y vivienda para todos.

Esa es la propuesta que, en este año electoral, queremos acercar desde el Frente de Izquierda Unidad a las y los trabajadores, a las mujeres, a las disidencias, a la juventud y al resto de los sectores populares.

Para hacerlo necesitamos superar un escollo; el FIT Unidad no puede ir dividido en las PASO. Desde Izquierda Socialista decimos que se tiene que presentar una fórmula presidencial unitaria (proponemos para ello a Myriam Bregman y Gabriel Solano) y listas únicas respetando los acuerdos que ya existen entre los distintos partidos. Invitamos a nuestras compañeras y compañeros de trabajo, estudio, vecinos y amigos a pronunciarse en este sentido, para no perder un minuto más en salir a dar batalla contra los partidos patronales en este año electoral.


Escribe José Castillo

La crisis del peronismo sigue creciendo. Mientras el kirchnerismo trata infructuosamente de instalar que Cristina está “proscripta”, al mismo tiempo lanzó un operativo clamor por su candidatura. En esa disputa, mezclaron hasta la marcha del próximo 24 de marzo. Alberto por su parte no se baja de su propia candidatura, y aparecen otras nuevas.
 
Tomemos dos frases de las tantas de la semana pasada. El ministro de Seguridad Aníbal Fernández afirmó: “Cristina no está proscripta, puede ser candidata si quiere”. Casi inmediatamente Agustín Rossi, el flamante jefe de gabinete, le replicó: “Claramente, Cristina está proscripta”. Todo esto, después de la publicitada reunión de la Mesa Política del peronismo, donde estuvieron presentes todas las expresiones del fragmentado oficialismo. No se resolvió nada, pero hubo declaraciones para todos los gustos. Máximo Kirchner llegó a decir “yo la conozco, Cristina no se va a presentar”. Axel Kicillof le pidió casi explícitamente al presidente Alberto Fernández que se bajara de su precandidatura a presidente.

Mientras tanto, el kirchnerismo está lanzado a lo que llaman un “operativo clamor” por la candidatura de Cristina, y florecen nuevos candidatos, como Daniel  Scioli, Juan Grabois y hasta Claudio Lozano.
El desconcierto y la crisis es tal que terminó quedando en el medio la convocatoria a la conmemoración del próximo 24 de marzo. Es que el kirchnerismo lo veía como la oportunidad para materializar en una manifestación el citado operativo clamor. Se basaba para esto en declaraciones anteriores de la propia Cristina Fernández, que sostenía que ese día había que movilizarse con la consigna de “mafia (refiriéndose a los jueces) o democracia”.

La crisis del Frente de Todos es tan grande, que terminó saliendo Estela Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, a declarar que no se debían “mezclar” las fechas. Es que se venía un repudio enorme ante el intento de utilizar nada menos que la conmemoración del 24 de marzo para dirimir la interna peronista.

¿Qué hay detrás de todo esto?

En una crisis absoluta, el peronismo gobernante trata, casi desesperadamente, de zafar de la bronca y el repudio hacia sus políticas de ajuste. Es que el gobierno de Alberto, Cristina y Massa (este último, que era el “socio menor”, quedó plenamente involucrado en el último período), que ya está concluyendo, no cumplió ninguna de las promesas con las que asumió. Recordemos que “se iba a acabar el ajuste de Macri”, “venía las épocas de heladeras llenas”, “la plata de las Leliqs iban a ir para los jubilados” y “se iba a renegociar con el FMI sin ajuste, garantizando un modelo de inclusión y redistribución de la riqueza”. La realidad es que sucedió todo al revés. Los salarios y las jubilaciones cayeron consecutivamente todos los años del gobierno del Frente de Todos, hay más pobres que nunca, se está llevando adelante un feroz ajuste dictado por el FMI, y, como contrapartida, la deuda externa siguió creciendo, hipotecándonos a futuro.

Todas las encuestas dan “perdedor” al peronismo, con el candidato que sea. Pero más allá de esto, basta recorrer los lugares de trabajo o los barrios para ver la bronca y la pérdida de confianza en el gobierno, que crece cotidianamente. Por eso todos los sectores tratan de zafar, separando elecciones provinciales de las nacionales, o intentando no perder espacios detrás de los candidatos que supuestamente “miden más”. Alberto Fernández no se baja de su candidatura, no porque crea que tenga reales chances de ganar, sino para evitar que se le diluya el escaso poder que aún retiene. Cristina se escuda detrás de su supuesta “proscripción”, porque sabe que la bronca y el repudio también la alcanza a ella, mientras que muchos de los dirigentes que la siguen le piden que se presente para así poder mantener algo del poder acumulado por el kirchnerismo.

Todo esto, como vemos, está muy lejos de plantearse resolver ninguno de los más acuciantes problemas populares: la inflación galopante, el aumento de la precarización laboral y la miseria creciente. Todos los sectores del peronismo van a mantener el ajuste del FMI y los pagos de deuda, más allá de los discursos. El intento de mezclar la movilización del 24 de marzo no fue más que una maniobra fallida, la más repudiable de todas.

Invitamos a nuestras compañeras y compañeros de trabajo, estudio o vecinos a reflexionar. El peronismo no va más. El gobierno del Frente de Todos se ha revelado como una auténtica continuidad del ajuste macrista. La pobreza, los bajos salarios, el saqueo de nuestras riquezas y la deuda siguen creciendo sin cesar. Por eso, hoy más que nunca, necesitamos una nueva alternativa: que gobiernen los que nunca lo han hecho:la izquierda y las y los trabajadores. Este 24 de marzo, como siempre, marcharemos contra la impunidad de ayer y de hoy, junto al Encuentro Memoria, Verdad y Justicia. 

Escribe Claudio Funes

El presidenciable Wado de Pedro promovió un acuerdo de asistencia técnica entre la empresa estatal israelí Mekorot y las provincias de Catamarca, Formosa, La Rioja, Río Negro y Santa Cruz para mejorar el manejo del agua, un recurso estratégico fuertemente codiciado por el imperialismo.

En la oportunidad el ministro del gobierno “nacional y popular”, que es también productor agropecuario, destacó: “De Israel podemos rescatar dos ejemplos. Uno es cómo Israel, que tenía un problema similar o quizás más acentuado en lo relativo a su inflación, generó consensos y acuerdos entre todos los actores políticos, económicos y sociales, defendiendo el interés colectivo, y pudo resolver un problema tan serio para la vida diaria como era su inflación”. Luego afirmó que “El segundo problema de Israel fue el de administrar un recurso escaso como lo es el agua”. (Clarín rural, 15/02/2023).
Es indignante. Wado de Pedro reivindica el Estado de Israel como un “modelo de consenso”, para superar la inflación y manejar el agua. ¿De qué políticas de consenso habla? ¿Tal vez de la superexplotación de los trabajadores palestinos? ¿O del asesinato que se lleva adelante contidianamente, para robarles sus tierras, derribar sus casas y, justamente, robarles el agua? El agua, que no solo le sacan a los palestinos en Cisjordania, sino también a Siria en las alturas del Golán, que los sionistas mantienen ocupada desde hace décadas.

Seamos claros. El peronismo kirchnerista, en las expresiones de Wado de Pedro, está reivindicando a un estado racista y que lleva adelante desde hace más de 74 años políticas de apartheid contra el pueblo palestino. Total y absolutamente repudiable.


Escribe Juan Carlos Giordano, diputado nacional electo Izquierda Socialista/FIT Unidad
 
La frase que merece el título de la presente nota fue dicha por la juventud que ha roto con Milei. Denuncian que La Libertad Avanza está lejos de ser algo “nuevo”.
 
“Si vos querés ocupar una posición importante en el partido te piden plata, si querés sacarte una foto con Milei te piden plata, si querés que haga una charla hay un solo pedido: poné plata. Se olvidó de quienes lo bancaron y le dieron de comer para que hoy sea lo que es.” ¿Esto lo dice la izquierda? No. Son palabras de Agustín Pérez, vicepresidente de La Generación Libertaria, otro de los jóvenes desencantados que rompe con Milei (Página12, 19/02).

Antes había sido noticia la denuncia de la titular de dicha agrupación, Mila Zurbriggen, diciendo que Milei se maneja “por guita o por sexo”, que “Milei usó a la juventud” y que “hay una gran desilusión, no solo por parte mía sino de toda una juventud que se está encontrando con una realidad muy distinta a la que le contaron”. Ahora la joven está con custodia y botón antipánico ante los aprietes y amenazas de referentes de Milei.

Zurbriggen también señaló que eso de que Milei está “contra la casta” es una mentira, ya que tiene las mismas prácticas de los partidos tradicionales, poniendo en sus listas a arribistas que vienen del peronismo y del macrismo.

También hubo una ruptura en Tucumán. Un joven de esa provincia ante el acuerdo de Milei con el hijo del genocida Bussi, de Fuerza Republicana, dijo: “esto no representa las ideas propias de la libertad ni nada similar”. Milei le había contestado a una periodista de esa provincia: “¿Me podés mostrar la lista de los 30.000 desaparecidos?”. Lo mismo decían los asesinos de la última dictadura militar para ocultar el genocidio, negacionismo que ha retomado el macrismo en sus años de gobierno y ahora enarbola Milei.

En estos días, además, se está avanzando en dos causas judiciales por la utilización de firmas truchas para inflar la cantidad de adherentes y afiliados que sostienen la candidatura de Milei, con menores de edad, extranjeros y hasta fallecidos, causas promovidas por la propia responsable de certificar las firmas de Milei, que ahora también se fue. Y trascendió que a Karina Milei se la vio en el cumpleaños del sciolista Scarcella, denunciado por corrupción por su paso en Aguas Bonaerenses cuando gobernó Scioli. Incluso hubo una reciente reunión entre Insaurralde y Marra (legislador de Milei en CABA) negociando apoyo financiero del peronismo para los liberfachos porque le gana votos a Juntos por el Cambio. ¿Lo nuevo dónde está?
 
Milei no es nada de lo que muchos creen

A medida que se va conociendo el accionar de Milei reaparece su verdadero rostro, encubierto en su figura extravagante, denunciado hasta por sus propios seguidores. Estas revelaciones deben servir para reflexionar a quienes de manera confundida creen que Milei puede ser una “salvación” ante semejante desastre social y político.

Sin embargo, Milei sigue creciendo, apelando a su demagogia de derecha (dona su dieta mientras los financian grandes grupos económicos) o frases grandilocuentes como “el Frente de Chorros”, Larreta es “socialista” o “contra los zurdos”. ¿Pero qué es lo que mueve a un joven, que no estudia o trabaja, super explotado a que crea en semejante personaje peligroso? ¿Y a un trabajador, a que piense que Milei va a terminar con la inflación si se cierra el Banco Central o dolariza la economía, cuando la dolarización en Ecuador ha hecho estragos? Esto solo se explica por el desastre al que nos llevaron todos los gobiernos capitalistas, creando una ilusión completamente equivocada de que este neofascista los pueda salvar.

Creer que Milei es “libertad” es de una gran confusión. Precisamente cuando hay militantes nazis en su espacio, como lo denunció el propio ex socio político de Milei, Carlos Maslatón, o ante la reciente videoconferencia que se hizo entre Milei y el facho de Bolsonaro después de que sus seguidores derechistas se sublevaron ocupando los tres poderes del Estado al mejor estilo Donald Trump.

Alertamos que la propuesta de Milei pasa por redoblar los males capitalistas que ya se vienen descargando contra las y los trabajadores, las mujeres y la juventud. Que su “plan motosierra”, como lo denomina, es más ajuste y entrega al FMI. Su bandera “contra el Estado” es mentirosa porque todo está en manos privadas, es para ir directamente contra la docencia, las y los estudiantes, la salud pública y las jubilaciones. Propone liquidar los convenios colectivos y todos los derechos sociales conquistados con enormes luchas, y quiere más sometimiento ante Estados Unidos y el imperialismo.
Su discurso “contra los zurdos” es para ir contra la clase trabajadora y la juventud. Por eso más que “libertad” (nunca habla de la libertad de poder comer, curarse, educar) su plan es profundamente peligroso, reaccionario y neofascista. No solo levanta una salida económica de más ajuste y saqueo, sino que es antifeminista, anti-derechos, anti-pueblos originarios, plantea legalizar la venta de órganos, es negacionista de la crisis ambiental y del genocidio y sostiene que hay que redoblar la mano dura represiva contra los que reclaman.

Muchas y muchos seguidores, viendo algo de lo que se está mostrando, retroceden y dicen “ah, a esto no lo tenía”. A ellos les decimos que Milei no es ningún “antisistema”, que defiende a rajatabla a este sistema capitalista explotador y de destrucción ambiental. Si están en contra de lo que estamos viviendo y quieren cambiarlo de raíz, les decimos que los únicos antisistema somos el Frente de Izquierda Unidad.

Milei y Venezuela


Escribe Juan Carlos Giordano, diputado nacional electo Izquierda Socialista/FIT Unidad

Es común escuchar a Milei (también al macrismo de Juntos) decir que la izquierda “nos quiere llevar a Venezuela”. Este derechista simula que estaría en contra de esa dictadura, a la que tilda de socialista y marxista. Pero aclaramos una vez más que Venezuela no es socialista. La gobierna un dictador capitalista, llamado Nicolás Maduro. Y que Izquierda Socialista en el FIT Unidad viene denunciando permanentemente a ese gobierno ajustador y represivo. Lo mismo decimos del gobierno de Ortega en Nicaragua y el de Cuba.

Lo que encubre Milei es que mientras critica a Venezuela, quiere hacer lo mismo que Maduro pero con un discurso “libertario”. Por eso apoya al dictador neofascista Bolsonaro de Brasil y en Perú defiende la feroz represión del gobierno de Dina Boluarte.

Decimos no al dictador Maduro y no al dictador Bolsonaro que apoya Milei. Luchamos por un verdadero socialismo, que será con plena democracia para los trabajadores y el pueblo.

Nuestro semanario. En el que te acercamos el reflejo de las luchas del movimiento obrero, las mujeres y la juventud, además un análisis de los principales hechos de la realidad nacional e internacional.

Es una herramienta fundamental para fortalecer a Izquierda Socialista y al Frente de Izquierda.

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