Sep 03, 2024 Last Updated 11:24 PM, Sep 2, 2024

Esta es una de las tantas consignas que se cantan en las calles de Santiago. Treinta pesos chilenos fue el aumento del metro (subte) que desató la protesta el viernes 18 de octubre. Voceros del gobierno y la derecha dijeron: “solo son 30 pesos”. Menos de 10 centavos de dólar. Pero fue la gota que rebalsó el vaso, luego de décadas de alta desigualdad social, de un modelo capitalista que viene de la dictadura de Pinochet. Por eso han estallado la juventud y el pueblo trabajador. Millones llevan más de doce días en las calles exigiendo que se vaya Piñera y reclamando un cambio de fondo del país.

Escribe Miguel Sorans, dirigente de Izquierda Socialista y de la UIT-CI*

El estallido social de Chile sorprendió al gobierno de Piñera y a toda la burguesía, incluido el imperialismo. Hasta entonces el “modelo chileno” era puesto como ejemplo del “éxito”. Días antes del estallido Piñera dijo que Chile era un “oasis”. Pero se trata de un modelo de explotación extrema, continuación de la dictadura de Pinochet, que fue desmontada con el pacto con los partidos políticos del sistema como la Democracia Cristiana y el Partido Socialista, junto a los nuevos partidos de la derecha pinochetista (UDI y otros). Pinochet impuso la constitución de 1980, que es la que aún rige, y desde los ‘90 con el régimen de la “Concertación” se alternan, vía elecciones, los gobiernos de DC-PS-PC o de la derecha. Antes de Piñera estuvo la “socialista” Bachelet. Todos mantuvieron ese modelo a favor de las multinacionales nacionales y extranjeras, con flexibilización laboral y la privatización de todos los servicios públicos desde el agua hasta la educación pasando por la salud y el transporte. Custodiados por la represión de los militares y los carabineros (los famosos “pacos”), que en esta rebelión llevan 20 muertos, centenares de heridos y miles de presos. Por eso la gente salió a decir “son 30 años”, “Basta de Piñera” y también del “modelo”.

Chile se encuentra entre los diez países con mayor desigualdad del mundo. El 5 % de la población con ingresos más bajos está al mismo nivel que en Mongolia o Moldavia. El 2% de ingresos más altos está en el mismo nivel que en Alemania. Los fondos de pensión (AFP) privados ha sido una estafa. La jubilación promedio no llega a 200 dólares. Los estudiantes universitarios se endeudan de por vida, una vez recibidos (Clarín, 24/10).

Chile cambió. El pueblo se rebeló

“No es una guerra. Chile despertó”, decían algunos de los tantos carteles con los que la gente va a las marchas. Son cartones pequeños, manuscritos. Respondían a la primera declaración de Sebastián Piñera diciendo que estaban “en guerra”. Cuando su señora (Cecilia Morel) dijo que era como una “invasión alienígena”, los carteles le decían “el pueblo alienígeno por la paz, apoya al pueblo chileno”. Ambos tuvieron que pedir perdón… Y Piñera anuló el aumento de la tarifa del metro.

Pero, para su sorpresa, la gente siguió en las calles y pasó a reclamar que se vaya Piñera, su gobierno, el fin del estado de emergencia, fuera los militares de las calles, por el fin de las privatizaciones en la educación, la salud, las jubilaciones, el agua y la energía. Desde el viernes 18 de octubre las masas no dejaron de estar en la calle. Incluso desconociendo el toque de queda. Empezaron los estudiantes secundarios en el metro pero con el correr de las horas y los días se ha generalizado la movilización popular. En los barrios, los cacerolazos han desafiado el toque de queda. Huelgas en portuarios, mineros, camioneros, la salud o empleados públicos. Miles y miles en las calles de todo el país. Un estado de huelga general no declarada.

La gente le puso nombre: “Chile despertó”. Se trata del inicio de una situación revolucionaria. Ese el cambio que se ha producido en Chile. Es una situación en donde, como lo definiera Lenin, “los de abajo no quieren” y “los de arriba no pueden seguir viviendo como antes”. Por eso en Chile está en curso una movilización revolucionaria que cuestiona el poder de los de “arriba” y plantea la necesidad de un nuevo poder, un gobierno de las y los trabajadores y los sectores populares.

La histórica movilización del viernes 25

El viernes 25, luego de una semana de marchas y protestas, se produjo la que se considera la más grande movilización popular de los últimos 30 años. En Santiago se calcula que llegó a cerca de un millón y medio de personas. Con miles y miles en todas las ciudades y pueblos del país. Esa marcha multitudinaria colmó la Plaza Italia y las avenidas y parques cercanos. Mareas humanas llegaban por la Alameda y la avenida Providencia, desde todos los barrios y comunas de Santiago. Jóvenes, trabajadores, mujeres, familias, jubilados, médicos, motoqueros, las hinchadas de fútbol. No hubo banderas políticas. Sí, banderas de Chile, del pueblo mapuche, de Colo Colo, de Universidad de Chile, muchos pañuelos verdes y esos carteles individuales y manuscritos con todo tipo de consignas; “Arrivederchi Piñera”; “Estatizacion de los servicios básicos”; “no necesito sexo, el gobierno me c…todos los días”; “Bielsa tenía razón”; “Asamblea Constituyente”; “nacionalización recursos naturales”, “democracia directa” o “Revolución”. Y se cantaba el tradicional “el que no salta es paco”.

El impacto de la movilización golpeó duro al gobierno. Piñera quedó en la cuerda floja. Tuvo que levantar el estado de emergencia y el toque de queda, cambió buena parte del gabinete y prometió el “oro y el moro”. Pero la gente comenzó la semana otra vez en la calle reclamando que se vaya. Las masas ven que se puede derrotar al gobierno y al modelo.

Una movilización que desbordó a las direcciones

Es una movilización espontánea, sin ninguna dirección. Ni siquiera reformista. Desde el primer momento las movilizaciones, se dieron por fuera de las direcciones sindicales y estudiantiles, en las cuales predominan el PC y el Frente Amplio (FA). Son convocadas por las redes. Por otro lado, tanto el PC como el FA recién se pronunciaron tres o cuatro días después de iniciada la rebelión popular. Formaron una Mesa de Unidad Social a través de la cual convocaron al paro nacional de los días 23 y 24. Pero si bien proponen un pliego de reclamos contra la represión, de medidas sociales y hasta Asamblea Constituyente, no levantan “Fuera Piñera”, que es el reclamo central de las masas. Recién después del impacto de la histórica movilización del 25, el PC y parte de los diputados del FA plantean la posibilidad de apelar al mecanismo “legal” de la “acusación constitucional” al presidente vía el parlamento. Una especie de “impeachment” o juicio político.

Un punto fuerte de la movilización es que no está controlada por los aparatos políticos reformistas. Eso también le impide al gobierno tener con quien negociar y buscar amortiguar la movilización. Pero el punto débil es, por ahora, la falta de una dirección socialista revolucionaria y que surjan organismos de base obreros y populares desde donde se pueda coordinar la lucha hacia la perspectiva de un gobierno de los y las trabajadoras y los sectores populares.

Con esa política estratégica interviene en el proceso el MST, sección de la UIT-CI (ver declaración del 25/10 en esta página y en www.uit.ci.org). Impulsando las asambleas barriales y otros organismos de lucha sindicales y estudiantiles y su coordinación. Para sostener la movilización en las calles y la convocatoria a la huelga general para terminar con el gobierno de Piñera, por el juicio y castigo a los militares y civiles responsables de los crímenes de la represión, por un cambio de fondo en el país, por un gobierno de la clase trabajadora y el pueblo que impulse un plan económico de emergencia al servicio del pueblo trabajador, que acabe con la miseria y las privatizaciones y convoque a una Asamblea Constituyente Libre y Soberana que termine con la constitución pinochetista. Para avanzar en ese camino la movilización debe continuar hasta sacar a Piñera.

*Viajó a Chile y participó de la movilización del 25 de octubre

Escribe Mercedes Trimarchi, diputada provincial Buenos Aires Izquierda Socialista /FIT

Desde la agrupación de mujeres Isadora, nos solidarizamos con el pueblo chileno y su heroica lucha. Desde el viernes 18 de octubre que #ChileDespertó se vive en el país una enorme rebelión popular. Movilizaciones de millones contra las políticas de ajuste y miseria del gobierno de Piñera.

Queremos denunciar el atropello a los derechos humanos que están llevando lo militares y carabineros con una brutal represión que a la fecha tiene más de una veintena de muertxs, cientos de heridxs y miles de detenidxs. Incluso se difundió que hay personas que continúan desaparecidas y se denunciaron varios centros clandestinos de detención y tortura como en los peores años de la dictadura. Es allí, y en las cárceles comunes donde se están llevando todo tipo de vejámenes, entre los que se destacan abusos sexuales y violaciones.

Esta especial saña contra las mujeres tiene como objetivo amedrentar al enorme movimiento feminista que en Chile viene avanzando desde el año pasado. Recordemos el mayo feminista del 2018 en el que se tomaron las universidades contra los abusos sexuales y por una educación con perspectiva de género. Y este año, la enorme marcha del 25 de julio por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito. Es que las chilenas se sumaron con todo, a la pelea que en el mundo estamos protagonizando las mujeres contra las violencias de este sistema capitalista y patriarcal, que nos pretende sumisas para garantizar una mayor opresión y explotación contra nosotras.

Las feministas socialistas apoyamos la lucha del pueblo chileno y especialmente a las mujeres que empujan las movilizaciones contra Piñera y su represión militar para terminar con este modelo económico. Hermanas chilenas: ¡Ni un paso atrás!

Como en una especie de tsunami mundial, asistimos a levantamientos, insurrecciones y movilizaciones que conmueven las estructuras políticas en varios países y regiones. Ecuador, Haiti, Puerto Rico, Bolivia, Catalunya, Hong Kong, Líbano, Chile y hasta la lejana Etiopia, son noticia en todo el mundo por las movilizaciones que protagonizan para defenderse de la aplicación de los planes de ajuste.

Escribe Adolfo Santos

• Líbano. En este país, con una de las mayores deuda externa del mundo, la rebelión comenzó cuando el gobierno intentó aprobar un impuesto a los mensajes de voz por celular. Pero eso fue apenas el detonante de un problema más profundo: la inmensa concentración de riquezas y una brutal desigualdad en la distribución de los ingresos. Eso explica las casi dos semanas de paralización en ese país. Las movilizaciones exigen que se vayan todos. Y reafirman: “Todos son todos”. Con esa determinación, ya obligaron a renunciar al corrupto primer ministro Saad Hariri. Y el pueblo, en las calles, va por más.

• Catalunya. Otro ejemplo de este proceso es Catalunya. Respondiendo a la sentencia del Tribunal Supremo, que condenó a doce dirigentes políticos catalanes a un total de 100 años de prisión, cientos de miles salieron a las calles a repudiar el fallo y al propio régimen. Intentan castigar la rebeldía de un pueblo que no se rinde y resiste a la opresión del Estado español. Al calor de esta lucha por el derecho a la autodeterminación catalana y contra la Monarquía, junto a nuestros compañeros de Lucha Internacionalista, continuamos trabajando por construir una alternativa por la República Catalana y para romper con el estado y con un sistema capitalista que ha llevado al pueblo trabajador a la miseria.

• Irak. Más de 100 muertos y miles de heridos, es el saldo de las protestas callejeras realizadas en Bagdad y otras importantes ciudades de aquel país. La movilización, que no deja de crecer pese a la feroz represión del gobierno encabezado por el primer ministro Adel Abdelmahdi, exige el fin de la corrupción, empleo y mejoras de los servicios públicos como educación, salud, la provisión de agua y de energía. Miles de estudiantes universitarios y secundarios se han unido a las protestas desafiando las amenazas del gobierno que decretó toque de queda en la capital. Pese a las promesas de reformas de las autoridades, “el pueblo quiere la caída del régimen” como dicen los manifestantes repitiendo el lema da la primavera árabe. Considerando el coraje de este bravo pueblo, que no se intimida con tanta represión, es posible decir que difícilmente se detendrá hasta conseguir sus objetivos.

Reproducimos la mayor parte de la declaración del MST de Chile que fue distribuida en Santiago, como volante, en la movilización del 25 de octubre.

La heroica lucha del pueblo, la juventud y la clase trabajadora, que está derrotando el estado de emergencia y el toque de queda con los militares en las calles, puede cambiar el país en beneficio de la gran mayoría del pueblo de Chile.

Una serie de medidas miserables son las que anunció Piñera luego de efectuar una reunión a puertas cerradas en la Moneda con los partidos patronales y corruptos, como la Democracia Cristiana, el Partido Radical y el PPD, lejos de los ojos y las demandas del pueblo. […]

La respuesta ha sido la continuidad de la movilización popular. El 23 se hizo la movilización más grande en Santiago que se conozca desde hace años. Y las movilizaciones en todo el país que no se han detenido. A lo que se sumó la huelga del 23 y 24. Todos los días centenares de miles están en las calles reclamando Fuera Piñera, su modelo y la represión criminal.

Nuestro llamado es a seguir en las calles, ahora más que nunca. La debilidad del gobierno de Piñera está a la vista, al punto de pedir perdón. Tiene que irse con todo su gobierno. Se necesita un nuevo gobierno, de las organizaciones de los trabajadores, de los estudiantes y de los sectores populares que aplique medidas económicas al servicio del pueblo trabajador.

Un plan económico de emergencia que:
• Aumente de inmediato el salario mínimo en $500.000 y termine con la cesantía y las alzas.
• Acabe con las jubilaciones de miseria. Fin a las AFP. Y que la jubilación mínima se fije en $400.000.
• Ponga los recursos naturales al servicio del pueblo: desprivatice y estatice el agua para garantizar acceso pleno a las comunidades y a todo el país. Lo mismo con el cobre, litio y todas las riquezas naturales. Disponer de todos esos recursos para resolver la crisis de la salud y de la educación.
• Condone la totalidad de la deuda CAE**, sin indemnización a los bancos.
Solo sacando a Piñera y su gobierno podremos avanzar en este cambio de fondo. Solo sacando a Piñera podremos también, lograr que se convoque a una Asamblea Constituyente Libre y Soberana para terminar con la Constitución del 80 de Pinochet y avalada por los políticos del sistema.

La CUT y otras organizaciones sindicales y estudiantiles nucleados en la Mesa de Unidad Social convocaron a la huelga del 23 y 24. Estos dirigentes tardaron varios días en pronunciarse y sumarse a la movilización popular. No depositamos ninguna confianza en esas direcciones, influenciadas por el Frente Amplio y del PC. Desde abajo hay que seguir la movilización exigiéndole a la Mesa de Unidad Social que se pronuncie por la continuidad de la movilización en las calles, por una nueva huelga general y un plan de lucha hasta que se vaya Piñera y los militares y se impongan las medidas de emergencia que reclama el pueblo.

No puede haber tregua. Debemos seguir la movilización en las calles y seguir organizándonos desde abajo con más asambleas barriales y en los lugares de trabajo y estudio para resolver como continuar la movilización nacional y preparar una nueva huelga general de 72 horas.
¡Debemos sostener la movilización y unir el paro nacional con la protesta nacional hasta botar a Piñera y derrotar a los militares!
¡Fuera Piñera y los militares de las calles!
¡Basta de represión!
¡Abajo el Estado de Emergencia y el Toque de Queda!
¡Juicio y castigo a los milicos represores!
¡Por un Plan económico de Emergencia al servicio de los trabajadores y el pueblo!
¡Abajo la Constitución del 80! ¡Por una Asamblea Constituyente!
¡Por un gobierno de los Trabajadores y los sectores populares!
¡Por la continuidad de la movilización y una nueva huelga general!
Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST)
Sección chilena de la UIT-CI
24 de octubre de 2019

**La deuda que tienen los graduados

La movilización popular reclamando que se vaya Piñera no se ha detenido. El cambio de gabinete y el levantamiento tanto del estado de emergencia como del estado de sitio no han logrado parar la lucha en las calles.Desde el lunes 28 miles y miles volvieron a ganar las calles, en Santiago y en todo el país, repudiando al gobierno y a la represión.

La consigna es la misma: ¡Fuera Piñera! El martes 29 una multitud nuevamente se volvió a concentrar en la Plaza Italia y la avenida Alameda, camino al Palacio de La Moneda, la sede del gobierno chileno.

En esta vorágine de movilizaciones que se han replicado en el puerto de Valparaíso, donde se encuentra la sede del Congreso, y en Concepción, en el sur del país, entre otras regiones, se contabilizan hasta ahora 20 muertos, centenares de heridos y más de 9.000 detenidos desde el comienzo de las protestas, el pasado 18 de octubre.

El martes 29 nuevamente el gobierno ordenó reprimir con los carabineros, con gases lacrimógenos, carros con agua colorante y hasta disparando balines. El Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) denunció que uno de sus observadores resultó herido con siete balines durante las manifestaciones en la Alameda.

Pero nuevamente el gobierno y la represión fueron derrotadas con la masividad de la movilización. Después de duras refriegas los carabineros
tuvieron que retroceder y miles de manifestantes volvieron a copar la Plaza Italia y sus alrededores.

Todos los pueblos de Latinoamérica y el mundo siguen con atención la lucha del pueblo chileno. Se producen actos de solidaridad y apoyo en todas las latitudes. Argentina es parte de ese proceso de solidaridad internacional para que triunfe el pueblo chileno, se vayan Piñera y su gobierno y se cumplan las demandas de cambio de la juventud y el pueblo trabajador.

Desde Izquierda Socialista y el FIT Unidad nos sumamos a esta lucha y convocamos a sumarnos en todo el país a los actos y marchas de solidaridad y de repudio a la represión en Chile. ¡Fuera Piñera! ¡Ruptura de relaciones! ¡Juicio y castigo a los represores! ¡Libertad a los detenidos por luchar!


Mónica Schlotthauer y Mercedes De Mendieta viajan a Chile

La diputada nacional por Izquierda Socialista/FIT, Mónica Schlotthauer, junto con nuestra compañera Mercedes De Mendieta, recientemente electa legisladora porteña, viajan al país vecino para acercar la solidaridad al heroico pueblo chileno.


Marcha en apoyo a la rebelión chilena

Martes 5 de noviembre a las 17 desde el Obelisco a la Plaza de Mayo

Convoca: Encuentro Memoria Verdad y Justicia
¡Viva la rebelión popular en Chile!
Fuera Piñera y basta de represión • Ruptura de relaciones diplomáticas • Fuera el FMI de toda América Latina

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