Juan Carlos Giordano, diputado nacional
Mónica Schlotthauer, diputada nacional y dirigenta ferroviaria
Graciela Calderón, diputada provincial de Buenos Aires
Escribe Guillermo Sánchez Porta, coordinador de Docentes en Marcha
En marzo el gobierno dio inicio al ciclo lectivo, pero diecisiete provincias tuvieron conflictos docentes. Muchas aún continúan, pese a los ataques gubernamentales, y el abandono y traiciones de Ctera y las burocracias sindicales. Además de apoyarlas, es fundamental que las corrientes opositoras y de izquierda asuman los desafíos y llamen a la autoorganización y coordinación de estas luchas. Hay que preparar una marcha nacional docente a CABA.
Mendoza, Tierra del Fuego, San Luis, Misiones, Salta, Entre Ríos, Santiago del Estero y Formosa tuvieron conflictos. Hubo rebeliones con paros y movilizaciones que duraron semanas, encabezados por los autoconvocados en San Juan y La Rioja (SAE). Todavía siguen Santa Cruz, Chubut, Río Negro, Córdoba, Buenos Aires, CABA y Neuquén. En estas provincias la fortaleza es impresionante, manteniendo la movilización pese a los ataques gubernamentales, descuentos, sanciones, amenazas, campañas difamatorias, el abandono de la Ctera y la complicidad de los burócratas locales.
Enfrentamos el ajuste del gobierno nacional, los gobernadores y el FMI
La lucha es por el brutal ajuste del FMI y el gobierno nacional del Frente de Todos. Hay una férrea unidad con los gobernadores para mantener el techo salarial del 70% anual, y hasta julio sólo se aumentaría entre 35% y 50%. En las provincias, donde el inicial era menor a 100 mil pesos, ofertan hasta 130 mil pesos, por debajo de la línea , pero además hay un estado de precarización y sobrecarga laboral tremenda, extendiendo la quinta hora. La infraestructura escolar es lamentable, no se puede dar clases con calor ni con frío, porque no hay ventiladores, aires, estufas, ventanas. Se cae la mampostería, hay pérdidas de gas, falta de luz, accidentes; todo eso es moneda corriente. La Reforma Educativa ataca a la calidad de la educación pública, recortando contenidos y prohibiendo aplazar, para dibujar el desastre de la política educativa. Faltan docentes, aulas y escuelas, miles cobran mal o directamente no cobran. Y las agresiones en las escuelas se generalizan. Todo es un combo explosivo que no se aguanta. La falta de inversión en salarios y presupuesto es la principal razón de estas luchas. La crisis del sistema educativo y sus consecuencias, las otras.
La traición de Ctera y la dirigencia sindical provincial
Ante este tremendo ajuste y la voluntad de lucha docente, unir los reclamos nacionalmente es una necesidad elemental que deberían garantizar la Ctera y otros gremios nacionales (UDA, CEA, AMET, Sadop). Con un plan de lucha con movilización a Plaza de Mayo lograríamos quebrar el ajuste salarial y presupuestario. Pero la “gran tarea” que plantean los dirigentes de Ctera es hacer campaña por el Frente de Todos “para que no vuelva la derecha”. ¡Vergonzoso!
En las provincias actúan como ministros. Firman acuerdos a espaldas de la docencia por salarios miserables y sin solución a los demás reclamos. Permiten los descuentos por paro, aceptan “conciliaciones obligatorias” tramposas, amenazan al docente que quiere pelear, como la patronal. ¡Esta burocracia podrida no va más!
La oposición y la izquierda deben ponerse al frente ¡Basta de titubear!
La situación es explosiva. Estas luchas a pesar de la burocracia lo muestran. Los gobernadores son insultados, los burócratas corridos y, en muchos casos, ignorados, creando nuevos organismos democráticos y de lucha autoconvocados o utilizando los sindicatos que se recuperaron (Ademys, ATEN Capital, Amsafe Rosario, SAE La Rioja, Adosac Pico Truncado-San Julián, Multicolor en Suteba, etcétera). Estas luchas son largas y desgastantes, duras, con cortes de ruta, descuentos, amenazas. Si Ctera las aísla, el rol de la oposición y la izquierda debe ser unirlas, coordinarlas, nacionalizarlas; impulsar y ayudar a la autoorganización democrática para luchar.
Lamentablemente muchas agrupaciones y dirigentes opositores con los que integramos la Multicolor no sólo no impulsan, sino que boicotean o dividen. El PO dividió los autoconvocados en La Rioja y se fue con los representantes de Milei y Juntos por el Cambio contra la docencia que se organiza en el SAE. En Santa Cruz, junto al MST, no se definen en nacionalizar el conflicto. Quizás lo más grave es su política criminal con la Multicolor en Buenos Aires. La docencia quiere pelear, odia a la burocracia Celeste. El año pasado volvimos a terminar con paros de altísima adhesión convocados por la Multicolor, y este año el 1 y 8 de marzo de nuevo. Pero las conducciones Multicolores de Suteba Tigre, Bahía y Marcos Paz han abandonado el camino de la lucha y el desborde a la burocracia. Y, más grave aún, el PO, MST y PTS apoyan esa política desmovilizadora. ¡Y ni siquiera quieren llamar a un plenario multicolor presencial para debatir! Este miércoles 12, el paro de la CTA Autónoma era una enorme oportunidad de parar en unidad con auxiliares y estatales. ¡Pero el resto de la Multicolor se negó a llamar al paro, y a hacer un plenario! La docencia nuevamente paró en muchos distritos, con Docentes en Marcha (Izquierda Socialista e independientes), la única agrupación que impulsó, siendo una cachetada para la política del resto de la Multicolor. Nacionalmente tampoco quieren impulsar un plenario nacional y una marcha docente a CABA.
Es fundamental que la oposición, y sobre todo las agrupaciones de izquierda, cambien y se jueguen por la lucha docente, por el desborde a la burocracia y la auto organización democrática. Sino, serán co-responsables de no ayudar al triunfo de todas las luchas contra el ajuste.
Además de los paros en Río Negro, Neuquén, Chubut y otras provincias, la lucha de Santa Cruz sigue firme. Alicia Kirchner es la gobernadora que menos aumento ofreció: 4% y, sobre eso, una cláusula gatillo hasta junio. El inicial es menor que la paritaria nacional: 100 mil pesos. Alicia decretó la conciliación obligatoria y, ante el rechazo de la docencia, multó a Adosac. Descuenta los días de paro y avisó que considerará “falta sin aviso” los próximos paros. Pese a esto, Adosac inició un nuevo paro de 96 horas, arrancado a la burocracia Lila, que no se juega ni a movilizar ni a nacionalizar la lucha.
En Córdoba el gobernador Schiaretti y la burocracia de Monserrat de UEPC están cada día más apretados por la lucha docente. Monserrat se jugó a que la nueva oferta gubernamental fuera aceptada y tuvo otra estrepitosa derrota en las asambleas de toda la provincia, que votaron 72 horas de paro. El gobierno decretó la ilegítima conciliación obligatoria y Monserrat corrió a aceptarla. La docencia autoconvocada repudió esto y sigue con acciones y movilizaciones, exigiendo 200 mil pesos de inicial.
Corresponsales
Escribe Paula Alfaro, congresal Suteba
Más de 500 docentes de inicial y otras ramas, acompañados por nuestra agrupación Docentes en Marcha, nos autoconvocamos y movilizamos a Jefatura Distrital de Esteban Echeverría, junto al Jardín 937, hartos de las agresiones contra la docencia. Marchamos reclamando justicia, con los chicos no y con los docentes tampoco. La Jefatura tuvo que recibirnos y le entregamos un petitorio exigiendo basta de violencia contra la docencia. Urgente creación y aplicación de un protocolo de resguardo claro y rápido para dar curso a las denuncias de abuso, donde tanto las y los niños o jóvenes y las familias puedan canalizar su denuncia para llegar a la verdad y justicia. Pero no podemos permitir una sola agresión más a una docente y violencia en las escuelas. Los grandes ausentes fueron los burócratas de Suteba, que se dedicó a militar la “ilegalidad” de la movilización en vez de apoyarla. “Dónde están, los gremios dónde están” gritaban las docentes.
Escribe Mariana Scayola, secretaria general de Ademys
El miércoles 5 de abril se realizó una nueva audiencia del juicio de desafuero sindical que el gobierno porteño de Horacio Rodríguez Larreta le inició a Jorge Adaro, secretario gremial de Ademys. En las anteriores audiencias ya habían declarado cuatro docentes de la escuela N°19 de Villa Soldati y ahora me tocó declarar a mí y a nuestra compañera Andrea Bohus de la Comisión Directiva de Ademys. Todas las y los testigos demostramos en el desarrollo del juicio que Ademys en general y Jorge Adaro en particular somos víctimas de una persecución política y gremial por parte del gobierno de Juntos por el Cambio, la ministra de educación Soledad Acuña y del director general de escuelas Fabián Capponi. Ante esta persecución evidente la procuradora del gobierno porteño pidió la nulidad de los seis testimonios, lo cual muestra su desesperación frente a la contundencia de cada testigo aportado por nuestra defensa. Estamos en estado de alerta y movilización a la espera de un fallo favorable para defender nuestro derecho democrático a la protesta. ¡Basta de perseguir al sindicalismo combativo!