La Lista Bordó del ferrocarril Roca denunció la responsabilidad del gobierno nacional, los directivos de la empresa y la complicidad de la Lista Verde, dirigida por Sergio Sasia, por la trágica muerte por electrocución del ferroviario Roberto Pereira en los talleres de Llavallol, cuando subió al techo de la formación para iniciar su lavado.
La empresa no hace las inversiones necesarias en seguridad y nunca reparó los semáforos que indican si la catenaria tiene corriente o no a pesar de los múltiples reclamos. La Lista Verde se calló privilegiando su acuerdo con la patronal.
También lo hizo ante el pedido de reparación de la iluminación del predio, donde los trabajadores deben hacer sus tareas a oscuras.
La empresa y la Unión Ferroviaria ya salieron a decir que la muerte se debió a una “falla humana”. Justamente, las medidas de seguridad existen para evitar las fallas humanas. Y si solo fue una falla del compañero, ¿por qué la empresa mandó al otro día de su muerte a reparar los semáforos?
El gobierno, la empresa y la Lista Verde desprecian la vida de los ferroviarios. Por ello, desde la Lista Bordó del Roca exigimos la creación de una comisión independiente que investigue el hecho y se castigue a los responsables.
Lista Bordó del Roca
Interrogado por una periodista sobre los reclamos de aumento salarial por parte del personal de salud, particularmente de nuestro Hospital, el Ministro de Salud respondió con mentiras y ataques a lxs trabajadorxs. González García afirmó que que "el Garrahan ya tuvo aumento y es un sector del Garrahan el que hace eso [el reclamo], que yo creo que tiene otras intencionalidades, porque tampoco dice la verdad sobre el aumento, que fue mucho mayor de lo que dicen que es" (Declaración de González García).
Las mentiras del ministro son fáciles de refutar, palabra por palabra. En primer lugar, el "aumento" fue un recorte. Entre marzo y octubre de 2020 nuestro salario básico se mantuvo igual. ¿Acaso Ginés González García ignora que la inflación creció sistemáticamente esos meses, mientras nuestro básico estaba congelado? Luego, entre octubre y diciembre se incrementó tan solo un 7%. ¿Realmente cree el ministro que puede engañar a algún trabajador o trabajadora del Hospital respecto del recorte que implica ese 7% en 2020?
Las "cómodas cuotas" de 2021, que suman 18%, no resuelven el problema. Son menores a la inflación pasada, por lo que permanece el recorte. Cuando dice que "el aumento fue mayor" a lo que lxs trabajadorxs denunciamos, parece sumarse a la "contabilidad creativa" del Consejo, que afirma que el incremento fue del 32%. Según las matemáticas vigentes, 18 más 7 es igual a 25. No hay muchas vueltas que darle -salvo que hagan trampa contando alguna suma extra que un mes está y al siguiente no-.
Al Ministro de Salud debería caerse la cara de vergüenza mientras hay profesionales de la salud que arriesgan su vida en una terapia intensiva por salarios que orillan la canasta de pobreza. Sin embargo, elige atacar el reclamo. El acuerdo con el FMI implica considerar un "gasto" el presupuesto de salud. Rebajan los salarios para asegurar el pago de la deuda.
Por último, querer reducir el reclamo a un "sector" con "otra intencionalidad" no es más que tapar el sol con las manos. El reclamo unifica a trabajadores y trabajadoras de los más diversos sectores y tareas. Por eso los paros y movilizaciones fueron masivos e incluyeron a enfermería, planta médica y residentes, técnicos/as, administrativos/as...
El salario y las condiciones de trabajo de la primera línea en la lucha contra la pandemia deberían ser esenciales. El ministro confiesa que sus prioridades son las contrarias y mantiene en pie un ajuste contra la salud pública. Para ello, repite su odio contra lxs trabajadorxs del Garrahan, que fuimos atacados por él en 2005 como "terroristas sanitarios". En aquel entonces, protagonizamos un gran plan de lucha por un reclamo tan elemental como que el salario de una enfermera arrancar en la canasta familiar, cosa que logramos después de muchos meses de pelea. Ahora, nuestra respuesta será la misma: seguir la lucha de lxs trabajadorxs hasta quebrar el ajuste del gobierno y el Consejo. Seguimos en la pelea por :
-50% de aumento. Salario inicial equivalente a la canasta familiar (hoy en $79900 según la Junta Interna del INDEC)
-Régimen CTIAP (insalubridad) para todxs.
-Pago inmediato a residentes de sueldos adeudados
-Pase a planta de contratadxs por la pandemia y de tercerizadxs.
Junta Interna de ATE del Hospital Garrahan, 7/1/2020
Escribe Guillermo Sánchez Porta
En 2020 el Plenario del Sindicalismo Combativo (PSC), encabezado por ferroviarios del Sarmiento del Pollo Sobrero, Sutna, Ademys, AGD, Ceramistas de Neuquén y sectores combativos, fue el único sector sindical que denunció al gobierno por hacer pagar la crisis económica social y la del Covid-19 a los trabajadores. Coordinó e impulsó luchas y presentó propuestas alternativas para que la crisis la paguen las multinacionales, los banqueros y las grandes patronales.
En abril denunció que “el gobierno de Fernández está flexibilizando cada día más la cuarentena. Las ‘excepciones’ crecen, respondiendo a las exigencias de las patronales para mantener sus ganancias y producir, aunque no sean empresas de primera necesidad ni ‘esenciales’. No les importa poner en riesgo la salud de millones”. Lamentablemente, esto se confirmó y la Argentina pasó el millón de contagios y los 40.000 muertos.
“Crecen los contagios entre trabajadores de salud, la falta de cuidados y de inversión en salud pública, el poliempleo y la explotación de quienes están en la primera línea de atención sin elementos de protección. Sí les llegó ayuda millonaria del gobierno a las patronales, incluyendo grandes empresas y multinacionales. No lo hace cobrando ningún impuesto a la riqueza, sino con plata de la Anses. La CGT acordó con la UIA que pueden reducir el salario un 25 por ciento. ¡El Estado paga el 50% de los salarios y las patronales pueden reducir un 25%, o sea solo pagar el 25% restante de los sueldos! Una estafa y otro golpe a los trabajadores. ¡Otra traición más de la dirección de la CGT! Fernández anunció la prohibición de despidos. Pero decenas de empresas despiden a miles de trabajadores. Tampoco en educación aumentó partidas presupuestarias, no se garantiza conectividad y las familias más empobrecidas no pueden acceder a la educación, con docentes sobrecargados de tareas”.
El PSC propuso medidas alternativas como “el mantenimiento de la cuarentena sin despidos ni rebajas salariales, con subsidio universal a los monotributistas y desocupados. Que la crisis la paguen los capitalistas, los bancos, multinacionales y grandes empresarios. Eliminación del IVA y no pago de la deuda externa. Nacionalización de hidrocarburos, banca, comercio exterior y todos los recursos estratégicos. Aumento general de salarios con actualización automática de acuerdo al costo de vida. Aumento de emergencia a jubilados y planes sociales. Sistema único de salud estatal, gratuito e igualitario. Abajo la especulación con la comida y los remedios. Castigo a los monopolios formadores de precios.
El PSC acompañó a los que salieron a enfrentar el ajuste y buscó su coordinación. Denunció que la CGT y las CTA pactaron con el gobierno y las patronales el ajuste antiobrero y se negaron a llamar a una huelga general o apoyar las luchas. El PSC intervino directamente en luchas como la de los ferroviarios del Sarmiento, el Sutna, Cicop y trabajadores de la salud, docentes de Ademys, Suteba Multicolores, Aten Neuquén, AGD y de todas las provincias, estatales y municipales de Chubut, Córdoba, Santa Cruz, Tierra del Fuego, Tucumán, Santa Fe, Misiones, del frigorífico Penta, ceramistas, choferes y mineros de Neuquén, aeronáuticos y Latam, del Subte, Bed Time, repartidores y precarizados, fábricas recuperadas, cooperativas, colectiveros, textiles, La Nirva, Acindar, Clarín, Parque de la Costa, autoconvocados de la UOM, portuarios, telefónicos, Satsaid, Sipreba, del Garrahan, judiciales, tercerizados de Rosario, aceiteros y decenas que se dieron en este 2020.
Frente a la inacción de la CGT y a pesar de la pandemia, el PSC llamó a jornadas nacionales con acciones y movilizaciones en provincias y un acto en Plaza de Mayo. Además, hizo dos plenarios nacionales virtuales con centenares de dirigentes y delegados y un plenario de la Patagonia Sur (Tierra del Fuego, Santa Cruz, Chubut).
Este año se sumaron a los sindicatos y agrupamientos que fundamos el PSC (como la Corriente Sindical de Izquierda Socialista, la CSC-PO o el Ancla-MST), dirigentes del PTS-MAC que habían estado afuera desde su creación y rectificaron esa política equivocada. Esto generó muchos debates sobre cómo debe funcionar el PSC para seguir fortaleciéndose como el principal polo de coordinación de los sectores de lucha y antiburocráticos. Reafirmamos que es el consenso mayoritario entre las corrientes sindicales y los sindicatos que integramos el PSC, respetando la autonomía y las resoluciones democráticas, el pilar con el que hace años venimos coordinando y avanzando y el camino que seguiremos implementando para defender el PSC de todos los que no quieren una genuina coordinación del sindicalismo combativo.
Sindicalmente, solo el PSC ha denunciado el robo a los jubilados y, mientras seguimos exigiendo a los dirigentes de la CGT y CTA que rompan su tregua y llamen a la huelga general, llamamos a movilizarnos a la Plaza del Congreso el día que se trate la reforma jubilatoria.
El nuevo año, 2021, impulsará con fuerza la necesidad de coordinación de los sectores sindicales combativos. Izquierda Socialista y los dirigentes que integramos el PSC seguiremos trabajando para su fortalecimiento y extensión nacional, peleando en cada sindicato por listas únicas de oposición para echar a la burocracia sindical y seguir avanzando en la pelea por una nueva dirección democrática, clasista y combativa para el conjunto del movimiento obrero.
Escribe Verónica Bravo, ex delegada gremial Heylatam (AEC Rosario) y abogada laboralista
Aún cuando siguieron trabajando desde sus hogares y sin tener las herramientas necesarias, las patronales de call center de la ciudad de Rosario decidieron suspender y rebajar los salarios a las/os trabajador. Lo que llevó a diversos reclamos que no fueron escuchados.
El caso más resonante es el de la firma Contact Center & Recovery S.A. (HeyLatam). Avanzada ya la cuarentena y con la producción en alza, la patronal decidió despedir a quienes se pusieron a la cabeza de los reclamos. La organización y la lucha permitió que se lograra la reincorporación de una de las compañeras. En el mes de octubre las/os trabajadores dejaron de percibir la totalidad de su sueldo con la excusa de la patronal de haber sido excluidos del programa nacional ATP y por no habérsele otorgado un crédito. Desde ese momento, se exigió al sindicato de comercio un paro de actividades hasta tanto no se les pagara su salario.Como respuesta, la patronal emitió un comunicado de supuesta “crisis” y eventual quiebra, poniendo a disposición “retiros voluntarios”. Con la intervención del Ministerio de Trabajo de la Provincia se decreta la conciliación obligatoria. A pesar de ello, hay un lock out patronal y la empresa deja sin trabajo a 301 compañeras/os.
Los despidos encubiertos, la renuncia a la firma con la promesa de estar en otra, o la renuncia para pasar a trabajar como monotributistas, son una forma más de precarizar a las/os operadores que hoy en día trabajan desde sus hogares con herramientas propias y sin el pago, ni compensación de servicios utilizados como Internet o luz. Esta situación se repite en varias de las firmas de call centers, como “Otecé” que ha hecho que gran parte de sus trabajadoras/es presten servicios como monotributistas. O la firma multinacional “Konecta”, que a pesar de no haber reducido la productividad durante toda la pandemia, ha rebajado salarios y no les brinda a sus trabajadores las herramientas, por lo cual también están realizando medidas de fuerza.
Desde Izquierda Socialista acompañamos a las/os trabajadores de Hey Latam y de todas/os los compañeros de call center. Rechazamos suspensiones, despidos y retiros “voluntarios”, como así también exigimos la entrega de herramientas y el reconocimiento de los servicios de luz e internet. Exigimos al Sindicato de Empleados de Comercio de Rosario, que se ponga a la cabeza de las luchas, llamando a un paro general del sector.
¡Basta de despidos encubiertos!¡Que las empresas garanticen el 100% de las herramientas!¡Por la unidad de acción y un plan de lucha!