May 14, 2024 Last Updated 8:28 PM, May 13, 2024

Izquierda Socialista

Si bien los hogares son muy distintos y la cuarentena se vive de formas diversas, hay una constante que se repite: las mujeres trabajadoras estamos a cargo de la mayoría de las tareas de cuidado y limpieza en el hogar. La sensación que tenemos es de desborde y colapso de los hogares. Cuidadoras tiempo completo y sobreexigidas con tareas múltiples, permanentes y simultáneas, las trabajadoras viven así el día a día desde el inicio de la cuarentena.

Escribe Mercedes Trimarchi, diputada bonaerense (m.c.) Izquierda Socialista/FIT Unidad

Las trabajadoras ferroviarias que impulsan la agrupación Mujer Bonita es la que Lucha vienen dando desde hace años una enorme pelea contra la discriminación laboral. Mónica Schlotthauer, delegada del sector de limpieza y diputada nacional electa por Izquierda Socialista/ FIT Unidad, nos cuenta que tuvieron que organizarse para conseguir los elementos básicos de seguridad, como el alcohol en gel, guantes y barbijos para poder trabajar, y también están impulsando talleres de capacitación contra la violencia de género. A su vez, junto a la Casa que Abraza, impulsaron una encuesta coordinada por Malena Lenta, de Isadora y de Izquierda Socialista, en la que les preguntaron a sus compañeras de las líneas San Martín y Mitre, además del Sarmiento, cómo están viviendo la pandemia, ya que el 40% está trabajando con miedo al contagio. Otro dato revelador de la encuesta es que el 60% es el único sostén económico del hogar y el 25% sufre actualmente violencia de género en el ámbito del trabajo. Además de acoso callejero y robos al salir o ir al trabajo, las ferroviarias señalan que las calles vacías son doblemente peligrosas para las mujeres, al igual que los andenes. En el video donde difunden los resultados de la encuesta también denunciaron que les recortaron la asistencia médica y en la casa están sobrecargadas con las tareas de cuidado de sus hijos y adultos mayores.

Por otro lado, una encuesta realizada por la Universidad de Córdoba a unas 550 personas (mayoría mujeres) constató que el exceso de quehaceres domésticos y de cuidados atraviesa a las mujeres durante la cuarentena. Están más cansadas que antes de la crisis sanitaria y duermen menos de lo necesario. El teletrabajo es una verdadera sobrecarga en el que no se respetan los convenios laborales ni las horas de descanso. Literalmente, es una modalidad que no te permite desconectar. La mayoría de las mujeres consultadas son cuidadoras de tiempo completo y trabajan más. A su vez, la mitad duerme entre una y tres horas menos de las ocho necesarias para descansar. Así los cuerpos de las mujeres están siendo sobreexigidos con graves consecuencias para la salud. La situación de aislamiento social obligatorio puso al descubierto la desigual carga de cuidados que, si bien es preexistente a la pandemia, en este contexto se acentúa. Ayudar con la tarea escolar, el cuidado de adultos mayores, el teletrabajo, la limpieza y el orden del hogar es un verdadero desgaste diario. 

Recordemos que las mujeres somos las jefas de los hogares más pobres y cargamos con un alto índice de informalidad en nuestros trabajos, como quienes limpian casas o hacen changas. Otro tanto ocurre con las trabajadoras de la salud, monotributistas y precarizadas que deben hacer guardias extenuantes para poder llegar a fin de mes. Una vez más somos las trabajadoras quienes nos encontramos expuestas y desprotegidas ante esta situación que profundiza la desigualdad de género. Necesitamos una cuarentena sin despidos ni suspensiones, sin rebaja salarial y un subsidio -que cubra la canasta básica- para quienes lo soliciten, sin ningún tipo de restricción. A su vez, exigimos las licencias pagas para las madres y padres que tengan a su cargo hijos, hijas y adultos mayores, como también que las empresas de telecomunicaciones liberen los datos de internet para que se puedan garantizar las tareas escolares, las cursadas y también la posibilidad de ver películas o series de manera gratuita.



Escribe Alejandro Solís

El 30 de mayo fue detenido en Uruguay Sebastián Romero, militante del PSTU y uno de los perseguidos por participar de la masiva movilización al Congreso de diciembre de 2017, cuando el gobierno de Macri votó (con el aval del peronismo) la reforma jubilatoria. Una ley que ajustó a millones de jubilados por orden del FMI. Más de 100 mil personas repudiaron la ley y sufrieron una feroz represión.

Romero fue señalado por la difusión de imágenes donde tira una bomba de estruendo, sin cometer delito alguno. Con ese argumento se extendió un pedido de captura internacional y una recompensa millonaria para atraparlo. Medida que este gobierno sostuvo a través de la ministra Frederic.

De esta forma lo convirtieron en un chivo expiatorio del entonces gobierno de Macri y Patricia Bullrich, en un intento de encubrir el ataque a los ingresos de millones de jubilados. Mismo método que aplicó contra el pueblo mapuche, calificandolo de “terrorista”. Macri-Bullrich tildaban de “violentos” a quienes se manifestaban contra su plan de ajuste, al servicio de los grandes capitalistas. A Romero se le imputan una ristra de delitos como “lesiones en agresión, intimidación pública y atentado contra la autoridad agravado”. 

En paralelo y varios meses después, en septiembre de 2018, se detuvo a Daniel Ruiz, dirigente sindical petrolero y militante también del PSTU. Quien estuvo varios meses preso por ser parte de las mismas jornadas, del 14 y 18 de diciembre. Una forma de extorsión para lograr el encarcelamiento de Romero. Sin embargo, una amplia campaña exigiendo la libertad de Ruiz, encabezada por organismos de derechos humanos, personalidades y la izquierda, entre ellos nuestro partido, tuvo éxito.

Desde Izquierda Socialista en el Frente de Izquierda repudiamos la campaña contra los que luchan y llamamos a la más amplia unidad para exigir, junto al Encuentro Memoria Verdad y Justicia, el traslado de Sebastián Romero a Argentina, su inmediata libertad y el cierre de la causa que permitió la persecución. Los delincuentes fueron los Ceos de Macri que gobernaron para los bancos y las multinacionales, no los trabajadores y luchadores. Hoy, como ayer, defendemos el derecho a la protesta contra los planes de ajuste y repudiamos su represión.

 

 

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Escribe Pilar Barbas, dirigente de la Juventud de Izquierda Socialista

A días de la desaparición forzada y asesinato de Luis Espinoza a manos de la policía tucumana, nos encontramos con las imágenes de detención ilegal y tortura de una familia qom en su propia casa, ubicada en Fontana, Chaco. La noche del 30 de mayo la policía entró a patadas y golpes deteniendo ilegalmente a menores de edad y violentando a una mujer que estaba en la vivienda.

Una vez en la comisaría, fueron torturados por la policía. En sus testimonios dos jóvenes contaron cómo fueron desnudadas y rociadas con alcohol. “Ya les tiramos alcohol, ¿ahora quién las prende fuego?”, contaron que dijeron los policías. Luego los cinco oficiales las patearon y golpearon en el piso.

Este no es el primer caso de violencia policial hacia la comunidad qom en Chaco. Son constantemente atacados por la policía de Capitanich, quien ya fue gobernador de 2007 a 2015, luego intendente de la capital, Resistencia, y ahora nuevamente gobernador del Frente de Todos.

Que este escándalo suceda justo en medio de la indignación mundial por el asesinato de George Floyd a manos de la policía racista estadounidense hizo que la ministra de Seguridad y Justicia de Chaco tuviera que anunciar el "inmediato apartamiento de sus funciones de los agentes responsables de ejercer violencia policial" ante la viralización de las imágenes. No debemos engañarnos, no es un “error” de algunos policías. La violencia es institucional y sistemática contra los pobres y los pueblos originarios. Nada distinto de la violencia racista y de la policía estadounidense que se ensaña con negros y pobres.

En un tuit, Alberto Fernández felicitó a “Coqui” por separar a los policías y concluyó que estos hechos atroces eran una “deuda de la democracia”. El PJ viene gobernando la provincia desde 2007, y lo hizo también durante la década del '80, estando a cargo de las fuerzas represivas de Chaco más que ningún otro partido, con lo cual está claro quién es el mayor responsable de esa “deuda” y de las condiciones de extrema precariedad y pobreza a la que es empujada la comunidad qom.

¡Basta de reprimir a la comunidad qom!

 

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Estado Español, Galicia. Obreros cortan autopista contra despidos

Miles de personas, entre ellas una multitud de obreros de Alcoa (multinacional del aluminio), han protagonizado este domingo una protesta, con corte en la Autovía (autopista) del Cantábrico, A-8, a la altura de Ribadeo, Lugo, como muestra de su rechazo al anuncio de la multinacional de despedir a 534 trabajadores, alegando una situación “insostenible”. 

“Ha sido una protesta sorpresa. La gente se está empezando a calentar”, indicó el presidente del comité de empresa, José Antonio Zan. También hubo en esta jornada quema de neumáticos.


Brasil. ¡Hasta las hinchadas de fútbol! ¡Fuera Bolsonaro!

Pese a los más de quinientos mil contagios y 28.000 muertos por coronavirus –aunque se supone que las cifras reales son superiores–, Bolsonaro ha negado la gravedad de la pandemia y ahora está impulsando manifestaciones contra los gobernadores que ordenaron la cuarentena, hace trabajar a la mayor parte del país e incluso ordenó el reinicio del fútbol. Para mayor indignación del pueblo trabajador, que ve esto como una política criminal, Bolsonaro y su familia están siendo investigados por la policía federal y por la Justicia por hechos de corrupción. 

Tampoco se tomaron medidas efectivas para fortalecer el sistema de salud pública. 

El domingo 31, integrantes de hinchadas organizadas de algunos clubes de fútbol –Corinthians y Palmeiras, entre otros–, muchos vestidos de negro y con mascarillas, marcharon en San Pablo contra el autoritarismo de Bolsonaro. También hubo manifestaciones en Río de Janeiro y otras ciudades. La CST/PSOL, sección brasileña de la UIT-CI, participó y llamó a organizar el próximo domingo una gran jornada de lucha contra Bolsonaro, con las hinchadas de fútbol, con apoyo de trabajadores de la salud que también están haciendo movilizaciones por su seguridad y derechos, e invitó a las organizaciones de izquierda y centrales sindicales a marchar para exigir una cuarentena sin hambre, con salarios, una renta básica para los que no tienen empleo y equipamiento para los hospitales.


Mundo y capitalismo:  Covid-19 y aumento del hambre

Un artículo del diario yanqui The Washington Post indica que el hambre en el mundo podría matar muchísimo más que el coronavirus. Según informes de la ONU, 265 millones más de habitantes, que no tendrían qué comer, morirían de hambre si no reciben ayuda. Agregamos nosotros que esto es por la caída de sus precarias economías saqueadas por el imperialismo año a año en centenares de miles de millones de dólares en riquezas naturales y producto del trabajo. 

Mark Lowcock, secretario general adjunto de la ONU para Asuntos Humanitarios, afirmó que: “A diferencia del Covid-19, ya existe una cura para esta crisis, alimentos… pero el problema no es la escasez de alimentos, sino el dinero en las manos de las personas para comprarlos”.

Se calcula que evitar una hambruna catastrófica costará 90.000 millones de dólares. Esto es el 1% del dinero que los países ricos han asignado para “fortalecer sus economías” (es decir, para darle a las multinacionales y los banqueros). También es un 5% de lo que se gasta en armas en el mundo. Y una fracción menor de lo que los países semicoloniales, donde está la mayoría de los que sufren hambre, pagan de deuda externa.

Sin embargo, dice Lowcock, “lamentablemente solo han recaudado alrededor de 1.000 millones de dólares (¡poco más del 1% de lo que haría falta, según la ONU!). De ese monto, los Estados Unidos han contribuido con 164 millones de dólares, siendo así solo el segundo mayor contribuyente, después de Alemania”. 

¡Es decir una limosna, una pequeñísima fracción de las inmensas riquezas que succionan de los países semicoloniales con deudas fraudulentas y la extracción de recursos! ¡Es evidente que el no pago de la deuda a estos chupasangres imperialistas es un acto de elemental justicia! 


Estado Español. Entrevista a dirigente de la huelga de Nissan de Barcelona 

https://www.facebook.com/914017598631031/posts/3255320127834088/ 

 

“El crecimiento del socialismo millennial” tituló en su tapa la revista The Economist y sorprendió. Una publicación destinada al mundo de los empresarios daba cuenta de la preocupación que tienen quienes llevan las riendas del mundo por qué es lo que tiene la juventud en su cabeza. Y es que estamos en el marco de una crisis capitalista mundial que tiene hace más de una década a los gobiernos del mundo con Donald Trump a la cabeza bombardeando las condiciones de vida de la
clase trabajadora y los sectores populares. En la primera línea de enfrentamiento a esas políticas aparecen lxs jóvenes. En todos lados. En nuestro país lo vemos en las cotidianas peleas contra las políticas de ajuste y miseria de Macri, el FMI y los gobernadores.

Las nuevas generaciones se enfrentan a todos los partidos tradicionales, ¿pero eso significa que necesariamente en la lucha giran hacia posiciones revolucionarias? No, lo que hay es una disputa cuerpo a cuerpo por su cabeza, sus ideas, su activismo, su potencial transformador en un mundo en decadencia. Y no es una batalla simple para la izquierda.

Solo pensemos en Latinoamérica cuánto dificulta explicar que hay que pelear por el socialismo, cuando a un costado del camino aparece la difícil realidad del pueblo venezolano, sus millones de exiliados y el desastre económico y social en el que está sumido ese país por la política del autoproclamado “socialista” Nicolás Maduro, encima ante el peligro de la injerencia imperialista. Pensemos también que en Argentina entre la lucha de lxs jóvenes y el giro a izquierda en la conciencia se levanta como una barrera el peronismo kirchnerista tratando de convencer de que se puede sacar al país de la crisis pagándole al FMI, y diciéndole a las pibas de que se junten con los pañuelos celestes antiderechos. Como todxs sabemos, se trata de arduas batallas.

La presente revista es un aporte de la Juventud de Izquierda Socialista para meterse de lleno en esta disputa: una herramienta de formación, de discusión, de crítica y organización. Nos propusimos poder reunir nuestras posiciones ante cada uno de los debates que atraviesan a la juventud y que cotidianemente abordamos en nuestros lugares de estudio y de trabajo, y en los barrios.

Nos paramos desde las elaboraciones que hemos realizado en nuestros Encuentros Nacionales de la Juventud de Izquierda Socialista y desde cada uno de nuestros espacios de militancia. Este primer número es un comienzo, al que le deberán seguir nuevas entregas en las que nos referiremos también en profundidad al problema de la destrucción de la naturaleza por el capitalismo, al arte, y distintos hechos que la realidad ponga a la orden del día. Así como también eventos históricos como el Cordobazo que nos convoca en este número.

Te invitamos a leer y discutir Rabia. En la perspectiva de que esperemos sea una herramienta para construir una juventud socialista y revolucionaria, que pelee diariamente en defensa de nuestros derechos y sobretodo por la perspectiva de conquistar que de una vez por todas en nuestro país y el mundo gobiernen lxs trabajadorxs y el pueblo.

 

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