May 01, 2024 Last Updated 11:15 PM, Apr 30, 2024

Escribe Martín Fú

Esto dijo la referente de la Consultora Pericial de Ciencias Forenses, Virginia Creimer, perita de parte de la familia de Facundo Astudillo Castro, tras el resultado que se dio a conocer de la autopsia, en donde no primó un criterio unificado entre los expertos. Y la mamá de Facundo, Cristina Castro, fue contundente al señalar en una conferencia de prensa posterior organizada por Amnesty: “A mi hijo lo mató la bonaerense”.

El informe señala que los resultados “permiten aseverar con el rigor científico necesario que la muerte de Facundo José Astudillo Castro se produjo por asfixia por sumersión (ahogamiento)”. En otra parte dice que “el avanzado estado de esqueletización del cadáver impide determinar si fue accidente, homicidio o suicidio”. Esto ya está siendo usado para deslindar de responsabilidad a la bonaerense y al gobierno, como ocurrió con Santiago Maldonado, lo cual repudiamos y rechazamos de plano, como lo hicimos en el caso de Santiago, con su desaparición y posterior aparición del cuerpo en 2017 durante un violento desalojo con represión de la Gendarmería conducida por Patricia Bullrich.

Creimer fue contundente al aclarar contradicciones entre los expertos: “Tuvimos un problema importante porque a la odontóloga le bajaron una línea violenta que se desdijo sobre el ‘diente rosa’ cuando ya había dicho que fue un fenómeno vital, es decir que lo golpearon en vida” (Página/12, 1°/8). El fenómeno es conocido con el término inglés pink teeth y define que la coloración rosada que aparece en los dientes de los cadáveres está asociada a una muerte no natural y violenta.

Otra de las razones de su disidencia fue porque el informe oficial menciona que no hubo intervención de terceros en la muerte de Facundo. “Tampoco se puede afirmar lo contrario”, refutó. Y denunció que “no se contextualizó la muerte”.

Cristina, la mamá, mostró su deseo de seguir peleando: “La causa sigue siendo contundente con la gran cantidad de pruebas que vinculan a la policía con la desaparición de Facundo” (Télam, 3/10) y apuntó contra el ministro de Seguridad de Kicillof al afirmar que “lo están bancando a Berni. Me parece que ha tenido una bajada de línea importante desde arriba. Creo que lo están bancando a Berni. A Facu lo mataron, lo mató la policía” (Infobae, 1°/10).

Lo mismo señalaron los abogados defensores. El doctor Aparicio dijo que hay pruebas más que suficientes sobre la responsabilidad de la Bonaerense y las políticas de todos los estamentos del Estado. “Los responsables políticos son el intendente, Kicillof y Alberto Fernández”, dijo la mamá de Facundo en la conferencia. Y agregó: “Facundo no se suicidó, no tuvo un accidente, lo mató la policía bonaerense. No hay que confiar en nadie. No voy a parar hasta que todos los responsables vayan a la cárcel”.

Seguimos sosteniendo que Facundo Castro fue víctima del accionar represivo de la Bonaerense de Berni, facultada por el decreto 297 del gobierno nacional para reprimir aún más bajo el pretexto de la cuarentena. Es desaparición forzada de persona seguida de muerte, como sostienen la madre y sus abogados.

Ahora se abre la pelea final para que se haga justicia. Ante tanto encubrimiento policial y oficial, para llegar a la verdad se debería conformar una comisión investigadora independiente. Y para lograr encarcelar a los responsables materiales y políticos habrá que seguir movilizados y apoyando a la madre y su familia. Desde Izquierda Socialista vamos a seguir impulsando ese camino acompañando y participando en todas las acciones de lucha hasta conseguirlo.

Con motivo de los incendios, entrevistó El Socialista a Chuzo González Quintana, abogado especialista en derechos humanos, ambiente y pueblos originarios.

ES–El cambio climático, como sugieren los gobiernos, ¿es la principal causa de los incendios en el país?

CH–Yo la formularía al revés. ¿Los incendios son causales del cambio climático? Categóricamente, sí.  Los grandes incendios provocan cambios en el clima. Cada año se incendian más de 400 millones de hectáreas de bosque nativo en el mundo, una superficie mayor que la de India. El 98% de estos incendios no son naturales y generan gases de efecto invernadero que impactan en la temperatura del planeta, produciendo cambios climáticos en regiones puntuales del globo. Cuando más incendios se producen llega una mayor cantidad de CO2 a la atmósfera, aunque este efecto sea de carácter transitorio, los territorios incendiados tardan años en producir otra vez oxígeno.

ES–¿Se sabe cuántas hectáreas se han quemado? ¿Tienen alguna responsabilidad el gobierno de Schiaretti y el nacional?

CH–Según el último relevamiento de los técnicos de la Coordinadora en Defensa del Bosque Nativo, ascienden a 200.000. Creemos que la responsabilidad principal de este ecocidio descansa en primer término en cabeza del gobernador Juan Schiaretti, en su secretario de Ambiente Juan Carlos Scotto y en el director de Defensa Civil Diego Concha. Los planes de manejo del fuego, provinciales y nacionales, han fracasado alevosamente. La Argentina tiene siete provincias incendiadas, curiosamente donde se concentra el bastión del agronegocio, uno de los sectores beneficiados con esta destrucción ambiental, y esto no solo es responsabilidad de los gobernadores sino también del gobierno nacional y sus funcionarios que, como en el caso del ministro Cabandié, no tienen conocimiento en materia ambiental.

ES–¿Cuál debería ser la política para evitar estos incendios que se repiten todos los años?

CH–La única política posible es un Estado comprometido con el cuidado del ambiente. Un Estado presente en los territorios previniendo incendios apenas terminan las últimas lluvias del verano. Poniendo en marcha sistemas de alerta temprana, con vigías y brigadistas que no solo previenen grandes focos ígneos, sino que controlan su expansión evitando quemas en extensiones, como las que vivimos en Córdoba.

ES–Según doscientos cincuenta científicos que investigaron para la ONU, de seguir las emisiones de CO2 al ritmo actual, en 2050 el planeta sería inhabitable. Para vos, ¿cuál sería la salida de fondo para evitarlo?

CH–La salida es el cambio del modelo de consumo que propone el sistema capitalista. Esto implica un modelo basado en la mayor protección y sustentabilidad de los recursos naturales, porque justamente son fuentes no renovables. Para esto necesitamos reconocer y viabilizar los derechos de la naturaleza en los cuales se integra el respeto de sus ciclos, sus tiempos y el cuidado del equilibrio ecosistémico. El sistema capitalista se sostiene a partir de una acumulación de riquezas a costa de la destrucción del ambiente. La salida es anticapitalista.

Escribe Diego Martínez

El pasado 30 de septiembre se nos fue un grande de la historieta y de la cultura, Joaquín Lavado, más conocido como Quino, el seudónimo que utilizó durante toda su carrera artística.

A través de su personaje más célebre, Mafalda, nos inspiró de niños y niñas a tener una mirada crítica del mundo y a pelear contra las injusticias y los atropellos haciéndolo siempre con una sonrisa. “Paren el mundo que me quiero bajar” fue la frase que inmortalizó Mafalda y que refleja este espíritu.

Quino ya no estará entre nosotros, pero su obra seguirá vigente inspirando a las nuevas generaciones a pelear contra el capitalismo, por un mundo sin opresión ni explotación.

Quino nació en Mendoza en 1932. De muy chico comenzó a dibujar por influencia de su tío, pintor y diseñador gráfico, también llamado Joaquín. A su tío le debe su apodo, de quien su familia lo diferenció llamándolo por el seudónimo con el que luego se haría famoso en todo el mundo.

Siendo muy joven, se trasladó a Buenos Aires donde hizo sus primeras armas como dibujante, y en 1964 dio a luz su obra maestra, Mafalda. Comenzó en la revista Primera Plana, pasó por el diario El Mundo y la revista Siete días, donde publicaría por última vez su icónica tira en 1973. Las historias de esta niña curiosa y sus amigos (Manolito, Susanita, Felipe, Miguelito, Libertad), sus interrogantes y sus reflexiones atraparon a millones de jóvenes, y no tan jóvenes, y trascendieron las fronteras. Mafalda fue traducida en treinta y cinco idiomas y llegó a algunos de los rincones más recónditos del mundo. El periodista Miguel Bonasso, a raíz de la muerte de Quino, declaró en su cuenta de Facebook: “Me gustaría que estuviera vivo y contarle algo que me pasó, hace muchos años, en Dar es Saalam, Tanzania. Aquel taxista que sonrió feliz cuando le dije que era argentino y comentó ‘como Mafalda’”.

El éxito de Mafalda

¿Cuál fue el secreto de tamaño éxito? Sin lugar a dudas la mezcla entre la prosa genial, aguda, ingeniosa y sensible de Quino con los temas que abordaba la tira. En Mafalda se reflejaban las preocupaciones de los trabajadores, las mujeres y la juventud de la época que comenzaban a sufrir paulatinamente la declinación de su nivel de vida. En su autobiografía, Quino definió así a su personaje: “Mafalda es una niña que intenta resolver el dilema de quiénes son los buenos y quiénes son los malos en este mundo”. Ese dilema Mafalda lo resolvería en el medio de tremendos sucesos que conmovieron al planeta durante la década del ’60 y principios de los ’70, los cuales exhibieron con meridiana claridad frente a los ojos de millones de trabajadores quiénes eran los “malos” y quiénes los “buenos”. Era la época del empantanamiento yanqui en Vietnam después de décadas de invasión en el sudeste asiático, del Mayo Francés del ’68 y de rebeliones contra la burocracia estalinista, como la Primavera de Praga. En la Argentina se dio ese tremendo levantamiento obrero y estudiantil que fue el Cordobazo del ’69, con sus posteriores réplicas en distintas partes del país. Estos hechos sin duda se reflejaban en la tira, motivo por el cual millones de trabajadores y de luchadores leían de forma entusiasta sus páginas. En ella también se reflejaban, de forma totalmente adelantada para su época, las luchas de las mujeres por sus derechos y la defensa de la educación pública, motivo por el cual nuestra agrupación Docentes en Marcha lleva como emblema la figura de Mafalda. Mafalda se mostraba particularmente preocupada por la existencia de la bomba atómica y el gasto militar que realizaban las principales potencias del mundo en pos de la carrera armamentista. También reflejaba de forma precursora la lucha en defensa del ambiente.

Una crítica al capitalismo

Sin duda, Mafalda fue el reflejo de una época y de una joven generación que miraba con ojos críticos lo que pasaba en el mundo en los ’60 y los ’70. Pero Mafalda trascendió por mucho su propia época. Lo que en definitiva criticaba Mafalda era el capitalismo. Esa crítica es la que hace que el contenido de la tira siga vigente y refleje el sentir de nuevas camadas de jóvenes que siguen inspirándose en sus páginas para condenar la injusticia y la opresión cincuenta y seis años después de su aparición. La crítica abarca desde el aspecto económico del capitalismo hasta sus efectos en la cultura y en las propias relaciones entre las personas. Repasando parte de las frases más célebres de Mafalda encontramos una crítica a la dominación imperialista: “¿Qué habrán hecho algunos pobres sures para merecer ciertos nortes?”. A la alienación y la deshumanización que impone el capitalismo: “¿Y no será que en este mundo hay cada vez más gente y menos personas?”. Al rol de los medios de comunicación: “Los diarios inventan la mitad de lo que dicen. Y si a eso le sumamos que no dicen la mitad de lo que pasa, resulta que los diarios no existen”. A la degradación de la cultura en las sociedades capitalistas: “¿No sería hermoso el mundo si las bibliotecas fuesen más importantes que los bancos?”. A la represión: “Ven, este es el palito de abollar ideologías”, señalando el bastón de un policía. Y aun a la explotación capitalista: “Nadie amasa fortuna sin hacer harina a los demás”, decía Manolito en una viñeta.

La vigencia de Mafalda, expresada en estos días en la enorme repercusión que tuvo la muerte de Quino y el redescubrir de su obra por parte de millones de lectores, desmiente la creencia de aquellos escépticos que opinan que la pelea contra las injusticias del capitalismo terminó en los ’70. Mientras exista el capitalismo habrá jóvenes y trabajadores que se levanten y den pelea contra este sistema tomando en cuenta el sabio consejo de Mafalda: “¡Sonamos muchachos¡ ¡Resulta que si uno no se apura a cambiar el mundo, después es el mundo el que lo cambia a uno!”.

Según explica Diego Rojas en su libro La izquierda (editorial Planeta, Buenos Aires, 2020), Quino militó en su juventud, en la década del ’50, en el trotskismo. Su crítica al capitalismo y su ideología socialista se mantendrían a lo largo de los años. Así lo expresó en una entrevista de Mónica Maristain para Página/12 en 2004. Reproducimos un fragmento.  

“El capitalismo también se va a ir al carajo. Esto no puede continuar así. Yo lo que espero es que a la larga se intente otra forma de socialismo. No igual al que ya fue, pero para mí sigue siendo el mejor sistema de gobierno”

–¿Morirá siendo socialista?

–Sí, por supuesto. Esa es la mejor forma de gobierno que concibo, es el mejor sistema. Apenas tuvo setenta años para expresar y es probable que estuviera mal aplicado. Si pensamos que al cristianismo le llevó tres siglos imponerse, ¿por qué no podemos pensar que el socialismo regresará y finalmente podremos vivir en un sistema más justo y más humano para todos?

 

Se palpa en los lugares de trabajo, en los barrios populares, en las reuniones familiares, cada día crecen más el malhumor y la bronca popular. Cada día hay más miseria y pobreza. Todo aumenta mientras se consuma el robo a los salarios y las jubilaciones, que cada vez alcanzan para menos. Por eso crece el repudio a las maniobras de las patronales y a la traición de la burocracia sindical. Y el gobierno peronista de Alberto Fernández va sufriendo cada día un mayor desgaste. 

La preocupación ante una pandemia que no cede, que en muchos lugares sigue creciendo, es tema de debate cotidiano. Alberto Fernández y los gobernadores de los distintos partidos patronales, que en marzo, cuando empezó la cuarentena, anunciaban con bombos y platillos que haber tomado medidas tempranas serviría para “prepararse”, no tienen cómo responder ahora, meses después, cuando se hace realidad el colapso sanitario. No crearon las instalaciones necesarias ni incorporaron a los trabajadores de la salud que se necesitaban. Encima, se acaba de descubrir la truchada de la provincia de Buenos Aires, donde el gobierno de Kicillof había “escondido” más de 3.500 muertos.

El otro gran tema es la pandemia social. Se conocieron la semana pasada los nuevos números de desocupación. La realidad es contundente, tierra arrasada. Tenemos el desempleo más alto desde 2004, con casi cuatro millones de personas que han perdido su trabajo en el último año. Sobre llovido mojado, esta semana se conocerán las estadísticas de pobreza, que reafirmarán lo que ya todos vienen anticipando, uno de cada dos argentinos es pobre, acercándonos cada día más a los números que teníamos en la crisis de 2001. Mientras tanto, la avidez de ganancias y saqueo de las patronales no tiene límites. Así, en Córdoba crecen los incendios, al servicio de los negocios inmobiliarios y la deforestación.

Guernica y la toma de sus tierras, con miles de familias desesperadas esperando una solución, y un gobierno que sigue amenazando con reprimirlas, es la postal más clara del desastre social. Hay un hecho contundente, si no hubiera sido por la solidaridad que rodeó a la toma y por  las movilizaciones que se hicieron, ya hace tiempo que el gobierno de Kicillof hubiera apostado a la salida “a la Berni” y, con la excusa de fallos judiciales que lo avalan, se habría desalojado a las familias por la fuerza. Por eso sigue siendo más importante que nunca seguir sumando al apoyo, tal como haremos este miércoles donde, tras una conferencia de prensa en el Obelisco, realizaremos una caravana hacia Guernica para iniciar ahí una vigilia en el día que se anuncia el desalojo.

Mientras tanto, sigue la pelea “en las alturas” entre el gobierno del Frente de Todos y la oposición patronal de Juntos por el Cambio por el control del Poder Judicial. Una cuestión alejadísima de las necesidades y preocupaciones actuales del pueblo trabajador, que sin embargo gasta ríos de tinta, y de saliva, en los medios de comunicación, tanto oficialistas como opositores. De un lado el gobierno peronista de Fernández, con su “reforma judicial” como tema de fondo y la decisión de trasladar a los jueces que actuaban en las causas contra Cristina Kirchner como tema inmediato. Su intención, zafar de las causas de corrupción y controlar a la Justicia poniendo jueces amigos por todos lados. Del otro lado, la oposición patronal de Cambiemos que busca aprovechar esto para posicionarse ante su propia base electoral, mientras también trata de defender a los jueces amigos que le quedan y, al igual que el gobierno, zafar de sus causas de corrupción. Por su parte, la Corte Suprema de Justicia que, recordemos, es la misma que hace apenas unos años intentó liberar a los genocidas con su fallo del “dos por uno”, que no se hizo efectivo por el repudio y la multitudinaria movilización en contra. Los jueces del máximo tribunal hacen equilibrio aceptando el per saltum que los obliga a expedirse en el caso del traslado de jueces, pero al mismo tiempo no toman ninguna decisión de fondo. Toda una demostración de que “la Justicia” no es independiente, sino que siempre está atada al poder político de turno, fallando a favor de las patronales y en contra del pueblo trabajador. Todo mientras el presidente Fernández se muestra “indignado” y acusa de fascista al escrache al juez Lorenzetti y utiliza todo este batifondo para agitar una oposición salvaje de “la derecha” que buscaría desestabilizar al gobierno.

Toda esta polvareda de discusiones entre partidos patronales busca esconder lo fundamental, el ajuste que sigue llevando adelante el gobierno peronista del Frente de Todos, que se apresta a dar un nuevo paso con la misión que llegará la semana próxima del Fondo Monetario Internacional. La única duda es si vendrán “en vivo” o “por zoom”, pero de lo que sí hay certezas es que su objetivo es definir el ajuste, mayor aún que el actual, por el que se obligará al gobierno argentino a garantizar los pagos de deuda externa. Ese es el único y verdadero “plan económico” del gobierno, del que en los próximos días se conocerán nuevas medidas que, como ya anticipamos, serán a favor de los monopolios exportadores del agronegocio y la minería para que “se dignen” a liquidar algunos dólares y así acrecentar las ya muy enflaquecidas reservas del Banco Central.

Esta es la realidad a la que tenemos que enfrentarnos. Con una burocracia sindical de la CGT y las CTA cómplice del ajuste, que firma acuerdos salariales a la baja por sumas fijas irrisorias, mientras patea toda la discusión paritaria para el año próximo. Que sigue dejando correr las medidas contra los trabajadores, en vez de pelear por aumento salarial o contra los despidos y las suspensiones. Y que hoy parece tener como mayor preocupación la organización de un acto de apoyo al gobierno y a su plan para el próximo 17 de octubre.

Frente a todo esto, siguen las peleas del pueblo trabajador. Vuelven a protestar los trabajadores de la salud, en ATE la oposición se organiza para rechazar el miserable aumento de 7% ya aceptado por UPCN, los docentes universitarios vienen de una jornada de cuarenta y ocho horas de protesta. Todas luchas que hay que apoyar y coordinar, como planteamos desde el Plenario del Sindicalismo Combativo. Así como también el movimiento de mujeres salió a gritar que sigue exigiendo el aborto legal, seguro y gratuito, cajoneado por el gobierno. Y, como dijimos, nos movilizamos contra el desalojo en Guernica.

Todo esto lo hacemos mientras planteamos que debe haber otro plan económico, de emergencia, obrero y popular, que empiece por dejar de pagar la deuda externa, romper con el FMI e implementar un auténtico impuesto a las grandes riquezas, como el presentado por el Frente de Izquierda Unidad. Para, con ese dinero, salir a resolver las urgentes necesidades generadas por las dos pandemias, la sanitaria y la social. Para eso luchamos y te invitamos a sumarte desde Izquierda Socialista. 

Nuestro semanario. En el que te acercamos el reflejo de las luchas del movimiento obrero, las mujeres y la juventud, además un análisis de los principales hechos de la realidad nacional e internacional.

Es una herramienta fundamental para fortalecer a Izquierda Socialista y al Frente de Izquierda.

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