Nov 23, 2024 Last Updated 12:40 PM, Nov 23, 2024

Escribe Raquel Osorio, referente de Izquierda Socialista/FIT Unidad Misiones

En medio de la fuerte lucha que venimos desarrollando las y los trabajadores misioneros, se abrió un importante debate. Muchos compañeros, que son activistas, sólo le dan un carácter provincial al conflicto, separándolo del brutal ajuste provocado por el plan motosierra de Milei y el FMI.

El argumento es que los diferentes gobiernos provinciales siempre han recibido fondos de la Nación pero que, en vez de ser direccionados a resolver los problemas de salud, educación, vivienda o salarios, han ido a parar al circuito de la corrupción. De ahí sacan la conclusión que “el problema es sólo provincial”.

Sin duda que los sucesivos gobiernos misioneros, sobre todo en los últimos veinte años, bajo la conducción de Carlos Rovira, han manejado los fondos públicos con total impunidad y que muchos políticos y empresarios ligados al “rovirismo” se han enriquecido con esos dineros, pero eso pasa con todos los grupos políticos patronales, provinciales y nacionales.

Es claro que estamos enfrentando al gobierno provincial del peronista Passalacqua, pero ese gobierno es cómplice de un proyecto nacional encabezado por Milei. Por eso no atiende los reclamos provinciales y privilegia los acuerdos de ajuste, de achique del Estado, de reducción de los presupuestos de salud, educación, salarios y jubilaciones, con el gobierno nacional. Juntos quieren imponer una Ley Bases que aniquila conquistas obtenidas con décadas de luchas de la clase trabajadora y el RIGI, que entrega nuestras riquezas a las multinacionales por treinta años.

Passalacqua y Milei son socios en esta entrega y también en la licuación de salarios y jubilaciones, en el recorte a la salud y la educación pública. Ambos son responsables de nuestra miseria creciente y de las condiciones de precarización laboral que las y los trabajadores misioneros queremos y necesitamos superar.


Escribe Rubén “Pollo” Sobrero, secretario general de Unión Ferroviaria Oeste. Dirigente de Izquierda Socialista/FIT Unidad

La brutalidad del ajuste de Milei obligó a los dirigentes de la CGT y las CTA a llamar a movilizaciones y dos paros nacionales, después de cinco años donde no llamaron a ninguno y fueron cómplices del ajuste del gobierno peronista. Luego del masivo paro del 9 de mayo, cuyo impacto está frenando la aprobación de la Ley Bases de Milei en el Senado, el gobierno ha seguido con medidas antiobreras y antipopulares. Aumentaron los transportes, la nafta, sigue la inflación y los precios de la canasta básica. Los salarios y jubilaciones siguen perdiendo con la inflación, muchos trabajadores cobran por debajo de la línea de pobreza. Hay cientos de miles de despidos entre el sector estatal y privado como consecuencias del ajuste del ultraderechista Milei. Aumenta la miseria y la pobreza alcanza al 50% de la población. Mientras tanto, el gobierno, muestra su cara más repugnante, esconde cinco millones de kilos de comida para comedores populares y encima persigue a los dirigentes de movimientos sociales.

Es por eso que siguen las luchas y los paros, que tiene en la provincia de Misiones su mayor representante, con una verdadera rebelión obrera y popular por aumentos de salarios. Paran gremios nacionalmente, como los universitarios, los docentes de Ctera, UDA, Sanidad, paran estatales en varias provincias, y sectores industriales como el Sutna, contra los despidos, entre otros.
Sin embargo, las conducciones de la CGT y las CTA no le dan continuidad al paro del 9 de mayo, con un plan de lucha, con un paro activo de 36 horas como reclamamos desde la izquierda y el sindicalismo combativo y se ratificó el sábado 25 de Mayo en el Encuentro de sectores combativos y la izquierda en Plaza Congreso. Una medida que están votando algunos gremios donde se llama a asambleas.

A diferencia de cuando se quiso votar la Ley Ómnibus en diputados o cuando se votó la Ley Bases, donde sólo la izquierda y sectores combativos llamamos a marchar en contra, esta vez sectores de la CGT y las CTA dicen que van a llamar a movilizar cuando se trate en el Senado. Deberían hacerlo con abandono de tareas en los gremios para garantizar una presencia masiva.

Junto con eso deben llamar a un paro de 36 horas con movilización para frenar el brutal ajuste que exigen el FMI y las multinacionales. Es fundamental que, en cada asamblea, plenario de delegados, reunión de activistas, votemos la exigencia a la CGT y las CTA que le den ya continuidad a la lucha para derrotar todo el Plan Milei. Para que impongamos un plan económico alternativo, obrero y popular, que haga que la crisis la paguen el FMI, las multinacionales y los grandes empresarios, no la clase trabajadora y sectores populares.

Escribe Adolfo Santos

El 27 de mayo fue citado a declarar el dirigente del Polo Obrero, Eduardo Belliboni, y otros dirigentes de movimientos sociales en el marco de la causa abierta por el gobierno ultraderechista de Milei. Los acusan de defraudación, coacción y extorsión. Excusas para atacar a los movimientos sociales de conjunto, cerrar comedores, congelar partidas y ajustar a costa del hambre de los más postergados. ¿Qué autoridad moral tienen para juzgar los funcionarios que retienen más de cinco mil toneladas de alimentos destinados a los más necesitados? Milei, Bullrich y Pettovello se ensañan contra los más vulnerables.

El pasado viernes 24, desde Izquierda Socialista participamos de la audiencia pública organizada por las bancas del Frente de Izquierda. Lo mismo hicimos el martes 28 en la conferencia de prensa en repudio a la criminalización de las organizaciones sociales. Nos declaramos plenamente solidarios con todos las compañeras y compañeros perseguidos y judicializados y parte de la lucha por los alimentos y trabajo genuino que vienen desarrollando las organizaciones sociales combativas, tal como se votó en el Encuentro Nacional de sectores combativos y la Izquierda del pasado 25 de mayo.

Nuestras compañeras y compañeros diputados y dirigentes sindicales como Juan Carlos Giordano, Mónica Schlotthauer, Rubén “Pollo” Sobrero y Mariana Scayola han destacado en estos días su solidaridad con las organizaciones y dirigentes perseguidos y criminalizados. Porque enfrentar esta persecución es parte de la pelea contra todo el Plan Motosierra del gobierno de Milei.

 


Escribe José Castillo

“Maldito socialismo”, “los zurdos son excrementos humanos” y otras expresiones similares son habituales en el presidente ultraderechista que tenemos la desgracia que ejerza la presidencia de la Nación. Aquí respondemos a sus mentiras y afirmaciones de reaccionario e ignorante.

Milei suele afirmar, ilustrando su afirmación con datos estadísticos falsos e inventados, que el capitalismo trajo riqueza y prosperidad a la humanidad, que sacó miles de millones de la pobreza y que nos llevó a un mundo de paz y felicidad. Por contrapartida, según él, el “socialismo” significó miseria, opresión y muerte.

¿El capitalismo sacó a la humanidad de la pobreza?

Se trata de la mayor y más atroz mentira de Milei. Los libertarios esconden a los miles de millones de seres humanos que están sumidos en la máxima pobreza y marginación en pleno siglo XXI. Los esclavizados en las plantas industriales del sudeste asiático, de África o Latinoamérica. Pero también los millones de trabajadoras y trabajadores que cada día pierden más derechos en los propios países imperialistas. Las mujeres, disidencias sexuales y niños que, hundidos en la marginación social, terminan en las redes de trata. Invisibiliza un mundo donde miles de millones no acceden al agua potable, a las calorías básicas de la alimentación, ni hablar a una vivienda digna, o a servicios de educación y salud. Un planeta donde se gastan billones de dólares en negocios como el armamentismo o las drogas. Donde el 1% más rico se apropia de más de la mitad de toda la riqueza mundial.

¿El capitalismo trajo “un mundo de paz”? ¿Qué pensarán de esa afirmación los que todos los días son sometidos a los bombardeos en Gaza? O los que sufren la guerra en Ucrania, en África. El capitalismo imperialista causó dos guerras mundiales, el genocidio nazi, los bombardeos con napalm sobre el pueblo vietnamita, los golpes proyanquis asesinos del Cono Sur Latinoamericano. Y podemos seguir la lista.

En síntesis, El capitalismo fue y es un sistema basado en la explotación y la miseria de la inmensa mayoría de la población, para beneficio de unos pocos, los grandes empresarios, esos que, escandalosamente, Milei llama “benefactores de la humanidad”. La libertad, tan citada por Milei y los libertarios, queda minimizada exclusivamente en libertad de mercado para los ricos. Para el pueblo trabajador, es la libertad para morirse de hambre.

¿De qué estamos hablando cuando decimos socialismo?

Milei hace una amalgama y define como “socialismo” a todo lo que le conviene. Obviamente, no hay ningún “socialismo” en el estado Español regido por Pedro Sánchez. Ni en tantos otros lugares donde gobernaron y gobiernan fuerzas autodenominadas “progresistas” o de “izquierda” descargando el ajuste sobre los distintos pueblos y ganándose su justo repudio.

Del mismo modo, nosotros, los auténticos socialistas, siempre denunciamos, junto con Trotsky, al stalinismo, diciendo que eso no era “socialismo”, y que Stalin había convertido la más gigantesca y esperanzadora revolución de la historia, la rusa de 1917, en una sangrienta dictadura, creando regímenes que terminaron promoviendo la restauración capitalista. Así pasó en la Unión Soviética, en Europa del Este. Así pasó, aunque se escondan detrás de la falsedad de la denominación de partidos “comunistas”, con las dictaduras capitalistas que hoy gobiernan China o, más cerca y dolorosamente, Cuba, donde hoy reina la desigualdad y los privilegios de clase.

No hubo ni hay ningún socialismo en la Venezuela de Chávez y Maduro, en la Nicaragua de Ortega, en la Bolivia de Evo Morales. Ni, obviamente, en el Brasil de Lula o en la Argentina del peronismo kirchnerista. Todo eso no es más que capitalismo, y del más decadente, semicolonial y sometido al imperialismo.

No hubo ni hay ningún socialismo en esos lugares por algo muy simple y básico: para que lo haya hay que expropiar los medios de producción, las grandes empresas, los transnacionales, los bancos,nacionalizar los recursos no renovables, dejar de pagar las usurarias deudas externas, tomar todas esas riquezas, planificar la economía y con esos recursos resolver las más urgentes necesidades populares, con salarios y jubilaciones dignas, trabajo para todas y todos, salud, educación y vivienda.

¿Qué es el socialismo? Qué gobiernen las y los trabajadores y la izquierda

Así de simple. Algo que nunca pasó en nuestro país. Que hoy no pasa en ningún lugar del mundo. Justamente por eso estamos así, incluso con riesgo de que la ambición de ganancia de los grandes capitalistas pongan en juego la supervivencia del ser humano sobre el planeta.

Socialismo es, lo decimos una y mil veces, la democracia de las y los trabajadores. Más, infinitamente más, libertad para las y los explotados y oprimidos que las falsas libertades que supuestamente se tienen en el capitalismo, pero que no se pueden ejercer si no se tiene el dinero para comprarla.

Los socialistas estamos en contra del vil egoísmo del mercado, de una sociedad donde todo se compra y todo se vende. Nos duele, como decía el Che, toda injusticia en cualquier lugar del planeta que se produzca.

A los insultados por Milei, a los que no pueden creer cuando escuchan sus barbaridades, pero sobre todo a los miles de activistas de izquierda que la pelean día a día, les decimos que no se equivocaron: están del lado correcto de la historia. Con la clase trabajadora explotada del mundo, con los pueblos oprimidos, con las víctimas de la sociedad patriarcal, con los que queremos una sociedad distinta, sin explotación ni opresión, una Argentina y un mundo socialista. Como decía Rosa Luxemburgo, una sociedad donde seamos “socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres”.


Escribe Liliana Olivero, diputada provincial (mc) por Izquierda Socialista/FIT Unidad y referente de la izquierda

El 25 de Mayo, una importante movilización recorrió los alrededores del Cabildo, lugar donde Milei realizó el discurso de conmemoración de la Revolución de Mayo.

La movilización, convocada por las CGT, las CTA, el sindicalismo combativo y la izquierda a la que sumaron sectores independientes fue una expresión más del repudio al gobierno nacional. La jornada ya se preveía que iba a ser importante. Desde el viernes 24, puentes, plazas y balcones eran decoradas con banderas que decían: “Milei culiadazo”, expresión cordobesa que se popularizó como muestra de ese repudio. Es que en la provincia donde más votos sacó la bronca contra las violentas políticas de ajuste y las provocaciones de un presidente que se vanagloria de estar realizando el mayor ajuste de la historia viene creciendo día a día.

La concentración comenzó en la esquina de Colón y General Paz donde las centrales hicieron un acto. Luego, desde el espacio independiente que nuclea a los sindicatos de combativos como la UEPC capital, junto a partidos de izquierda y organizaciones sociales, nos dirigimos a uno de los accesos al Cabildo, donde, pacíficamente teníamos previsto hacer el acto. En ese marco, la policía de Llaryora, arremetió con una violenta represión, con gases, balas de goma y golpes, y que terminó con dos mujeres, una de ellas docente jubilada, detenidas, que luego fueron liberadas frente a la concentración que se trasladó a los tribunales.

El acto reflejó no solo el repudio a Milei, sino también a Llaryora, bautizado por nuestra legisladora Noelia Agüero como “el sexto perro de Milei”. El gobernador peronista demostró una vez más, ser uno de los principales aliados del gobierno nacional y ejecutor de sus políticas de ajuste en la provincia. Tan así fue que hasta dispuso a la policía para reprimir el acto de la columna independiente.
La importancia de la acción que se dio en los alrededores del Cabildo, contrastó con la flaqueza de la convocatoria de Milei, que el tan anunciado Pacto de Mayo terminó en un acto semivacío y sin los gobernadores.

 

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