Nov 27, 2024 Last Updated 6:40 PM, Nov 26, 2024

Escribe Claudio Funes

El diputado kirchnerista y referente de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky, dijo: “Si Macri veta el freno al tarifazo hay que ir a un paro general”. ¡Un paro para el “futuro” y condicionado al veto! ¡Pero el paro hace falta ahora! Yasky ni siquiera ha impulsado un paro en Ctera en apoyo a los docentes neuquinos y a los maestros de siete provincias que siguen en conflicto.

También habrían amenazado con un paro los dirigentes sindicales K que llamaron al 21F. Pero el paro debe ser cuanto antes. No solo contra el tarifazo, sino también para que se reabran las paritarias, contra la reforma laboral y todo el ajuste de Macri, el FMI y los gobernadores. 
Una vez más la dirigencia sindical peronista habla contra Macri pero le deja pasar el ajuste. Les exigimos que pasen de los dichos a los hechos y convoquen ya al paro general y a un plan de lucha nacional.

Como en 2017, nuevamente la docencia neuquina se encuentra en pie de lucha contra el ajuste del gobernador Gutiérrez y el techo salarial del 15% acordado con Macri. Un rol fundamental para el desarrollo del conflicto lo juega la comisión directiva Multicolor que está al frente de ATEN Capital desde noviembre de 2016, cuando derrotó a la conducción de la TEP (aliados de la Celeste kirchnerista nacional de Alesso y Baradel). Con esta directiva, desde la Seccional Capital, la más grande de la provincia, se ha dinamizado el funcionamiento de ATEN con asambleas masivas de miles de docentes pasando por encima de la burocracia provincial de Guagliardo y dando contundencia a los paros y movilizaciones.

Entrevistamos a Angélica Lagunas, Secretaria general ATEN Capital

Un año más, otro largo conflicto
-Sí, tal cual. Una vez más los docentes neuquinos en un largo conflicto contra el ajuste. Si bien el año pasado pudimos conseguir con el gran plan de lucha que llevamos adelante una mejora salarial que rompió largamente el techo del gobierno, la actual inflación y sobre todo los tarifazos en nuestra provincia nos obligan a pelear de nuevo para tener un sueldo digno.

A la suba de los alimentos, la ropa  y los alquileres, en Neuquén hay que sumarle un terrible tarifazo de la luz, que aumentó 200 por ciento, el agua más de 100 y el gas otro tanto; y todo en los últimos dos meses, sin contar que el costo de vida en el Sur del país es un 30 por ciento más caro que en Buenos Aires y el Norte. Por eso pedimos actualizaciones trimestrales según el incremento del costo de vida y una recuperación por lo perdido ante los tarifazos y la inflación.
 
¿Solo salario reclaman en la huelga?
-Desde octubre del año pasado estamos con un pliego de reclamos que apunta no solo al bolsillo de nuestros compañeros sino también a defender y fortalecer la escuela pública, ya que exigimos que se construyan los treinta jardines prometidos en varias campañas electorales, y abandonados detrás de un cartel que dice “aquí nace un sueño”. Que se reparen decenas de establecimientos que no comenzaron el dictado de clases por problemas edilicios, se designen los cargos y las horas vacantes y se coloquen los transportes para niños y docentes del interior que recorren kilómetros diarios para asistir a clase.

El gobernador Gutiérrez, del MPN, es un aplaudidor serial de Macri, a tal punto que fue el que encabezó la reunión de gobernadores cuando firmaron el pacto fiscal. Juntos entregan las riquezas hidrocarburíferas a las multinacionales como Chevron con las regalías más bajas del mundo. De ahí tendría que salir la plata para salud, educación y vivienda, pero se va para el bolsillo de las empresas y de los funcionarios del gobierno que reciben coimas, como el caso de Sapag con los 5 millones que quiso depositar en Andorra. La prioridad de Gutiérrez y Macri es pagar la fraudulenta deuda externa y gobernar para los ricos, ajustando a los trabajadores y el pueblo.
 
¿Cómo está el conflicto?                                                                        
-Veníamos con paros de 48 y 72 horas semanales desde la primera semana de marzo, con movilizaciones masivas, marchas sobre las rutas y acampes en casa de gobierno. Pero en abril, al cobrarse los sueldos, el gobierno pagó un 30 % menos de lo que decían los recibos, o sea, retuvo ilegalmente parte de nuestro salario, que en la inmensa mayoría de los docentes es un salario para comer, pagar servicios y alquileres. Este atropello generó una bronca enorme.

Por eso la asamblea de ATEN Capital del miércoles 11 reunió a más de 2.100 trabajadores y por propuesta de la comisión directiva se votaron cinco días de paro. Esa asamblea fue la locomotora para dinamizar el conflicto condicionando a la comisión directiva provincial encabezada por Guagliardo y el TEP kirchnerista, que nunca quisieron impulsar una lucha de esta magnitud.También ubicó a directivas seccionales del interior dirigidas por el PO y el PTS, que no veían este proceso de rebelión de las maestras.

A partir de esa asamblea se masificaron el bloqueo a la casa de gobierno, colmaron el Consejo Provincial de Educación con miles de docentes que estuvieron hasta casi la medianoche acompañando a los dirigentes que entramos a la mesa de negociación que tuvo que convocar el gobierno. Esa noche fue histórica porque los ministros miraban desde los ventanales cómo miles de celulares alumbraban la noche en espera de una oferta que respondiera a nuestros reclamos. Esa propuesta no existió, por eso un rato después, desde las 6 de la mañana, volvieron miles de docentes ante la nueva convocatoria del gobierno, que tampoco dio respuestas. Y una nueva marcha y concentración se dio ese mismo día, a la noche, para la tercera ronda de negociación.

Recién allí el gobierno ofreció prorrogar la actualización salarial según la inflación, pero solo por tres meses. Oferta que rechazamos en la misma reunión con los ministros y la llevamos a las asambleas de base del lunes 16, donde 1.700 docentes en la Seccional Capital también la rechazaron por unanimidad, al igual que en las asambleas del interior. Nuestra asamblea de Capital propuso mantener 5 días de paro y acciones sobre las rutas, que se realizarán el viernes 20, bloqueos a la casa de gobierno y exigió una medida de fuerza a la CTA regional y a Ctera.

Como siempre, la conducción kirchnerista de Ctera sigue la conducta de colaborar con el gobierno, en vez de apoyar y coordinar nuestra lucha y la de otras provincias. Por supuesto, como toda lucha tan difícil donde el gobierno está jugado a quebrarnos, necesitamos toda  la solidaridad de docentes de otras provincias, sindicatos y agrupaciones, para poder ganar.

Los trabajadores del subte y Premetro comenzaron un plan de lucha en rechazo al acuerdo paritario firmado por la UTA. Roberto Fenández acordó con el ministro de Trabajo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires un incremento salarial anual de 15,02% en tres tramos y sin cláusula gatillo, en representación de la totalidad de los trabajadores de subterráneos, a los que no representa ni consultó.

El acuerdo firmado por Fernández implica una suba de 5,7% entre marzo y julio, otra de 5,7% desde agosto a noviembre y de 3,8% entre diciembre de este año y marzo de 2019. Una vergüenza ante la descontrolada inflación, alimentada por el propio gobierno con los descomunales aumentos de tarifas. Este tipo de acuerdos pactados con los dirigentes burocráticos, son los que quiere Macri.

Esto explica el fallo de la Corte Suprema de Justicia, que le quitó la personería gremial a la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (Agtsyp), el sindicato democrático en el que se referencian los trabajadores del subte, entregándole la representatividad única a la UTA. Justamente uno de los sindicatos burocráticos que está negociando el armado de una CGT oficialista.

Ante la entrega, los trabajadores decidieron comenzar con un plan de lucha, rechazando tanto el acuerdo paritario como la decisión de la Corte Suprema y también el nuevo tarifazo contra los usuarios. Comenzaron sus acciones con la apertura de molinetes en la estación San Pedrito el pasado lunes 16, de 7 a 9. El martes 17 hubo paro de toda la línea A, de 5.30 a 7.30.

El miércoles, la medida de fuerza se tradujo en la apertura de molinetes en la estación Juan Manuel de Rosas de la línea B, de 7 a 9, y el jueves se realizará un paro del subte B, de 5.30 a 7.30. Izquierda Socialista les brinda toda su solidaridad.

Corresponsal

El Socialista entrevistó a Cristian Gordillo, minero de Yacimientos Carboníferos Río Turbio (YCRT) y secretario general adjunto de ATE Río Turbio, en el acampe que los mineros establecieron frente al Congreso.

¿Cómo se inició el conflicto?
-El conflicto lleva más de 75 días con la paralización total del yacimiento desde enero, pero se inició con las políticas de ajuste de Macri en 2016, con una serie de despidos hasta llegar a 500 trabajadores en enero. La mina depende del Ministerio de Energía de la Nación. Empezaron presionando con el convenio de trabajo y terminaron con los despidos, donde el ministerio nos extorsionó diciendo “entreguen el convenio colectivo”. Teníamos los sueldos congelados arbitrariamente y con una paritaria de 21% de aumento en 2016 que el gobierno no cumplió. Entendemos que es parte del plan de ajuste, que incluye retiros “extorsivos” y jubilaciones anticipadas, buscando reducir la planta de trabajadores del Estado, como si fuéramos un costo.

¿En qué estado operativo se encuentra la mina?
-Tanto el yacimiento como los trabajadores ferroportuarios estamos en lucha. La mina se encuentra paralizada completamente, con un 100% de acatamiento de la medida votada en asamblea. Conformamos una intersindical entre los sindicatos que tienen representación gremial en el yacimiento, junto con ATE, APS (Asociación Profesionales y Técnicos), Luz y Fuerza y La Fraternidad, que nuclean a los trabajadores de la mina y el ferrocarril.

¿Cuál es la importancia de la mina y el trabajo que ustedes realizan? 
-La usina fue creada por pedido de las comunidades de la cuenca, a través de la organización de las asambleas de trabajadores y del pueblo, una unidad económica, y la empresa carbonífera estatal. Extraemos carbón, entre otras cosas, que podría abastecer y poner en funcionamiento la superusina de la Central Termoeléctrica de Río Turbio, a la que llamamos “14 Trabajadores”, en homenaje a nuestros compañeros fallecidos en el incendio de junio de 2004.

La usina funcionando inyectaría a la red interconectada un 30% más de energía, abaratando los costos y permitiendo a más comunidades tener electricidad. Gran parte de los despedidos fueron quienes llevaron adelante la apertura de una nueva galería en la mina, uno de los trabajos más titánicos de los últimos años. Terminaron este trabajo y los echaron.

¿Cuáles son las condiciones de trabajo?
-Trabajamos en condiciones de trabajo muy duras, con polvillo en suspensión de manera constante, ruidos que superan los 100 decibeles y sufrimos muchos “accidentes”, con compañeros mutilados y muy golpeados, que quedan imposibilitados para volver a trabajar, lo que lamentablemente es muy habitual. Tenemos turnos de 6 horas, que conseguimos luego de años de lucha, una jornada reducida para tratar de mitigar los daños que genera trabajar dentro de una mina.

¿Cuáles son las demandas que están llevando adelante?
-Seguimos reclamando la inmediata reincorporación de todos los compañeros despedidos, y que pongan en marcha al yacimiento. Éramos más de 3.300 trabajadores, pero luego de la política de desguace comenzada por Macri quedamos unos 2.000 compañeros.

Levantamos campamento en Congreso para visibilizar el conflicto y lo que pasa en Santa Cruz. Nos sentimos más fortalecidos que nunca, porque en Buenos Aires recibimos la solidaridad de diversos sectores, muchos que están en lucha contra las políticas de este gobierno, como los compañeros del INTI y del Posadas, entre otros. Es el gobierno el que no quiere poner en valor los recursos nacionales. No son los trabajadores la variable del ajuste.

Estamos buscando consenso con estos sectores para intentar unificar las luchas. Por la dignidad de los trabajadores, vamos a pelear hasta el final por la reincorporación de todos los compañeros.

Mientras los dirigentes de la UTA y la CGT no se hicieron presentes, Rubén “Pollo” Sobrero, referente del sindicalismo combativo y de Izquierda Socialista, se acercó a llevar la solidaridad de los ferroviarios a los choferes en paro, quienes lo recibieron con muestras de gran entusiasmo, afecto y vivaron su nombre. Esto 
nos contaba.

¿Cómo impactó la noticia de la muerte del compañero Alcaraz en los ferroviarios?
-Desde la Unión Ferroviaria Seccional Oeste decidimos venir a dar nuestro respaldo a los compañeros. Cada vez que pasa una cosa así los ferroviarios no dudamos, nos solidarizarnos y nos ponemos a disposición de quienes pierden a un compañero de trabajo. Venimos a acompañarlos sin decirles lo que tienen que hacer, sino a ponernos a disposición para lo que necesiten. Lo mismo que hicieron los docentes de Suteba La Matanza que estuvieron toda la jornada acompañando a los choferes de la 620. Y los trabajadores de la 60, o el expreso Lomas, entre otros.

¿Cómo encontraste a los choferes?
-Estaban con mucho dolor por la muerte Leandro y con mucha más bronca e indignación por la borrada de la UTA. A pesar de sus reclamos y de que la situación ameritaba que el gremio se metiera de cabeza y acompañara este conflicto, el burócrata Fernández brilló por su ausencia. El reclamo no sólo fue de la línea 620, ya que la mayoría de las líneas de colectivos de la zona oeste pararon y se solidarizaron. La muerte del compañero fue la gota que rebalsó el vaso, desnudando que la UTA está más cerca de las empresas a las que le firman paritarias de miseria y bien alejados de los trabajadores.

¿Y los vecinos?
-Tengo que resaltar cómo los vecinos se acercaron a respaldar este conflicto de manera espontánea. Hubo muchas muestras de solidaridad y los vecinos acompañaron la movilización. Me contaban los compañeros que hubo movilizaciones a la municipalidad de San Justo, cortes en Virrey del Pino, Isidro Casanova, Rafael Castillo, en muchos barrios la bronca se mostró en las calles. Fueron varios miles los que se volcaron a expresar su indignación.

¿Qué debatieron con los choferes?
-Como te decía antes, los muchachos están muy calientes con la burocracia. La borrada de la UTA en este momento tan importante hizo que los compañeros de la 620 y las demás líneas planteen la necesidad de organizarse ante la burocracia del gremio que les da la espalda. Los choferes saben que los empresarios se hacen ricos a costa de la entrega de la burocracia. Hay que organizarse para que el gremio sirva para luchar, contra los salarios de miseria y por mejores condiciones de trabajo. Por eso están designando representantes por línea y nos invitaron a acompañar ese proceso.

Hay que ir formando desde abajo una nueva dirección en la UTA. Es algo muy importante, que vamos a acompañar, como lo hacemos con todos los conflictos y en todos los gremios. Lo que se ve acá se ve en otros lados. La gente está harta. Por eso buscamos la unidad de todos aquellos que se organizan contra la burocracia y las patronales. Permanentemente los choferes reclamaban “paro general”. Lo necesitamos, así como también nuevos dirigentes que peleen, que sean democráticos y combativos.

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