Escribe José Castillo, dirigente de Izquierda Socialista/FIT Unidad
El presidente Milei lo dijo con mucha claridad: “vamos a pagar los vencimientos de deuda como sea”. ¿Qué quiere decir “cómo sea”? Veamos.
El gobierno de La Libertad Avanza viene ejecutando un descomunal ajuste. Lo sufren las jubilaciones, los salarios, la salud y la educación pública con su desfinanciamiento, la ciencia y técnica con miles de despidos, la obra pública paralizada y la ayuda social reducida casi a cero. Con ese desangramiento Milei logró un superávit fiscal al cabo del primer semestre.
Pero los vencimientos de deuda son tantos que ni así alcanza. Es que se trata de pagarle al FMI la descomunal deuda de 45.000 millones de dólares, a los acreedores privados los vencimientos de los bonos reestructurados que vienen de la negociación de Martín Guzmán y a los bancos por los millones de intereses que les garantizaron super ganancias en Letras del Banco Central y que continuará, pero con letras del Tesoro nacional. ¿Cuál es la diferencia de esto último? Si se le pagó a los bancos con nueva emisión de pesos, ahora se lo hará con más superávit fiscal. Traducido con más ajuste. ¿Cuánto? Nada más ni nada menos que 600.000 millones de pesos por mes.
Pero Milei no sólo ajusta en pesos para pagar esta deuda con los bancos que operan en la Argentina. También anunció que está dispuesto a hacer lo que sea, liquidando incluso las escasas reservas del Banco Central, para pagarle puntualmente a los usureros internacionales. Empezando por los 5.900 millones de dólares que vencen este año, entre julio y agosto.
Pero no se queda ahí. Así, decidió enviar al Bank of New York todos los dólares acumulados desde mayo a esta parte (aproximadamente 1.528 millones) para que queden a disposición y así cumplir con los vencimientos de bonos de enero de 2025.
Claro que la montaña de la deuda es tan grande, que muchos acreedores siguen sin creer que pueda abonarla en tiempo y forma. Por eso subió el “riesgo país”, llegando a los 1.600 puntos.
Frente a esta realidad, Milei y el ministro de Economía Luis “Toto” Caputo continúan demostrando que están dispuestos a entregar todo para pagarle a los buitres usureros. Lo última ha sido el envío al exterior de 450 millones de dólares en lingotes de oro. Lo hicieron en forma totalmente ilegal, sin siquiera informarlo. El destino se desconoce, sólo se sabe que subieron a las bodegas de dos aviones de British Airways, pero no hay claridad si el oro quedó en Gran Bretaña o viajó al Banco Internacional de Pagos de Basilea (Suiza). Como sea, es evidente que el objetivo es usarlo como garantía (empeñarlo) para así conseguir algunos dólares más para completar algunos vencimientos de deuda. Algo escandaloso, y absolutamente irresponsable, ya que incluso, al sacar el oro del país, se lo coloca a tiro de embargo en alguno de los juicios que tienen los buitres acreedores contra la Argentina (sea por YPF u otros).
A esto hay que sumarle la desesperación del gobierno de Milei en tratar de privatizar lo más rápido posible y a cualquier precio alguno de los bienes del estado que tiene a disposición.
Es un camino sin salida. Llevan el ajuste al límite más extremo, se prestan al saqueo total de nuestras riquezas, entregan hasta las últimas joyas de la abuela…y ni así alcanzará. Ya que la deuda es absolutamente impagable. El año que viene habrá que abonar 14.410 millones de dólares, en 2026 15.318 y en 2027 22.266, en una progresión que continúa con vencimientos hasta 2040 (ver cuadro). Una auténtica locura.
Por eso, desde Izquierda Socialista y el Frente de Izquierda Unidad insistimos: así no hay salida. El camino es el inverso; se trata de dejar inmediatamente de pagar la deuda externa y de romper con el FMI. De ponerle grandes impuestos a los capitales por sus super ganancias, en vez de reponer impuestos sobre el salario. De nacionalizar la banca y el comercio exterior, en vez de seguir alimentando la bicicleta financiera y la fuga de capitales. De reestatizar las privatizadas, en vez de promover los tarifazos y el saqueo. Y de, teniendo el control de todos estos recursos, ponerlos a disposición para resolver las más urgentes necesidades populares: salarios y jubilaciones dignos, trabajo genuino para todos, y plata para salud, educación y vivienda.
Escribe Adolfo Santos, dirigente de Izquierda Socialista/FIT Unidad
En estos días, el gobierno, apoyado en algunos datos estadísticos aislados, salió a agitar que se estaba produciendo un rebote en la economía. Es decir, se habría llegado al fondo del pozo y estaríamos comenzando a subir “como pedo de buzo”. ¡Milei miente! No hay ninguna recuperación económica. Al contrario, continúa y se profundiza el ajuste.
El gobierno ultraderechista de La Libertad Avanza salió a buscar con lupa algún número que le permita justificar sus mentiras de que la economía ya había entrado en fase de recuperación. Lo encontró comparando el Estimador de Actividad Económica (EMAE) de mayo contra abril, que registró una variación positiva de 1,3%. Fue el primer dato intermensual positivo desde que asumió este gobierno. Pero eso número no quiere decir nada. Veamos.
Todos los datos económicos, sin excepción, que se comparan con los mismos valores del año pasado, siguen para abajo, mostrando una recesión fenomenal, récord, sólo comparable a los peores meses de la pandemia, cuando estaba todo cerrado. Así cae la producción, el consumo, crece el desempleo, siguen a la baja los salarios y aumenta la capacidad ociosa de las empresas (con las máquinas paradas). La política de Milei de acabar con la obra pública llevó a una retracción de 22,1% en la construcción, la industria manufacturera (desde las grandes industrias hasta las pymes) registró una caída de 14,2% y el comercio retrocedió 11,4%. Sacando los resultados del agro, la economía sufrió una caída del 5,5% en relación a mayo de 2023. ¡Un desastre!
Encima, si nos remitimos a ese dato mínimo de crecimiento milimétrico de mayo con respecto a abril, vemos que se basa exclusivamente en los rubros de “agricultura, ganadería y silvicultura” (cultivo de bosques) que creció 103% (producto de que el año pasado fue la sequía), en “electricidad, gas y agua” con el 11% (basado en el saqueo de Vaca Muerta) y “explotación minera” con 7,6%. Todo el resto de los sectores, sin excepción, siguieron cayendo. Es decir, los únicos beneficiados de estas “mejoras” son las multinacionales del agronegocio, las mineras y los monopolios petroleros y gasíferos.
En estas últimas semanas, producto del alza del dólar, el presidente Milei y su ministro Caputo anunciaron la profundización del ajuste, todo con el objetivo de garantizar los pagos de deuda. Además, se apuraron a reglamentar la vuelta del impuesto al salario, que rebanará los ingresos de más de 800.000 trabajadoras y trabajadores.
El pueblo trabajador sufre las consecuencias, con salarios y jubilaciones pulverizados, ayuda social congelada, desempleo en alza y salud y educación desfinanciadas. Por eso se dan luchas en varios gremios, a lo largo de varias provincias del país.
En este marco, es vergonzosa la tregua que viene llevando adelante con la CGT, con el diálogo “tripartito” con el gobierno y las patronales. Negándose a llamar a un nuevo paro nacional y a implementar un plan de lucha que le de continuidad a los paros del 24E y el 9M.
Contra los despidos el 26 de julio vamos a Plaza de Mayo
En ese marco, los dirigentes referenciados con el Plenario del Sindicalismo Combativo (PSC) no bajan los brazos y, mientras continúan denunciando las treguas de las centrales sindicales, organizan la lucha. El próximo 26 de julio, a las 16.30 horas, están convocando a Plaza de Mayo contra los despidos. La medida fue resuelta en un importante Plenario convocado por el Sindicato Único de Trabajadores del Neumático (Sutna) en apoyo a su lucha contra los despidos y la flexibilización laboral que llevan a cabo las patronales de FATE y Bridgestone.
De la convocatoria, junto a referentes de otras corrientes, participaron dirigentes de Izquierda Socialista. De la Unión Ferroviaria Rubén “Pollo” Sobrero y Mónica Schlotthauer (también diputada nacional de Izquierda Socialista/FIT Unidad), los docentes Jorge Adaro (Ademys) y Olga Ortigoza (Suteba La Matanza) y Armando Barrientos del Stmvl (municipales de Vicente López). Quienes, además de solidarizarse con la lucha del Sutna y de llamar a “rodear de la mayor solidaridad la concentración del 26 de julio”, como expresó el "Pollo", denunciaron la tregua de la CGT y el rol desmovilizador del peronismo, que llama a esperar a la próxima elección para enfrentar al ajuste de Milei.
El sindicalismo combativo no está dispuesto a dar tregua al gobierno ultraderechista de Milei y su plan motosierra y llama a continuar luchando. Este viernes 26 de julio, vamos a Plaza de Mayo en defensa de nuestros derechos; por la reincorporación de las y los despedidos del sector privado y del Estado; "el salario no es ganancia" y contra la reforma laboral; basta de represión, libertad a los presos por luchar; que la CGT llame a un nuevo paro y plan de lucha nacional para derrotar el plan económico de Milei y el FMI.
Escribe Adolfo Santos, dirigente de Izquierda Socialista/FIT Unidad
Además de ajustador serial, el gobierno ultraderechista de Milei, por momentos, se convierte en un sainete de enredos groseros. Uno de esos momentos lo protagonizó la vice presidenta Victoria Villarruel al referirse a los condenables cantos racistas proferidos por jugadores de la selección argentina, entre ellos Enzo Fernández, contra los jugadores franceses.
Sorpresivamente, la vice de uno de los gobiernos más entreguistas de la historia argentina declaró en su cuenta X (ex Twiter): "Argentina es un país soberano y libre. Nunca tuvimos colonias ni ciudadanos de segunda. Nunca le impusimos a nadie nuestra forma de vida. Pero tampoco vamos a tolerar que lo hagan con nosotros. Ningún país colonialista nos va a amedrentar por una canción de cancha ni por decir las verdades que no se quieren admitir".
Miente Villarruel. La Argentina no es soberana ni libre. Es un país dependiente, atado a una deuda externa usurera y fraudulenta, cuyo principal acreedor, el FMI, somete la vida de las masas populares a duros sacrificios. El gobierno Milei/Villarruel tolera con creces que nos impongan una pobreza extrema con planes de ajustes contra trabajadores, jubiladas y jubilados y que se someta al hambre a importantes sectores de la población desocupada al negarle alimentos.
El gobierno de Villarruel, es el que acaba de aprobar la Ley Bases y el RIGI, al servicio de las grandes transnacionales para que vengan a llevarse nuestras riquezas a cambio de monedas. Es el que al derogar la Ley de Tierras despeja el camino para la apropiación del agua dulce por parte de capitales extranjeros y que se arrodilla ante el imperialismo elogiando a Trump y a Thatcher como sus grandes referentes. Lejos de ser soberano, es el gobierno que reivindica los años del menemismo y sus “relaciones carnales” con los Estados Unidos.
Por eso desde el propio gobierno salieron corriendo a desmentir a la vice. La propia Karina Milei convocó de urgencia al embajador francés a la Casa Rosada para disculparse por el “desafortunado comentario” de Villarruel. Enzo Fernández ya había pedido disculpas por sus dichos racistas y se muestra arrepentido, pero en el seno del gobierno, sus principales figuras, utilizan el hecho para seguir jugando a patriotas o colonialistas. Es otro acto patético de un gobierno en crisis, que genera cortinas de humo para disimular la catástrofe a la que está sometiendo el país.
Milei sigue paseando por el mundo. Ahora fue al “campamento de verano” de los multimillonarios en Idaho, un evento tan exclusivo que ni siquiera le dejaron al presidente argentino sacar fotos de su propia presentación. Estaba todavía en territorio yanqui cuando se vio obligado, junto con el ministro Caputo, a lanzar las nuevas medidas para tratar de contener la suba del dólar. Medidas que, como explicamos más abajo, significarán un nuevo y mayor ajuste contra el pueblo trabajador.
Al gobierno de La Libertad Avanza (LLA) cada vez le resulta más difícil esconder su crisis. Pareció fortalecerse cuando logró la aprobación de la Ley Bases y luego con el acto del 9 de Julio en Tucumán, la famosa firma del Pacto de Mayo (con dos meses de retraso). Internamente, siguen los conflictos: Victoria Villarruel se “enfermó” como excusa para no estar en Tucumán, pero se “curó” repentinamente al día siguiente para participar del desfile militar e incluso subirse a un tanque. El ex ministro de Bioeconomía Fernando Vilella se encontró “despedido” mientras volvía de gestiones comerciales con el gobierno chino. Un grupo de diputados de LLA aparecieron votando con Kicillof en la Legislatura bonaerense, desatando un escándalo. La canciller Diana Mondino tiene virtualmente intervenido el Ministerio por la “asesora” Úrsula Basset, colocada por Karina Milei, y que se encarga de que en todos los foros internacionales la Argentina se pronuncie contra los derechos de las mujeres y disidencias, y el cambio climático.
En lo económico, el gobierno no está pudiendo evitar que las grandes patronales, los bancos y las multinacionales sigan presionando para que se abra el cepo, se produzca una devaluación y se les permita avanzar con sus negociados en dólares. En un tira y afloje donde lo único que tiene para prometerle a los grandes capitalistas nacionales y extranjeros y al FMI es más y más ajuste.
El gobierno de Milei lo dice abiertamente. Promete secar el mercado de pesos. Que, obviamente “desaparecerán”, pero de los bolsillos de las y los trabajadores, jubiladas y jubilados, profundizando la recesión y generando miles de nuevos desocupados, más pobreza e indigencia. El secretario de Trabajo, Julio Cordero, hombre de Techint, afirmó la intención del gobierno de avanzar “ya mismo” con la flexibilización laboral.
Frente a todo esto, resulta escandalosa la actitud de la burocracia de la CGT que paralizó cualquier continuidad luego del paro nacional del 9 de mayo. Una tregua que primero fue de hecho y luego terminó puesta en palabras la semana pasada, cuando tras una reunión de su mesa chica de conducción anunció un pedido de audiencia al secretario de Trabajo. Reunión que se llevó a cabo el 16 de julio. Obviamente fue bienvenida por el gobierno, que aplaudió esta “vocación de diálogo” e incluso le ofreció un lugar a la CGT en el Consejo de Mayo, un organismo a crearse luego de la firma del Pacto del 9 de Julio en el que estarían presentes, además del oficialismo nacional, los gobernadores y las distintas representaciones de las patronales.
En la citada reunión, a la que concurrieron Héctor Daer (Sanidad), Carlos Acuña (estaciones de servicio), Andrés Rodríguez (UPCN), Gerardo Martínez (Uocra) y José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), apenas si se terminó planteando una “mesa técnica” para tratar las cuestiones relacionadas con la reforma laboral, en la que participarán, además de los burócratas de la CGT, los empresarios y el propio gobierno. La burocracia cegetista ni siquiera planteó un rechazo claro al cobro de impuesto a las ganancias sobre los salarios, apenas cuestionó el “piso” a partir del cual las y los trabajadores quedarán incluidos. La respuesta del gobierno es que se sentarán con los empresarios la semana próxima y luego se realizará una reunión “tripartita” para charlar todas estas “inquietudes” de la burocracia.
Es más que evidente la tregua de la CGT, que le da aire al gobierno en el momento en que este recrudece el ajuste. Por eso es más importante que nunca apoyar todas las luchas que se vienen dando y tratar de coordinarlas para que triunfen, al mismo tiempo que denunciamos esta tregua y exigimos a la CGT y las CTA que la rompan y llamen a un nuevo paro nacional y un plan de lucha.
De ahí la necesidad de una nueva dirección sindical combativa y democrática para la clase trabajadora. Por eso es que el próximo 17 de agosto se producirá el lanzamiento de A Luchar Corriente por la Unidad del Sindicalismo Combativo y Democrático, iniciativa convocada por varios de los más importantes dirigentes del sindicalismo combativo, como Rubén “Pollo” Sobrero y Mónica Schlotthauer (Unión Ferroviaria seccional Oeste), Mariana Scayola y Jorge Adaro (Ademys), Angélica Lagunas (ATEN Capital) y Pablo Almeida (ATE, Mecon), entre otros. Una gran oportunidad para que concurran miles de luchadores y activistas.
Pero la fortaleza de Milei no es sólo por la tregua de la burocracia sindical. También hace su aporte la oposición patronal del peronismo, que critica discursivamente al gobierno mientras negocia miles de cosas por abajo (como la designación del juez Ariel Lijo para la Corte Suprema) y toda su estrategia es “esperar al 2027”, jugando al desgaste electoral del gobierno. Mientras ensaya nuevas alianzas futuras, con guiños al radicalismo de Lousteau o a gobernadores como Maximiliano Pullaro de Santa Fe o Ignacio Torres de Chubut.
Por eso sostenemos que es más necesario que nunca fortalecer otra alternativa política para el pueblo trabajador, que es la que venimos construyendo desde Izquierda Socialista y el Frente de Izquierda Unidad. Con otro programa, obrero y popular, que arranque de no pagar la deuda y romper con el Fondo Monetario Internacional, priorizando salarios y jubilaciones dignas, trabajo, salud, educación y vivienda. Postulando que gobiernen los que nunca lo hicieron y, por lo tanto, no tienen responsabilidades con el desastre actual: las y los trabajadores y la izquierda. Iniciando el camino hacia una Argentina socialista.
Escribe José Castillo
El presidente Milei y su ministro Luis “Toto” Caputo lanzaron lo que llaman la “fase 2” de su programa económico. Anuncian que a partir de ahora se “dejará de emitir” y que con eso se resolverán todos los problemas. ¡Mienten! Esconden un nuevo ajuste, más grande aún que el actual.
El ultraderechista que nos gobierna se venía jactando de haber realizado “el ajuste más grande del mundo” en apenas cuatro meses. Es lo único verdadero de toda su sarta de mentiras. Que no fue contra ninguna “casta” (término confuso que aprovechó Milei durante la campaña) sino contra el conjunto del pueblo trabajador.
El gobierno afirmaba que para que la economía se reactivara era necesaria la aprobación de la Ley Bases. ¡Mentira! Era y es una ley a la medida del saqueo y de reventar las conquistas laborales obtenidas con décadas de lucha. Luego Milei sostuvo que necesitaba la firma del Pacto de Mayo (extraño nombre para lo firmado con los gobernadores más colaboracionistas en un desteñido acto realizado en una madrugada gélida en Tucumán).
Todo eso pasó, y siguen sin verse señales de reactivación alguna, ni en V, ni en U, ni en ninguna de las letras del abecedario. Peor aún, los dólares paralelos al oficial (los llamados blue, CCL y MEP) se despertaron y comenzaron a subir, hasta alcanzar los 1.500 pesos. Señal de nuevos negocios financieros para los especuladores. Y también señal, pero distinta, para el conjunto del pueblo, que obviamente no ve un billete verde, pero sabe que cuando los titulares anuncian “subió el dólar”, lo que sigue son aumentos en las góndolas y la pulverización de salarios y jubilaciones.
¿Qué quiere decir el “no se emite un peso más” de Milei y Caputo?
Hace meses que el gobierno dejó de emitir para financiar el gasto público. No es una buena noticia. Por eso se ajustaron las jubilaciones, los salarios del estado, se echaron a miles de trabajadoras y trabajadores, se congeló la obra pública y se paró toda la ayuda social. En los últimos días, Milei y Caputo anunciaron que también dejarían de emitir para pagarle intereses a los bancos por las letras que estos tienen en su poder. Esa deuda del Banco Central con los bancos comerciales pasaba entonces a ser responsabilidad del Tesoro. Traducido: los bancos van a seguir cobrando del Estado y así garantizando sus superganancias. Sólo que ese dinero ya no saldrá de la emisión del Banco Central sino de más “superávit fiscal”, o sea ahorro que se obtendrá ajustando todavía más el gasto en salarios, jubilaciones, salud, educación o planes sociales. En concreto, el gobierno le pagará 600.000 millones de pesos por mes a los bancos, que saldrán en su totalidad de más ajuste al bolsillo popular.
Este fin de semana, mientras el país estaba pendiente de la Final de la Copa América, Milei (desde el exterior, en su enésimo viaje a los Estados Unidos) anunció que los dólares que entren de las exportaciones se utilizarán para venderlos inmediatamente a los especuladores al precio del CCL, con el objeto de intentar bajar la brecha con el oficial. Nuevamente traducido: rifará las casi nulas reservas con tal de mantener el dólar oficial como está. Por si eso fuera poco anuncia que todos los pagos de deuda futuros se harán con nuevos ajustes fiscales. Como primera señal ya separó y envió a los Estados Unidos en garantía los 1.500 millones de dólares que había juntado en reservas desde mayo a hoy, para que quede en caución garantizando los pagos de deuda externa que vencen en enero de 2025.
En síntesis, independientemente que el gobierno logre coyunturalmente con estas maniobras bajar o no la brecha entre el dólar oficial y los paralelos, lo único concreto es que Milei se juega a estabilizar y dejar contento a los especuladores financieros y a los buitres de la deuda con un mayor ajuste, que se sumará al ya astronómico que está cayendo sobre las espaldas del pueblo trabajador. Si con esto todavía no convence al establishment financiero, se le sumará una nueva estampida del dólar, que, ya sabemos, pulverizará más salarios y jubilaciones. Todo esto mientras, tras la escena, se preparan las reformas “de fondo” (flexibilización laboral, privatizaciones, saqueo de recursos) con Federico Sturzenegger listo para entrar en acción.
A esto nos conduce Milei y La Libertad Avanza, mientras la CGT apuesta al diálogo y las reuniones con el gobierno y el peronismo, a “esperar a 2027”. Tenemos que salir a enfrentar ya mismo el ajuste, reclamando un nuevo paro general y plan de lucha. Y explicando que hay una salida alternativa al superajuste de la motosierra: un programa de emergencia obrero y popular que, arrancando por dejar de pagar la deuda externa y romper con el FMI, ponga todos los recursos al servicio de atender las más urgentes necesidades populares.