May 17, 2024 Last Updated 1:34 AM, May 17, 2024

Aumento de emergencia de salarios y jubilaciones. No a los despidos. Trabajo genuino para todas y todos
El actual ajuste está pulverizando salarios y jubilaciones, planes sociales y todas las partidas de salud y educación. Por eso lo primero y fundamental es comenzar con un inmediato y urgente aumento de emergencia. Que nadie gane menos que el valor real de la canasta familiar y que se actualice automáticamente mes a mes. Del mismo modo, hay que incrementar las partidas de los planes sociales, así como las de salud, educación y vivienda. Se deben poner en marcha las obras públicas esenciales paralizadas, así como un gran programa de construcción de viviendas populares que cree trabajo genuino para todo el que hoy no lo tiene. A la vez, en el marco de la crisis, se deben prohibir por ley las suspensiones y los despidos, planteando la expropiación de toda empresa que viole esta disposición y su entrega para gestionarla a sus propios trabajadoras y trabajadores.


Suspender inmediatamente todos los pagos de la deuda externa y romper con el FMI
No es cierto que “no hay plata”.  Todo el plan motosierra está al servicio de cumplir con los pagos a los acreedores privados y al FMI. Por eso no hay salida si seguimos pagando la usuraria, ilegal e inmoral deuda externa y si continuamos sometidos a las exigencias del Fondo. Recuperar esos recursos y ese poder de decisión soberana es fundamental para resolver las más urgentes necesidades populares.


Nacionalizar la banca y el comercio exterior
Hay que terminar con la fuga de capitales, la especulación financiera, los abusos de los bancos y la “fiesta” de los monopolios exportadores, que saquean nuestra riqueza y se la llevan sin ningún control por sus puertos privados, los mismos por donde sale el narcotráfico. Es necesario nacionalizar la banca para que el ahorro del pueblo trabajador se direccione a dar crédito popular, hipotecario o para financiar proyectos de desarrollo. Y nacionalizar el comercio exterior para que, a través de un organismo público, se planifique qué exportar y qué importar y se tenga control de las divisas que ingresan y egresan..


¡No a las privatizaciones y a los tarifazos! Reestatizar bajo gestión de trabajadores y usuarios
Con Menem se produjo el hasta ahora mayor saqueo a nuestras riquezas, con las privatizaciones de los ´90. Así nos quedamos sin trenes, sin gas, petróleo, electricidad, teléfonos ni aviones. Ahora Milei quiere repetirlo, privatizando lo que quedó, o lo que volvió a manos del estado cuando los privados saqueadores se retiraron. Hay que oponerse. Defender el Banco Nación, YPF, Aerolíneas, los trenes y las demás empresas. Al mismo tiempo, el gobierno plantea más privilegios para las empresas de servicios públicos privatizados, con nuevos tarifazos a costa del bolsillo del pueblo trabajador. La salida no pasa por subsidios ni tarifazos, sino por la reestatización de las empresas bajo gestión de sus trabajadores y usuarios.


Impuestos a los ricos y a las grandes empresas. Precios máximos para los productos de la canasta familiar
Para terminar con la carestía hay que eliminar el IVA a todos los productos de la canasta familiar y colocar precios máximos y un estricto control sobre su cumplimiento. Los impuestos no deben recaer sobre el pueblo trabajador (nos oponemos a que se reponga el impuesto a las ganancias sobre los salarios), hay que plantear en cambio fuertes impuestos a las superganancias de las grandes empresas, los bancos, los monopolios exportadores y a las grandes fortunas.



Por un gobierno de las y los trabajadores y la izquierda, hacia una Argentina Socialista

Para que la crisis la paguen quienes la provocaron y se benefician con ella (los grandes empresarios remarcadores, los banqueros, los especuladores de la fuga de capitales, los buitres de la deuda, los monopolios exportadores, las transnacionales saqueadoras de nuestros recursos y ambiente), es necesario que gobiernen quienes nunca lo han hecho y no tienen complicidades con el pasado, las y los trabajadores y la izquierda.

Este programa que planteamos, que comienza por priorizar las más urgentes necesidades populares, es el único que puede sacar a nuestro país de la situación decadente de dependencia y semicolonización respecto del capitalismo imperialista. No tenemos destino si seguimos sometidos al saqueo del capitalismo imperialista. Por eso nuestra salida tiene que ser socialista. Un socialismo de verdad, con plena democracia para el pueblo trabajador, lo contrario de lo que pregonan aquellos que, usando y ensuciando la palabra “socialismo” gobiernan dictaduras capitalistas que explotan a sus propios pueblos, como sucede en Cuba, Nicaragua, Venezuela o, a una escala mayor, en la China imperialista. El socialismo que proponemos quiere decir que todo se planifique democráticamente, que los docentes manejen la educación, las y los trabajadores de la salud los hospitales, los ferroviarios los trenes, las obreras y obreros las fábricas y así cada uno de los sectores de nuestra economía. Donde se pueda discutir libremente y no nos gobiernen patrones ni políticos patronales y burócratas, sino el propio pueblo trabajador con las decisiones tomadas democráticamente por sus propias organizaciones.

Para poder llevar todo esto adelante es fundamental construir y fortalecer una nueva alternativa política para las y los trabajadores. Para trabajar y aportar en esa construcción es que te invitamos a que vengas a Izquierda Socialista. Para, desde allí, fortalecer al Frente de Izquierda Unidad.


Escribe Mónica Schlotthauer, cuerpo de delegados del Sarmiento y diputada nacional electa de Izquierda Socialista/FIT Unidad

El gobierno de Milei está llevando a cabo un brutal ajuste contra los trabajadores y los sectores populares para favorecer a los grandes empresarios. Los ferrocarriles son parte de este ataque. La política del gobierno, en complicidad con las viejas jefaturas que vienen de la gestión peronista anterior, está haciendo colapsar la operatividad ferroviaria con medidas que reducen la prestación de los servicios y el mantenimiento de las trazas ferroviarias.

La empresa Trenes Argentinos resolvió cerrar las boleterías en todas las líneas y recortar entre 40% y 80% los servicios no eléctricos. Aumenta el pasaje y achica el servicio. Sin boleterías, donde se carga la SUBE de forma gratuita, los usuarios tienen mayores gastos.

Además de golpear el bolsillo de millones, también ataca los puestos de trabajo de las y los ferroviarios. Junto con esto, se paralizaron las obras que se necesitaban para mejorar la seguridad y la eficiencia del servicio. Faltan repuestos para reparar las formaciones, desguazan trenes y no hay combustible, lo que coloca en riesgo este transporte esencial. El colapso actual del sistema es consecuencia directa del vaciamiento que llevó adelante durante cuatro años la gerencia peronista ligada a Massa. Ahora, la pretensión de privatizar de Milei instala más riesgos sobre el servicio ferroviario con la designación de los nuevos funcionarios ligados al macrismo y a Randazzo.

La privatización ya fracasó

Este problema no es solamente de las y los ferroviarios, perjudica también a los usuarios, que viajan con más dificultades, menor confort y con tarifas que aumentan periódicamente afectando los bajos salarios. El servicio se deteriora con la circulación de menos trenes por la falta de repuestos, lo que ocasiona retrasos y el hacinamiento de los pasajeros. Este ataque, que desde el cuerpo de delegados del Sarmiento venimos denunciando hace años, tuvo nefastas consecuencias, como la tragedia de Once ocurrida en 2012, durante el gobierno peronista de Cristina, cuando los trenes eran privados. De ahí que nuestra pelea está unida a la lucha del pueblo trabajador contra las políticas de ajuste y privatizaciones de este gobierno.

La privatización que pretende llevar adelante Milei va a empeorar el servicio y va a ser otro negociado para grandes empresarios y un curro para los funcionarios del gobierno que no significarán nuevas inversiones para el desarrollo de los ferrocarriles.
 
La salida que proponemos

En lo inmediato, nos oponemos a la reducción de los servicios de los ramales eléctricos, como a la eliminación de los ramales diésel que prestan un servicio esencial uniendo pueblos. Exigimos la provisión de insumos, herramientas, materiales de limpieza y la continuidad de las obras necesarias para garantizar la seguridad de los usuarios.

Para ello convocamos a una asamblea general del Sarmiento donde votamos un plan de acción con un cronograma de mesas de denuncias, con “ruidazos”, juntando firmas entre los pasajeros en defensa del tren y contra los recortes de los servicios. Además, nos movilizaremos a la sede central de la Unión Ferroviaria el día 20 convocando a la participación de otros ramales ferroviarios para reclamar a la directiva de la Verde de Sasia un plan de lucha en defensa de los puestos de trabajo, el salario y contra el intento de privatización. Y el 22 participaremos del acto junto a los familiares de la tragedia de Once.

Y seguiremos peleando por la reestatización del sistema ferroviario (carga y pasajeros) gestionado por sus trabajadores, técnicos y usuarios. Del servicio de carga pueden salir las ganancias para que el boleto del pasaje tenga una tarifa popular. Es la única salida para mejorar el servicio y extenderlo al conjunto de las provincias cumpliendo un rol social para el desarrollo del país.


Escribe Mónica Schlotthauer, cuerpo de delegados del Sarmiento y diputada nacional electa de Izquierda Socialista/FIT Unidad

Desde el cuerpo de delegados del Sarmiento apostamos a la unidad con vecinos, vecinas y usuarios en general para fortalecer la lucha en defensa del tren y contra los recortes de servicios que colocan en riesgo la seguridad de los pasajeros. Un refuerzo importante ha sido la incorporación de integrantes de algunas asambleas de CABA y zona Oeste a nuestras actividades. Ya habíamos construido un verdadero “trenazo contra la ley ómnibus y el ajuste de Milei” junto con las asambleas del Oeste el día del paro y la marcha al Congreso. Desde Moreno hasta Once una multitud de vecinos, estudiantes, ferroviarias y ferroviarios fueron subiendo a la formación. En Once nos concentramos para marchar luego al Congreso al grito de “unidad de los trabajadores y al que no le gusta se jode, se jode” y “los trenes no se venden”. Seguiremos apostando a esta unidad para fortalecer la lucha en defensa de este servicio esencial.
    

                             


Escribe Pili Barbas, dirigenta de la Juventud de Izquierda Socialista estudiante de la UNA

Desde la asunción de Milei y el anuncio de las primeras medidas, el DNU, la Ley Ómnibus y el protocolo de Bullrich, los espacios culturales fueron uno de los primeros sectores en salir a organizarse para enfrentar el brutal plan de ajuste del gobierno. La Ley Ómnibus le declara la guerra a la cultura independiente de todo el país, y como reflejo miles se organizaron para defenderse en asambleas masivas convocadas principalmente por Unidxs por la Cultura.

La primera acción fue un Cacerolazo nacional que fue seguida por una gran asamblea federal el día 20 de enero. En esa oportunidad, se definió participar del paro arrancado a la CGT en la columna independiente junto al Plenario del Sindicalismo Combativo, Enecuentro Memoria Verdad y Justicia, la Basta de Falsas Soluciones, y las asambleas barriales. También dar continuidad al plan de lucha que consistió en las acciones de movilización de la semana pasada cuando se empezó a tratar la ley y culminar con un festivalazo el día viernes.

Desde los espacios en defensa de la cultura donde cientos de trabajadoras y trabajadores y estudiantes venimos impulsando diferentes acciones, tenemos claridad de que no permitir que el ataque de Milei a la Cultura avance, es pelear contra su plan de conjunto. Sabemos que los espacios culturales son una de la principal variante de ajuste de los gobiernos, con trabajadores de la cultura que generalmente tienen salarios a la baja, muchas veces sin siquiera el reconocimiento como trabajadores o con el desfinanciamiento de nuestros institutos y universidades.

Por eso, el triunfo de esta pelea no se define solamente por los artículos Culturales de la Ley Ómnibus que están siendo negociados entre diputados de la oposición patronal como la UCR. El triunfo de esta pelea se dará cuando el DNU, la Ley Ómnibus en su conjunto,  el protocolo de Bullrich y el ajuste que vivimos día a día caiga. Por eso tenemos un plan de acción que sigue en pie y que esperamos que cada vez sumen más compañeres de la cultura y de todos los espacios a dar esta pelea. Esta semana seremos parte de la movilización hacia Congreso cuando se trate la ley, asi como en los próximos días se volverá a realizar una nueva asamblea federal y una asamblea interfacultades de estudiantes impulsada por Unidxs por la Cultura para discutir un plan de lucha nacional con marchas e iniciativas.

Escribe Cintia de la Asamblea Morón

Las asambleas barriales contra las medidas del gobierno ultraderechista de Milei se extienden y se organizan cada vez más y mejor. Uno de los sectores que se destacan son las y los vecinos que conformamos las Asambleas de Zona Oeste que se movilizan cada semana contra el DNU, la Ley Ómnibus y el protocolo represivo de Bullrich. Para cumplir con esos objetivos hemos promovido diversas actividades: volanteadas, pintadas, actividades culturales, musicales, plásticas, participación en medios locales. Las asambleas se realizan en plazas públicas cerca de la estación de tren de cada localidad para facilitar la participación.

Uno de los momentos de mayor participación se dio el  24 de enero cuando miles de vecinos y vecinas se encolumnaron en un “trenazo” junto a los ferroviarios del Sarmiento para participar en una columna independiente con el Plenario del Sindicalismo Combativo y el Encuentro Memoria Verdad y Justicia, demostrando la fuerza de la organización de la que somos parte.
Durante los días de debate de la Ley Ómnibus, las asambleas barriales, que forman parte de la coordinación con los mismos sectores que venimos participando unitariamente desde el 20 de diciembre, nos movilizamos al Congreso donde fuimos duramente reprimidas por las fuerzas policiales al mando de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich. Repudiamos este accionar que nos remonta a los tiempos más oscuros de nuestra historia.

Desde Izquierda Socialista continuaremos participando activamente en las asambleas, alimentando el método de organización genuina y democrática que aún está en  formación, con el objetivo de sumar más vecinos y vecinas a la lucha y una mayor organización hasta que caiga todo el plan del gobierno y el FMI.


 
 
 

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