Apr 28, 2024 Last Updated 1:19 AM, Apr 28, 2024

Escribe Claudio Funes

La diputada de Izquierda Socialista en el Frente de Izquierda-Unidad presentó, el 13 de mayo de 2019, un proyecto de ley para que la Argentina desconozca el pacto firmado por el gobierno de Cambiemos y el FMI y se suspendan de inmediato los pagos de la deuda externa.
“Tanto Macri como Lavagna, Massa y hasta Cristina Fernández quieren seguir bajo los dictados del FMI y pagar una deuda ilegítima y fraudulenta. Nosotros, en cambio, queremos invertir esos fondos en resolver las urgencias populares”, explicó Schlotthauer.

Por ello el proyecto establece que “se suspendan todos los pagos en concepto de deuda externa, tanto de capital como de intereses, para destinar ese dinero a salarios, jubilaciones, trabajo, salud, educación y vivienda y demás necesidades populares”.
La iniciativa propone que la Argentina “desconozca el acuerdo firmado con el FMI declarándolo nulo de nulidad absoluta”.
El proyecto también sostiene que “el Estado argentino deje de ser miembro del FMI, exigiendo la inmediata devolución de la cuota parte depositada en dicho organismo”.

Entre los fundamentos se señala que “El endeudamiento desenfrenado de los últimos años llevó a que los próximos vencimientos de deuda entre 2020/2023 sumen la impagable cifra de 150.000 millones de dólares. Esta deuda se suma a la anterior, que viene de la dictadura militar”.
“La Argentina es víctima de un brutal ajuste, condicionamientos perjudiciales y enormes privaciones como consecuencia del acuerdo firmado por el actual gobierno de Cambiemos con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Ese acuerdo ha sido pactado a espaldas del pueblo trabajador, no fue ninguna propuesta de campaña y, lo más importante, va en perjuicio del pueblo trabajador”.

Recordemos que el Argentinazo de 2001 impuso en ese momento dejar de pagar la deuda. Ese dinero fue utilizado para financiar más de dos millones de planes sociales, hubo superávit durante varios años, no quedamos aislados del mundo (se continuó vendiendo soja en valores récord) ni sufrimos bloqueos. Lamentablemente, el gobierno de Néstor Kirchner retomó los pagos en 2005.
Sí compañero lector, es necesario la ruptura con el FMI y el no pago de la deuda externa, primer paso para comenzar con un plan económico al servicio del pueblo trabajador.

Macri envió un proyecto de ley para que el Congreso avale una renegociación de los plazos y los montos de capital e intereses de la parte de la deuda externa, unos 32.000 millones de dólares, que están bajo jurisdicción de la Argentina, a diferencia de la mayoría de los bonos que están bajo jurisdicción de tribunales de Nueva York (300.000 millones). A esto lo llama “reperfilamiento”. Pero mientras no rompamos con el FMI, no habrá alivio para el pueblo argentino.

Escribe Gabriel Massa

La deuda del estado nacional en dólares con especuladores privados e instituciones como el FMI alcanza la cifra de 330.000 millones de dólares. Si sólo se cuenta los vencimientos de esta parte de la deuda, la Argentina tendría pagos en 2020 por 20.376 millones de dólares, en 2021 por 31.608 millones, en 2022 por 49.923 millones, y en el 2023 por 46.594 millones de dólares. Nadie cree que el país pueda pagar esas sumas. Por eso se plantea la renegociación, bajo el término de “reperfilamiento”.

Pero, encima, para llegar al total de la deuda externa actual hay que sumarle los bonos del Banco Central en pesos por valor de 1,2 billones de pesos (otros 20.000 millones de dólares) y lo que deben las provincias, que son varias decenas de miles de millones de dólares más. Lo que da un total de más de 400.000 millones de dólares, bastante más que lo que produce el país en un año (PBI).

¿Qué significa esto? Tomemos el ejemplo de la provincia de Buenos Aires. Este año de cada diez pesos que recaudó la provincia en impuestos, cuatro pesos fueron a pagar su deuda externa. ¿Después de pagar salarios de empleados públicos y jubilaciones, cuánto quedó para obras públicas, para salud, para educación? Poco y nada. Por eso los maestros y médicos y enfermeros tienen sueldos de hambre y las escuelas y hospitales se caen a pedazos.

Pagamos en 14 años más de lo que se debe hoy

Desde el año 2005 hasta el 2015, el kirchnerismo a pesar de su discurso contra el FMI y los fondos buitres, destinó 216.000 millones de dólares al pago de la deuda. Desde el 2016 hasta hoy Macri pagó otros 258.000 millones, en total 474.000 millones de dólares. En 14 años se pagó más de lo que hoy es el total de la deuda y casi una vez y media lo que el país produce en un año (PBI).

¿Cómo se explica que a pesar de pagar tanto debemos cada vez más? Se responde en una palabra: usura. Cada vez hay que tomar más dinero prestado para pagar lo que se debe. Y cada vez nos cobran intereses más altos para “refinanciar” la deuda. Igual que el usurero del barrio.
La explicación de que estemos atados a los usureros –tanto los del FMI, como los fondos buitres y otros “inversores” privados- es que así lo quisieron los gobiernos que hemos tenido. Lo hicieron los gobiernos del kirchnerismo (y recordemos que muchos de los que hoy acompañan a Alberto Fernández votaron a favor del acuerdo de Macri con el FMI). Y lo hizo el gobierno macrista. Ahora el Frente de Todos ya se ha comprometido a seguir pagando.

¿Cuál es la salida?

Lo primero es denunciar públicamente, tal como lo hacemos desde el Frente de Izquierda Unidad, que la deuda externa es una estafa, un robo armado entre los usureros y los gobiernos que ayudaron a encadenarnos al Fondo.
Lo segundo es romper con el FMI y dejar de pagar la deuda usuraria.

Lo tercero es poner las principales palancas de la economía en manos del Estado (estatizar la banca y las finanzas, el comercio exterior, las riquezas del subsuelo como el petróleo, el gas y los minerales y las grandes industrias) bajo control de los trabajadores.

Lo cuarto es poner todos esos recursos al servicio de un plan obrero y popular que garantice salarios y jubilaciones que cubran el costo de vida. Y trabajo genuino para todos, con la construcción de viviendas, hospitales, escuelas, redes cloacales, eléctricas y de comunicaciones, caminos y ferrocarriles y todo lo que necesiten los trabajadores y el pueblo. Por eso llamamos a votar en el FIT-Unidad que levanta estas propuestas.

Escribe Martín Fú

El pasado martes a la tarde, una gran estructura tubular de andamios en la Terminal C colapsó provocando la muerte de un obrero de una empresa contratista tercerizada. Otros tres trabajadores se encuentran internados en grave estado, con múltiples heridas. Unas treinta empresas contratistas operaban en la obra que trabajaba full time para que el presidente Macri pudiera inaugurar la nueva terminal el próximo lunes, en sintonía con la campaña electoral. Una vez más es con la vida de un trabajador que se paga esta gran fiesta empresarial, donde bajo condiciones que no cumplen las medidas de seguridad mínimas (denunciado por los trabajadores y la misma Uocra) y con regímenes de superexplotación, trabajadores precarizados y muy mal pagos terminan víctimas de un sistema perverso y que sólo busca asegurar las ganancias de los empresarios.

La concesión del Aeropuerto Internacional de Ezeiza es operada por la empresa Aeropuertos Argentina 2000 que pertenece al empresario Eduardo Eurnekian. Por medio de esa empresa opera otros otros cincuenta y un aeropuertos en el país y en el exterior. Además es el dueño del multimedio Corporación América, que opera en bolsa en Wall Street. De esta forma, Eurnekian está al mando de un conglomerado de empresas de diversas actividades que lo convierten en uno de los más ricos de Latinoamérica. Es uno de los grandes beneficiados de las privatizaciones de la Argentina.

Así, van pasando los gobiernos y el sigue asegurándose grandes negocios con una altísima rentabilidad. Eduardo Eurnekian, de buena llegada a todos los gobiernos, es un referente de los grandes intereses económicos que hace unos días se refirió a lo que debería hacer el próximo gobierno: “El próximo presidente argentino debería entender que no hay otro camino hacia el crecimiento que abrazar el liberalismo al estilo estadounidense, basado en principios que generan progreso y prosperidad”, (Infobae, 18/9). Para Eurnekian, como para muchos otros empresarios que reclaman la reforma laboral, las muertes obreras son “progreso y prosperidad” para sus ganancias.

Los aeropuertos son instalaciones estratégicas que tienen que estar bajo la órbita y administración estatal, lo mismo que la aviación civil. Para que las obras sean controladas, gestionadas y ejecutadas por el estado y no un botín de guerra donde una empresa madre subcontrata una treintena de firmas más. convirtiendo un punto estratégico en una feria de ilegalidad y precarización donde las medidas de seguridad brillan por su ausencia. Nos solidarizamos con las víctimas, sus familiares y hacemos responsable a Macri y Eurnekian por este lamentable hecho que se pudiera haber evitado.

Editorial

Se largó la campaña electoral rumbo al 27 de octubre. Macri sigue intentando convencer a alguien que todavía tiene chances. La consigna de su spot principal es desopilante: “somos los optimistas”. La verdad no se lo creen ni los propios candidatos de sus listas, empezando por María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta, que hacen desesperados esfuerzos para despegar sus campañas de la del presidente.

Es que el gobierno de Macri dejó un verdadero tendal sobre el pueblo trabajador. Los salarios y jubilaciones cayeron brutalmente, la inflación se disparó, creció el desempleo, aumentó la pobreza, las tarifas son impagables. Y ningún “paliativo” siquiera se arrima a resolver esto: en estos día se quiere arreglar el desastre que dejó la devaluación post PASO con un miserable bono de 5.000 pesos que va a ser “a cuenta de futuros aumentos” y donde todavía está en discusión cuándo y cómo se va a cobrar ¡La UIA planteó que las pymes lo puedan pagar hasta en cinco cuotas! Por eso, a contramano del “optimismo” que quiere inventar Juntos por el Cambio, lo que se hace de masas es la sensación de que “Macri ya fue”.

Alberto Fernández y Cristina, por su parte, concentra la mayoría de las expectativas de los trabajadores y demás sectores populares. El Frente de Todos abona esas esperanzas con sus consignas en los spots: “el primer trabajo de un presidente es que todos tengan el suyo”, “si tenemos que elegir entre los jubilados y la gente, siempre defenderemos a los jubilados”, “nuestros hijos tienen que estar en la escuela” o “comer no puede ser un privilegio”. Por eso muchos compañeros consideran que ese es el voto “útil”.

“Las deudas se pagan, pero no a costa del sufrimiento de la gente”, dice el Frente de Todos. Desde el FIT Unidad creemos que no es así y somos tajantes: Las deudas se pagan, pero las estafas no. Y, lo más importante, no existe ninguna posibilidad de pagar y a la vez evitar el ajuste, lo que Alberto Fernández señala como “el sufrimiento de la gente”. Tampoco habrá educación pública de calidad ni trabajo, como lo predican en el spot. Lo venimos diciendo en los discursos y charlas de nuestros candidatos, en las notas de este periódico y también en los spots televisivos: “Macri se va, pero el ajuste y el FMI se quedan”, afirmamos con claridad.

Y, por si fuera poco, tenemos un ejemplo práctico de como gobierna el peronismo en el caso de Chubut. Ahí el gobernador Arcioni, hombre de Sergio Massa y que hoy apoya a Alberto Fernández, está llevando adelante un brutal ajuste, que es enfrentado por maestros y estatales que vienen peleando desde hace más de 10 semanas para que se les pague sus salarios.

Por todo esto decimos que el auténtico voto útil y “positivo” es al Frente de Izquierda Unidad. Porque necesitamos estar más fuertes para las nuevas luchas que se vendrán. Tenemos que fortalecer a la única opción que apoya al sindicalismo combativo, como se vio en la jornada del 24, donde nos movilizamos junto con los movimientos sociales frente a la tregua impuesta por la direcciones sindicales burocráticas de la CGT-CTA ligadas al peronismo. Apoyando a los nuevos dirigentes que surgen para enfrentar a la burocracia y pelear por una nueva dirección sindical para la clase trabajadora. Necesitamos un FIT más grande, con más diputados y legisladores que estén en todas y cada una de las luchas, como lo hicimos días pasados en Chubut. Y denunciando cada una de las trampas y dobles discursos con que se nos quiere embaucar mientras sigue el ajuste, como lo reafirmó nuestra diputada Mónica Schlotthauer denunciando la mentira de la ley de emergencia alimentaria.

Desde el FIT Unidad, además, somos los únicos que planteamos la necesidad de un programa de emergencia, obrero y popular, que priorice de verdad el salario, el empleo, la educación, la salud y la vivienda, a partir de romper con el FMI y dejar de pagar la deuda. Votando a Nicolás del Caño, Romina del Pla y los candidatos de cada una de las provincias, peleamos también para fortalecer una nueva alternativa política, la única que postula que, frente a los partidos patronales, los que tienen que gobernar son los trabajadores, para poner en práctica ese programa.

Mientras seguimos apoyando a los que luchas, como los docentes y estatales de Chubut, tenemos que salir a pelear el voto al Frente de Izquierda Unidad. El crecimiento del FIT Unidad se ha seguido ratificando, la semana pasada en las elecciones de Neuquén Capital, donde hemos obtenido un nuevo concejal. Ahora tenemos un primer gran desafío el próximo 5 de octubre, en que realizaremos un gran acto en el Obelisco. Actos similares se llevarán a cabo también en Córdoba y Rosario. Hay que invitar masivamente a nuestros compañeros de trabajo, estudio, vecinos, amigos y familiares. Luego tendremos el gran desafío de dar pelea porque salga un auténtico plan de lucha por las reivindicaciones de las mujeres en el Encuentro de La Plata el fin de semana siguiente. Y desde ahí hasta el 27 de octubre, pelear mano a mano el voto al FIT Unidad. Al mismo tiempo que seguiremos participando y apoyando todas las luchas que se den, es necesario que seamos cada día más en las actividades de campaña, en los actos locales, en las charlas con candidatos y consiguiendo miles de fiscales. Te invitamos a sumarte a Izquierda Socialista para así, entre todos, hacer más fuerte al Frente de Izquierda Unidad.

Editorial

“Voy a decir lo que acá parece que solo la izquierda le toca decir”, afirmó nuestra diputada de Izquierda Socialista en el FIT Unidad, Mónica Schlotthauer, en el debate parlamentario sobre la ley alimentaria. Toda una definición. Porque si no hubiera sido por la izquierda ¿quién se enteraba que se había montado una sesión electoralista entre Macri y los diputados de Alberto Fernández y Lavagna intentando mostrar que se “unían” para combatir el hambre?

Schlotthauer, en otra parte de su firme intervención, sostuvo: “Acá hay un montón de gente que no come y un montón de gente que se la lleva en pala”. Con esto demostró lo que Macri y los diputados del peronismo del Frente de Todos ocultaban. Que cinco multinacionales se roban la comida de millones, la venden al exterior en dólares y luego los grandes empresarios suben los precios internos ocasionando que en el país de la leche y la carne sean artículos prohibitivos para millones de desposeídos.

Entre esas empresas está la multinacional privada yanqui Cargill, con sede en Minesotta (Estados Unidos), que hace fortuna con nuestros alimentos. Cargill es la principal exportadora de granos, harinas y aceites por 9 millones de toneladas (Agrofy News, 27/02/2019). ¿Qué hace Cargill en Argentina en vez de que sea el Estado quien controle la entrada y salida de nuestros alimentos a través de la nacionalización del comercio exterior como propuso Schlotthauer? Cargill se mantuvo con todos los gobiernos, quiere decir que tanto Macri como antes el peronismo kirchnerista permitieron que Argentina siga arrodillada a estas multinacionales depredadoras a las que solo la izquierda denuncia y combate.

La izquierda no solo repudió los 15 pesos miserables para “aumentar” las partidas para comedores y merenderos, sino que propuso medidas de emergencia y de fondo para combatir ese mal estructural que es la pobreza, igual que todos los otros males capitalistas que aquejan al pueblo trabajador. Solo tocando a los grandes intereses de las multinacionales, grandes empresarios, bancos y terratenientes, y liberando al país de la soga que nos ata al FMI, Argentina podrá superar la tremenda crisis que nos impuso Macri con la complicidad de los gobernadores.

Peleamos para que en la emergencia la plata vaya para comida, aumento de los planes sociales y una suba inmediata de salarios y jubilaciones. Y fundamentalmente decimos que hay que desconocer el pacto con el FMI y suspender en forma inmediata los pagos de la deuda para volcar esos fondos con destino a combatir la pobreza, aumentar los ingresos populares, duplicar las partidas para los hospitales y escuelas públicas y planificar un plan de viviendas populares que reactive la economía y genere trabajo genuino.

Este debate está planteado nuevamente ahora ante el mentiroso presupuesto 2020 del gobierno. Solo la izquierda vuelve a sostener que hay que dejar de pagar esa deuda ilegítima, fraudulenta y usurera contra Macri y el peronismo de Alberto Fernández y Lavagna.
El Frente de Izquierda Unidad debate, lucha y se postula para las elecciones del próximo 27 de octubre. Con sus propuestas de fondo y usando sus bancas para estar en el día a día con los trabajadores, las mujeres y los jóvenes en sus reclamos. Motivada por esa profunda convicción y compromiso es que Mónica Schlotthauer y nuestro compañero Jorge Adaro, dirigente docente de Ademys, estuvieron días atrás apoyando a los docentes y estatales de Chubut contra el gobernador Arcioni, que responde a Alberto Fernández.

Lo mismo podríamos decir de todas nuestras bancas y candidatos. Igual con la lucha que se viene por el aborto legal, seguro y gratuito y todos los derechos que levanta el movimiento de mujeres en el encuentro nacional que se está preparando para los días 12, 13 y 14 de octubre próximo en La Plata. Allí libraremos una dura pelea con las organizaciones que se niegan a aprobar un plan de lucha para imponer esas demandas. Y donde Alberto Fernández si bien posa de “pro aborto”, es puro doble discurso, siendo socio del archirreaccionario y militante anti derechos gobernador Juan Manzur.

Para dar estas batallas hay que luchar y postularse para las elecciones. Repudiando la “paz social” del gobierno y el mensaje de que hay que “abandonar las calles” de Alberto Fernández, mientras sigue el ajuste. El “pacto social” pregonado por el Frente de Todos con los empresarios, burócratas sindicales de la CGT, la Iglesia y sus movimientos sociales afines, tiene ese objetivo.

El sindicalismo combativo llama a hacer una jornada de protesta el próximo martes 24 en todo el país (ver página 8). Y el Frente de Izquierda Unidad se postula con su programa de fondo y sus candidatos para octubre.

El próximo 5 de octubrehabrá un gran acto en el Obelisco, y en otras ciudades del país, al que invitamos a concurrir desde ahora. Queremos ser miles de luchadores, trabajadores, vecinos, jubilados, mujeres y jóvenes. Como un primer paso para, a la vez, sumar más compañeras y compañeros a la campaña, que debatan en los lugares de trabajo o estudio, con los vecinos y familiares.

Convenciendo a su vez a otros que hay que votar al Frente de Izquierda Unidad. A la fórmula presidencial Nicolás del Caño y Romina del Plá, y a todas nuestras candidatas y candidatos en cada provincia. Así estaremos más fuertes para enfrentar lo que queda de este gobierno y enfrentar el ajuste que se viene con los Fernández y el FMI. Anotate como fiscal, vení a nuestras reuniones y sumate a Izquierda Socialista para dar la pelea junto al FIT Unidad.

Nuestro semanario. En el que te acercamos el reflejo de las luchas del movimiento obrero, las mujeres y la juventud, además un análisis de los principales hechos de la realidad nacional e internacional.

Es una herramienta fundamental para fortalecer a Izquierda Socialista y al Frente de Izquierda.

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