Escribe Adolfo Santos
Al finalizar la votación, como ya es habitual, se produjo la represión de Patricia Bullrich, que una vez más se regodeó pegándole y persiguiendo a las y los jubilados, periodistas y todo el que se le pusiera adelante. Hubo tres detenidos y una docena de heridos, entre ellos una niña de diez años a la que rociaron cruelmente gas pimienta en su rostro a menos de un metro de distancia. Esto fue seguido de una escandalosa afirmación de la ministra Patricia Bullrich: que la niña rociada con gas pimienta lo había sido por los propios manifestantes, fake news que a la noche repitió la viceministra de seguridad en diversos medios presentando imágenes que nada tenían que ver con los hechos. Sin embargo, a la mañana siguiente, aparecieron las verdaderas imágenes demostrando claramente a través de videos, que quien había llevado adelante ese hecho aberrante habían sido las fuerzas represivas. Un verdadero escándalo que llevó a un cruce entre Bullrich y el periodista de LN+, Eduardo Feinmann, un clásico periodista de derecha que había agitado la mentira la noche anterior, a cruzar a la propia ministra, pedir su renuncia y decir que sus afirmaciones eran mentira. Como era de esperar, al día siguiente Feinmann retrocedió y pidió disculpas a Bullrich retomando su papel de periodista oficialista. Un verdadero escándalo, tanto la agresión a una niña, como las mentiras para zafar de la responsabilidad de una ministra que avala los brutales métodos de las fuerzas represivas y que ha transformado cada protesta en un escenario de guerra para meter miedo, reprimir y perseguir a las y los que luchan. Desde Izquierda Socialista, adherimos al proyecto de resolución presentado por nuestra diputada Mónica Schlotthauer, junto a la bancada del FIT-Unidad, exigiendo la inmediata destitución de la ministra Bullrich y demás responsables del “descomunal operativo represivo desplegado el día 11 de septiembre […]”
“Mientras un millón de niñxs duermen con hambre esta noche, Milei festeja en Olivos con 87 diputados el veto al aumento de jubilaciones”. La indignación de la diputada Trimarchi, Izquierda Socialista/FIT Unidad, CABA en la red social X, representa el repudio de millones de argentinos que consideran una burla el asado organizado por Karina Milei y el presidente para homenajear a los “héroes” que apoyaron el veto presidencial al miserable aumento de las y los jubilados. Para las y los jubilados y los sectores populares, no pasan de un bando de canallas.
Escribe Mariano Soria
El pasado jueves 12, Pullaro y el Frente “Unidos” (UCR, el Partido Socialista y el PRO) aprobaron una reforma integral del sistema de jubilaciones de los empleados del Estado de la provincia de Santa Fe, las empresas públicas y la mayoría de los municipios. Lo hicieron en medio de denuncias de una votación “trucha” y reprimiendo a quienes estábamos en la puerta de la Legislatura. Es un nuevo ataque, sumado a la eliminación de la paritaria, el presentismo y a los descuentos por días de paro.
Pullaro aprovechó su control de las dos cámaras de la Legislatura, algo poco habitual en Santa Fe. Y cuenta con un peronismo dividido y repudiado, luego del lamentable gobierno de Omar Perotti, junto al no menos desastroso gobierno de Alberto y Cristina. Gobiernos a los que las conducciones burocráticas de los sindicatos apoyaron hasta el último día. Incluso algunos se callaron frente a la reforma, como ATE Provincial (conducida por la Verde y Blanca), UPCN, Luz y Fuerza y Aguas Santafesinas. De esta forma, Pullaro se muestra como un personaje que “pone orden”, incluso reprimiendo fuertemente, y es capaz de hacer el ajuste a fondo, y mejor que el propio Milei. Instalando una reforma constitucional provincial para el año próximo que le habilite la reelección, o incluso a una posible postulación presidencial en 2027.
La reforma de Pullaro (como Milei y su motosierra) termina con los regímenes específicos y el 82% móvil. Ambos gobiernos atacan también, las condiciones laborales de las mujeres, en primer orden, subiendo la edad jubilatoria. En primer lugar, se terminó con la enorme conquista para la docencia, que significa poder jubilarse a los 57 años las mujeres y a los 60 los hombres, ya que solo excepcionalmente se podrá mantener esa posibilidad. El compensatorio 2x1 (dos años de aportes por uno menos en edad) es eliminado. Esto generará que la juventud no acceda a la estabilidad laboral en tiempo y forma, habrá menos horas y cargos disponibles para su ingreso. Tampoco serán consideradas las cifras no remunerativas para el cálculo de la jubilación.
En el ámbito educativo esto es desastroso para las relaciones pedagógicas y de enseñanza. Docentes de nivel inicial, de los primeros grados o de la modalidad especial, afectadas a dar clases hasta los 60 años o más; en el nivel secundario trabajando en varias escuelas y con decenas de estudiantes, con una distancia generacional enorme. Y una barbaridad extender la edad de trabajo de compañeras docentes, que cargan con el mandato patriarcal de las tareas de cuidado de los hogares.
En términos generales, esta reforma establece un cambio en el sistema de cálculo del haber inicial, reduciéndolo, y una pérdida en cuanto a la movilidad jubilatoria, que pasa a ser a los sesenta días de los aumentos a los activos. Además de más descuentos de aportes personales, y a ingresantes y trabajadores que obtengan un ascenso de categoría.
Mientras tanto, Pullaro festeja el superávit de 160.311 pesos en el primer semestre. Además reconoce que la Nación le debe 700 mil millones de pesos. Por otra parte el impuesto inmobiliario rural a los grandes terratenientes es insignificante en la recaudación provincial, igual que Ingresos Brutos a las Cerealeras exportadores. Hay que imponerles fuertes impuestos para cubrir el déficit. Que se deje de pagar la deuda externa, y de beneficiar a las multinacionales. Por otra parte, cargos políticos, diputados, senadores, Jueces y la Policía deben estar fuera de la Caja, porque por los montos de sus jubilaciones, es imposible que se financien con los aportes de docentes, asistentes escolares, médicos o enfermeros.
Por eso es fundamental que la Caja esté administrada por las y los trabajadores, para saber cuál es el déficit real. Necesitamos que todos los sindicatos estatales (pero también la CGT y las CTA) dejen de mirar para otro lado, y enfrentemos esta reforma con un paro provincial y un plan de lucha, para derogarla.
Escribe José Castillo
Milei presentó el presupuesto 2025 en un más que deslucido evento. Dijo explícitamente que su único objetivo es garantizar la plata para que cobren los buitres de la deuda. Y prometió más ajuste al pueblo trabajador, incluyendo un recorte astronómico en las provincias.
El presidente Javier Milei se imaginaba realizando un acto rutilante. Y no le salió. Primero, porque se encontró con un recinto semivacío –que no pudo disimular con los militantes de La Libertad Avanza (LLA) que puso en los palcos–. Segundo, porque a pesar de que realizó un impresionante operativo de corte de calles, los “simpatizantes” del gobierno que se acercaron no llegaban a una docena. Y tercero, porque ni siquiera logró concitar la atención del “prime time” del domingo en la televisión, a pesar de que había hecho correr para la semana que viene el debut del programa de Susana Giménez. El rating de todos los canales sumados se derrumbó apenas empezó a hablar el presidente.
Todo para garantizar los pagos de deuda
Nunca habíamos visto algo tan explícito. El presidente ultraderechista dijo con todas las letras, y lo repitió varias veces, incluso enfatizando en su discurso, que el objetivo es lograr un superávit fiscal suficiente para pagar los vencimientos de la deuda externa. A eso se subordina todo: si no se alcanzan esos números, se recortará más el gasto hasta que se llegue. Esto incluye lo que se llama el “gasto automático” o sea las partidas ya preasignadas para pagar salarios, jubilaciones u otras obligaciones contraídas por el estado con anterioridad. Traducido: si es necesario se reducirán o se demorarán esos pagos para cumplir primero los compromisos con los usureros o el FMI.
Milei fue incluso más a fondo: si, por algún milagro de la naturaleza, se lograra un superávit fiscal (ingresos mayores a los gastos) superior al requerido, este no se usará para poner más recursos en salud, educación o vivienda. Por el contrario, se utilizará para reducir más aún los impuestos de los grandes empresarios y los ricos.
Un número que merece ser subrayado es el planteo de que se le exigirá a las provincias un recorte de 60.000 millones de dólares, un valor que implica en la práctica el virtual quiebre de todas ellas. En una reunión posterior, ante la preocupación de los gobernadores, funcionarios de LLA relativizaron ese número, aunque no la intencionalidad explícita de avanzar a fondo con el ajuste en las provincias.
Todo el sentido del presupuesto puede leerse como un nuevo y gigantesco ajuste, profundizando en 2025 la motosierra de este año.
Esto ya se probó en 2001
Esta metodología de no pagar, incluso lo esencial como salarios públicos y jubilaciones, hasta no haber cumplido con los vencimientos de deuda no es novedoso. De hecho ya lo intentó Domingo Cavallo, como ministro de Economía de Fernando De La Rúa en el año 2001. En ese momento se lo bautizó “déficit cero”. Y por este mecanismo se les recortó un 13% a los salarios y jubilaciones, en julio de ese año. No necesitamos recordar que, debido a que no les alcanzó ni aún así, ese gobierno terminó intentando apropiarse del dinero de los ahorristas y finalmente cayó en medio de la insurrección del Argentinazo del 19 y 20 de diciembre. Recordemos que eran funcionarios en aquel entonces Patricia Bullrich, como ministra de Trabajo, y Federico Sturzenegger, como segundo de Cavallo en el Ministerio de Economía.
Los números mentirosos
Milei se jacta de “ser economista” y de su apego a los números. No se nota. Porque el proyecto de presupuesto contiene números absolutamente insostenibles. El más ridículo es el de la inflación. Dice que la de este año cerrará en 104,40%, cuando la actual (acumulada a agosto ya suma 91,2%). Esto quiere decir que para llegar al valor planteado en el proyecto de presupuesto, el aumento de precios entre septiembre y diciembre no tendría que ser superior al 0,8% por mes, algo fantasioso imposible de alcanzar. Más mentiroso aún es el pronóstico de inflación 2025, donde el presupuesto dice que será del 18% (no más de 1,5% promedio por mes), cuando los pronósticos más favorables al gobierno hablan de entre 30 y 40%.
Hay que salir ya mismo a pararle la mano a Milei
Este proyecto de presupuesto es una nueva declaración de guerra contra el pueblo trabajador. Promete un mayor y más profundo ajuste que el actual para el año que viene. Sólo hay dos partidas que son priorizadas: la primera y principal son los pagos de deuda. La segunda, en seguridad y defensa, es para garantizar los recursos para reprimir y así hacer pasar el ajuste.
No se trata de un proyecto aislado. Va de la mano con el veto a la Ley Jubilatoria y el nuevo que ya promete sobre el recientemente votado financiamiento universitario. Junto también con la puesta en marcha del RIGI, la reglamentación de una reforma laboral absolutamente flexibilizadora y el planteo de avanzar con las privatizaciones, como en el caso de Aerolíneas Argentinas. Y también con los anuncios de congelar los salarios del sector público y ponerle un techo de 2% a las paritarias privadas.
Más que nunca, hay que reclamar a la CGT que rompa la tregua que hace cuatro meses le está permitiendo a Milei hacer pasar el ajuste. Exigiendo que convoque ya mismo a un nuevo paro general y un plan de lucha para enfrentar no sólo este presupuesto, sino todas y cada una de las políticas antipopulares de este gobierno ultraderechista.
Ni Susana lo salvó
Karina Milei le había pedido a Susana Giménez que no inaugurara su ciclo el domingo pasado. La diva aceptó. Pero aun así el discurso-bodrio de Milei no lo vio nadie. A las 20 horas, sin cadena nacional, los canales de aire sumaban 15.9 de rating (El Trece, Canal 9, América y TV Pública), sin embargo a las 21 se desplomó a 3.8. También cayeron las señales de cable y el streaming. Ganó el zapping, derrota del ultraderechista y su séquito de trolls ¡Buenísimo!
Canosa arde
La periodista Viviana Canosa que venía apoyando a Milei, después de nueve meses fuera de los medios regresó a Radio Rivadavia. En un jugoso editorial dijo: “Nuestro presidente es un tipo que no quiere que opines, o que pienses distinto, ni dentro de su partido ni en los medios de comunicación. Fueron nueve meses sin aire, es todo un embarazo. El gerente de LN+ me había contado que Milei le pidió que si él ganaba no me quería ver más en el canal. Se dicen libertarios, pero son autoritarios. El mismo tipo que un tiempo atrás me había pedido que le presente su libro, y yo todo corazón fui y lo hice, cuando al poco tiempo me enteré que el libro era un plagio.”
Tres palos para reprimir
Quienes reprimen a las y los jubilados (federales y gendarmes) perciben en promedio dos millones de pesos de salario. El sueldo básico de un inspector o alférez es de 977.000 pesos pero con adicionales alcanzan aquella cifra. Los mandos superiores cobran un poco más, llegan a tres millones. Es decir, ganan diez veces más que los millones de adultos mayores que perciben 305.000 pesos de indigencia y encima los apalean. ¿Pueden ser tan siniestros Milei y Bullrich?
Ay Grabois!
Juan Grabois, líder del Frente Grande, dijo: “Felicito a Milei (padre) por su apertura al diálogo con los movimientos sociales, particularmente con el Mocase, lo que permitió llegar a un acuerdo justo y pacífico entre ricos y pobres en Santiago del Estero. Espero que Milei (hijo) siga ese buen ejemplo de tolerancia y comprensión”. Grabois celebró que el terrateniente padre de Milei devolviera después de treinta años de litigio 2.800 hectáreas de su empresa agropecuaria La Poderosa S.A. a aquella comunidad indígena (¿?). Y llamó a reeditar esa “comprensión” a su hijo que está en la Casa Rosada en el propio día que reprimió salvajemente a las y los jubilados. ¿Todavía a Grabois se lo tilda de “progre”?