Escribe José Castillo
Desesperadamente, el gobierno de Milei trata de acelerar un nuevo acuerdo con el FMI. Quiere tener manos libres para firmarlo violando todas las disposiciones legales. Se trata de un nuevo paso en la entrega y un cheque en blanco para profundizar el ajuste contra el pueblo trabajador.
El gobierno ultraderechista de JavierMilei se jacta de que logró estabilizar la economía. ¡Mentira! La inflación, medida con canastas viejas de hace 20 años, que en nada reflejan la realidad del consumo popular, sigue erosionando los salarios y jubilaciones. Si ya no está en los niveles estratosféricos de los primeros meses de Milei, se debe a “la paz de los cementerios”, o sea a una recesión feroz donde nadie compra nada; sumado a un tipo de cambio con un dólar artificialmente bajo. Esto último es insostenible en el tiempo. No hay dólares en las reservas del Banco Central para que el gobierno lo aguante (además de que la avalancha de productos importados más baratos revientan a la industria nacional, dejando un tendal de cierres y despidos). Mucho menos si a eso le sumamos la montaña de vencimientos de deuda que se vienen este año y el próximo. Por eso el gobierno, casi desesperadamente, trata de cerrar un nuevo acuerdo con el FMI. Que, como todos los anteriores, sólo terminará significando más ajuste, hambre y marginación. Y no resolverá nada.
Milei se contradice a sí mismo
Hace apenas diez días, en el mensaje de apertura de sesiones en el Congreso Nacional, el presidente Milei había afirmado que enviaría un proyecto para que el Poder Legislativo trate el nuevo acuerdo con el FMI. Sin embargo, finalmente lo que hizo fue firmar un nuevo Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), el típico mecanismo jurídico que viene usando desde que asumió para hacer pasar su ajuste eludiendo al Parlamento.
El lunes 10 de marzo por la noche, el gobierno dió a conocer el texto del DNU. Es una vergüenza. Cínicamente, solicita al Congreso que lo autorice a tomar deuda con el Fondo. No aclara montos, ni exigencias del organismo por el nuevo acuerdo. Es un virtual cheque en blanco, con poderes de “monarca” para el Presidente.
Es tan escandaloso todo, que el presidente pide “autorización” pero con un instrumento (el DNU) que ni siquiera requiere que el Congreso “lo autorice”. Basta que una Cámara no lo rechace para que automáticamente, el DNU sea “válido” legalmente.
La Deuda Externa creció con todos los gobiernos
Desde el punto de vista jurídico viola absolutamente todo: tanto la Constitución Nacional como la vigente “Ley de Fortalecimiento de Sostenibilidad de la Deuda Pública” (de 2021), que dice explícitamente que el Congreso es quien trata cualquier endeudamiento externo del Estado. Un auténtico mamarracho jurídico.
Lo que sí devela el texto del DNU es el uso que se podrá dar al eventual dinero que preste el FMI. No serán “fondos frescos” utilizables para resolver ninguna urgente necesidad popular. Al contrario, se aplicarán a cancelar deuda “intraestatal”, es decir la del Estado con el Banco Central de la República Argentina (BCRA).
El ministro de Economía, Luis “Toto”Caputo, lo explicó a la LN+: “El BCRA respalda con pesos unos bonos del Tesoro que se llaman letras intransferibles”, que representan lo que el gobierno le debe al BCRA. “Con los dólares que nos va a dar el FMI, vamos a recomprar esa deuda y la vamos a liquidar” esa deuda. O sea, con esos dólares el gobierno de Milei le “pagará” al propio gobierno de Milei. Y a cambio quedará una nueva deuda, pero ahora será con el FMI.
Es increíble: Milei cambia una deuda en pesos, absolutamente no exigible (una parte del Estado le debe a otra) por una deuda externa, con intereses y estrictas condiciones de ajuste a cumplir. Para que se entienda, es como si un padre le prestó plata a un hijo y decide cancelar esa deuda del hijo pidiendo plata a un banco, al cual ahora le debe. Milei nos miente en la cara cuando dice que esto “no aumenta la deuda”. ¡Sí aumenta, sin duda, la deuda externa en moneda extranjera!
El DNU, más abajo, devela la realidad: el monto “también” se usará para cancelar “las obligaciones derivadas del Programa de Facilidades Extendidas firmado en 2022, cuyos vencimientos operen en los próximos cuatro años vencimientos con el propio Fondo Monetario.
¿Servirá para bajar la inflación?
El Gobierno dice que todo esto es para estabilizar y terminar de bajar la inflación y abrir el cepo. Con respecto a cómo se hará frente, eso sí lo reveló Milei en su mensaje al Congreso del 1º de marzo: con más “motosierra” y super-ajuste, o sea con mayor hambre, pobreza y desigualdad social: “ante la necesidad de un mayor resultado fiscal, el mismo lo alcanzaremos recortando el gasto. En definitiva, nada nos detendrá”.
Otra vez el cuento de la buena pipa
En síntesis, se firmará un nuevo acuerdo con el Fondo, que aumentará la ya imparable bola de nieve de la deuda externa argentina. La historia se repite, ya asemejándose a la vieja película “El día de la marmota”. Más pagamos, más debemos. Las recetas son las de siempre, corregidas y aumentadas, cada vez mayores ajustes para cumplir con los pulpos acreedores, sean buitres privados u organismos internacionales. Más que nunca hay que oponerse, volviendo a insistir que no hay salida para el pueblo trabajador ni para nuestro país si no dejamos inmediatamente de pagar la usurera, fraudulenta, inmoral e ilegítima deuda externa, y si no rompemos los lazos políticos y económicos que nos someten al FMI.
Escribe Juán Carlos Giordano, diputado nacional electo Izquierda Socialista/FIT Unidad
Milei va a pactar otro acto de entrega y sometimiento con el FMI. Muchos tienen curiosidad y expectativas en qué va a hacer el peronismo. Ya empezaron con los discursos, de que no va a pasar por Congreso -como si el Congreso no viniera avalando los pactos con el Fondo Monetario- o la presentación de denuncias penales. ¿El peronismo va a llamar a movilizar contra el nuevo acuerdo? ¿La CGT va a convocar a un paro? No es lo que se avizora.
Podemos adelantar la política que vino teniendo el peronismo con el título de esta nota, una frase que acuñó la propia Cristina Fernández de Kirchner: “somos pagadores seriales”. Algunos podrán creer que es una exageración, pero está todo documentado.
En primer lugar, digamos que si Milei se valió de un DNU para pactar el nuevo acuerdo con el FMI, es por una política que viene del gobierno de Cristina Kirchner, cuando dispuso que para anular un decreto de necesidad y urgencia se necesitan dos tercios de votos de ambas Cámaras, algo casi imposible de lograr, recurso que ahora usa Milei para blindar sus decretazos. Y en segundo lugar, algo que muchos podrán no recordar, es que Milei va a renegociar un acuerdo con el FMI que fue sellado por el gobierno anterior de Alberto y Cristina, aprobado en el Congreso por el PJ y Juntos por el Cambio en el año 2022, el que reconoció el endeudamiento de Macri y Caputo de 2018 por 45.000 millones de dólares. Ese dinero fue para financiar la fuga de capitales y la bicicleta financiera, sin embargo el gobierno peronista del Frente de Todos lo primero que hizo cuando ganó en 2019 fue avalarlo.
“Vamos a tener que hacernos cargo de este muerto que nos dejaron”, dijo la entonces vicepresidenta Cristina Kirchner. El diputado Máximo Kirchner, en ese momento presidente del bloque del Frente de Todos, agregó: “El gobierno se hará cargo de la herencia macrista porque el pueblo argentino siempre se ha hecho cargo de sus deudas” (Página/12,13/2018). Dicho y hecho. Se terminó de aprobar en el Congreso en marzo de 2022 con los votos del peronismo y de Juntos por el Cambio.
Máximo Kirchner en esa oportunidad hizo la voltereta de renunciar a la presidencia del bloque y votar en contra, pero en un comunicado aclaró que su postura “no implicaba el desconocimiento de la deuda”, sino que había que acordar “en otras condiciones”. Quien lo reemplazó, el actual presidente del bloque de Unión por la Patria-UxP, Germán Martínez, dijo “voy a trabajar para que se apruebe el acuerdo con el FMI”. El Frente de Izquierda, en cambio, votó 100% en contra y protagonizó marchas multitudinarias a Plaza de Mayo junto a otras organizaciones sociales para repudiarlo.
Solo dejando de pagar esa deuda usurera y rompiendo con el FMI habrá una salida favorable para el pueblo trabajador y la juventud. Es el camino que postula el Frente de Izquierda Unidad, no el peronismo.
Escribe Ana Valverde, referenta de Utjel
El grito de las y los jubilados comienza a ser escuchado. Desde la semana pasada, sectores de las hinchadas de fútbol se sumaron a nuestra protesta. Los de Chacarita hicieron punta, pero de inmediato una avalancha de comunicados de los diferentes clubes y personalidades de este deporte, como Héctor “el Negro” Enrique, Ángel Cappa y la propia Dalma Maradona, se hicieron eco del llamado e infinidad de videos se viralizaron convocando a la solidaridad con las y los jubilados. Sin dudas este hecho marca un nuevo momento de nuestra incansable lucha por aumento de nuestros haberes y contra la pérdida de derechos que el gobierno ultraderechista de Javier Milei ha profundizado.
Estaba claro que la solidaridad no tardaría en llegar ante las escenas deshumanas de nuestras manifestaciones de los miércoles frente al Congreso, con compañeras y compañeros indefensos siendo apaleados sin piedad por las fuerzas represivas al mando de la ministra Patricia Bullrich. Pero en la marcha del miércoles pasado, a pesar de la represión, nos sentimos más fuertes cuando escuchamos: “Si tocan a los viejos, qué quilombo se va a armar”, y se comenzó a formar un cordón protector contra la agresión de las fuerzas de seguridad.
La lucha es de las y los jubilados, pero recibiremos de brazos abiertos a todos y todas los que quieran acompañarnos y apoyarnos. Como expresan nuestros carteles: “ser jubilado es una cuestión de tiempo”. Por eso es importante asumir que los que han dejado su vida trabajando no merecen el haber miserable que reciben, ni que le retiren sus mínimos derechos. Ni mucho menos ser apaleados por un gobierno que usa una fuerza desproporcionada y abusiva para impedir la protesta social de personas mayores.
Éste y todos los miércoles marcharemos nuevamente, solo que esta vez, acompañados por trabajadoras, trabajadores y referentes sociales de la salud, la educación y la cultura, con la presencia de la Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional (Correpi) y el inestimable apoyo de las hinchadas de fútbol de diferentes clubes. Desde el gremio docente ATEN Capital, han convocado a una concentración a la misma hora en la capital neuquina en solidaridad con nuestra lucha. Es hora que el “club” de la CGT, rompa su pacto con el gobierno de la cripto-estafa y se sume efectivamente a nuestros reclamos. Porque como dijo Diego Armando Maradona: “hay que ser muy cagón para no defender a los jubilados”.
Nuestra lucha se potencia. Desde la Unidad de Trabajadoras y Trabajadores Jubilados en Lucha, (Utjel), decimos: ahora más que nunca es necesario que las y los jubilados cerremos filas y marchemos por nuestros reclamos. En defensa de la prórroga de la moratoria, que la Anses y el PAMI sean devueltos a sus legítimos dueños: las y los trabajadores activos y las y los jubilados y pensionados, y no entregado a un agente de fondos buitres como Fernando Bearzi. Por un haber que cubra la canasta del jubilado calculada por la defensoría de la Tercera Edad, por la gratuidad de los medicamentos y por la derogación inmediata del protocolo antipiquetes y todo tipo de represión utilizada para criminalizar las protestas.
Escribe Diego Martínez
Tras el espantoso asesinato de Kim, la niña de siete años de La Plata, Milei y Bullrich como parte de la campaña electoral vuelven reflotar un proyecto legislativo presentado el año pasado, que consiste en bajar la edad de imputabilidad penal a trece años de edad, algo que ningún organismo internacional sugiere. Nada extraño del ultraderechista Milei que llegó a plantear que habría que bajar la edad a los ¡diez años de edad! mientras las infancias caen todos los días en la pobreza. La inseguridad es un problema que se agrava día a día y afecta particularmente a la clase trabajadora y los jóvenes de los barrios populares. Agarrándose de este flagelo y siempre que hay elecciones, todos los gobiernos utilizan como un caballito de batalla que con la baja de imputabilidad bajarán los índices de inseguridad, como lo hicieron años anteriores los gobiernos de Macri y Cristina.
Pero esto es una gran mentira. La participación de los menores en delitos es infinitamente inferior a la de los mayores de edad. En 2023 en la provincia de Buenos Aires, sólo el 2,2% de los delitos fue cometido por menores. En el primer semestre de 2024, según la base general de datos de la Corte Suprema de la Nación, 907 niños y adolescentes enfrentaron causas penales, el 84% de ellos por robos y hurtos, y solo cinco de ellos por homicidios, tres por tentativa y solo dos por hechos consumados. Por eso decimos, que es una ley para criminalizar a las y los menores, no para bajar la inseguridad.
El proyecto de Milei y Bullrich, que cuenta con el apoyo del PRO, la UCR y algunos sectores del peronismo, intenta engañar a los millones de trabajadoras y trabajadores que con justa razón están preocupados por la cuestión de la inseguridad, para hacer alharaca de una ley que tal como está demostrado en los países donde se aplicó no soluciona el problema porque no ataca las raíces del mismo.
Los delitos juveniles en su gran mayoría están organizados por adultos. Una gran parte de ellos están asociados al consumo problemático de drogas. Miles de jóvenes son utilizados para robar o como “soldados” por las bandas narcos amparadas por la policía, la misma que está involucrada en la desaparición de Loan. Estas poderosas bandas criminales cuentan además con la protección de la justicia. Tal es así que el propio ministro de Justicia Cúneo Libarona, que hoy promueve esta ley, fue defensor de algunos de los principales jefes narcos del país.
Con una pobreza infantil del 62,9 % y jóvenes que no tienen ninguna perspectiva de futuro, el consumo crece y las bandas delictivas ganan terreno ante el abandono del gobierno en los barrios, lo cual debilita todo tipo de contención. Se desfinancia la educación, se recorta presupuesto en deporte y cultura y hace pocos días Milei despidió 2.000 trabajadores de la secretaría de Niñez. ¡Todo lo contrario a lo que debería hacerse!
Es fundamental combatir la inseguridad, pero las respuestas represivas, la “mano dura”, solo es más criminalización y no resuelven sino empeoran el problema. Para combatir la inseguridad se necesita terminar con las mafias que las organizan al amparo del poder político, judicial y policial. Y terminar con el plan motosierra de Milei y el FMI, caldo de cultivo de la violencia.
Con esta perspectiva nuestra diputada nacional Mónica Schlotthauer junto al bloque de diputados del FIT Unidad vamos a rechazar el proyecto de Milei que busca criminalizar a la juventud y fortalecer el aparato represivo, sin solucionar de fondo el problema de la inseguridad. Llamamos a las trabajadoras y trabajadores a hacer lo mismo en las calles.
Escribe Mariano Barba
La ciudad de Bahía Blanca y sus alrededores sufrieron una catástrofe climática sin precedentes. Más de 400 milímetros en pocas horas destrozaron la zona, en todos los sentidos, con al menos 16 muertos y personas a las que aún se está buscando. Reconstruir lo destruido es la tarea central del momento, porque se trata de decenas de miles de viviendas inundadas con sus bienes familiares inutilizados. Comienza con la solidaridad popular del primer momento, pero los fondos imprescindibles son cientos de millones de dólares. Desde Izquierda Socialista, nos solidarizamos con todas las víctimas y damnificados.
La “pesadilla” se desató el viernes 7 de marzo, a menos de quince meses de haber sufrido un tornado que destruyó muchísimos bienes y dejó el saldo de al menos 13 muertos. Estas dos catástrofes climáticas en tan poco tiempo disparan varias preguntas. Una de ellas es definir cuáles son las causas por las que se desatan tales catástrofes. En las redes se comentaba que Bahía Blanca se convirtió en una ciudad “maldita”, “olvidada por Dios”, sometida a sufrir con asiduidad tempestades destructoras. Para nosotros la explicación es mucho más terrenal y afirmamos que por el calentamiento global se generan este tipo de eventos pluviales, así como sequías extremas y prolongadas en áreas que hace 30 o 40 años atrás eran fértiles y húmedas. Una organización oficial, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), predice la tendencia: “A nivel mundial, es probable que las precipitaciones extremas diarias se intensifiquen en un 7% por cada grado que aumente la temperatura”. Informe que es rechazado, ignorado y repudiado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su par argentino y alumno predilecto, Javier Milei. Dos ultraderechistas que con sus políticas negacionistas del cambio climático agravarán el creciente desastre para la humanidad, que se suma al agresivo extractivismo que fomentan y practican la mayoría de los países capitalistas del mundo.
El estacionamiento de un frente de aire frío por muchos días que chocó con un frente ultra cálido y húmedo desató el diluvio. ¿Existen en Bahía las obras apropiadas? Aquí surge el agravante local por responsabilidad de los distintos gobiernos, ya que las obras hidráulicas pluvioaluvionales existentes no se realizaron con la planimetría urbana que respetara los declives del terreno, según el estudio hecho por investigadores del Conicet en el año 2012. Estas obras de mitigación de las lluvias torrenciales no fueron realizadas en los últimos 40 años ni por intendentes, ni por los gobernadores bonaerenses peronistas, radicales y del PRO, ni por los sucesivos gobiernos nacionales. Encima Milei suspendió la realización de toda obra pública contribuyendo al agravamiento de los problemas. Todos dieron la espalda a los pronósticos de los cambios bruscos ya establecidos en la Agenda 2030 por un desarrollo sostenible. O sea, Bahía estaba expuesta a los daños que sufrió por decenas de años sin realizar obras.
Plata para la reconstrucción y no para el FMI
La destrucción de casas y distintos bienes fue masiva (ver nota). Se abre un momento de mucha incertidumbre para cientos de miles de personas que lo perdieron todo y se preguntan ¿quién va a reconstruir y reponer todo lo perdido? En la conferencia de prensa el intendente peronista Federico Susbielles, indicó que serán necesarios “más de 400 mil millones de pesos” para reconstruir la ciudad tras el temporal que dejó “daños infinitos”. Una cifra insuficiente para la magnitud de los destrozos. Por eso solicitó también créditos internacionales, y préstamos a baja tasa. Por su parte Axel Kicillof, este martes anunció algunos aportes para Bahía y le pidió a Milei que ponga algo del préstamo que tramita ante el FMI, en lugar de exigirle que no le pague al Fondo. Mientras el Gobierno nacional anunció que aportará solo 10 millones de dólares que apenas alcanzarían para reconstruir el gigantesco hospital Penna; una cifra insignificante ante el monto ya pagado al FMI en el 2025 de 5.000 millones de dólares. Milei y Kicillof se parecen, ni uno ni otro quiere priorizar los damnificados por sobre el FMI.
Ante el drama humanitario se destaca la tremenda solidaridad popular en todo el país, llenando camiones y trenes solidarios. Desde Izquierda Socialista y el FIT Unidad consideramos que la inversión necesaria es muy superior. Por tal razón, Mónica Schlottahuer y el resto de los diputados del Frente de Izquierda, presentaron un proyecto de Ley declarando la emergencia total en Bahía Blanca y la región, que permita la reconstrucción de una ciudad y de las pérdidas familiares con dinero proveniente del Fondo para la Gestión Integral del Riesgo (ley 27287), un impuesto a las grandes fortunas y ganancias de las multinacionales, además de la suspensión inmediata de los pagos de la deuda externa.