Escribe Atilio Salusso
Misas comunistas
El diputado de La Libertad Avanza (LLA) “Bertie” Benegas Lynch, el mismo que propone privatizar el mar y que la primaria y secundaria no sean obligatorias, dijo que se “agotó” de ir a misa los domingos a escuchar “mensajes colectivistas sobre la propiedad común, el destino universal de los bienes y demás ideas trasnochadas contra el liberalismo”. “Si queremos a nuestra Iglesia, estamos obligados a defenderla de las infiltraciones comunistas”, agregó luego de criticar furibundamente al Papa Francisco. Es bueno aclararle a “Bertie” que la Iglesia Católica y el Papa defienden al capitalismo, no son comunistas: por si quiere volver a ver al cura en el púlpito los domingos.
Audífono roto
“Una diputada libertaria tenía un audífono que le iba dictando su discurso”. Esa fue la noticia-bochorno. Se trata de Juliana Santillán, quien pronunció un discurso “brillante” en la sesión donde se aprobó el veto a las universidades. Venía en un tono pausado, firme, sin baches ni matices, con oraciones casi robóticas. Pero la diputada lo interrumpió intempestivamente ya que, aparentemente, repetía lo que escuchaba de un dispositivo auditivo que Santillán lo apagó sin querer. Un video dejó en evidencia el truco. Como no se puede leer en la Cámara (prohibido por reglamento) se apoyó en la tecnología, pero le jugó una mala pasada.
Trece años
La Comisión Nacional de Valores habilitó a chicas y chicos de trece años a que puedan especular en el mercado financiero. Es decir, que puedan desde esa temprana edad “invertir en bonos, acciones y otros instrumentos financieros”. Incluso el gobierno de la Ciudad, de Jorge Macri, anunció que se incluirán “programas de educación financiera en las escuelas secundarias porteñas a partir de 2025”. Especialistas han condenado la medida por nocivas y adictivas, justo cuando el pueblo de San Pedro fue estafado por una cifra millonaria por la empresa de criptomonedas RainbowEx. Esto se puede unir a que el gobierno envió una ley para bajar la edad de imputabilidad a los trece años. O sea, si tenés trece años, con este gobierno ultraderechista te espera ser víctima de la timba financiera, la cárcel o un reformatorio al mejor estilo Bukele, nunca una escuela. ¡Repudiable!
Escribe Fernanda Giribone, dirigenta de Izquierda Socialista Jujuy
Desde Izquierda Socialista queremos manifestar nuestro profundo repudio a la decisión del Juez Rodolfo Fernández de elevar a juicio la causa del “20 Junio” donde se acusa arbitrariamente a nuestro compañero Ivan Blacutt y a otros dirigentes políticos y sociales de la provincia.
En el 2023, con un masivo rechazo popular, el gobierno de Jujuy juró a escondidas del pueblo una Constitución reformada, momento en que se desplegó una brutal represión con detenciones ilegales, por orden del entonces Gobernador Gerardo Morales. A posteriori la Justicia, en connivencia con el poder político (y económico) tejió, a través del uso arbitrario de las leyes, la judicialización de dirigentes sociales y políticos, con el fin de aleccionar al pueblo. En una quirúrgica selección imputaron a los compañeros Miguel Ángel Ramos, Santiago Zamora, Leonardo Alejandro Rosales, Walter Armando Puca, Gabriel Taboada, Martin Antonio Abad, Francisco Emilio Lyonnet, Luis Santiago Zalazar, José Ivan Blacutt, Gabino Cruz, José Darío Donaire, José Luis Leopoldo Vilca, Nelson Javier Mamani, Mayuk Nasib Mamani, Héctor Luis Gerónimo, Walter Damián Brizuela, Dan Leonel Liborio, Gonzalo José Marino Diaz, Nahuel Tomás Herrera, Rivero Lautaro Joaquín, todos ellos dirigentes políticos y sociales.
Ahora, más de un año después de los hechos represivos se reaviva esta causa escandalosa, que sin pruebas ni argumentos firmes, -en un claro hecho de criminalización y judicialización de la protesta-, pretende hacer escarmentar a todo un pueblo. Según sus dichos, el Juez Rodolfo Fernández, los eleva a juicio porque entiende formalmente que la causa “es correcta” aunque en realidad se trate de una acusación que en cualquier otra circunstancia sería inadmisible por no describir los hechos ni las conductas atribuidas a los imputados (entre otras cosas).
De ninguna manera podemos permitir este tipo de retroceso en materia de derechos. Las acciones de Morales/Sadir van en consonancia con la política represiva del presidente Milei, que de la mano de protocolos represivos, nos quiere hacer vivir en una dictadura.
El gobierno de Milei ha dejado en claro que su plan motosierra no pasa sin persecución y represión. Ante eso nosotros oponemos el camino de la movilización para enfrentar el ajuste, y de la unidad entre aquellos que rechazamos que se condene a quienes luchamos.
Rechazamos todo intento por criminalizar la protesta social y llamamos a impulsar una gran campaña por la absolución de los compañeros. Decimos que lo que se judicializa no son solo veinte militantes sino la fuerza de todo un pueblo que se desplegó en las calles durante el invierno del 2023, con decenas de cortes de rutas, marchas y paros, que enfrentó a una reforma constitucional que intentaba dejar a la provincia de Jujuy indefensa ante el saqueo.
Desde Izquierda Socialista exigimos el cese de la persecución a los que hoy son judicializados injustamente, que caigan todas las causas y que, por el contrario, se juzgue a Gerardo Morales y sus cómplices en el gobierno, por la ola persecutoria y represiva que se desató y que ha dejado un trágico saldo para el pueblo jujeño, que es de público conocimiento.
Las y los trabajadores de salud y residentes del Hospital en Red Laura Bonaparte le torcieron el brazo al gobierno de Milei y su política de motosierra contra la salud pública. El recién asumido ministro de salud Mario Lugones decretó el cierre de la guardia, de la internación y el traslado de las y los pacientes a otros lugares, apuntando al cierre del Hospital, ya que “la salud pública no es rentable”.
Inmediatamente las y los trabajadores del Bonaparte se autoconvocaron en asamblea y decidieron la toma del hospital. Y convocaron a la más amplia solidaridad y coordinación con los demás trabajadores de la salud.
Esta solidaridad no se hizo esperar y miles de jóvenes, trabajadores, artistas, delegaciones de otros hospitales (como el Garrahan), estatales, ferroviarios, docentes, dirigentes políticos, del sindicalismo combativo y sociales, rodearon el hospital y le hicieron el aguante a la lucha. Tal fue la magnitud de la solidaridad y la firmeza de las y los trabajadores del Bonaparte, que en pocos días el gobierno tuvo que retroceder y anunciar que el Bonaparte no cerraba, se mantenían las prestaciones y no se iba a despedir a nadie. Ahora siguen alertas para que se cumpla lo anunciado y lograr que la anunciada reestructuración ni el desfinanciamiento no impliquen un achicamiento del Hospital.
Este es un gran triunfo de la lucha de los trabajadores de salud y un ejemplo a seguir para todas las luchas: asambleas, unidad, coordinación y solidaridad.
Hay que seguir exigiendo a la CGT y CTA que rompan la tregua con el gobierno y llamen a un paro y plan de lucha para derrotar al plan de Milei y el FMI.
Entrevistamos a Joaquín Caporale, residente del Hospital Bonaparte, y una de las voces de las y los trabajadores del hospital contra el cierre.
El Socialista - ¿Cómo se inició el conflicto en el Bonaparte?
Joaquín Caporale - Inicia el viernes 4 con la información que nos da el director de que llegó vía ministerio el informe del cierre de la internación (por ende, se cerraba la guardia). La internación es un servicio que usás cuando hay urgencia con la persona que se presenta, es un recurso terapéutico. Por eso, si no disponés de ese recurso hay otros servicios que cambian su actividad cotidiana, entre ellos la guardia. En ese momento el director dice también que el lunes habría un decreto del ministerio dictando el cierre del hospital. En ese marco empieza el conflicto.
ES - ¿Cuál fue la reacción? ¿cómo se organizaron?
JC - Inmediatamente todas las trabajadoras y trabajadores, incluidos nosotros de la residencia, salimos a la calle. Cortamos avenida Caseros, después vinimos a la puerta del hospital cortando Combate de los Pozos. Se acercaron muchas organizaciones sociales y políticas ese mismo día, y se votó en asamblea la permanencia en el hospital hasta el lunes, que después se estiró hasta el martes porque no habíamos tenido una comunicación concreta con el ministerio en torno a qué iba a pasar con el hospital, es decir si se cerraba o no se cerraba. En esos días hubo comisiones de distinto tipo, para poder garantizar la permanencia en el hospital y la comunicación hacia afuera. Muchos medios se acercaron a compartir lo que estaba pasando acá, pero lo más importante fue la solidaridad de organizaciones políticas, sindicales, sociales, de la cultura y personas de la comunidad que se acercaron a bancar el hospital Bonaparte. Hubo festivales, asambleas, actos, ollas populares y una enorme concurrencia de gente que venía a darnos su apoyo. Dentro de todo ese arco es de destacar el apoyo de los compañeros del Hospital Garrahan que están en lucha por el salario y con los que compartimos una enorme movilización el martes 8 a Plaza de mayo.
ES - ¿Cuál es la situación actual? ¿Qué perspectiva ven?
JC - La situación actual es que ambos sindicatos (ATE y UPCN) acordaron con el ministerio el funcionamiento de la institución. Estamos esperando a que se abra la internación, es decir que haya una nueva indicación del ministerio que revierta la indicación con la que inicia el conflicto. Llegado al caso lo que vamos a tener es funcionamiento normal, como previo a todo esto, del hospital. Estamos esperando eso. Se levantó la medida de permanencia, pero discutimos que en caso de que esto no avance como está pautado volvemos a llamar a asamblea y a convocar para tomar nuevas medidas.
Sumado a eso hay un plan de reestructuración que quiere plantear el gobierno, y se desconoce cuál es ese plan, así que a priori nosotros nos posicionamos en estado de alerta porque sabemos que de la mano de este gobierno ajustador cualquier cambio será negativo. No queremos que esa reestructuración se lleve puestos los puestos de trabajo ni los servicios que prestamos, y obviamente queremos resguardar la institución. Pero estamos con fuerza. Hicimos retroceder a Milei y Lugones con su motosierra una vez y aprendimos mucho de cómo defender el Bonaparte. Con la lucha unificada de todo el equipo del hospital, decidiendo todo democráticamente en asamblea, coordinando con otros sectores de la salud en lucha y apelando a la más amplia solidaridad.
ES - Las y los residentes jugaron un rol muy importante contra el cierre del Bonaparte. Contanos sobre el conflicto que vienen llevando adelante
JC - Desde junio aproximadamente hicimos varios paros de residentes nacionales por aumento salarial, porque estamos debajo de la canasta básica, y venimos dando una pelea hace meses ya, con paro y movilizaciones. En julio habíamos llegado a un acuerdo donde nos aumentaban en septiembre el 35% del salario. Russo, el exministro, tira abajo ese aumento y bueno, estamos volviendo a retomar esa discusión después de lo que vivimos acá en el hospital. La experiencia de organización junto a todo el equipo del hospital y los resultados obtenidos, aunque parciales, nos tonifican enormemente para lo que viene.
Escribe Juan Carlos Giordano
Diputado nacional electo Izquierda Socialista/FIT Unidad
Milei logró imponer el veto a la ley de financiamiento universitario. Lo hizo con el voto cómplice de sus políticos amigos y muchos gobernadores. Todo al servicio de atacar aún más los fondos de la universidad para cumplir con el FMI. ¿Fue un triunfo contundente? Por supuesto que no. No solo por los ajustados números de la votación (un tercio agónico con arduas negociaciones a último momento), sino también porque el 80% de la población defiende a la universidad pública y condena el veto. Y se venía de una multitudinaria marcha del 2 de octubre y se están dando tomas en distintas facultades del país. La noticia de la votación generó en repudio que este jueves haya paro docente y no docente universitario y nuevas tomas.
La votación fue 160 afirmativos por mantener la ley (una amplia mayoría), 84 negativos y 5 abstenciones. Pero es tan antidemocrático el sistema político-presidencialista de nuestro país que está hecho para que un gobierno en minoría pueda avanzar por decreto con medidas antipopulares con solo un tercio de los votos, teniendo que logran el abultado número de los dos tercios -encima hay que lograr en ambas Cámaras- para rechazarlo. De esta manera Milei, siendo minoría y con un amplio repudio popular al veto, logra blindarlo.
Que el gobierno no sale bien de ésta lo dijo hasta Pichetto: “probablemente esta tarde crean que ganan, pero en realidad pierden”, mostrando lo contradictorio del supuesto “triunfo”. A tal punto que al final de la votación no hubo ningún festejo en el recinto. Todos sabían que le estaban dando la espalda a millones, con el verso de “que no hay plata”.
Milei logró los votos negociando con Macri para contar con la bancada del PRO casi completa, los 3 tucumanos ex Unión por la Patria del gobernador Jaldo, 4 de la UCR (que ya habían votado el veto a las y los jubilados) y otro de Santa Cruz. Las abstenciones fueron de 4 misioneros de Innovación Federal y el neuquino Cervi de la UCR, que antes habían acompañado la media sanción y ahora se dieron vuelta. Hubo también ausencias de última hora, funcionales a Milei, de una banca que responde a Llaryora-PJ Córdoba y otras a Torres-PRO-Chubut y al gobernador Sáenz de Salta, cercano a Sergio Massa. Por su parte, el peronismo de Unión por la Patria ayudó a Milei con la ausencia de la catamarqueña Fernanda Avila, del gobernador Jalil.
El Frente de Izquierda, en cambio, como siempre y sin fisuras, aportó el total de sus cinco bancas nacionales contra el veto y se manifestó con su militancia frente al Congreso. Nuestra Diputada Mónica Schlotthauer, de Izquierda Socialista, denunció a Milei y a los políticos cómplices, reivindicó la lucha universitaria, las tomas de las facultades y saludó el triunfo logrado por las y los trabajadores, profesionales y residentes del Hospital Bonaparte que lograron evitar el cierre, señalando efusivamente “la plata tiene que ir a la universidad pública, no para el Fondo Monetario”.
Este paso que se atribuye el gobierno hay que inscribirlo en un momento donde crece la bronca ante sus medidas antipopulares y su plan motosierra contra la universidad, las y los jubilados y el conjunto del pueblo trabajador. Mientras se tonifican las luchas. La masiva marcha del 2 de octubre, el triunfo en el Bonaparte, la movilización del Garrahan, la lucha de la docencia de La Rioja, el nuevo paro docente y nodocente universitario y tomas de las facultades, y el anunciado paro del transporte para el 30 de octubre, entre otras, marcan el camino. Ante ello exigimos que la CGT rompa la tregua con el gobierno y convoque a un nuevo paro general para frenar y poder derrotar el plan motosierra de Milei, los gobernadores y el FMI. Porque nadie puede decir que no lo podamos lograr.