Escriben Mónica Schlotthauer (Diputada Nacional por Izquierda Socialista en el Frente de Izquierda Unidad) y Juan Carlos Giordano, diputado nacional electo.
El presidente ultraderechista Javier Milei acaba de protagonizar una estafa colosal al mejor estilo Cositorto. Salvo que a este delincuente de guante blanco le llevó años hacerla (está preso) y acá la estafa millonaria fue en apenas unas horas.
Con su posteo en X e Instagram, Milei logró que una cripto de 0,00001 dólares pasara a valer varios miles de la moneda estadounidense. La burbuja creció, captando enormes fondos, que luego se los llevaron en pala. Se calcula que la ganancia fue entre 80 a 100 millones de dólares, dejando en banda a quienes pusieron los dólares para lograr plata fácil.
La extrema gravedad de esto es que Milei lo hizo invocando su investidura presidencial. Desde lo más alto del poder fue el responsable de esta colosal estafa. Lo hizo para beneficiar a estos mafiosos capitalistas mundiales de capitales dudosos (lavado de dinero, plata narco, etcétera) y seguramente a sus amigos o incluso en beneficio personal. Recordemos que el titular de LIBRA había estado con Milei en la Casa Rosada.
El verso de Milei es que esta cripto era para financiar a algunas pymes. ¡Caradura! Mientras sigue la recesión y crecen los despidos. Cuando la verdad es que se trata de fondos que nadie registra ni controla, no se sabe el origen y no dan ninguna garantía. Especulación total.
Milei dice que no sabía de qué se trataba. Patricia Bullrich dijo que se ha montado una “bomba atómica” para voltearlo. El gobierno está desconcertado. Trata de justificar su propia torpeza, sufriendo otro cachetazo nacional y mundial, después de que cientos de miles nos movilizamos el 1F en repudio a sus barbaridades y dichos en Davos.
Desde Izquierda Socialista y el Frente de Izquierda Unidad repudiamos inmediatamente el hecho. Y decimos que esto es una prueba más demostrando para quién gobierna Milei, para la especulación y bicicleta financiera, los grandes grupos económicos, las multinacionales, bancos y el FMI. Un Milei felpudo de Donald Trump, quien acaba de autorizar a que sus multinacionales paguen coimas en el mundo para facilitar sus negocios de rapiña.
Este grave hecho no tiene que quedar en la impunidad. Vamos a pedir en el Congreso desde que se cite a Milei para una interpelación urgente hasta un juicio político. Seguramente habrá denuncias penales. El peronismo de UxP y otros bloques también tienen distintas iniciativas. Pero el centro no debe pasar por el Parlamento (donde la oposición le viene avalando las leyes al gobierno) sino por seguir enfrentando a Milei en las calles y a su brutal motosierra, lo que no hacen ni la CGT ni el peronismo.
La CGT debe llamar de inmediato, para la semana que viene, junto a las CTA, a una marcha de repudio unitaria donde se sumen todos los que repudiamos a Milei. Como parte de un plan de lucha que incluya un paro general. En repudio al Milei estafador y fundamentalmente por un inmediato aumento de salarios y de jubilaciones, contra los despidos y demás reclamos del pueblo trabajador. Esta es la tarea inmediata y urgente.
15/2/2025
Escuchá a Giordano
https://open.spotify.com/episode/0ytUvXnqfs5l4O5knFFiab?si=c76e93d955484458
Desde el Cuerpo de Delegados y la Comisión Ejecutiva de la Unión Ferroviaria línea Sarmiento y desde la Bordó Nacional queremos rechazar la política privatizadora del gobierno ultraderechista de Milei que ayer se vio confirmada en el anuncio a través del Boletín Oficial de la licitación del ferrocarril Belgrano Cargas.
Un modelo privatizador que ya fracasó en Inglaterra
Lo volvemos a decir y lo seguiremos repitiendo, es parte del plan motosierra del gobierno, que avanza sobre los salarios, los terrenos ferroviarios, despidos y un modelo privatizador corrupto que ya vimos fracasar en Argentina con el colapso de las líneas ferroviarias y las víctimas fatales de la masacre de Once. Lamentablemente toda la oposición política patronal acompaña está política que además cuenta con la complicidad de todos los gremios ferroviarios, principalmente el de Sergio Sasia secretario general de la Unión Ferroviaria, quien mira para otro lado mientras está política avanza sobre el sistema Ferroviario y sus trabajadoras y trabajadores. Pero además se manifiesta a favor de la privatización a cambio de ser beneficiado con un 10% de las acciones de la empresa. Algo que no es nuevo, repite la historia de su mentor José Pedraza, que en sociedad con Macri y una empresa extranjera, hace dos décadas gestionaron el corredor del Belgrano Cargas que lamentablemente, como es de público conocimiento, favoreció para las ganancias de una multinacional que se llenó de plata y nos dejó un ferrocarril importantísimo en absoluto colapso.
Es primordial para la recuperación de la economía argentina, que uno de sus resortes esté en manos del Estado, bajo la gestión de sus trabajadores y usuarios, integrando los servicios de carga con los de pasajeros. Esto permitiría la reactivación de muchas economías regionales, volver a conectar a todo el país con el tren. Y que el sistema Ferroviario sea autosolvente y hasta de ganancias sin dejar de modernizarse, ser seguro y eficiente.
No al negocio de las multinacionales
Sí a un solo sistema Ferroviario de beneficio público y estatal. Reestatización de los servicios de cargas y pasajeros con control de sus trabajadores y usuarios en una sola empresa estatal.
Escribe Juan Carlos Giordano, diputado nacional electo Izquierda Socialista/FIT Unidad
El gobierno logró en Diputados la aprobación de la suspensión de las PASO para cargos nacionales de este año. Ahora tiene que pasar al Senado. Lo hizo con el apoyo de sus aliados y del peronismo, que dio la nota, aportando 25 votos a favor, mostrando que Unión por la Patria más allá de sus discursos es funcional a Milei.
El gobierno retrocedió en su proyecto original de eliminar las PASO -que venía impulsando junto a medidas tremendamente antidemocráticas y proscriptivas para la izquierda- por la suspensión de las mismas. Fue el acuerdo que logró con sus bloques amigables. El objetivo de Milei es que no haya PASO, por lo menos este año, por una mera especulación y conveniencia electoral en pos de lograr más diputadas y diputados, ya que tiene minoría parlamentaria, lo que le permite no tener competencia electoral y manejar centralizadamente las candidaturas por parte de Karina Milei y Santiago Caputo, intentando cosechar para La Libertad Avanza a quienes se van yendo del PRO o los radicales.
Montándose en el repudio de millones contra las PASO, el proyecto no es para mejorar el sistema electoral, sino para empeorarlo, ya que el proyecto original, que el gobierno no abandonó y puede hacer valer más adelante, también eliminaba de un plumazo el aporte estatal destinado a las campañas electorales y los espacios gratuitos en los medios de comunicación (en un claro ataque a la izquierda) y facilitaba los aportes millonarios de grandes capitalistas a los partidos patronales.
El gobierno logró la votación con el apoyo del PRO, la UCR, Pichetto, las bancas de los gobernadores como Llaryora de Córdoba y otros, y en especial por el aporte que hizo con sus votos el peronismo. El bloque de Unión por la Patria se quebró en una crisis total. Máximo Kirchner ni habló en la sesión. 25 votaron a favor, hubo 24 abstenciones (entre ellas la de su jefe de bloque Martínez), 43 en contra y 6 ausencias. De esta forma, como había pasado con el dictamen de la ley días previos donde el gobierno solo lo pudo sacar con el apoyo de diputados del gobernador Zamora de Santiago del Estero (con quien Cristina hizo un acto recientemente, el mismo gobernador que firmó el Pacto de Mayo con Milei) y de Catamarca, el gobierno dio este paso.
Nuestra diputada de Izquierda Socialista Mónica Schlotthauer abordó todo esto en su exposición. Arrancó denunciando que al gobierno solo le preocupan las elecciones mientras avanza con el brutal ajuste, por eso mandó todos estos proyectos antidemocráticos y represivos a las extraordinarias, como la denominada Ley de Reiterancia, que también se votó, que da rienda suelta a la mano dura, criminaliza la pobreza y la protesta social, donde la justicia podrá dictar la prisión preventiva por el solo hecho de estar sospechado, imputado o procesado. Una locura.
Schlotthauer señaló que siempre Izquierda Socialista y el Frente de Izquierda estuvo en contra de las PASO, un mecanismo que ideó Cristina Kirchner con el apoyo de los radicales para salvar a los partidos patronales de la tremenda crisis política después de la rebelión del Argentinazo al grito de que se vayan todos, y esencialmente porque imponen un piso proscriptivo para la izquierda. Denunciando la maniobra del gobierno con la suspensión. Y fustigó duramente al peronismo que le dio el apoyo a Milei, en momentos en que venía de un duro revés tras la marcha del 1F. No es que votaron porque “fueron apretados”, como dijeron para justificar el voto positivo. Votaron también por conveniencia electoral en sus provincias, por pura especulación política, negociando “favores” de este gobierno con algunas partidas miserables. Schlotthauer dijo “no tenemos nada que ver con el peronismo. Somos la izquierda”. Ahora el peronismo vuelve a decir que hay que votarlos “para recuperar lo que nos está quitando Milei” o cosas por el estilo, como dicen, mientras le votan las leyes a Milei, como antes lo hizo el senador corrupto Kueider que salió de las listas de Alberto y Cristina. “Es el peronismo el que le avaló a Caputo la deuda de 45.000 millones de dólares”, fustigó Mónica.
Se volvió a mostrar la complicidad del peronismo con Milei. Esto se suma al pacto de la CGT que mantiene con el gobierno, dejando pasar los despidos y el robo salarial y jubilatorio.
Nuevamente se mostró que solo el Frente de Izquierda Unidad se opone férreamente a Milei y a sus políticos cómplices. En el Parlamento y en las calles. Llamamos a la más amplia unidad para derrotar la motosierra que aplica junto a los gobernadores y el FMI, con el ejemplo del masivo repudio del 1F al que hay que darle continuidad, postulando nuestra salida de fondo en este año electoral que solo el Frente de Izquierda puede mostrar.
Escribe Reynaldo Saccone, ex presidente de la Cicop y dirigente de Izquierda Socialista/FIT Unidad
Pocos días después que Donald Trump volviera a la carga con su vieja idea de abandonar la Organización Mundial de la Salud (OMS), el ultraderechista Javier Milei anunció el 4 de febrero su intención de que la Argentina se aleje de la OMS. Desde Izquierda Socialista/FIT Unidad, sin perder de vista que la OMS es una de las instituciones sostenidas por el imperialismo, acompañamos el repudio generalizado que esta decisión ha causado en los medios científicos y académicos ligados a la salud, así como en profesionales, técnicos y demás trabajadoras y trabajadores del sector. Los numerosos pronunciamientos dados a conocer estos días ponen el énfasis en que nuestro país pierde una instancia global de coordinación, de intercambio de datos y experiencias cuya utilidad ha sido demostrada en el combate a las nuevas epidemias que están surgiendo en el mundo, incluyendo a la más destructiva de todas, el Covid-19 y denuncian las mentiras escandalosas con que el presidente y sus epígonos justifican este proceder.
Las mentiras de Javier Milei
La primera con el que el presidente ultraderechista pretende engañar al pueblo trabajador y sectores populares es que está haciendo uso pleno de la soberanía nacional al retirarse de la OMS, pero no dice que lo hace para correr a refugiarse en la Oficina Panamericana de Salud (OPS), que es una creación pura del imperialismo norteamericano como veremos más adelante.
La segunda es que la mortandad causada por el coronavirus se debe a la recomendación del aislamiento prolongado con el consiguiente cese de la actividad económica y que eso fue causa de un verdadero genocidio. Nada más falso. La lucha contra la pandemia fracasó porque las instituciones internacionales que resguardan el orden imperialista, de las cuales forma parte la OMS, pero especialmente la Organización Mundial de Comercio (OMC), se negaron a liberar las patentes y acelerar la producción de vacunas para que pudieran llegar a todo el mundo y no a los países imperialistas antes que al resto. Las potencias imperialistas rechazaron la petición hecha por más de cien países encabezados por la India y Sudáfrica y las vacunas se siguieron produciendo al ritmo que fijaban los pocos monopolios dueños de las patentes. Así lo hemos denunciado desde Izquierda Socialista/ FIT Unidad y desde la Unión Internacional de Trabajadoras y Trabajadores-Cuarta Internacional (UIT-CI) en varios países.
La otra gran patraña sostenida por las patronales de todo el mundo sobre el efecto letal del cese de actividades (y que repite el ultraderechista presidente argentino) está desmentida por las estadísticas del Centro Johns Hopkins que muestran que en los países donde no se detuvo o se disminuyó tardíamente la actividad económica como los Estados Unidos de Trump, el Reino Unido de Boris Johnson, el Brasil de Bolsonaro e Italia (en su corazón industrial del norte) la tasa de muertos por Covid-19 fue superior a la de aquellos países que aplicaron la cuarentena tempranamente.
¿Por qué Trump y Milei quieren irse de la OMS?
Estados Unidos es el principal aportante de este organismo creado en 1948 en paralelo con las Naciones Unidas como parte del orden de post guerra. Si bien la OMS pertenece al conjunto de instituciones que sostienen el orden imperialista mundial, los Estados Unidos no la controlan totalmente y deben contemporizar con otros países imperialistas que tienen sus propios intereses monopólicos y otros regímenes de atención de salud con enfoques universales parcial o totalmente gratuitos con fuerte intervención estatal. Por ejemplo, la Declaración de Alma Ata de la OMS, que instituyó ese gran avance sanitario que es la Atención Primaria en Salud, no fue suscripta por tres países: Estados Unidos, Israel y Honduras que lo consideraban un ideario socialista.
Estados Unidos creó en 1902 una Oficina Internacional de Salud para atender la salud de las y los empleados de sus empresas que se radicaban en Latinoamérica y el Caribe. Décadas después se convirtió en la Oficina Panamericana de Salud (OPS) subsidiaria de la OEA y controlada totalmente por el gobierno norteamericano. La OPS empezó a ser importante en la Argentina recién después del golpe gorila del ’55. Como había ya un sistema público muy desarrollado su acción estratégica (pero no única) consistió en impulsar distintas formas de privatización del sistema público. Por ejemplo, el modelo del llamado “hospital de la comunidad”, más modernamente Samic, destinado a ser gobernado y financiado por empresas privadas y ONGs.
Las declaraciones del ministro de Salud Mario Lugones y sus adláteres en el sentido que la Argentina tiene ahora referenciamiento internacional en la OPS significa que nos adentramos en la esfera de dependencia estadounidense, de mayor sometimiento a los planes imperialistas de privatización y control por parte de los monopolios norteamericanos de salud.
Hay una unidad profunda entre los intentos de cierre como el Hospital Bonaparte, los despidos de equipos técnicos en el ministerio de Salud, los bajos salarios de las y los trabajadores de salud, el ahogo presupuestario de los hospitales, la suba vertiginosa de las cuotas de prepagas y el precio de los medicamentos, la falta de vacunas, todas medidas tendientes a bajar la calidad de la atención de la salud, a que el pueblo trabajador pague de su bolsillo para aumentar la ganancia de los empresarios. El gobierno ultraderechista de Javier Milei se postula como el entregador del sistema a los monopolios.
Desde Izquierda Socialista/FIT Unidad no nos dejamos engañar por las mentiras de Milei y Trump sobre la OMS y la pandemia y creemos que la salida es la más amplia unidad de acción para defender el derecho a la salud de las y los trabajadores y a derrotar los planes entreguistas del gobierno ultraderechista y sus aliados. Convocamos a luchar por resolver el desastre sanitario actual generado tanto por los distintos gobiernos peronistas como los de otros signos políticos. Proponemos pelear por un sistema de salud único, estatal, gratuito y de excelencia para todos, controlado por sus trabajadoras y trabajadores y usuarios.
El multitudinario 1F quedará grabado como uno de los hitos más importantes en el calendario de luchas contra el facho de Javier Milei. Envalentonado por el triunfo electoral de Donald Trump, y creyendo que imitando sus barbaridades discursivas podía lograr envión en un año electoral, provocó todo lo contrario. Su discurso en Davos generó marchas multitudinarias en todo el país. Ya había sido repudiado masivamente cuando defendió el saludo nazi de su amigo ultraderechista Elon Musk.
Milei generó una sana y gratificante reacción en las calles de todo el país, en unidad entre colectivos afectados, personalidades, organizaciones sociales, estudiantiles y políticas. Con un claro protagonismo de las nuevas generaciones y gente suelta que marchó por su cuenta. “Nunca había ido a una marcha, pero después de escuchar a Milei dije basta”, graficó una joven de 14 años. Como dijo nuestra diputada Mónica Schlotthauer en una de sus declaraciones: “la única minoría que defiende Milei es la de los grandes empresarios y el FMI, para la que gobierna”.
Fueron nueve días fatídicos entre su discurso en Davos del 23 de enero y la urgente autoconvocatoria del 25 en Parque Lezama, que definió marchar el 1º de febrero. El gobierno quedó desconcertado. Ese día no habló y Patricia Bullrich avisó que no iba a desplegar las fuerzas federales, archivando su protocolo represivo. Esto muestra que este facho no tiene impunidad para hacer lo que quiere. Ante sus brutales ataques los sectores afectados respondieron de manera contundente, con un claro apoyo popular.
El 1F canalizó también el malestar social que se vive. Por eso fueron parte de la convocatoria los actuales sectores en lucha. La marcha generó un gran aliciente para seguir la pelea, mostrando que si hay una decisión firme en enfrentar a este gobierno se lo puede frenar y hasta derrotar. Esta es una de las grandes conclusiones de esta jornada, desnudando la nefasta postura de la CGT, que viene pactando con Milei, dejando pasar el ajuste. Y la política cómplice de los políticos patronales que le votan las leyes en el Congreso. Ante esto se cantó: “que nos vengan a ver, que nos vengan a ver, disidencias le enseña, cómo se lucha a la CGT”. Así expresaban el reclamo a la dirigencia sindical. “Si esta marcha fue tan contundente y se convocó solo en una semana ¿cómo puede ser que la CGT no pueda hacer lo mismo?”, se preguntaba un trabajador.
Milei sufrió un duro revés, pero va a seguir redoblando sus políticas ultraderechistas. Dijo que lo tergiversaron, que no dijo lo que dijo, y a renglón seguido ratificó sus dichos en un reportaje que brindó a LN+ (ver “Al closet no volvemos nunca más” / Masivo repudio al facho de Milei ). También señaló que mantiene su agenda parlamentaria para eliminar el femicidio del Código Penal. Capaz es una bravuconada para mostrar que no fue tocado. Veremos.
Además volvió a hablar de sus “logros”, como la baja de la inflación. Pero vuelve a aumentar la luz y el gas, mientras el consumo de leche fue el peor en los últimos 34 años. Un gobierno que se jacta de anunciar nuevos despidos en el Estado, podando más salarios y puestos de trabajo, para seguirnos desangrando con los pagos de otros 640 millones de dólares al FMI. Es una gran mentira que estamos mejor.
La recesión no da tregua. Cerraron 1.200 empresas en lo que va de este gobierno. Sancor despidió a 300 trabajadores. Hay despidos en la Química Praxair provocando paros (ver "Despidos en Praxair ¡Reincorporación ya!"), cesantías y retiros voluntarios en muchos lugares. Por otro lado, la inseguridad sigue creciendo fruto de la descomposición, marginalidad y desigualdad social, al ritmo del brutal ajuste y la complicidad de comisarios y jueces con las bandas delictivas. Hubo movilizaciones frente a la comisaría en Moreno, provincia de Buenos Aires, ante el asesinato del joven repartidor.
Si Milei sigue avanzando con su motosierra es por el pacto de la CGT por un lado y el rol cómplice de la oposición patronal, ante un peronismo que deja correr el ajuste y solo piensa en su agenda electoralista. Política que comprende tanto a Cristina Fernández, como Axel Kicillof, Juan Grabois (ver "Grabois con Lousteau, Carrió y Stolbizer / El “frente anti Milei” es una nueva trampa") y compañía.
Hay que mantener bien alta la guardia. La pelea tiene que seguir. La multitudinaria marcha del 1° de febrero marca el camino.
Desde Izquierda Socialista llamamos a la más amplia unidad para seguir enfrentando a este gobierno en lo cotidiano y preparando un gran 8M y el 24 de marzo. Exigiendo que la CGT rompa el pacto y convoque a un nuevo paro general y plan de lucha nacional. Postulando nuestra salida de fondo, como sólo el Frente de Izquierda Unidad lo hace: en las calles y en las elecciones.