En marzo de este año se conoció que del presupuesto 2018 se destinaron 130 millones de pesos para pagar el sueldo de los obispos. Por supuesto que esa noticia cayó muy mal. Porque esa plata sale del bolsillo de todos y todas las ciudadanas, creyentes y no creyentes.
Escribe Juan Carlos Giordano, Diputado nacional Izquierda Socialistas/FIT
Distintos sectores sindicales, políticos y dirigentes de los movimientos sociales están llamando a conformar un frente político-electoral contra Macri. Dicen que hay que unirse detrás de la figura de Cristina Kirchner. Hugo Yasky fogoneó el famoso “vamos a volver” en la marcha del 24. Con ellos se abren dos debates. Uno: ¿hay que derrotar el ajuste ahora o esperar a 2019? Dos: ¿hay que hacer un frente peronista kirchnerista para enfrentar a Macri o impulsar una alternativa política completamente distinta de las que ya nos gobernaron como lo estamos haciendo con el Frente de Izquierda?
Escribe Gabriel Massa
Con bombos y a toda orquesta, el 19 de septiembre se realizaron en la seccional Capital de la UOM las “elecciones” de la conducción de las 62 Organizaciones, organizadas por el gastronómico Barrionuevo y los tres sectores que hoy componen la CGT, “gordos”, “independientes” y gremios del transporte. Solo quedaron afuera el moyanismo y los demás gremios aliados al kirchnerismo.
El 19 de septiembre 12.000 personas, entre las que se encontraba una nutrida columna de Izquierda Socialista, marcharon en San Miguel contra el aumento sideral de las tarifas de servicios públicos. Las empresas EDET (electricidad), Gasnor (gas) y SAS (agua) tienen ganancias astronómicas gracias a la dolarización de las tarifas, cuando el pueblo trabajador cobra en pesos y no le alcanza, dejando de pagar y sufriendo cortes de servicios.
Escribe Edgardo Reynoso, Comisión de reclamos ferrocarril Sarmiento
Fue el paro más fuerte de los cuatro que se le hicieron a Macri. El día anterior, una multitud desbordó la Plaza de Mayo. Se trató de una gigantesca demostración de la bronca al gobierno. Ahora tenemos que darle continuidad con un plan de lucha, comenzando con un paro de 48 horas con movilización.