Escribe José Castillo
Milei presentó el presupuesto 2025 en un más que deslucido evento. Dijo explícitamente que su único objetivo es garantizar la plata para que cobren los buitres de la deuda. Y prometió más ajuste al pueblo trabajador, incluyendo un recorte astronómico en las provincias.
El presidente Javier Milei se imaginaba realizando un acto rutilante. Y no le salió. Primero, porque se encontró con un recinto semivacío –que no pudo disimular con los militantes de La Libertad Avanza (LLA) que puso en los palcos–. Segundo, porque a pesar de que realizó un impresionante operativo de corte de calles, los “simpatizantes” del gobierno que se acercaron no llegaban a una docena. Y tercero, porque ni siquiera logró concitar la atención del “prime time” del domingo en la televisión, a pesar de que había hecho correr para la semana que viene el debut del programa de Susana Giménez. El rating de todos los canales sumados se derrumbó apenas empezó a hablar el presidente.
Todo para garantizar los pagos de deuda
Nunca habíamos visto algo tan explícito. El presidente ultraderechista dijo con todas las letras, y lo repitió varias veces, incluso enfatizando en su discurso, que el objetivo es lograr un superávit fiscal suficiente para pagar los vencimientos de la deuda externa. A eso se subordina todo: si no se alcanzan esos números, se recortará más el gasto hasta que se llegue. Esto incluye lo que se llama el “gasto automático” o sea las partidas ya preasignadas para pagar salarios, jubilaciones u otras obligaciones contraídas por el estado con anterioridad. Traducido: si es necesario se reducirán o se demorarán esos pagos para cumplir primero los compromisos con los usureros o el FMI.
Milei fue incluso más a fondo: si, por algún milagro de la naturaleza, se lograra un superávit fiscal (ingresos mayores a los gastos) superior al requerido, este no se usará para poner más recursos en salud, educación o vivienda. Por el contrario, se utilizará para reducir más aún los impuestos de los grandes empresarios y los ricos.
Un número que merece ser subrayado es el planteo de que se le exigirá a las provincias un recorte de 60.000 millones de dólares, un valor que implica en la práctica el virtual quiebre de todas ellas. En una reunión posterior, ante la preocupación de los gobernadores, funcionarios de LLA relativizaron ese número, aunque no la intencionalidad explícita de avanzar a fondo con el ajuste en las provincias.
Todo el sentido del presupuesto puede leerse como un nuevo y gigantesco ajuste, profundizando en 2025 la motosierra de este año.
Esto ya se probó en 2001
Esta metodología de no pagar, incluso lo esencial como salarios públicos y jubilaciones, hasta no haber cumplido con los vencimientos de deuda no es novedoso. De hecho ya lo intentó Domingo Cavallo, como ministro de Economía de Fernando De La Rúa en el año 2001. En ese momento se lo bautizó “déficit cero”. Y por este mecanismo se les recortó un 13% a los salarios y jubilaciones, en julio de ese año. No necesitamos recordar que, debido a que no les alcanzó ni aún así, ese gobierno terminó intentando apropiarse del dinero de los ahorristas y finalmente cayó en medio de la insurrección del Argentinazo del 19 y 20 de diciembre. Recordemos que eran funcionarios en aquel entonces Patricia Bullrich, como ministra de Trabajo, y Federico Sturzenegger, como segundo de Cavallo en el Ministerio de Economía.
Los números mentirosos
Milei se jacta de “ser economista” y de su apego a los números. No se nota. Porque el proyecto de presupuesto contiene números absolutamente insostenibles. El más ridículo es el de la inflación. Dice que la de este año cerrará en 104,40%, cuando la actual (acumulada a agosto ya suma 91,2%). Esto quiere decir que para llegar al valor planteado en el proyecto de presupuesto, el aumento de precios entre septiembre y diciembre no tendría que ser superior al 0,8% por mes, algo fantasioso imposible de alcanzar. Más mentiroso aún es el pronóstico de inflación 2025, donde el presupuesto dice que será del 18% (no más de 1,5% promedio por mes), cuando los pronósticos más favorables al gobierno hablan de entre 30 y 40%.
Hay que salir ya mismo a pararle la mano a Milei
Este proyecto de presupuesto es una nueva declaración de guerra contra el pueblo trabajador. Promete un mayor y más profundo ajuste que el actual para el año que viene. Sólo hay dos partidas que son priorizadas: la primera y principal son los pagos de deuda. La segunda, en seguridad y defensa, es para garantizar los recursos para reprimir y así hacer pasar el ajuste.
No se trata de un proyecto aislado. Va de la mano con el veto a la Ley Jubilatoria y el nuevo que ya promete sobre el recientemente votado financiamiento universitario. Junto también con la puesta en marcha del RIGI, la reglamentación de una reforma laboral absolutamente flexibilizadora y el planteo de avanzar con las privatizaciones, como en el caso de Aerolíneas Argentinas. Y también con los anuncios de congelar los salarios del sector público y ponerle un techo de 2% a las paritarias privadas.
Más que nunca, hay que reclamar a la CGT que rompa la tregua que hace cuatro meses le está permitiendo a Milei hacer pasar el ajuste. Exigiendo que convoque ya mismo a un nuevo paro general y un plan de lucha para enfrentar no sólo este presupuesto, sino todas y cada una de las políticas antipopulares de este gobierno ultraderechista.
Ni Susana lo salvó
Karina Milei le había pedido a Susana Giménez que no inaugurara su ciclo el domingo pasado. La diva aceptó. Pero aun así el discurso-bodrio de Milei no lo vio nadie. A las 20 horas, sin cadena nacional, los canales de aire sumaban 15.9 de rating (El Trece, Canal 9, América y TV Pública), sin embargo a las 21 se desplomó a 3.8. También cayeron las señales de cable y el streaming. Ganó el zapping, derrota del ultraderechista y su séquito de trolls ¡Buenísimo!
Canosa arde
La periodista Viviana Canosa que venía apoyando a Milei, después de nueve meses fuera de los medios regresó a Radio Rivadavia. En un jugoso editorial dijo: “Nuestro presidente es un tipo que no quiere que opines, o que pienses distinto, ni dentro de su partido ni en los medios de comunicación. Fueron nueve meses sin aire, es todo un embarazo. El gerente de LN+ me había contado que Milei le pidió que si él ganaba no me quería ver más en el canal. Se dicen libertarios, pero son autoritarios. El mismo tipo que un tiempo atrás me había pedido que le presente su libro, y yo todo corazón fui y lo hice, cuando al poco tiempo me enteré que el libro era un plagio.”
Tres palos para reprimir
Quienes reprimen a las y los jubilados (federales y gendarmes) perciben en promedio dos millones de pesos de salario. El sueldo básico de un inspector o alférez es de 977.000 pesos pero con adicionales alcanzan aquella cifra. Los mandos superiores cobran un poco más, llegan a tres millones. Es decir, ganan diez veces más que los millones de adultos mayores que perciben 305.000 pesos de indigencia y encima los apalean. ¿Pueden ser tan siniestros Milei y Bullrich?
Ay Grabois!
Juan Grabois, líder del Frente Grande, dijo: “Felicito a Milei (padre) por su apertura al diálogo con los movimientos sociales, particularmente con el Mocase, lo que permitió llegar a un acuerdo justo y pacífico entre ricos y pobres en Santiago del Estero. Espero que Milei (hijo) siga ese buen ejemplo de tolerancia y comprensión”. Grabois celebró que el terrateniente padre de Milei devolviera después de treinta años de litigio 2.800 hectáreas de su empresa agropecuaria La Poderosa S.A. a aquella comunidad indígena (¿?). Y llamó a reeditar esa “comprensión” a su hijo que está en la Casa Rosada en el propio día que reprimió salvajemente a las y los jubilados. ¿Todavía a Grabois se lo tilda de “progre”?
Escribe Adolfo Santos
Finalmente, el viernes 13, en horas de la madrugada, frente al repudio generalizado, fue rechazado en el Senado el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 656/2024 que otorgaba un presupuesto con gastos reservados de 100.000 millones de pesos a la recién creada Secretaría de Inteligencia de Estado (SIDE).
El DNU era una verdadera provocación del gobierno ultraderechista que, en nombre de que “no hay plata”, le niega un miserable aumento a las y los jubilados, amenaza vetar la Ley de Presupuesto Universitario, recorta medicamentos ofrecidos por el PAMI y reduce a la mínima expresión las ayudas sociales, entre otras iniquidades.
Creada en los años ‘50, la SIDE ha sido un permanente instrumento de los gobiernos patronales para perseguir y espiar a opositores, intermediar coimas, infiltrar los movimientos políticos y sociales. En definitiva, un organismo al servicio de fines criminales y mafiosos, para ser manejado en este gobierno, desde las sombras por el “asesor estrella”, sin cargo oficial que lo comprometa, Santiago Caputo.
Desde Izquierda Socialista no solo repudiamos este DNU, sino que nos sumamos al pedido de la bancada del Frente de Izquierda para anular la creación de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE).
Escribe Juan Carlos Giordano, diputado nacional electo Izquierda Socialista/FIT Unidad
Cristina volvió a la escena. Hizo un acto en Merlo el pasado viernes 13 de septiembre, y una semana antes emitió un “cuadro de situación” titulado “es la economía bimonetaria, estúpido”. Cristina ve que crece la bronca contra Milei y se postula para rediseñar a un peronismo decadente en vistas a las elecciones.
Cristina tildó de lunático a Milei, dijo “con la casta pudo joder a los jubilados” y otras cuantas cosas más. Criticar a Milei es fácil. Hasta quienes lo votaron están recalculando. Pero vayamos a “la verdad de la milanesa”, como le gusta decir a la ex vicepresidenta. En sus clases magistrales, ¿dijo qué hay que hacer para derrotar la motosierra del ultraderechista Milei? No. ¿Habló de cómo terminar con el flagelo de la deuda externa? Tampoco. ¿Qué propone entonces?
La “economía bimonetaria” y la escasez de dólares
“Es necesario abordar el verdadero problema de la economía argentina. Hoy la Argentina no tiene los dólares para pagar la deuda”, dijo Cristina. Luego de dedicarle un elogio a Milei por lograr la salida del chileno Rodrigo Valdés de la negociación con el FMI (“Yo reconozco las cosas que se logran”), dijo que “aprovecharía ese ímpetu para lograr vencimientos compatibles con nuestra capacidad de pago. No estoy hablando de no pagar”, aclaró.
Además de preguntarnos cuál sería “el logro” de que ahora sea el adjunto del echado Valdés quien comande el brutal ajuste que está aplicando Milei para pagar la deuda, llamamos la atención sobre el juego discursivo de Cristina con esto de “es la economía bimonetaria, estúpido”, para terminar diciendo “no estoy hablando de no pagar”.
Propone ponerse de acuerdo entre “las fuerzas políticas y sociales que siguen creyendo en la Nación” para seguir pagando una deuda que viene de la dictadura, eso sí, “de acuerdo a la capacidad de pago” de Argentina. ¿Pero de qué capacidad de pago habla si no hay reservas en el Banco Central y hasta se mandó el oro afuera? ¿Qué país salió adelante con el FMI? Ninguno. Argentina sigue hundida con una deuda de 455.000 millones de dólares.
Cristina propone que Argentina siga pagando, por ejemplo, los 100.000 millones que nos dejaron Macri y Caputo, cifra que incluye los 45.000 millones de dólares pactados con el FMI los cuales fueron a la bicicleta financiera. El gobierno anterior de Alberto-Cristina y Massa reconocieron esa deuda, y ahora Cristina se sorprende de la escasez de dólares. Es delirante.
Además, si Cristina habla del dominio del dólar en la economía argentina es precisamente porque el sector financiero-especulativo viene creciendo por las leyes de la dictadura que su gobierno nunca retrotrajo. Por ejemplo, en 2011, en pleno gobierno de Cristina Kirchner, cinco de las diez empresas con mayor rentabilidad fueron bancos.
Se solucionaría fácil el problema de los dólares si se nacionalizaran la banca y el comercio exterior, y se evitara la fuga de capitales, algo que nunca hará el peronismo sino un gobierno de izquierda. Con la receta de Cristina, Argentina va a redoblar su condición de semicolonia del imperialismo yanqui. Por eso Cristina ya no habla de dependencia. Porque precisamente la Segunda Independencia del imperialismo con la ruptura con el FMI, solo lo planteamos desde el Frente de Izquierda.
No va más el peronismo. ¡Vamos con el Frente de Izquierda!
Cristina dijo en Merlo: “Hay que enderezar las experiencias y ordenar las nuevas demandas que permitan organizar una fuerza política para pasar de ser oposición a alternativa de gobierno”. Es decir, capitalizar el desgaste de Milei e ir preparando al PJ para las elecciones del año que viene y las presidenciales de 2027.
Quienes siguen a Cristina tienen que prestarle atención a su agenda, que no tiene nada de “progre”. Pichetto incluso la volvió a felicitar diciendo “son saludables sus aristas de autocrítica”.
Cristina habló de “los problemas” del peronismo, preguntándose “¿en casa cómo andamos?” Dice que el peronismo “se torció, se desordenó” y por eso hay que rediseñarlo. Trata de tapar el desastre del gobierno anterior, el que generó el caldo de cultivo para la asunción del ultraderechista Milei.
Cristina habló nuevamente de “modificar las relaciones laborales del viejo modelo del Estado omnipresente, que derivó en ineficiencia e ineficacia”. O sea, “modernizar” el trabajo, terminando con los privilegios de los convenios colectivos, como ya lo venía señalando tiempo atrás. A su vez, con lo de “estado omnipresente”, le abre el juego al capital privado en las empresas del Estado.
También hizo un llamado a la CGT, criticándola porque se preocupa por el trabajo formal pero no pide actualizar la Asignación por Hijo y no aborda la problemática del trabajo informal. ¡Pero la CGT no se preocupa por nada! Por eso está en una tregua con el gobierno.
Cristina llamó a una “reforma profunda de la educación pública”, recordando que cuando era presidenta culpaba a los paros docentes por la pérdida de los días de clases. Ahora dice lo mismo: “el trabajo es un derecho pero también un deber”.
Cristina quiere dar la idea de que hay dos modelos, el de Milei y el del peronismo. Pero hay otro, anticapitalista y socialista con el plan económico obrero y popular que proponemos desde Izquierda Socialista y el FIT Unidad. Llamamos a superar al peronismo por izquierda, para derrotar a la motosierra de Milei y pelear por un gobierno de la clase trabajadora.
Escribe Mariano Barba
A ochenta años de haber comenzado a producir carbón, la mina de Río Turbio entró en turbulencias sobre su futuro. La Ley Bases incluyó a Yacimientos Carboníferos Río Turbio (YCRT) entre las que se privatizarán. Una coima descubierta hizo visible la corrupción del actual interventor puesto por el presidente Milei.
Desde que asumió Milei, un grupo de empresarios está detrás de esa privatización. Contradictoriamente a lo que se anuncia a nivel mundial, en vez de decrecer por su altísima contaminación, por su bajo costo el carbón sigue siendo uno de los combustibles más requeridos por varios países.
La empresa estatal tiene unos 2.100 empleados, de los cuales 1.050 son mineros y el resto trabaja en distintas áreas, desde el transporte por ferrocarril hasta la administración. En julio de este año estuvo parada por falta de pago de los salarios. A lo largo de su historia ocurrieron muchos hechos de corrupción y trágicos. Recordemos los catorce mineros muertos en 2004 en un incendio al interior de la mina por falta de mantenimiento de las cintas transportadoras. También varias veces fueron denunciadas por corrupción las autoridades provinciales en las décadas en que el peronismo kirchnerista gobernó la provincia. La prometida usina termoeléctrica está paralizada, cuando tendría que estar produciendo.
A pesar de estos antecedentes, y dado el apoyo y fanatismo de Milei con el sionismo, la compañía TEGI Limited (de capitales israelíes, qataríes y ucranianos), y manejada por el israelí Gil Segal, ofreció a YCRT comprarle 30.000 toneladas de carbón de baja calidad por cerca de 2,1 millones de dólares, para ser vendidos a China e India. Sin embargo, la oferta se frustró porque se ventiló el pedido de coima solicitado por Andrés Gross, intermediario y amigo personal de Thierry Decoud. Decoud era nada menos que el interventor de YCRT designado por el gobierno de Milei en acuerdo con Claudio Vidal, actual gobernador de Santa Cruz. Decoud es un ex funcionario del PRO en los gobiernos de la Ciudad, Nación y la provincia de Buenos Aires. O sea, un experto militante del PRO, “super casta”, que recibió como premio ser el interventor de la empresa, ya que se sumó a La Libertad Avanza apenas se inició la gestión actual. Ahora, expulsado por las coimas, pasó a ser un ex interventor.
No a la privatización
Tegi Limited, la empresa involucrada, realizó el intento de la compra de las 30.000 toneladas porque su plan era realizar esta primera operación para tener un lugar de privilegio en el momento que se decrete la privatización de la mano del gobierno nacional y provincial. Según las noticias que trascienden en el Ministerio de Economía de Caputo y de la provincia de Santa Cruz, YCRT se entregaría en concesión a cincuenta años, y TEGI Limited podría pagar solo 70 millones de dólares. Un negocio redondo para los inversores sionistas amigos del gobierno. Por eso voceros de la empresa se sinceraron cuando declararon “queremos apoyar a Javier Milei” (Clarín, 10/9/24).
Hay que luchar para evitar la privatización, porque será parte del saqueo que tiene preparado Milei para todas las industrias extractivas del país. Desde Izquierda Socialista/FIT Unidad impulsamos un YCRT estatal y administrado por las y los trabajadores, ingenieros y técnicos, para evitar la corrupción en las contrataciones, con finanzas públicas y comercialización con informes públicos periódicos y medidas de cuidado extremo para disminuir al máximo la contaminación generada por la extracción y el uso del carbón como combustible.