Escribe Reynaldo Saccone, ex presidente de la Cicop
El primer año del gobierno ultraderechista de Javier Milei significó un tremendo golpe a la atención de la salud del pueblo trabajador. Desde una suba desmesurada de los precios de los medicamentos, el desborde de las cuotas de las prepagas, hasta la saturación de los turnos médicos de sanatorios privados y hospitales públicos se unieron a la reducción a la mitad el poder adquisitivo de salarios y jubilaciones.
Las y los jubilados, para quienes los remedios son artículos esenciales, fueron particularmente perjudicados. Vieron aumentados dos veces el precio: una, por la inflación y la otra por la quita de los descuentos. Por esa razón, comenzaron sus protestas semanales. También castigó a las personas con discapacidad: el gobierno nacional acaba de hacerle recortes en el transporte a las escuelas y actividades terapéuticas como también la cobertura de maestros integradores. Por eso hubo una marcha de personas afectadas, sus familias y sus prestadores a la Quinta de Olivos.
El otro gran sector atacado por el gobierno ultraderechista es el de las y los trabajadores de salud que han visto pulverizados sus ingresos (como el resto de la clase trabajadora) y han debido defender sus puestos de trabajo. Con luchas y algunos logros importantes. Las más resonantes fueron en el Garrahan, Bonaparte, Residentes, por el reconocimiento de enfermería CABA y otras.
Milei y los gobernadores preparan nuevos ataques contra la salud del pueblo trabajador
El presupuesto nacional para salud propuesto por Milei para 2025 (a valores corregidos por inflación) es 18,2% menor que el de este año. Los recortes son leoninos: el programa de acceso a medicamentos gratuitos se reduce un 14% comparado con el 2023. La asignación al Hospital Bonaparte se recorta en un 29,6% y al Instituto Nacional del Cáncer se le quita el 47,5% de su presupuesto, comparados ambos con 2023 y corregidos por inflación. Se calcula que la quita (consentida por gobernadores e intendentes) que el gobierno de Milei ha hecho a provincias y municipios es de 5.000 millones de dólares, lo que obviamente repercute primero en los fondos para salud (La Política Online, 7/10/2024).
Sin abandonar la estrategia de privatización de la salud y la precarización de los trabajadores del sector, el ministro de Salud Mario Lugones quiere en lo inmediato traspasar a las provincias los hospitales que la Nación mantiene o hace aportes, claro que sin los fondos correspondientes. Si no lo logra, pretende establecer la “participación público-privada” (PPP) en esos establecimientos, especialmente el Hospital Posadas (La Nación, 20/11/2024). Un sistema que da fáciles ganancias a las empresas concesionarias y grandes pérdidas al Estado sin mejorar la atención de las y los pacientes y perjudicando a las y los trabajadores porque, como en cualquier negocio, lo que se busca es la ganancia. Así se lo ha estudiado en España y el Reino Unido donde se publicó una investigación en la prestigiosa revista médica Lancet (Gaceta Sanitaria de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria, vol. 38, enero 2024).
Por un sistema de salud gratuito y de excelencia con salarios dignos para sus trabajadores
La salud es un derecho que debe llegar a todo el pueblo trabajador. No es una mercancía que se obtiene de acuerdo a la capacidad de pago de cada uno. El Estado debe garantizarla y financiarla. La política de este gobierno de ultraderecha es negar presupuesto, pagar salarios de hambre a las y los trabajadores del sistema de salud, convertir a la salud en un negocio, perdonar los impuestos a los empresarios que fugan capitales y pagar puntualmente la deuda externa a los banqueros internacionales. La movilización de trabajadores de salud debe ampliarse para derrotar esta política de destrucción de la salud pública e imponer un sistema nacional único de salud, de propiedad estatal, gratuito, controlado por sus trabajadores y las organizaciones barriales, y financiado por impuestos a las grandes fortunas y el no pago de la deuda externa.
Escribe Guido Poletti
Un nuevo escándalo de los políticos patronales: al senador Edgardo Kueider “lo agarraron” con 200 mil dólares no declarados en su auto, mientras intentaba cruzar la frontera entre Brasil y Paraguay, junto con su secretaria. Hasta aquí, una mancha más al tigre de la corrupción, como los bolsos de José López, la obra pública de Santa Cruz (hechos que le corresponden a Cristina Fernández), el escándalo de los seguros (de Alberto Fernández), Ángelo Calcaterra o el Correo (de Mauricio Macri) y un larguísimo etcétera que nos podría llevar a Alfredo Yabrán y la corrupción menemista, o el tráfico de armas que se pretendió ocultar con la voladura de Río Tercero.
¿Qué tiene de particular el caso Kueider? Que todos juegan a la mancha venenosa. Nadie se quiere hacer cargo, pero ni peronistas ni ultraderechistas de La Libertad Avanza (LLA) pueden esconder su responsabilidad.
Kueider entró al Senado en las listas del peronismo entrerriano (el mismo que tiene preso al ex gobernador Sergio Urribarri), nunca fue “trigo limpio”. Ya cuando dirigía la campaña peronista fue acusado de diversos negociados inmobiliarios en su provincia.
Sucede que este año, Kueider fue uno de los peronistas que saltaron la cerca y se pasaron a votar con el oficialismo. Más aún, su voto fue decisivo en el Senado para que, durante el tratamiento de la Ley Bases, se empatara y que la ley saliera gracias al voto de desempate de la vicepresidenta Victoria Villarruel. Como nada es gratis, Kueider recibió de premio un nombramiento en el directorio de la Comisión Técnica Mixta de la represa de Salto Grande. Ya a principios de 2024, sus coqueteos con Milei lo habían puesto presidiendo la comisión de Asuntos Constitucionales del Senado. Tenía además la promesa de que presidiría la Comisión Bicameral de Fiscalización de los Organismos y Actividades de Inteligencia (la encargada de controlar a la Side), aunque luego eso no se hizo efectivo por la crisis que se desató con Martín Lousteau. Además, se rumorea que Santiago Caputo le habría ofrecido, como premio consuelo, la embajada en Uruguay.
Ahora nadie se hace cargo. Cristina dice que Kueider es hombre de LLA. Milei se lo endilga al kirchnerismo. Los dos tienen algo de razón. El escándalo los embarra a ambos.
Peronistas y mileístas vienen de estar sospechados de connivencia para que no saliera el proyecto de Ficha Limpia. Por abajo, siguen las negociaciones entre ambos, mientras apoyan la candidatura del juez Ariel Lijo para la Corte Suprema. El PRO, que viene de poner en grito en el cielo por todo esto (en realidad porque los están dejando afuera de las negociaciones) también tuvo su escándalo particular, centrado en el descubrimiento de los negocios no declarados de la esposa de Cristian Ritondo, su jefe de bancada en Diputados.
Desde Izquierda Socialista y el Frente de Izquierda Unidad, siempre hemos denunciado todos los casos de corrupción, tanto de los políticos patronales como empresarios involucrados, coimeros y coimeadores, de todos los gobiernos. Todo esto es parte de la podredumbre de la política patronal. Exigimos que todos los corruptos vayan presos, al igual que sus cómplices y que devuelvan inmediatamente lo robado.
Escribe Juan Carlos Giordano, diputado nacional electo Izquierda Socialista/FIT Unidad
El senador Edgardo Kueider fue apresado con 211 mil dólares y otros valores que no pudo justificar. Quedó demorado en Paraguay. "Cruzó en la hora que se hacen los contrabandos", dijo el jefe de la Dirección de Ingreso Tributario de ese país. Kueider dijo "la plata no es mía" y se declaró inocente. Iba con su secretaria, con quien ingresó a Paraguay varias veces y oficiaría de testaferra. También era investigado por lavado de activos y enriquecimiento ilícito en Entre Ríos por unos departamentos y cocheras.
Kueider entró al Senado en 2019 por esa provincia en las listas del Frente de Todos de Alberto y Cristina, luego Unión por la Patria. Después se pasó a las filas de Milei. Era la figura favorita del oficialismo en el Senado. Incluso participó junto a Luis Juez y otros senadores de una reunión que encabezó Milei en la Casa Rosada el 11 de septiembre (Ver foto).
Kueider se reunió con Milei y otros senadores para cerrar nuevos acuerdos el 11 de septiembre
El actual escándalo con los dólares desató una guerra de justificaciones entre Milei y Cristina Kirchner. Milei dijo "es un problema del kirchnerismo". La ex vice presidenta se desmarcó diciendo "Democracia tarifada, votado como peronista pasó a votar como libertario". La Libertad Avanza y el peronismo quedan enchastrados. No saben cómo zafar.
El mentiroso ultraderechista Milei ganó las elecciones diciendo que no tenía nada que ver con la política tradicional ("la casta", "la corrupción"), pero esto demuestra que es parte de la misma política patronal que nos vino gobernando. Kueider pactó con Milei siendo un hombre clave a la hora de votar la Ley Bases. Villarruel le dio la presidencia de la Comisión de Asuntos Constitucionales, estaba en siete comisiones y Santiago Caputo le había propuesto la Embajada Argentina en Uruguay. ¿El mismo gobierno que se financia con cenas en Puerto Madero donde empresarios mafiosos pagan 25.000 dólares el cubierto, del cual no rinde cuentas se dice anti-corrupción?
Por otro lado, queda en evidencia el rol del peronismo, que siempre pidió el voto "para combatir a la derecha o redistribuir la riqueza" y de sus filas salen estos personajes corruptos y coimeros.
Cristina Kirchner critica a Kueider porque "perjudica a las grandes mayorías". Pero no se trata solo de este senador, sino de distintas diputadas y diputados que responden a gobernadores peronistas de Unión por la Patria que votaron con Milei.
Esto tiene que llevar a una profunda reflexión a las y los seguidores de Cristina que puedan creer que el peronismo es la salida para enfrentar a Milei o pueda representar un vehículo "esperanzador" como dice Cristina. El de Kueider apoyando a Milei "como peronista" es otro hecho contundente.
Milei es minoría en ambas Cámaras pero ha logrado la Ley Bases y los vetos en jubilaciones y en la universidad con la complicidad de diputadas, diputados y senadoras y senadores de todos los bloques, que incluye a Unión por la Patria. Volvemos a repetir. Si Milei puede avanzar es por la complicidad de parte del peronismo que deja correr el brutal ajuste especulando con capitalizar el desgaste del gobierno en las elecciones del año que viene. Y el inestimable pacto sellado con el gobierno por parte de la CGT (que es parte del peronismo) sin que convoque a ninguna otra medida de fuerza desde hace siete meses tras el exitoso paro general del 9 de mayo.
A las y los luchadores y jóvenes decepcionados con el peronismo les decimos que se fijen en los hechos. El peronismo ya no es salida. Sólo el Frente de Izquierda Unidad, en las calles y en el Congreso, es la alternativa política que de manera consecuente y coherente enfrenta y llama a enfrentar en la más amplia unidad al plan motosierra de Milei, los gobernadores y el FMI. Y postula una salida de fondo mediante un plan económico obrero y popular. Para pelear por esa salida invitamos a sumarse a Izquierda Socialista.
Escribe Mónica Schlotthauer, diputada nacional de Izquierda Socialista/FIT Unidad
La ley fue anunciada por Milei a principio de año (ver nota “Ficha sucia”). Con la denominada ley de “Ficha limpia” el PRO, el gobierno, la Coalición Cívica, Margarita Stolbizer y otros bloques dicen que se va a terminar con la corrupción en la política. Una mentira total. Es para esconder la ficha sucia que tienen en sus filas, como el corrupto ministro de Economía Luis Caputo o los casos de corrupción bajo el gobierno de Macri.
La ley propone que quien tenga una condena en segunda instancia por actos corruptos no podrá ser candidato, aunque la condena no esté firme. Es decir, una ley para manipular candidaturas y perseguir a las y los luchadores y opositores políticos. El artículo 2 dispone que quienes “defrauden al Estado” no podrán ser candidatos, casualmente es la imputación que se les hace a las organizaciones piqueteras y a sus dirigentes por “el delito” de luchar por comida y trabajo genuino.
Por segunda vez no hubo quórum. El gobierno la hizo caer con 8 bancas vacías de La Libertad Avanza, ayudado por algunos del PRO, Pichetto y otros bloques amigables que pegaron el faltazo, por su crisis interna y especulación política. ¿Por qué? Porque como esa ley en caso de aprobarse podría sacar de la contienda electoral del año que viene a Cristina Kirchner, al gobierno no le conviene, especulando que le serviría polarizar con Cristina.
Además, porque el gobierno entabló negociaciones con el peronismo, incluido el kirchnerismo, en no avalar esta ley por ahora a cambio de que Unión por la Patria le apruebe la reforma electoral antidemocrática y proscriptiva que envió al Congreso (ver nota Reforma de Milei / Hay que frenar el proyecto electoral antidemocrático y proscriptivo) y para no entorpecer la negociación entre el gobierno y el peronismo por la designación del juez Lijo en la Corte (algo en que coinciden), mantener a Martín Menem como presidente de la Cámara, cosa que el peronismo amenazó con no darle el aval si se aprobaba ficha limpia y algunas migajas del Presupuesto 2025. Pura especulación electoralista, a espalda de las necesidades populares. Mostrando que el peronismo deja correr a Milei y por lo tanto no es alternativa para enfrentar al plan motosierra.
Desde Izquierda Socialista rechazamos este proyecto demagógico y persecutorio. Lo mismo que la reforma electoral tendiente a cercenar derechos electorales y proscribir a la izquierda, llamando a una campaña amplia y unitaria a tal fin.
Escribe Adolfo Santos, dirigente de Izquierda Socialista/FIT Unidad
El gobierno de Milei ha enviado al Congreso dos proyectos de ley para aplicar la motosierra al sistema político actual. No para mejorarlo, sino para hacerlo más restrictivo y antidemocrático, lo cual podría implicar una proscripción para la izquierda y de otras fuerzas opositoras menores.
El gobierno grita en sus actos “zurdos de mierda” y ahora con estos proyectos quiere acallar las voces discordantes y de quienes lo enfrentamos consecuentemente, intentando terminar con una incómoda representación parlamentaria que según el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, refiriéndose al Frente de Izquierda dijo: “son cinco pero parecen cien”.
¡Abajo la reforma!
Con la muletilla de que iría contra “la casta” (lo cual es una mentira) y el remanido eslogan “no hay plata” (mientras se la llevan en pala el FMI y los grandes empresarios), el gobierno embiste contra derechos democráticos esenciales con el fin de que queden en una contienda electoral solo los partidos patronales financiados por grandes capitalistas.
Uno de los proyectos elimina las PASO. Desde Izquierda Socialista y el FIT Unidad siempre hemos criticado a las PASO, pero por razones opuestas a las de Milei. Las PASO, entre otras cosas, son proscriptivas al exigir como filtro un piso de votantes para poder pasar a las generales, un claro intento de proscribir a partidos menores y a la izquierda. Pero la reforma de Milei cambia las PASO por más restricciones e impedimentos, un ataque mayor.
Por otra parte, el Estado dejará de aportar para las campañas electorales y se abrirá paso al financiamiento privado casi sin límites. Con esto sobrevivirán solo las fuerzas políticas financiadas por grandes empresarios y banqueros, como lo acaba de hacer la Libertad Avanza de Milei con una cena donde recaudó de parte de esos personajes 10 millones de dólares. Eso es lo que quiere Milei, intentando que no podamos difundir nuestras propuestas quienes representamos a las y los trabajadores, jubiladas y jubilados y a la juventud y rechazamos ser financiados por empresarios mafiosos, banqueros y multinacionales.
El Frente de Izquierda no es ningún sello de goma
El gobierno esgrime que con esto va a dejar de financiar a los “sellos de goma”, los cuales -vaya la paradoja- usó Milei para presentarse en varias provincias. El Frente de Izquierda Unidad no es ningún sello de goma. Tiene una importante representación en el sindicalismo combativo, los movimientos sociales, de mujeres y disidencias, derechos humanos y de la juventud, y una importante representación política con cinco bancas nacionales y otras en distintas provincias y municipios.
Además, Milei propone eliminar los espacios electorales gratuitos en radio y televisión. Significa que solo las principales fuerzas políticas van a monopolizar la propaganda electoral. El resto no tendrá ninguna posibilidad de ser visibilizado ya que, por ejemplo, un espacio de apenas 15 segundos en un canal de televisión abierta cuesta más de 5 millones de pesos. Sólo los partidos como La Libertad Avanza, el PRO, los radicales o el PJ, financiados por bancos, laboratorios o grupos de inversión, tendrán acceso a difundir sus propuestas. La izquierda, que denuncia sistemáticamente los negociados de esos sectores no podrá hacerlo. Encima el proyecto acaba con los debates presidenciales obligatorios, para evitar que la izquierda pueda desenmascarar las mentiras de los candidatos patronales.
Los proyectos disponen también que para ser partido nacional en vez de tener 5 personerías provinciales hay que tener 10 y le agregan el requisito de contar con casi 40.000 afiliados. Los partidos deberán contar como mínimo con más del doble de afiliados de lo que exige la ley actual, de lo contrario quedarían caducos sin poder participar en las elecciones. También eleva del 2% al 3% los votos que se deben obtener en al menos una de dos elecciones consecutivas para no perder la personería, pero en el caso de tratarse de un frente electoral como el Frente de Izquierda ese 3% se multiplica por los 4 partidos integrantes, llevando el piso final a un 12% del padrón, lo cual se transforma directamente en proscriptivo.
Por una fuerte campaña para que no pase
Lejos de lo que mentirosamente dice el gobierno, con este proyecto se beneficiarán los partidos patronales y tradicionales, que seguirán teniendo millones, televisión y su aparato clientelar con punteros o trolls pagos para hacer política. Y es evidente que el gobierno no quiere diputadas y diputados que estemos en las luchas, ganemos como una maestra, juremos por los 30.000, defendamos al pueblo de Palestina, postulemos el no pago de la deuda externa y un gobierno de la clase trabajadora.
Los operadores de Milei ya están negociando con sectores de la oposición patronal, incluso con el kirchnerismo, para que estos proyectos puedan ser aprobado en el Parlamento, como parte de las negociaciones que mantienen con el Presupuesto 2025 o la puja en la designación de los jueces. Esta reforma solo podría salir si cuenta con los votos de las bancadas cómplices, que incluye a sectores del peronismo de Unión por la Patria, como ya ocurrió con otras leyes, vetos y DNU.
Desde Izquierda Socialista y el FIT Unidad llamamos a la más amplia unidad de todos los partidos y personalidades que se reclaman democráticos, organizaciones sindicales, sociales, de derechos humanos, barriales y estudiantiles a que juntos nos pronunciemos para frenar este proyecto antidemocrático.