Escribe Martín Fú

En la madrugada del domingo pasado, la agente de tránsito Cinthia Choque fue embestida por un conductor en la avenida Figueroa Alcorta. Cinthia murió en el acto y su compañero Santiago Siciliano quedó herido gravemente y lucha por su vida. El conductor del automóvil, que se dio a la fuga sin asistir a las víctimas, es Eugenio Veppo, vocero del Ministerio de Justicia a cargo de Germán Garavano y paradójicamente, o no, militante de PRO.

Este crimen terminó de desnudar algo que ya se conocía y ahora toma una mayor dimensión pública: que Larreta y el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires explota, precariza y negrea a sus empleados de una manera brutal que termina exponiéndolos a condiciones de trabajo que ponen en peligro la vida de los trabajadores. Cinthia, como la gran mayoría de los 2.500 empleados del Cuerpo de Agentes de Tránsito y Seguridad Vial, estaba precarizada hace seis años. En su condición de monotributista al gobierno de la Ciudad, no contaba con ART, ni recibía aguinaldo, seguro de vida, vacaciones o las condiciones mínimas que tiene un trabajador en blanco.

El domingo y lunes, en solidaridad, reclamando justicia y venciendo el temor, los trabajadores de Tránsito movilizaron por el centro de la ciudad denunciando que Larreta puede “bajarte el contrato cuando quieren. Al ser un monotributo no hay nada firmado y siempre amenazan con el miedo, con que te van a echar y con que no podés hacer un reclamo” (Perfil, 9 de septiembre). Repudiamos y denunciamos todas estas políticas negreras, que exponen a los jóvenes trabajadores a una tarea riesgosa y sin cumplimentar las medidas de seguridad básicas. Hacemos responsable a Larreta por la muerte de Cinthia y desde Izquierda Socialista acompañaremos la pelea por el pase a planta permanente de todos los trabajadores de Tránsito y del gobierno de la Ciudad.

El 27 de octubre en Santa Cruz se elegirá también intendentes, concejales y diputados nacionales. Junto con PO y MST, nos presentamos Para diputados nacionales estarán Ada Vivanco y Luis Díaz (Izquierda Socialista). En la norteña localidad petrolera de Pico Truncado, la lista del FIT estará integrada por dirigentes docentes de Izquierda Socialista, como Adriana Astolfo a intendente y Daniela Pérez Feijoó, primera concejal. Las listas del FIT-Unidad se presentarán en todos los departamentos de la provincia, salvo dos.

Mientras Alicia Kirchner fue reelecta con la tramposa Ley de Lemas (su candidatura apenas superó el 20%, pero sumando los votos del peronismo ganó por más del 50%), rápidamente utilizó la reelección para seguir ajustando fuertemente a los trabajadores y la educación, mostrando hacia dónde irá un futuro gobierno de Alberto Fernández. Para enfrentar el ajuste, fortalecer una alternativa de izquierda y llamar a que la crisis la paguen las multinacionales, el FMI y no los trabajadores, en Santa Cruz el voto es al Frente de Izquierda-Unidad.

Alberto Fernández, de gira por Europa, volvió a ratificar la voluntad de pago de la deuda. Esto mismo dijeron nuevamente Cristina Kirchner y Sergio Massa. Fernández, a su vez, se reunirá con la UIA y Daer de la CGT para acordar un pacto social. De la mano del FMI y con un pacto social el que pierde es el pueblo trabajador.

Escribe Juan Carlos Giordano, diputado nacional electo Izquierda Socialista/FIT

David Lipton, número dos del FMI, dijo recientemente en Lisboa: “Portugal es una lección para el resto de Europa, incluido para el mundo”. El representante de Donald Trump en ese organismo elogia a Portugal por el tremendo ajuste que aplicó y por pagar puntualmente la deuda. También porque Portugal llegó a un “acuerdo” (pacto) entre empresarios y sindicatos para ello.

Al ejemplo de Portugal lo usa también Alberto Fernández y el peronismo para hacer creer que se puede pagar una deuda sin ajuste. Pero Portugal muestra lo contrario.

El “modelo” portugués

En Portugal se aplicó un brutal ajuste desde 2011 a cambio de un préstamo de 78.000 millones de euros de la Troika (FMI, Banco Central Europeo y Comisión Europea). El salario mínimo se congeló durante cuatro años, lo mismo que los sueldos de los empleados públicos. En 2012 se eliminaron los aguinaldos a estatales y jubilados. En 2013 se amplió la jornada laboral de 35 a 40 horas. El desempleo creció del 7% en 2008 al 16% en 2012, se multiplicaron los empleos precarizados, se redujo el costo laboral (apetencia permanente de las patronales argentinas) y la pobreza ascendió al 27% en 2014. Culpa de ello se fueron del país 760.000 personas en siete años (7% del total). (Clarín Económico, 8/9/19).

También se aumentó el IVA del 10% al 23%, la edad jubilatoria y se inició un agresivo programa de privatizaciones.
La bronca popular hizo que en 2015 el gobierno perdiera las elecciones y fuera reemplazado por una coalición entre el Partido Socialista, el Partido Comunista y el Bloque de Izquierda conducido por Antonio Costa. Las luchas populares hicieron que algunas medidas se revirtieran (como la semana de 35 horas o algunos aumentos del salario mínimo). Pero lo sustancial del ajuste fue mantenido por el actual gobierno. Portugal hoy es un país con una de las legislaciones laborales más flexibilizadas de Europa y una terrible reforma inmobiliaria echó de sus casas a centenas de miles de inquilinos.

Los tibios números actuales de crecimiento económico en nada mejoraron la vida de los sectores populares.

Tregua social para pagar

Cristina Fernández de Kirchner volvió a señalar: “Como dice Alberto, por supuesto vamos a cumplir con nuestras deudas, pero no esperen que lo hagamos haciendo sufrir al pueblo”.

Corregimos a la candidata. Primero, la deuda contraída por Macri y el FMI no son “nuestras deudas”, sino la contraída a espaldas del pueblo trabajador para financiar la fuga de capitales. Segundo, no es cierto que se pueda pagar “sin hacer sufrir al pueblo”, como promete Cristina, sino que para pagar hay que aplicar nuevos ajustes, algo que la ex presidenta oculta.

Por su parte, Alberto Fernández se va a reunir esta semana con la Unión Industrial (UIA) y el burócrata Héctor Daer de la CGT. Lo hará en Tucumán, auspiciado por el gobernador peronista Manzur, reconocido militante antiderechos, el preferido del candidato a presidente del Frente de Todos.

“Hay que ponernos de acuerdo entre todos para que durante 180 días podamos recomponer los salarios sin que esto signifique aumento de la inflación”, dijo Fernández. De esta manera, embellece un pacto entre empresarios, burócratas sindicales y gobierno diciendo que sería para “recomponer” salarios, cuando ya sabemos que estos pactos son solo una tregua para los trabajadores, ya que los grandes patronales siguen teniendo las manos libres para aumentar los precios, quitar conquistas laborales y seguir engordando sus ganancias.

La receta del Frente de Todos tiene un claro objetivo, llamar a que los trabajadores tengan paciencia “en momentos difíciles” y que tendrán que hacer un “esfuerzo” para sacar al país adelante cuando asuma. Es lo mismo que dice el Frente de Todos y la CGT ahora, dejando pasar el nuevo ajuste de Macri y el FMI.

Con más pagos de una deuda ilegítima y fraudulenta y un pacto social, quienes pierden seguirán siendo los trabajadores y el pueblo. Desde el Frente de Izquierda Unidad proponemos lo opuesto, repudiar al FMI, dejar de pagar la deuda e imponer un plan económico obrero y popular. Salida que hacemos valer en las calles y en las elecciones con el Frente de Izquierda Unidad.

Escribe Juan Carlos Giordano

Uno de los contactos de Sergio Massa en Estados Unidos es Rudolph Giuliani, ex alcalde de Nueva York y hoy asesor personal y abogado de Donald Trump. Giuliani se hizo famoso por ser un representante mundial de la mano dura y el gatillo fácil.

Massa cuenta qué les dice: “Que con Alberto esperen un país que cumpla con sus obligaciones y sea parte del mundo. Les pido que se saquen los prejuicios de encima y dejen de escuchar a los cantautores pagados por el gobierno para decir que viene el monstruo. No viene el monstruo.” (Pagina12, 8/9/19).

Massa es el primer candidato a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires del Frente de Todos. El mismo que le apoyó todas las leyes a Macri. 

Escribe Juan Carlos Giordano

“Quisieron hacerle decir que estaba en contra de las multinacionales, pero a ver, esta ex presidenta realizó el contrato con la empresa petrolera Chevron, una de las multinacionales más grandes, ¿y quieren hacer creer fuera del país o acá adentro que nosotros estamos en contra de las multinacionales? Basta de asustar y basta de mentiras”, insistió Cristina Fernández de Kirchner cuando presentó su libro en Posadas sobre la campaña negativa que le estarían haciendo al Frente de Todos (Página 12, 8/9/19).

Muchos votantes de los Fernández están en contra de Chevron, Monsanto y la Barrick, multinacionales depredadoras de nuestros recursos naturales y tremendamente contaminantes. Deben entonces sacar conclusiones de las declaraciones de Cristina.

Fue la izquierda la que siempre condenó y repudió a estas empresas imperialistas, no el peronismo. El Frente de Todos vuelve a ratificar que va a seguir gobernando para ellas.

Recordemos que Chevron firmó un pacto secreto con YPF en pleno gobierno cristinista, previo dejar que Repsol se llevara todo nuestro petróleo a quien indemnizó millonariamente cuando le rescindieron el contrato.

El MPN neuquino de Sapag, de la mano del Frente para la Victoria de Cristina, sellaron con represión el pacto secreto con la multinacional yanqui cuando se aprobó la ley. En su momento, el gobernador Sapag reconoció que él y los diputados no conocían los términos del acuerdo secreto YPF-Chevron. Igual lo votaron en una sesión escandalosa, con represión y en trámite exprés.

Chevron venía de contaminar, provocando muertes y daños irreparables al pueblo ecuatoriano, multada por 19.000 millones de dólares, sanción que luego fue levantada por la Corte Suprema argentina para que opere en el país.

Con la expropiación parcial de YPF, el Estado se apropió del 51% de sus acciones. YPF representa solo el 17% del total del negocio petrolero, mientras el 83% restante sigue en manos de multinacionales.

Esto es lo que defiende Cristina y repudia la izquierda.